Abrió sus puertas en 1953 en una de las esquinas más concurridas del Centro Histórico de Asunción y a casi 70 años de ocupar el emblemático sitio sobre la calle Palma, Lido Bar continuará su historia desde otro rincón, en el microcentro de nuestra capital.
- Por Verónica Giménez
- veronica.gimenez@nacionmedia.com
“Para nosotros representa una etapa más de la larga historia del Lido. Luego de 69 años en un sitio emblemático, pasaremos a otra esquina histórica, que también tiene mucho por contar”, expresó la administradora del restaurante, Micaela Garcete, en conversación con la VOS.
La nueva ubicación esconde su propia historia: fue el lugar elegido por Don Carlos Antonio López como despacho presidencial en 1842 cuando se mudó a Asunción. Se presume que vivió allí unos 20 años. Finalmente, la obra empezó a ser demolida en 1905 y en el año 1917 se tumbó por completo.
Micaela detalla que iniciaron la búsqueda de “la nueva esquina del sabor y tradición” tras la llegada de la pandemia del covid-19 que afectó al rubro gastronómico, por tanto los ingresos disminuyeron y el mantenimiento del local fue cada vez más alto al tratarse de un edificio antiguo. A esto se sumó el limitado espacio que ofrecía el anterior establecimiento, ya que a medida que la producción crecía se necesitaba más tecnología y así también un local acorde a las maquinarias.
ENTUSIASMO
“En el equipo humano hay mucho entusiasmo, ya que creemos que los clientes van a ser mejor atendidos. No dudamos que seguirán viniendo por muchos años más”, resalta y agradece a todas las personas que fueron parte de la familia de Lido Bar, quienes a lo largo de los años resguardaron la calidad y el sabor de las comidas.
Y agrega: “Un esfuerzo que logró convertir al restaurante en uno de los más queridos del microcentro de Asunción. Sabemos que los cambios muchas veces cuestan, pero será para el bien de todos y por muchos años más”.
Lido Bar fue y sigue siendo un referente de la gastronomía paraguaya para todas las generaciones que viven y hacen su día a día en la zona o en los alrededores, tanto como de las que eligen hacer las visitas semanales para disfrutar sus sabores.
SU HISTORIA
Fue en 1953 que los alemanes Enrique y Elizabeth Schulz fundaron Lido Bar. El matrimonio dejó el restaurante a cargo de personas responsables y lo visitaban en sus viajes anuales por Paraguay. Actualmente es administrado por personal de confianza de don Enrique, quien en vida cedió sus acciones a los mismos.
“En el equipo humano hay mucho entusiasmo, ya que creemos que los clientes van a ser mejor atendidos. No dudamos que seguirán viniendo por muchos años más”
MICAELA GARCETE
ADMINISTRADORA DE LIDO BAR
UNA LÍNEA GASTRONÓMICA QUE TRASCIENDE LOS TIEMPOS
Se caracteriza por su cordial atención y por ofrecer diferentes opciones gastronómicas de sabor único, basadas en materia prima de primera calidad que van desde minutas, pastas caseras, tartas, postres, milanesas y sándwiches. Entre sus principales platos se destacan el caldo de surubí, uno de los favoritos de los comensales, que se prepara con lomo de surubí y un toque secreto del Lido. Otro de sus platos estrellas son los ñoquis con estofado de carne, que están hechos artesanalmente y acompañados de porciones de lengua, peceto o pollo.
Su carta también incluye las famosas milanesas Lido, ya sean de surubí, carne, lengua y pollo, todas en tamaño “Lido”, una medida que solo es posible conocer al visitar el restaurante. Las opciones más representativas del restaurante paraguayo son las infaltables empanadas y pastelitos, ambas en diferentes sabores: carne, pollo, jamón y queso, choclo, palmitos, huevo, cuatro quesos; el villarroel también es una icónica especialidad de la casa.
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A 73 años del levantamiento del estado de guerra contra Alemania, destacan aporte al desarrollo del país
Este martes 26 de noviembre se cumplen 73 años de que el gobierno de Paraguay puso fin al estado de guerra con Alemania Occidental y se restablecieron las relaciones diplomáticas, comerciales y financieras con esa parte del país de línea democrática.
Para conocer mejor esta parte de la historia del país y cómo es que que Paraguay declaró la guerra a la Alemania de Adolf Hitler y luego dio por finalizado el proceso, el diario La Nación / Nación Media conversó con el especialista en historia militar contemporánea, Claudio Velázquez, quien señaló que la fecha final se remonta al 26 de noviembre de 1951, cuando el gobierno de Federico Chaves puso fin al estado de guerra con Alemania Occidental, y se restablecen las relaciones diplomáticas, comerciales y financieras mediante el decreto N° 8182, firmado ese año.
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Indicó que este decreto, luego de 2 años fue ratificado por la Honorable Cámara de Representantes, el 25 de agosto de 1953. Por lo que por Ley N° 191/1953, se dio por terminado el estado de guerra con Alemania Occidental, el cual se había declarado por Decreto - Ley N° 7.190, de fecha 8 de febrero de 1945, siete meses antes de que se produzca el fin a la Segunda Guerra Mundial, durante el gobierno de Higinio Morínigo.
Mencionó que la firma de este decreto de 1951, estableció un camino de apertura en las relaciones diplomáticas con la entonces Alemania Occidental, teniendo en cuenta que tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó divida entre la Occidental y la Oriental hasta 1989, cuando se produjo la caída del muro de Berlín.
Velázquez indicó que si bien esta declaración de estado de guerra se dio en la Segunda Guerra Mundial, se tiene que tener en cuenta que ya durante la Primera Guerra Mundial, el Paraguay, que se había mantenido neutral en principio, recibió una comunicación del entonces Imperio Alemán, en la que le estableció tácitamente la prohibición de navegar por ciertos sectores de los océanos, so pena de ser atacado por submarinos alemanes.
“Es cierto que en 1917, cuando Estados Unidos se pliega a la Primera Guerra Mundial, el Paraguay acompaña esta causa, en el sentir de esta causa, no es que le declaró la guerra. Ahora bien, para la II Guerra Mundial, el Paraguay declaró estado de guerra el 8 de febrero de 1945 a los países aliados, es decir, Alemania, Italia y Japón. Si bien, antes de esta fecha, tras el ataque a Pearl Harbor, y EE. UU. entra en la guerra, el Paraguay cortó relaciones diplomáticas con estos países aliados, y solicitó a los respectivos embajadores que abandonasen el país”, precisó.
Embargo de propiedades
Respecto a los beneficios que trajo esta declaración de estado de guerra, el Estado paraguayo comenzó una serie de embargos a las propiedades que pertenecían sobre todo a Alemania.
“Con esta declaración, se embargó parte de la propiedad del Banco Alemán, e incluso un dinero que había prestado de este banco, en el periodo de la Guerra del Chaco, que si bien era poco, también lo embargó y lo dejó sin efecto”, indicó.
Velázquez indicó que incluso, una de las empresas estatales vigentes hoy en día como Copaco, tuvo sus orígenes de los embargos que el Estado hizo a las empresas alemanas. Recordó que Copaco, Compañía Paraguaya de Comunicaciones, que anteriormente era conocida como Antelco, inició como una empresa alemana de comunicaciones telefónicas y que fue embargada por el Estado paraguayo tras la declaración de estado de guerra.
“Los colegios alemanes que estaban dispersos por el país también fueron embargados por el Estado paraguayo. Todas estas situaciones se dieron con la declaración de estado de guerra. Pasó con la hoy Copaco, así como parte del predio del actual Ministerio de Economía y Finanzas, que está sobre Calle Palma, era propiedad del Banco Alemán y hoy es del Estado paraguayo”, acotó.
Por otra parte, Velázquez indicó que esta declaración de guerra no significó que Paraguay tuviera que aportar militares para el combate en el frente de batalla. Si bien, hubo algunos pilotos paraguayos que participaron con exploraciones que se dieron sobre el océano Atlántico, y otros paraguayos que formaron parte de los ejércitos de Francia y otras naciones. Pero el gobierno de Paraguay no aportó fuerzas militares para el combate.
“Pero sin duda alguna, económicamente una importante parte de la producción local se exportaba e iba a parar a los ejércitos que luchaban contra la Alemania nazi”, precisó. Puso como ejemplo el Corned Beef (en español ‘ternera salmuerizada’), o que aquí en el país se lo conoce como “Vaca’i”, que se producía en San Antonio, era parte del aprovisionamiento que se enviaba a los militares en la Segunda Guerra Mundial.
Reinicio de relaciones diplomáticas
El historiador destacó el proceso tras el levantamiento de la declaración de guerra con Alemania Occidental primero y luego con Alemania entera una vez que cayó la cortina oriental. Resaltó que sin duda, Alemania ha sido uno de los países que fuertemente ha colaborado con el crecimiento del Paraguay.
Recordó que en 1954, se instaló de vuelta en Asunción la embajada de Alemania, que dio inicio a importantes colaboraciones en aspectos culturales, comerciales que se mantiene hasta hoy en día. Señaló que la Cámara de Comercio Alemana es una de las más fuertes, ya que orienta y asesora a todos los que quieran exportar o importar entre Paraguay y Alemania, hay un flujo comercial muy importante.
“En materia técnica misma, hoy pisa muy fuerte en el país el apoyo de la GIZ (Agencia de Cooperación Alemana al Desarrollo), esta agencia desde la década de 1970, colabora con el Paraguay, sobre todo en materia de planificación territorial. Capacita a autoridades tanto locales como a la administración central. Alemania ha brindado un fuerte apoyo al gobierno paraguayo posterior al levantamiento del estado de guerra”, explicó.
Resaltó además la presencia de las colonias alemanas, que han contribuido y mucho en el desarrollo y el fortalecimiento del país e incluso son ejemplo de desarrollo. Puso como ejemplo las Colonias Unidas del Sur, en Itapúa, conformada por Obligado, Hoenau y Bella Vista, así como las colonias menonitas del Chaco. “Si bien fueron parte de un flujo migratorio muy complejo y muy amplio, tienen una importante presencia alemana, que dieron un gran aporte a la construcción del país”, concluyó.
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Hace 182 años Paraguay inició proceso contra la esclavitud con el tratado de Libertad de Vientres
Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Entre el 24 y el 27 de noviembre de 1842 fue planteado en el Congreso General Extraordinario en Asunción, el tratado de la Libertad de Vientres, que fue el inicio para cortar la esclavitud en el territorio paraguayo. Sus resoluciones fueron trascendentales para la vida política, económica, social y cultural del Paraguay.
“La Libertad de Vientres significaba cortar la herencia de régimen de esclavitud en todos los niños y niñas nacidos desde el 1 de enero de 1843″, explicó la historiadora Ana Barreto Valinotti, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Esta libertad implicaba que una madre esclava ya no daría a luz a un hijo esclavo y ya no podría ser vendido. “Sin embargo, los llamados en adelante “libertos” debían quedar sujetos al servicio de sus amos hasta la edad de 25 años para los varones y 24 años para las mujeres”, aclaró.
Es así que los niños y niñas que nacieron antes de la entrada en rigor de este decreto podían ser comprados o vendidos, al igual que la madre. “Este decreto establecía que no se podía separar a un lactante de su madre antes de los 3 años y desde los seis años, si la madre debía ser vendida, el amo o ama podía hacer acuerdos con el futuro comprador sobre el destino del chico”, replicó.
Donados para la guerra
Barreto indicó que es difícil pensar que este decreto se haya cumplido con la finalidad de la libertad, ya que mujeres y varones solo podían alcanzar su libertad entre los años 1867 y 1868. En ese periodo hubo la movilización total de la población paraguaya en la Guerra contra la Triple Alianza e impidió esta libertad.
“En este punto se debe señalar que el Estado paraguayo solicitó la entrega de libertos para el servicio de las armas con la posibilidad de remuneración a sus amos, pero casi toda la documentación en el Archivo Nacional menciona que muchos de estos muchachos de 14, 15 y 18 años o más fueron entregados como donación patriótica para ir al frente”, refirió.
Acotó que el historiador Ignacio Telesca señaló que un trabajo de investigación efectuado hace años por José González (estudiante de historia de la UCA) daba cuenta de una población de 9.000 personas afrodescendientes paraguayas entre 1843 y 1867.
Abolida en 1869
Finalmente, recién en 1869 la esclavitud fue abolida, esta a pedido por el gobierno provisorio, aun en plena guerra. El decreto fue confirmado en la Constitución Nacional el 25 de noviembre de 1870. El artículo 25, dice: “En la República del Paraguay no hay esclavos, si alguno existe queda libre desde la jura de esta Constitución, y una ley especial reglará las indemnizaciones a que diere lugar esta declaración. Los esclavos que de cualquier modo se introduzcan, quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio paraguayo.”
“El concepto histórico de esclavitud que involucró en un comercio transatlántico de gran escala a personas nacidas en África está circunscripto entre los siglos XV y XIX y fue en esencia, controlado y dirigido por europeos. La presencia de personas esclavizadas la encontramos en la partida de Don Pedro de Mendoza en el establecimiento de la ciudad de Asunción”, aclaró la historiadora en nuestro medio.
Mencionó que el historiador Guillaume Candela escribió recientemente sobre la vida de dos hombres de origen africano. “La narrativa histórica oficial en el Paraguay no siempre los ha considerado, pero las personas de origen africano, vendidas y compradas, estuvieron desde el minuto cero en la construcción de esto que llamamos hoy Paraguay”, refiere.
Regalaban o vendían esclavos
Barreto Valinotti explicó que según los censos de la segunda mitad del siglo XVIII y algunos informes del historiador Ignacio Telesca, en 1682 Asunción tenía 1.120 esclavos (siendo mestizos, criollos y españoles unas 7.500 personas y otras 2.000 indígenas). A estos datos debemos agregar que el obispo Manuel de la Torre señaló sobre la existencia de 3.500 esclavos y Telesca señala que no fueron incluidas unas 2.200 personas esclavizadas que vivían en las estancias de religiosos.
“Hoy no lo imaginamos, pero en el momento de la independencia en 1811 era usual una vida cotidiana asuncena con personas que podían ser compradas, vendidas; con mujeres que parían hijos e hijas en igual condición de esclavitud; con niños y niñas que eran a veces separados de sus padres para ser vendidos, donados, regalados. El comercio de esclavos en el Paraguay incluía la importación y sobre todo, la reproducción natural: todo niño o niña nacido de un vientre eslavo que adquirían la condición”, apuntó en LN.
En Asunción los esclavos eran mayoritariamente domésticos desempeñándose en tareas de cocina, limpieza, lavado y planchado de las ropas; realización de mandados, ejecución a veces de instrumentos musicales o incluso adquisición de algún oficio. En el interior del país se aplicaba ya que los esclavos desempeñaban tareas de ganadería y agricultura.
“Recién durante el gobierno de Carlos Antonio López (1844-1862) se inició el proceso de una transición hacia su completa abolición. Este proceso gradual puede ser entendido en el marco de disposiciones como “la libertad de vientres” en el Paraguay. En Sudamérica la transición de la condición de esclavitud a libertad de las nuevas repúblicas comenzó entre 1811 y 1825, podríamos ver que en el Paraguay fue tardío”, aclaró.
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La historiadora resaltó que hasta la fecha no se sabe la cantidad de personas que quedaron libres tras la abolición de la esclavitud en territorio paraguayo. “Lo que sí es posible ver hoy en día como una herencia que sobrevivió siglos la trata, sigue latiendo bajo la piel morena y alrededor del cabello enrulado de muchos paraguayos y paraguayas”, puntualizó.
DATOS CLAVE
- En el año 2018, Ana Barreto Valinotti, junto con el historiador Vicente Arrúa habilitaron la muestra “Los Invisibles”, que planteó la exhibición de documentación del Archivo Nacional referente a la esclavitud y la representación de la vida de las 9 personas que vivieron en calidad de esclavos del matrimonio Martínez Sáenz durante las fiestas patrias de mayo.
- Fue la primera vez que el Museo Casa de la Independencia se centró en la narrativa sobre una población que nunca había sido incluida en los relatos de la historia oficial y para quienes la palabra libertad tardó tiempo en ser alcanzada.
- La muestra fue un gran aporte para la visibilidad pública de una nueva historia donde poblaciones de afroparaguayos han sido incluidas en sucesivos aportes académicos con Josefina Plá, Alfredo Viola, Margarita Durán, Branislava Súsnik pasando por Jerry Cooney, Capucine Boidin, Barbara Potthast, Jan Kleinpenning y más recientemente Ignacio Telesca, Guillaume Candela, Ana María Arguello y Aldo Torres.
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Academias Estudiantiles de Historia, un espacio de formación para adolescentes
- Fotos: Mariel Ríos Garay
Promovida e impulsada por la Academia Paraguaya de la Historia, las Academias Estudiantiles de Historia son un espacio de formación para adolescentes en el campo de la historia y su objetivo principal es promover el conocimiento de la historia a través de la investigación, sea individual o grupal, ayudando así a formar el liderazgo y el servicio comunitario.
Bajo la coordinación de Julio Espínola, académico de número de la Academia Paraguaya de la Historia, las Academias Estudiantiles son espacios institucionales de formación extraescolar, de tiempo libre y similar a otros espacios como las academias literarias, de matemáticas, física o astronomía, entre otras disciplinas.
Cabe mencionar que el pasado sábado 2 de noviembre se llevó a cabo con gran éxito la Jornada de Clausura – 2024 en el salón de la Fundación La Piedad, sede de la Academia Paraguaya de la Historia y de la Sociedad Científica del Paraguay.
La Academia Paraguaya de la Historia, por iniciativa de la entonces presidenta, Olinda Massare de Kostianosvky, promovió la formación de las Academias Estudiantiles de la Historia en los colegios. Esto se inició en 2007 con algunos colegios públicos y privados de Asunción y, en ese momento, representó
una respuesta a la búsqueda de modalidades innovadoras de educación; porque reforzaba y ampliaba lo que el propio Ministerio de Educación y Ciencias esperaba alcanzar en cuanto a capacidades mínimas en el área de referencia por la potencialidad de responder a algunos llamados y reclamos al área de educación.
Las actividades se dan en distintos colegios de manera independiente. Cada institución conforma su academia, con una comisión directiva, elabora su calendario de actividades y desarrolla sus eventos. La Academia Paraguaya de la Historia organiza un acto de apertura de las actividades anuales con un acto que reúne a todas las academias escolares. Durante el año, una vez al mes se reúnen estudiantes interesados en profundizar algunos temas específicos en sus colegios.
MODALIDADES
Así, el pasado sábado 2 de noviembre, como cada año, estudiantes de diferentes colegios del interior y de Asunción exhibieron sus trabajos sobre diversos temas históricos de relevancia nacional. El programa se dividió en cuatro modalidades de presentación, a saber:
Disertaciones: los estudiantes presentaron sus investigaciones en un ciclo de alocuciones que abordaron diversos temas históricos de excelencia. Entre las presentaciones destacadas, Rodrigo Cardozo Benítez, un niño de tan solo 7 años del Colegio San José de Concepción, expuso el tema “El Instituto Salesiano San José: su inmenso aporte a la comunidad norteña y protagonismo durante la guerra del Chaco”; “Explotación de los recursos naturales y su impacto en la historia del Paraguay: el quebracho”, a cargo de María Fernanda Acosta, Haidee Álvarez, Siara López y Victoria Vera, del Colegio Nacional de EMD Naciones Unidas.
En tanto, Fiorella Zanotti, del Colegio Santa Clara, presentó “La posición de la mujer paraguaya durante la posguerra”. Asimismo, fueron presentadas las disertaciones “Importancia histórica de la batalla de El Carmen”, por Facundo Figueredo, del Colegio Nacional República de Panamá; “Agresiones a mujeres durante la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner”, por Rebeca Rodríguez Planás, del Colegio Dante Alighieri, y “Juana María de Lara, la mujer prócer olvidada”, a cargo de Lara Lezcano Cáceres, del Colegio Dante Alighieri.
Póster: Mauricio Báez, del Colegio Santa Clara, presentó un póster sobre “El equipamiento paraguayo durante la Guerra Grande”.
Maqueta: Estudiantes del Colegio Torrefuerte, de San Lorenzo, exhibieron una maqueta representando la campaña de Humaitá.
Cortometrajes: Alumnos del Colegio Dante Alighieri presentaron dos cortometrajes: uno sobre la preservación de la Casona Gondra y otro sobre rutas históricas y patrimoniales.
CAPACITACIÓN A DOCENTES
En este proceso también son capacitados los docentes, quienes acuden a la Academia a participar de los asesoramientos a los jóvenes. También son invitados a los eventos académicos de la institución.
Esta práctica compartida es muy demostrativa, porque marca una línea vocacional en el adolescente. Algunos pueden seguir el camino del magisterio en ciencias sociales o de alguna disciplina de las ciencias sociales.
Además de ello, el patrimonio del conocimiento histórico lo llevan de por vida.
No obstante, algunos de los desafíos son la reactivación de algunas de las academias luego de la pandemia, ya que durante esta algunas cesaron sus actividades. Otro reto es ampliar la participación invitando a otras instituciones, en especial a las de las regiones más alejadas, utilizando las herramientas que ofrece la tecnología.
Así también, la formación de los profesores es un desafío permanente. Esta formación constituye una manera de retribuir a los educadores en su labor educativa extraescolar que, por lo general, es voluntaria.
ALTERNATIVA
De esta manera, estas academias se constituyen en una alternativa para la educación en ciencias sociales. Los docentes reciben un gran apoyo y formación en sus tareas y las instituciones acumulan prestigio.
Entre los jóvenes, esta dedicación los predispone a aprovechar mejor sus estudios por el desarrollo de habilidades conexas a sus actividades en la Academia, encauzando sus inclinaciones vocacionales y el servicio comunitario.
Finalmente, en este ciclo de formación, a través de un enfoque de aprendizaje basado en proyectos, los jóvenes han desarrollado competencias en investigación, promoción del patrimonio histórico y geografía. Asimismo, se trata de un espacio de encuentro para reflexionar sobre el pasado y su influencia en el presente y futuro del Paraguay.
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Hace 182 años Paraguay inició el proceso contra la esclavitud
- Por Karina Ríos
- karina.rios@nacionmedia.com
Entre el 24 y el 27 de noviembre de 1842 fue planteado en el Congreso General Extraordinario en Asunción el Tratado de la Libertad de Vientres, que fue el inicio para cortar la esclavitud en el territorio paraguayo. Sus resoluciones fueron trascendentales para la vida política, económica, social y cultural del Paraguay.
“La Libertad de Vientres significaba cortar la herencia de régimen de esclavitud en todos los niños y niñas nacidos desde el 1 de enero de 1843″, explicó la historiadora Ana Barreto Valinotti, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Esta libertad implicaba que una madre esclava ya no daría a luz a un hijo esclavo y ya no podría ser vendido. “Sin embargo, los llamados en adelante ‘libertos’ debían quedar sujetos al servicio de sus amos hasta la edad de 25 años para los varones y 24 años para las mujeres”, aclaró.
Es así que los niños y niñas que nacieron antes de la entrada en rigor de este decreto podían ser comprados o vendidos, al igual que la madre. “Este decreto establecía que no se podía separar a un lactante de su madre antes de los 3 años y desde los seis años, si la madre debía ser vendida, el amo o ama podía hacer acuerdos con el futuro comprador sobre el destino del chico”, replicó.
DONADOS PARA LA GUERRA
Barreto indicó que es difícil pensar que este decreto se haya cumplido con la finalidad de la libertad, ya que mujeres y varones solo podían alcanzar su libertad entre los años 1867 y 1868. En ese periodo hubo la movilización total de la población paraguaya en la guerra contra la Triple Alianza e impidió esta libertad.
“En este punto se debe señalar que el Estado paraguayo solicitó la entrega de libertos para el servicio de las armas con la posibilidad de remuneración a sus amos, pero casi toda la documentación en el Archivo Nacional menciona que muchos de estos muchachos de 14, 15 y 18 años o más fueron entregados como donación patriótica para ir al frente”, refirió. Acotó que el historiador Ignacio Telesca señaló que un trabajo de investigación efectuado hace años por José González (estudiante de historia de la UCA) daba cuenta de una población de 9.000 personas afrodescendientes paraguayas entre 1843 y 1867.
ABOLIDA EN 1869
Finalmente, recién en 1869 la esclavitud fue abolida, esta a pedido por el gobierno provisorio, aún en plena guerra. El decreto fue confirmado en la Constitución Nacional el 25 de noviembre de 1870. El artículo 25 dice: “En la República del Paraguay no hay esclavos, si alguno existe queda libre desde la jura de esta Constitución, y una ley especial reglará las indemnizaciones a que diere lugar esta declaración. Los esclavos que de cualquier modo se introduzcan, quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio paraguayo”.
“El concepto histórico de esclavitud que involucró en un comercio transatlántico de gran escala a personas nacidas en África está circunscripto entre los siglos XV y XIX y fue en esencia, controlado y dirigido por europeos. La presencia de personas esclavizadas la encontramos en la partida de don Pedro de Mendoza en el establecimiento de la ciudad de Asunción”, aclaró la historiadora en nuestro medio.
Mencionó que el historiador Guillaume Candela escribió recientemente sobre la vida de dos hombres de origen africano. “La narrativa histórica oficial en el Paraguay no siempre los ha considerado, pero las personas de origen africano, vendidas y compradas, estuvieron desde el minuto cero en la construcción de esto que llamamos hoy Paraguay”, refiere.
REGALABAN O VENDÍAN ESCLAVOS
Barreto Valinotti explicó que según los censos de la segunda mitad del siglo XVIII y algunos informes del historiador Ignacio Telesca, en 1682 Asunción tenía 1.120 esclavos (siendo mestizos, criollos y españoles unas 7.500 personas y otras 2.000 indígenas). A estos datos debemos agregar que el obispo Manuel de la Torre señaló sobre la existencia de 3.500 esclavos y Telesca señala que no fueron incluidas comunas 2.200 personas esclavizadas que vivían en las estancias de religiosos. “Hoy no lo imaginamos, pero en el momento de la independencia en 1811 era usual una vida cotidiana asuncena con personas que podían ser compradas, vendidas; con mujeres que parían hijos e hijas en igual condición de esclavitud; con niños y niñas que eran a veces separados de sus padres para ser vendidos, donados, regalados. El comercio de esclavos en el Paraguay incluía la importación y, sobre todo, la reproducción natural: todo niño o niña nacido de un vientre eslavo que adquiría la condición”, apuntó en LN.
En Asunción los esclavos eran mayoritariamente domésticos desempeñándose en tareas de cocina, limpieza, lavado y planchado de las ropas; realización de mandados, ejecución a veces de instrumentos musicales o incluso adquisición de algún oficio. En el interior del país se aplicaba, ya que los esclavos desempeñaban tareas de ganadería y agricultura.
“Recién durante el gobierno de Carlos Antonio López (1844-1862) se inició el proceso de una transición hacia su completa abolición. Este proceso gradual puede ser entendido en el marco de disposiciones como ‘la libertad de vientres’ en el Paraguay. En Sudamérica la transición de la condición de esclavitud a libertad de las nuevas repúblicas comenzó entre 1811 y 1825, podríamos ver que en el Paraguay fue tardío”, aclaró.
La historiadora resaltó que hasta la fecha no se sabe la cantidad de personas que quedaron libres tras la abolición de la esclavitud en territorio paraguayo. “Lo que sí es posible ver hoy en día cómo una herencia que sobrevivió siglos, la trata sigue latiendo bajo la piel morena y alrededor del cabello enrulado de muchos paraguayos y paraguayas”, puntualizó.