Carlos Chamorro Portillo, agente especial descubierto con un ascenso económico que no condice con su salario en la Secretaría Nacional Antidrogas, reaccionó ayer en un grupo de Whatsapp refiriéndose a las publicaciones periodísticas que generaron su exclusión de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU), apoyada por aliados extranjeros. “Ya he colectado elementos probatorios sólidos sobre la persona que ideó y el grupo de personas que apoyó esta campaña mediática”, refiere en su sugestivo mensaje que apunta a un manejo discrecional de recursos de inteligencia para, como bien señala, “colectar” información que afecta a sus interses particulares y no precisamente a una misión de Estado. La situación es sumamente grave porque es una institución que se encarga de administrar información reservada y a veces clasificada que hace a la seguridad interna de la República, con la que se genera a la vez una altísima exposición para todo aquel que osa cuestionar a un agente especial.
Ofuscado y con un tono amenazante se mostró en un grupo de Whatsapp el agente especial Carlos Francisco Chamorro Portillo, el mismo que prestaba servicio como investigador en la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) hasta que fuera descubierto mediante una investigación de Nación Media con su meteórico ascenso económico en un tiempo récord estando en cargo público.
Tanto él como su esposa Natalia Berenicce Bareiro, ambos asignados al SIU, son de modesto origen, y en 7 años en la Senad pasaron a los lujos. Chamorro y la mujer ingresaron en el 2015 a la función pública, el primero declaró un activo de G. 65 millones, mientras que ella el máximo patrimonio que tenía era un celular que en ese momento pagaba en cuotas.
Pero en el último año la pareja pasó a registrar bienes por G. 518 millones. Esto equivale a un incremento patrimonial de 700% en relación con los consignados en sus primeras declaraciones juradas presentadas ante la Contraloría General de la República.
Esta serie de revelaciones que le costaron la desvinculación del SIU y reintegrarse a la base de la Senad, además de las evidencias fotográficas que muestran que estrenaron hace poco tiempo una camioneta Toyota Hilux modelo 2023, cuyo valor ronda los US$ 65 mil, motivaron que el agente especial realice un descargo en un grupo de Whatsapp donde se encuentran miembros de élite de la institución.
La Nación Investiga corroboró el mensaje y el número telefónico de Chamorro, que aparece con emojis de un corazón junto a las banderas de Paraguay y Estados Unidos, atendiendo que SIU es coordinado por una agencia de inteligencia extranjera.
USO DISCRECIONAL DE RECURSOS
Chamorro, en primer lugar, confirma lo que fuentes ya informaban, el tenso ambiente interno en la Senad. En su mensaje vía Whatsapp habla de tomar partido y empezar una guerra “política, social y laboral” al interior de la institución, aunque remarca que no ventilará los “trapos sucios”, sugiriendo la altísima corrupción que se maneja como secreto a voces dentro de la institución.
Por otra parte, saca al descubierto que dentro de la Secretaría Antidrogas se conforman grupos de “hermandad”, como una especie de logias internas, advirtiendo que buscará a los responsables que supuestamente filtraron sus datos. Datos, valga la aclaración, que se consignan en informes de carácter público a los que accedió el equipo de La Nación Investiga, a través de distintas instituciones.
Incluso, y lo que es aún más grave, advierte que ya recolectó datos de los que presuntamente ventilaron sus lujos, dicho que apunta a la utilización de recursos técnicos de investigación para invadir la privacidad de sus mismos compañeros, y del “culpable” de las filtraciones a la prensa.
DESCONTROL
Esto claramente demuestra que la administración de la ministra Zully Rolón se encuentra en un colapso total, pues mientras emite comunicados con el objetivo de amedrentar a la prensa para evitar que se revelen nombres de cuestionados agentes especiales, internamente en la institución se desata una guerra desmedida por presuntos hechos de corrupción.
A esto se le suma el peligro que representa para la seguridad nacional que agentes especiales se declaren guerras internas, siendo ellos quienes con una extralimitación de sus funciones utilizan elementos del Estado para una persecución cuyos alcances no pueden ser medidos, donde incluso pueden exponer a situaciones de alto riesgo a cualquier persona.
Fuentes fidedignas y plenamente identificadas explicaron a La Nación/Nación Media los pasos de cómo supuestamente buscan datos de personas para utilizarlos discrecionalmente, desde interceptar comunicaciones, seguimientos con rastreadores, y visitas interesadas.
Los datos tienen lógica considerando, por ejemplo, la serie de filtraciones de investigaciones a cárteles que también fueron evidenciadas por La Nación Investiga, como las ocurridas en el marco de la operación A Ultranza Py, donde incluso la organización criminal objetivo de pesquisa fue advertida de trabajos de interceptación de una narcoavioneta y de las escuchas telefónicas. Avisos clave, puesto que los presuntos capos del esquema narco, como Miguel Insfrán, alias Tío Rico, y el uruguayo Sebastián Marset, hasta la fecha no lograron ser detenidos.
Zully Rolón, ministra de la Senad.Chamorro Portillo se descargó en Whatsapp ventilando guerra “política, social y laboral” interna en la Senad y dice que colectó pruebas contra supuestos soplones que filtraron compra de su lujosa camioneta a la prensa. Esto es gravísimo teniendo en cuenta su acceso a datos de inteligencia y que su esposa Berenicce es analista del SIU.Natalia Berenicce Bareiro, analista y esposa de Carlos Chamorro Portillo.
Compras de lujo en tiempo récord y salarios irrisorios para los créditos que consignaron en sus declaraciones juradas de bienes Natalia Bareiro y Carlos Chamorro, la pareja de agentes de la Senad, están a punto de blanquearse. Foto: Archivo
Compras de lujo en tiempo récord y salarios irrisorios para los créditos que consignaron en sus declaraciones juradas de bienes Natalia Berenicce Bareiro y Carlos Chamorro Portillo, la pareja de agentes de inteligencia de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que hasta hace unos meses estaban asignados a la sensible unidad SIU, están a punto de blanquearse según informaciones recibidas en el marco del estudio de correspondencia patrimonial realizado a ambos funcionarios.
El acelerado y exponencial ascenso económico de Bareiro y Chamorro, que el año pasado estrenaron una camioneta de lujo declarada por valor de G. 280 millones, pero que según consultas de mercado asciende al doble del precio (G. 461 millones), cuando los ingresos líquidos de ambos sumaban G. 15 millones al mes, generó revuelo en la opinión pública y causó la desvinculación de uno de ellos del SIU. El ente de control tuvo que abrir una investigación que, por los trascendidos, presumiblemente quedará en la nada.
Lo más llamativo es que tras el escándalo que sacudió al agente, este fue comisionado a la Fiscalía Antidrogas, supuestamente a pedido del fiscal Marcos Alcaraz, como una suerte de blindaje ante el destape mediático.
Carlos Chamorro y Berenicce Bareiro, agentes “magos” de la Senad. Foto: Gentileza
Hace 6 meses que la Contraloría inició el examen de correspondencia. Desde la institución señalan que se encuentra en etapa conclusiva y que los afectados presentaron documentos de “préstamos” realizados. Sin embargo, al estilo del exministro de la Senad y del Interior, Arnaldo Giuzzio los números de los millonarios créditos declarados no cierran con relación a los ingresos salariales.
Según los extractos salariales de la pareja, a los que tuvo acceso La Nación, con ingresos líquidos de entre G. 4,8 millones y G. 6,8 millones que percibían en los últimos 4 años, hasta julio del 2022, registraron bienes por G. 518 millones. Esta cifra equivale a un incremento patrimonial de 700% con relación a los consignados en la primera declaración jurada de ambos del 2015 que, en el caso de Chamorro tenía bienes por G. 65 millones y su actual esposa una deuda de G. 200 mil, el valor de un teléfono celular que había abonado a cuotas.
El ingreso neto máximo de Chamorro era de G. 7,9 millones al mes y el de la mujer de G. 9 millones al cierre del 2022.
Coincidentemente, el progreso económico de la pareja se dio entre el 2019 y el 2022, cuando se iniciaban las grandes investigaciones al crimen organizado desde la unidad SIU, principalmente tras huellas del supuesto esquema narco liderado por el uruguayo Sebastián Marset. No hay que olvidar también que los informes de inteligencia del sonado operativo antinarco A Ultranza Py registran varias filtraciones a los investigados desde la Senad.
Extracto salarial de Carlos Portillo de setiembre del año pasado, tiempo en que registraba la compra de una lujosa camioneta. Foto: Gentileza
Además del escándalo por la camioneta, en el 2019, cuando Bareiro y Chamorro percibían un salario base líquido de G. 2,8 millones saldo por el descuento por aporte jubilatorio y que con el cobro de otras bonificaciones les generaba un ingreso neto global de G. 4,3 millones, según documentos de Hacienda declararon propiedad de unos G. 210 millones, siempre respaldados con préstamos.
El inmueble ubicado en Ypané registra una superficie de 2.500 m2, el equivalente a 7 terrenos convencionales de 360m2 totalmente alambrados. Allí se erigió una importante residencia dotada con circuito cerrado, que está al cuidado de una persona que no quiso brindar mayores detalles cuando habíamos visitado el lugar. Es decir, el modesto salario de la pareja rinde para justificar millonarios préstamos para compras de lujo, adquisición de propiedades que a la clase media le lleva décadas en pagar, equipadas con tecnología y con personal al cuidado, además de tener un alto nivel de vida.
Audio revela que agentes de la Senad delatan a sus informantes con narcos
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La Secretaría Nacional Antidrogas se convirtió en tentáculo de narcos. Más filtraciones de datos en escuchas telefónicas revelan cómo elementos del crimen organizado reciben información sensible y de primera mano por parte de agentes de seguridad del Estado, quienes se interiorizan de las investigaciones en curso y le ponen al tanto a los narcos las identidades de los informantes y detalles que estos aportan a los organismos antidrogas. En narcoaudio se escucha cómo agentes especiales corruptos operan sin tener en cuenta el riesgo que representa para la vida de las personas, más aún cuando los narcotraficantes hablan de “solucionar” el problema del delator.
Terroríficas revelaciones provenientes de narcoaudios filtrados de informes de inteligencia a La Nación Investiga indican una podredumbre en la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), imposible de seguir tapando. Cuando con la serie de grabaciones divulgadas en estos días pudimos haber pensado que ya escuchamos todo, principalmente con el explosivo audio sobre un “jefe de apellido Amarilla” que supuestamente pidió US$ 50 mil para no afectar el negocio de las drogas de un objetivo, resulta que corruptos agentes se encargaban de contar a los narcotraficantes quiénes eran los informantes que pasaban datos de ellos.
En el marco de la operación Chase, la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Senad interceptó comunicaciones de supuestos elementos pertenecientes a la organización que, según los antidrogas, dirigía el ex militar Jorge Daniel Zorrilla Vera. Este presunto capo narco fue capturado tras una serie de allanamientos realizados el 1 de agosto del 2018 en la ciudad de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú.
La anterior Oficina Regional de la Senad de Canindeyú estaba frente al Hospital Regional de Salto del Guairá, así mismo como los narcotraficantes detallaron en la llamada interceptada.
En grabación de llamada se puede escuchar cómo los narcotraficantes estaban al tanto de investigaciones, de quiénes eran los informantes e incluso hablan de una venganza. Sobre quién fue el que dio la información, menciona que supuestamente un jefe de la misma secretaría delató al informante.
El primer hombre (H1) que habla en la comunicación interceptada le informa al segundo hombre (H2) lo siguiente: “Vi que el muchacho que es el secretario de Dani estuvo por tu casa, y ese muchacho no es de confianza, ese es el que da la pista de acá de nuestro tema”.
Seguidamente, le informa que la noche anterior habló con el jefe y le contó todo. Cuando H2 le consulta con quién de los jefes habló, el H1 le responde: “El que está frente al hospital, porque él se interiorizó de todo”.
Es importante señalar que hasta hace pocos meses la sede de la Oficina Regional de la Senad en Salto del Guairá se encontraba frente al hospital regional de la ciudad. En aquellos tiempos el jefe de dicha unidad era el agente especial Abelino Valdez Ruiz, uno de los “magos” de las finanzas de la Senad, hombre de confianza de la ministra antidrogas, Zully Rolón, que se desempeñaba como director de Operaciones, pero renunció al cargo tras el destape de audios guardados y los millones amasados con modestos ingresos.
CON DETALLES
Los presuntos narcotraficantes recibieron detalle por detalle lo que el informante dijo e hizo, según se revelan en las escuchas, por lo que preocupa cómo algunos agentes corruptos que tienen acceso a información clasificada y ultrasensible pueden arriesgar la seguridad o por qué no decir la vida misma de la ciudadanía.
“Había sido le alzaron a este informante y fue a mostrarle a ellos”, se lo escucha decir a H1. Seguidamente H1 agrega: “Tu depósito fue el que les mostró”, mencionó.
Pero no todo acabó allí, porque H1 también supo que iban a allanar el depósito, pero no lo hicieron porque el dato se filtró y porque también no todos los datos que manejaron eran certeros.
VENGANZA
En la conversación llegan a la conclusión de que los antidrogas usaron al “secretario de Dani” porque supuestamente ya lo habían detenido, pero luego lo volvieron a dejar en libertad. Pero ya molesto por la situación, H2 remarca que hay que tomar cartas en el asunto.
“Por algo nomás luego le volvieron a dejar en libertad a este muchacho, porque a él ya lo habían detenido pero después lo soltaron nomás otra vez, y el lunes se quedó por (zona inaudible) a hacer su tema, pero le vamos a solucionar su problema a este hijo de puta”, se escucha en la conversación de los supuestos narcos, audio que se reprodujo durante el proceso judicial del operativo Chase.
Como afirmando, H1 le menciona que ahora ya saben todo lo que está ocurriendo, a lo que H2 le añade: “Estas cosas no tenemos que dejar pasar”, sobre cómo personas filtran movimientos de su organización a la Senad. Por último, le dice que “con tranquilidad nomás hay que hacer las cosas”.
De esta forma se denota que agentes especiales corruptos ponían en riesgo la seguridad ciudadana porque delatar a un informante del crimen organizado podría representar hasta una amenaza contra su vida.
COIMA
Un elemento importante para señalar es que justamente H1 y H2 son las personas que fueron grabadas por la Unidad de Inteligencia Sensible de la Senad hablando de un pedido de coima de US$ 50 mil por parte del “jefe de apellido Amarilla”. Durante el juicio oral y público, el analista Felipe Jara declaró ante el Tribunal de Sentencia que esta situación de pedido de coima y todos los detalles lo informó al ex jefe de SIU/Senad Cristian Amarilla.
En la llamada se habla de cómo jefes antidrogas apretaban a los narcos por montos importantes, el analista indicó que terminaron por no darle el seguimiento y la importancia al asunto.
“En el momento resulta de alta importancia. A medida que van entrando más audios o no se puede confirmar lo que está expreso en ese audio, la importancia va bajando (…), no se le puede dar continuidad porque seguidamente no aportan más datos del hecho”, dijo Jara ante el Tribunal.
Luego de los allanamientos del 1 de agosto, el entonces ministro Hugo Vera ordenó el desmantelamiento de la base de la Senad en Salto del Guairá y ordenó el sumario de Abelino Valdez y todo su equipo, pero cuando Arnaldo Giuzzio llegó a la secretaría, las investigaciones no avanzaron y los sospechosos fueron ascendidos a puestos clave.
Chamorro y Valdez, los compadres agentes especiales “magos de las finanzas”
El agente especial Carlos Chamorro desciende de su lujosa camioneta de US$ 65 mil que compró este año. Tras el escándalo de las publicaciones fue removido de SIU y puesto como mano derecha del viceministro Caselli.
El agente de SIU Carlos Chamorro Portillo, que incrementó 700% su patrimonio, declaró la guerra “política, social y laboral” en Senad. Su amigo Abelino Valdez puso su cargo a disposición.
La investigación que dio inicio al destape de la serie de irregularidades dentro de la Senad comenzó con el caso de Carlos Chamorro Portillo, el agente “mago de las finanzas” que hasta hace poco prestaba servicios en la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) al igual que su esposa, Natalia Berenicce Bareiro. La pareja incrementó 700% su patrimonio comparado con los consignados en sus primeras declaraciones juradas de bienes y rentas. Este ascenso que experimentaron de manera veloz fue en los últimos 4 años.
En un chat filtrado, Chamorro, en tono desafiante, declaraba una guerra “política, social y laboral” al interior de la secretaría y también revelaba que sus superiores estaban al tanto de la Toyota Hilux 2023 que compró.
Comentó que el “líder” del SIU Daniel Fernández sabía de su objetivo de adquirir un vehículo de US$ 65 mil, pero este solo le recomendó no realizar la compra porque podría generar un “terremoto” e hizo la vista gorda a la idea de que un agente que hasta julio del 2022 percibía un salario que no llegaba a los G. 7 millones realice una millonaria transacción.
Abelino Valdez Ruiz, agente especial.
Chamorro fue reacomodado por la ministra Zully Rolón, y ahora pasó a ser la mano derecha del viceministro Esteban Caselli.
En tanto que su amigo íntimo Abelino Valdez Ruiz pasó de declarar G. 7 millones en bienes a manifestar grandes inmuebles y ofrecer fiestas lujosas como el quince años de su hija, que realizó en Las Takuaras en medio de la fuerte crisis económica generada por la pandemia del covid-19. Tuvo un incremento patrimonial de 10.769%.
Por último, uno de los datos importantes sobre Valdez es que declara propiedades por precios que están subvalorados como terrenos adquiridos en Minga Guazú por G. 5 millones, o como el caso de un terreno en Capiatá que Chamorro en diciembre del 2015 juró ser propietario y declaró por un valor de G. 40 millones, pero en agosto pasado Valdez también consignó el mismo terreno como de su propiedad, pero señala que adquirió por G. 8 millones. La Contraloría ordenó un examen de correspondencia para ambos.
No incluyó audio que comprometía al amigo
Natalia Berenicce Bareiro, agente especial de la Senad que se desempeña como analista de escuchas telefónicas de la Unidad de Inteligencia Sensible.
La analista de SIU Berenicce Bareiro no registró en su informe final de la operación Aguará que narcos iban a montar una fábrica por pedido de la Oficina de la Senad en Salto, donde prestaba servicio Abelino Valdez, amigo de su esposo Carlos Chamorro.
Entre el 2020 y el 2021 se desarrolló el juicio oral y público de la operación Aguará – Chase, que desarticuló la organización narco que presuntamente lideraba Jorge Zorrilla, se evidenció que dos secuencias que comprometían a agentes antidrogas de la Oficina Regional de Salto del Guairá no estaban en el disco de informe final que realizó la analista de las escuchas Natalia Berenicce Bareiro.
Cuando abogados de la defensa solicitaron la reproducción de las secuencias 1008077620 y 1008079010, la mujer dijo que no estaba en el disco del reporte conclusivo remitido, primero a su entonces jefe de SIU Cristian Amarilla, y luego a los órganos jurisdiccionales.
En uno de los narcoaudios del caso Aguará, a los que tuvo acceso La Nación Investiga, se escucha a uno de los interlocutores decir que los de la Senad pidieron intervenir una “fabrica’i abandonada” que sería armada por los traficantes en una colonia indígena.
Llamativamente, en esos meses el jefe de la Oficina Regional de Salto del Guairá que se iba a lucir con la incautación era el agente especial Abelino Valdez Ruiz, amigo íntimo de Chamorro y Bareiro.
El 1 de agosto del 2018 se detuvo a los miembros del cartel de Zorrilla, e inmediatamente el ex ministro Hugo Vera desmanteló la oficina de Salto del Guairá y ordenó el sumario de Valdez y todos sus subalternos por denuncias de presunto cobro de coimas.
Sin embargo, ya con Arnaldo Giuzzio al frente de la Senad (asumió como ministro el 15 de agosto del 2018) no profundizó la investigación sobre las sospechas que se tenían hacia agentes especiales de la Oficina Regional de Salto del Guairá, que en escuchas telefónicas fueron sindicados de diseñar una operación falsa-positiva en contubernio con miembros del crimen organizado.
Jefe de la Senad que desestimó audio de coima, en puesto privilegiado
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Cristian Amarilla, exjefe de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), fue el que recibió el reporte sobre un pedido de US$ 50.000 que un “jefe de apellido Amarilla” realizó a elementos del crimen organizado. Dos presuntos narcotraficantes, cuyas comunicaciones eran interceptadas, comentaron que el tal Amarilla pidió dinero a cambio de no afectar su organización, escucha que quedó en las manos del exjefe de la SIU y quedó en la nada.
Unidad de Investigación de Nación Media
Durante el juicio oral y público, en el que fueron enjuiciadas las personas detenidas durante la operación Chase y Aguará, desarrollado entre el 2020 y 2021, se reprodujo una escucha que compromete a agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en un caso de apriete, el que piden US$ 50.000 para no afectar el negocio ilícito de la organización.
El jefe de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) que recibió el reporte y que desestimó la información obtenida de las escuchas pasó a ocupar un cargo más que relevante en la institución tras quedar en la nada el dato que compromete a un jefe de la Senad. Se trata del agente especial Cristian Amarilla, que bajo la administración de Arnaldo Giuzzio fue ascendido a director de Inteligencia, y ya con Zully Rolón pasó a estar a cargo de la Dirección de Inteligencia Estratégica y presta servicio en la zona de Pedro Juan Caballero.
Según los antecedentes, en las escuchas telefónicas saltó un caso de apriete, en el que supuestos elementos de la organización de Jorge Zorrilla. Al primer hombre que habla se lo escucha decir que “hay también un jefe de parte de ellos de apellido Amarilla”, y seguidamente agrega que podría conversar con ellos.
“Pero ese Amarilla, ese Amarilla fue el mismo que me había amenazado y me pidió 50 verdes, 50 verdes me había pedido. Y le dije: De dónde querés que encuentre 50 verdes”, se lo escucha decir al segundo hombre que aparece en la llamada.
Reporte
El analista de la SIU, Felipe Jara, dijo ante el Tribunal de Sentencia que este reporte fue informado a su superior, mencionando que en ese entonces el jefe de SIU era justamente el agente especial Cristian Amarilla. Es decir, apellido que coincide con el aludido en el audio.
Seguidamente, el analista también explica que todo lo referente a la escucha telefónica, en la que se habla del “jefe de apellido Amarilla”, confirma que no le dieron importancia porque supuestamente los narcotraficantes no volvieron a hablar de esto.
“En el momento resulta de alta importancia. A medida que van entrando más audios o no se puede confirmar lo que está expreso en ese audio, la importancia va bajando (…), no se le puede dar continuidad porque seguidamente no aportan más datos del hecho”, declaró Jara ante el Tribunal de Sentencia.
El analista explicó al Tribunal de Sentencia que la importancia de la escucha, en la que se hablaba del pedido de coima, fue bajando porque no escucharon más. Dijo que informó del caso a su superior, en ese momento Cristian Amarilla.
Senad descartó otra escucha sobre coima de US$ 50 mil para “un jefe”
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Narcoaudio filtrado de dos objetivos de la operación Chase revela que un jefe antidrogas de apellido Amarilla pidió dinero a una estructura criminal; sin embargo, Senad no profundizó en indagar al funcionario corrupto. El analista de las escuchas alegó que la relevancia de esta situación fue bajando porque no se volvieron a oír a los narcotraficantes hablar de la coima. También confirmó que el detalle de la situación del tal Amarilla fue informado al entonces líder de SIU, Cristian Amarilla, pero el caso quedó en la nada cuando asumió Arnaldo Giuzzio.
Unidad de Investigación Nación Media
Un nuevo narcoaudio sindica a la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) como cueva de agentes desleales. En la conversación de otra escucha realizada se habla de un pedido de coima de US$ 50 mil a supuestos miembros de una estructura narco de Salto del Guairá. Este esquema fue desarticulado en el marco de la operación Chase; sin embargo, con el gobierno de Mario Abdo Benítez, estando Arnaldo Giuzzio al frente de la institución, no se profundizó en la investigación para encontrar a funcionarios corruptos.
Las escuchas telefónicas a la organización de Jorge Zorrilla estuvieron a cargo de la Unidad de Inteligencia Sensible (SIU) y en una de las comunicaciones interceptadas se detalla cómo jefes antidrogas pedían una importante suma de dinero, presuntamente a cambio de no atacar el negocio ilícito.
Cristian Amarilla, ex jefe de SIU.
EL JEFE AMARILLA
En la primera parte habla el primer hombre (H1), que dice que hay “un jefe de parte de ellos de apellido Amarilla” con quien podrían conversar, ya que el contacto lo hizo otro agente conocido con quien ya habían cerrado una cuota mensual.
El segundo hombre (H2) comenta que ya conoce a Amarilla, que este ya lo había visitado para pedirle “50 verdes”. Agrega que no hay que confiar demasiado en el agente que les hizo el contacto porque ya recibe una cuota mensual y además lleva al “jefe”, que presumiblemente sería de Asunción, para llegar a otro acuerdo económico y quedarse de nuevo con una tajada.
“Él es el que hace todo el tema, no tenemos que descuidarnos demasiado de él porque es un poco sucio también y ya me di cuenta de que es doble filo. Nos tantea demasiado fuerte también porque él luego le trajo a este tipo junto a mí, me hizo hablar con él y 50 mil me vino a pedir, le dije que estaba loco, ‘si a vos apenas te pago, dónde querés que encuentre 50 mil’”, relata H2.
DE POCA IMPORTANCIA
El analista de SIU que realizó el informe de la operación Chase fue el agente especial Felipe Jara y declaró en el juicio oral y público desarrollado entre el 2020 y el 2021, en el que se volvió a reproducir esta llamada clave que revelaba un pedido de coima de jefes de la Senad.
“En el momento resulta de alta importancia. A medida que van entrando más audios o no se puede confirmar lo que está expreso en ese audio, la importancia va bajando (…), no se le puede dar continuidad porque seguidamente no aportan más datos del hecho”, expuso.
Remarcó que en el reporte anotó montos y nombres. “Pero como después en audios posteriores ya no se escuchó nada ni se pudo interpretar nada, no le dimos más la importancia que requería”, enfatizó.
Ante la consulta sobre si reportó a su superior que el “jefe de apellido Amarilla” pidió US$ 50 mil de coima, respondió que sí lo hizo, y al ser consultado sobre quién era su superior, dijo que el jefe de SIU era el agente especial Cristian Amarilla. Es decir, apellido que coincide con el aludido en el audio.
Al momento de la reproducción en el juicio de estos comprometedores audios de hechos de corrupción, la ministra de la Senad ya era Zully Rolón.
DE SUMARIOS A BLANQUEOS
Es importante señalar que los allanamientos para desarticular la organización de Zorrilla se realizaron el 1 de agosto del 2018 en Salto del Guairá. Inmediatamente, el entonces ministro de la Senad, Hugo Vera, ordenó la apertura de un sumario y el desmantelamiento de toda la oficina regional que estaba a cargo del agente especial Abelino Valdez.
Sin embargo, para el 15 de agosto del 2018, con el posicionamiento de Arnaldo Giuzzio como ministro antidrogas, no se le dio continuidad a la investigación y los sospechosos del ocultamiento de casos de corrupción volvieron a ocupar puestos clave dentro de la institución.
El ex jefe de SIU Cristian Amarilla, quien fue informado sobre “el jefe de apellido Amarilla” y el pedido de US$ 50 mil, ascendió como director de Inteligencia Estratégica y actualmente presta servicios en otra zona sensible, Pedro Juan Caballero. Mientras que Valdez, otro agente “mago de las finanzas”, pasó a ser director de Operaciones.
INVOLUCRADO CONOCIDO
Durante el juicio, el analista también declaró que tenían identificado al posible enlace entre el “jefe Amarilla” y narcotraficantes.
“También dice que el que está hacia donde está ellos (posiblemente Urizar) tampoco es de demasiada confianza, dice que trabaja con él desde esta hacia el centro, dice que es de doble filo porque fue él (posiblemente Urizar) quien le trajo al otro que le pidió 50 verdes (Amarilla)”, reveló el analista.
Según fuentes, el enlace del que habla el analista supuestamente es Reinaldo Urizar, capturado en un operativo de entrega vigilada de coima el 27 de mayo del 2021. Al momento de su detención era jefe de la oficina regional de Itapúa.
Urizar fue denunciado por un intendente itapuense, al que coincidentemente también pidió US$ 50 mil para no implicarlo con el narcotráfico. En agosto pasado fue condenado a 2 años y medio de prisión.
CONVERSACIÓN QUE REVELA EL APRIETE
H1: Hay también un jefe de parte de ellos de apellido Amarilla.
H2: Pero ese Amarilla, ese Amarilla fue el mismo que me había amenazado y me pidió 50 verdes, 50 verdes me había pedido. Y le dije: “De dónde querés que encuentre 50 verdes”. Te voy a decir una cosa, ¿sabes cuál es el problema con ellos?
Este señor de este lugar no es tampoco para que tengamos tanta confianza en él, ¿entendés? Él hace el tema con los de allá y él nos troza, ellos nos trozan allá y él agarra el porcentaje.
Él es el que hace todo el tema, no tenemos que descuidarnos demasiado de él porque es un poco sucio también y ya me di cuenta que es doble filo. Nos tantea demasiado fuerte también porque él luego le trajo a este tipo junto a mí, me hizo hablar con él y 50 mil me vino a pedir, le dije que estaba loco, “si a vos apenas te pago, dónde querés que encuentre 50 mil”. Si tenía 50 mil verdes, me iba a ir a trabajar, andaría vendiendo aunque sea CD en la calle y guardaría los 50 mil dólares en vez de pagar casi 7 mil dólares mensuales por flete. Estás loco le dije, porque ustedes saben muy bien que yo no tengo y si es por eso que me van a llevar preso, vengan a llevarme, le dije y quedamos así. Quedamos en que tenía un acuerdo de 2.000 dólares que le debo dar a este tipo que hasta ahora todavía no le di porque no tengo.