Siempre hay alguno en casa; con sencillos preparados podemos obtener excepcionales resultados.
Algunos hábitos como morderse las uñas, usar productos de limpieza sin guantes, diferentes tareas diarias e incluso, aplicarse acrílico, podrían debilitarlas al punto que se astillen y se quiebren con facilidad. Como no siempre podemos ir a un salón de belleza a que nos hagan las manos, hay productos que seguro tenés en tu casa y que te ayudarán a fortalecerlas. Por ejemplo, los aceites vegetales demostraron que son muy eficientes para fortalecer diferentes afecciones de la piel y uñas, especialmente la sequedad.
DE OLIVA
El aceite de oliva es rico en ácidos grasos esenciales y vitaminas que nutren el cuerpo de forma notable, por eso sumergir tus uñas en este óleo durante 20 minutos te ayudará a sanarlas. No solo las hidrata y favorece su crecimiento, sino que previene la aparición de estrías y reduce las posibilidades de que sufran roturas y tengan mal aspecto.
DE ALMENDRAS
Una mezcla infalible para palear la debilidad en las uñas es la de aceite de almendras y huevo, la carga de antioxidantes, vitaminas y proteínas es todo lo que tus uñas necesitan para regenerarse. Solo tenés que mezclar ambos ingredientes y aplicarlos durante 30 minutos.
DE RICINO
El aceite de ricino es muy recomendado para mejorar el cabello, la piel y las uñas. Según el doctor Joseph Mercola Do, de la Universidad de Illinois, en Chicago, Estados Unidos, este óleo es una fuente importante de vitamina E, necesaria para la nutrición de las uñas. Su uso diario puede combatir la sequedad y la debilidad para que crezcan de forma saludable.
Hábitos como morderse las uñas, usar productos de limpieza sin guantes, diferentes tareas diarias e incluso, aplicarse acrílico, las debilitan y hacen que se quiebren fácilmente.
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Uñas sanas todo el año: consejos de expertos en manicura
El cuidado de las uñas va mucho más allá de la estética. Según expertos, lo ideal es retirar el esmalte con cierta frecuencia para evitar daños. En las manos, se recomienda mantenerlo una semana como máximo, mientras que en los pies puede prolongarse hasta dos semanas y media o tres. En todos los casos, nunca debe faltar una capa base protectora antes de aplicar el color y un top coat para sellar el acabado.
El esmalte semipermanente se ha convertido en el favorito de quienes buscan olvidarse de la manicura por días. Sin embargo, uno de los errores más comunes es dejarlo demasiado tiempo y luego arrancarlo con las manos, lo que puede provocar daños en la superficie de la uña. Los especialistas recomiendan retirarlo correctamente al cabo de 10 a 12 días en las manos y tres semanas en los pies, utilizando acetona, algodón y papel de aluminio para realizar papillotes.
Además, sugieren que después de la retirada del esmalte, las uñas pasen por un período de descanso: pueden dejarse al natural o aplicarse un endurecedor para mantenerlas fuertes.
Una manicura saludable también depende de una rutina diaria de cuidado. Las manos deben mantenerse hidratadas aplicando crema al menos dos veces al día, y durante la noche se recomienda una fórmula más nutritiva que actúe mientras dormimos. Si las cutículas están secas, lo mejor es evitar cortarlas y en su lugar usar un bálsamo nutritivo con masaje.
Por último, la técnica del corte y el limado es fundamental. Los especialistas aconsejan usar un cortaúñas afilado, cortar por los lados antes que por el centro y terminar con una lima suave (nunca inferior a 240). La forma de la uña dependerá de su base: si la parte rosada es corta, conviene el estilo cuadrado; si es larga, puede elegirse incluso un óvalo.
Con estas recomendaciones, mantener unas uñas bonitas y sanas durante todo el año es posible, sin necesidad de exponerlas a daños por malos hábitos.
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Con texto de Europa Press
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¿Cómo se comportaron los precios globales de los principales alimentos?
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) compartió su último informe mensual, de diciembre de 2024, sobre el índice de precios de los alimentos a nivel mundial. Dicho índice se redujo un 2,1 % en el último año.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios comercializados a escala mundial, se situó en diciembre en un promedio de 127,0 puntos, es decir, un 0,5 % menos que en noviembre y un 6,7 % más que en diciembre de 2023.
En términos generales, en 2024 el índice registró 122,0 puntos, un 2,1 % menos que el valor promedio de 2023. Esto se debió a importantes descensos en las cotizaciones de cereales y azúcar, compensados por aumentos en los precios de aceites vegetales, productos lácteos y carnes.
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Nivel de precio por rubros
Si bien los incrementos en el último grupo de alimentos fueron más reducidos, igualmente fueron significativos. Y haciendo el desglose por tipo de producto, indica que el índice de precios de los cereales alcanzó la segunda disminución anual respecto del nivel sin precedentes de 2022.
Aunque el indicador para todos los tipos de arroz subió un 0,8 % respecto del nivel promedio alcanzado en 2023, cifra que representa el nivel nominal máximo de los últimos 16 años. En tanto que los aceites vegetales registraron un promedio un 9,4 % más alto que en 2023 ante la mayor escasez de la oferta mundial.
Para el caso de la carne, el índice de la FAO lo situó un 2,7 % por encima del promedio de 2023, con un aumento de las cotizaciones de las carnes de vacuno, ovino y aves de corral, lo cual compensó el descenso de los precios internacionales de la carne de cerdo.
Los productos lácteos por su parte registraron un promedio un 4,7 % más alto que en 2023, debido principalmente a la repentina subida de los precios de la mantequilla. Mientras que el azúcar tuvo un promedio un 16,9 % inferior a 2023, debido a la mejora de las perspectivas para los cultivos de caña de azúcar en los principales países productores.
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Aceites, maníes y otros productos paraguayos conquistaron nuevos mercados en agosto
El octavo mes del año cerró con la conquista de seis nuevos mercados para los productos nacionales, desde aceite de soja hasta palanquillas de acero, diversificando las exportaciones paraguayas, según informó la Dirección de Inteligencia de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), dependiente del Ministerio de Industria y Comercio (MIC). Se logró así ingresos por USD 829.094.
De acuerdo con los datos oficiales, entre los productos destacados se encuentra el aceite de cocina, que se exportó a Colombia por primera vez en agosto pasado por un valor de USD 58.995, consolidando las exportaciones de insumos reciclables. A su vez, hasta República Dominicana ingresó el aceite de soja, con un total exportado de USD 415.990, fortaleciendo la industria agrícola paraguaya.
En cuanto a productos industriales, hasta Argentina se exportó “genamin”, un químico utilizado en productos de cuidado personal, por un monto de USD 81.819; además de palanquillas de acero valoradas en USD 107.200, que evidencia el crecimiento del sector metalúrgico y químico.
Igualmente, Letonia recibió maníes paraguayos por valor de USD 74.428, que reafirma la competitividad del sector agroalimentario nacional en Europa. Respecto al mercado de la carne, Bolivia importó tripas saladas bovinas por un valor de USD 90.662, fortaleciendo los lazos comerciales en productos cárnicos entre ambas naciones.
Fue así como desde el Ministerio de Industria y Comercio resaltaron que la conquista de nuevos mercados refuerza el protagonismo que ha venido ganando la producción local en el comercio global, posicionando al país como un actor relevante, con una oferta diversificada y competitiva que sigue conquistando nuevas fronteras.
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Cappro: Clave para el futuro del biocombustible y la industrialización en Paraguay
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), desde sus inicios (hace 18 años) hasta la fecha,ha tenido un desempeño destacado en la sustentabilidad ambiental, la logística fluvial, el combate al contrabando y coadyuvando con el esfuerzo de los productores de materias primas para la industria aceitera.
La Cappro es un gremio que agrupa a las 10 industrias aceiteras más importantes del Paraguay, cuyo volumen de producción representa el 95 por ciento de la cantidad de aceites y harinas oleaginosas producidas y exportadas por el país. Las firmas asociadas a Cappro son: ADM, BISA, BUNGE, CAIASA, CARGILL, CONTIPARAGUAY, COPAGRA, LDC, MERCANTIL COMERCIAL y OLEAGINOSA RAATZ; las mismas canalizaron aproximadamente más del 60 por ciento de la soja cosechada en el país en la última década. Algunos de los asociados realizan otros procesos industriales conexos, como envasado de aceites comestibles, producción de grasas y margarinas, balanceados y aceite de coco.
“Luego del gran flujo de inversiones en el sector, a inicios de la década pasada, la industria aceitera paraguaya se posicionó como la principal actividad industrial en términos de saldo de inversión directa, con 861 millones de dólares al cierre de la última actualización realizada por el Banco Central del Paraguay”, comenzó diciendo Sandra Noguera, gerente general de Cappro.
Explicó que en ese periodo surgieron nuevas industrias y otras fueron ampliadas y mejoradas, con lo que la capacidad para industrializar se triplicó. Sin embargo, los constantes cambios de reglas redujeron la competitividad del sector, modificando de manera significativa los planes iniciales.
“Esto puso freno a las inversiones, ya que el escenario se volvió incierto, con lo cual actualmente no existe la previsibilidad necesaria para los inversionistas y el año se está volviendo crítico para la agroindustria”, explicó.
Las agroindustrias en el Paraguay, además de los beneficios directos en generación de empleos formales y de calidad, la creación de polos de desarrollo, el mayor ingreso de divisas al exportar productos industrializados de mayor valor que las materias primas, aportes fiscales, entre otros, indirectamente a lo largo de los años han impactado positivamente en rubros conexos, propiciando y facilitando el crecimiento de la cría de cerdos y aves, ganado lechero, piscicultura y otros.
Entre los planes de Cappro está la consolidación de la industria aceitera dentro del territorio como eslabón fundamental para el desarrollo del resto de la cadena. Sobre este último punto, las industrias asociadas a Cappro, con las políticas públicas adecuadas, pueden colaborar con los planes del Gobierno de convertir al Paraguay en capital del biocombustible, ya que son las proveedoras naturales del aceite crudo necesario para la producción de este.
Agregó que el desafío para este segundo semestre del año, y para los próximos años, es encontrar mecanismos que permitan a la industria local aprovechar su capacidad instalada y recuperar rentabilidad que se ha ido erosionando sistemáticamente en estos últimos años.
“Las previsiones de industrialización para el cierre de este año no superan los 2,5 millones de toneladas, representando una capacidad ociosa de más de 1,8 millones de toneladas, lo que pone en evidencia cómo van profundizando aún más las condiciones de competitividad negativas para la subsistencia de las industrias aceiteras nacionales que apostaron por el país”, comentó.
Explicó que para enfrentar un nivel más competitivo es crucial robustecer la agroindustria con políticas públicas enfocadas en lograr una mayor industrialización de la materia prima agrícola dentro del territorio nacional. “Se requiere de una política industrial clara que nos ayude a concretar el potencial del sector”, sostuvo.
Como gremio, la mayor satisfacción es haber adquirido un desempeño destacado en la cooperación integral en las actividades de las industrias aceiteras, en ocupar un espacio cada vez mayor en la instalación del diálogo abierto con las autoridades del Gobierno y con los otros actores de la economía nacional, entre otros aspectos.
“Otro punto que enorgullece a Cappro es el haberse convertido en un ente de referencia a nivel local e internacional en la generación de estadísticas del sector agroindustrial”, comentó.
Asimismo, dijo que se debe reforzar el diálogo entre el Gobierno y los sectores que invirtieron o desean invertir en el país, con miras a transformar las ventajas comparativas del Paraguay en verdaderas ventajas competitivas.
“La Cámara tiene por misión impulsar la industrialización de oleaginosas y cereales en coordinación con el sector público, fomentando el crecimiento de la producción agrícola e industrial, generando mayores ingresos de divisas y puestos de trabajo, con responsabilidad social y medioambiental”, aseguró.