El caso Nicolás Leoz-banco Atlas sigue durmiendo en la Fiscalía, a más de tres años de la presentación de la última denuncia por parte de los abogados de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Mientras la investigación sigue cajoneada, el grupo Zuccolillo, propietario de la entidad bancaria, ataca a la Comisión Bicameral de Investigación (CBI) de lavado, por temor a que este sea uno de los puntos estudiados por los parlamentarios

Siete años han pasado desde la primera denuncia y otros tres desde la segunda presentada por la Conmebol ante el Minis­terio Público por los supuestos hechos de lavado de dinero vin­culados al fallecido exmanda­más del fútbol sudamericano Nicolás Leoz, quien habría movido dinero proveniente de la corrupción a través del banco Atlas, propiedad del grupo Zuc­colillo, también dueño del mul­timedio Abc Color.

Hasta ahora, la Fiscalía sigue sin hacer mover la causa, pese a los numerosos requerimien­tos realizados por la matriz del fútbol sudamericano.

LA SEGUNDA DENUNCIA

El 4 de febrero de 2021, la Con­federación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) presentó una denuncia penal contra los directivos del banco Atlas por presunto lavado de dinero. La base de esta acusación se sus­tenta en una auditoría forense realizada por la Conmebol, que reveló una operación fiducia­ria de USD 6 millones entre Nicolás Leoz y el banco Atlas, a pesar de que sobre Leoz pesaba una orden de captura interna­cional emitida por la Justicia estadounidense.

A pesar de que la investiga­ción contra los directivos del banco Atlas cumplió dos años en febrero pasado, los avan­ces en las pesquisas han sido escasos. Los fiscales encarga­dos del caso, Liliana Alcaraz y Francisco Cabrera, se enfren­taron a numerosas dificulta­des, incluyendo presiones significativas ejercidas por el grupo Zuccolillo a través de sus medios para obstaculizar el progreso del caso.

La Fiscalía ha intentado tra­zar la ruta del dinero de Leoz, solicitando al banco Atlas información detallada sobre sus operaciones comerciales, movimientos de fondos, reci­bos y pagos realizados por Leoz desde 2001. El objetivo es determinar si el banco imple­mentó o no los mecanismos antilavado correspondien­tes. Sin embargo, los directi­vos del banco se han negado a proporcionar esta información al Ministerio Público.

Asimismo, el Banco Central del Paraguay y la Secreta­ría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) no han colaborado suficientemente en la investigación. Aunque los directivos del banco Atlas fue­ron sometidos a una verifica­ción in situ por la Superinten­dencia de Bancos (BCP), hasta el momento, el Banco Central no ha entregado los resultados de estas supervisiones inicia­das el 30 de mayo de 2022 al Ministerio Público.

En respuesta a las acusacio­nes, el banco Atlas admitió en un comunicado que operó con fondos de Nicolás Leoz y sus familiares desde 2002. Confirmaron haber recibido requerimientos de la Fisca­lía del Distrito Este de Nueva York en el caso FIFAgate y mencionaron una solicitud de información enviada por el estudio jurídico Quinn Ema­nuel Urquhart & Sullivan, con­tratado por la Conmebol, el 12 de agosto de 2016.

Sin embargo, el banco Atlas, representado por su direc­tor Miguel Ángel Zaldívar, se negó a proporcionar informa­ción sobre las operaciones de sus clientes, amparándose en el secreto bancario.

UNA LARGA HISTORIA

Semanas atrás, Claudio Lovera, abogado de la Conme­bol, realizó un detallado relato de los millonarios movimien­tos realizados por Leoz, utili­zando el banco Atlas.

Claudio Lovera recordó que en 2017, bajo la nueva administra­ción de Alejandro Domínguez en la Conmebol, se ordenó una auditoría forense para colabo­rar con la Justicia de Estados Unidos en casos que involu­craban a Nicolás Leoz y otros implicados en la corrupción dentro de la institución. Este análisis derivó en la primera denuncia penal contra Leoz en Paraguay por operaciones en perjuicio de la Conmebol, presentada tras el informe de la auditoría.

Sin embargo, la investigación sobre Leoz avanzó sin impu­taciones significativas hasta finales de 2020, cuando la Conmebol, como víctima en la denuncia inicial, obtuvo copia de la carpeta fiscal y reanudó su análisis. En este proceso, se descubrió información adicio­nal sobre operaciones de fidei­comiso realizadas por Leoz en febrero de 2016 con el banco Atlas, propiedad del grupo Zuc­colillo, a pesar de su renuncia en 2013 debido a investigacio­nes sobre corrupción. Leoz ya había sido acusado por la Justi­cia estadounidense en 2015 por lavado de dinero, y ese mismo año se solicitó su extradición.

A pesar de las acusaciones públicas, Atlas permitió las operaciones de fideicomiso en 2016, ignorando las alertas de riesgo de lavado de dinero que rodeaban a Leoz desde 2013 y que se reforzaron en 2015 por la Seprelad y el Banco Central del Paraguay. Lovera enfatizó que esta falta de acción forzó los allanamientos en banco Atlas y la Superintendencia de Bancos, debido a la sospecha de hechos punibles.

Uno de los factores clave que motivaron la denuncia fue el hallazgo de extractos ban­carios de Atlas, que mostra­ban depósitos sospechosos de Leoz. Entre ellos, USD 5 millones depositados en menos de cinco meses en 2013, y más de G. 16.000 millones en su cuenta de gua­raníes, lo que sumó más de USD 9 millones ese mismo año. Sin embargo, Atlas no reportó estos movimien­tos hasta junio de 2015, y lo hizo solo tras las publicacio­nes sobre las denuncias con­tra Leoz, no por los fondos mismos.

La preocupación de la Con­mebol persiste, ya que, tras la denuncia de 2017, Leoz falleció en 2019 y el Ministerio Público no ha avanzado lo suficiente en la investigación. Las asociacio­nes de fútbol han expresado su inquietud sobre el progreso del caso, y tras una reciente reu­nión con el fiscal general, espe­ran que se actúe para evitar la prescripción del caso. Poste­riormente, el grupo Zuccolillo, dueño del banco Atlas, lanzó ataques mediáticos contra el Ministerio Público, lo que podría estar relacionado con el avance de la investigación.

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