En el Hospital Materno Infantil San Pablo nacieron las gemelas y en una de ellas se detectó coronavirus y lo pudo superar con los cuidados recibidos primero por su prematurez y luego por el virus respiratorio, por parte del equipo encabezado por la doctora Larissa Genes, pediatra neonatóloga.

Las pequeñas nacieron prematuras en el Hospital San Pablo. En el transcurso de la internación se detectó COVID-19 en una de ellas luego de una mala evolución de su estado.

“Entró a respirador, requirió ventilación de alta frecuencia. Pero enseguida salió adelante. Estuvo grave una semana. Tuvo 4 días de ventilación de alta frecuencia y 3 días de asistencia respiratoria. Y después fue evolucionando bastante bien”, relató la doctora Patricia Arias, pediatra neonatóloga.

Por su parte, la doctora Larissa Genes, pediatra y neonatóloga, explicó que la bebé nació con su gemela con 30 semanas de gestación, pesó 1,190 kilos y en estado delicado por su prematurez recibió asistencia respiratoria y evolucionó favorablemente con todos los tratamientos recibidos y en el transcurso de su internación empeoró y requirió mayor soporte respiratorio y un cambio a un respirador de alta frecuencia.

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Las médicas tratantes indicaron que hubo una alta sospecha de que algo no andaba bien dentro de su evolución y realizaron los estudios virales.

“Mandamos los test virales de rutina y estudios de COVID al Ministerio de Salud. Y nos vino como resultado en forma conjunta un virus común y el virus de COVID-19, con el cuadro de un empeoramiento, un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica con un pulmón de choque asociado a este último. Y ahí empezamos toda una cascada de tratamiento agresivo para tratar y mejorar eso. Y así estuvo una semana muy crítica”, recordó la profesional.

La otra gemela no presentó COVID-19 y estuvo con una evolución más favorable, dado que estaban en salas de internación diferentes. Este caso que se detectó a principios de setiembre derivó en un aumento de medidas restrictivas de acceso de visitas de parientes en terapia.

Alta

La beba se fue de alta de la terapia neonatal con 2,600 kilos y en buenas condiciones. Tras superar los efectos del COVID-19, la bebé repuntó y pasó a una etapa de crecimiento y desarrollo, que es lo habitual en el manejo intensivo de prematuros.

Las pediatras destacaron que luego de quedar 60 días en internación, en octubre ya se dedicaron al crecimiento nutricional.

“Este ha sido un gran desafío superado que se sumó a todas las dificultades propias de tratar a un paciente prematuro. Lo atravesamos con trabajo en equipo, revisando literatura científica, estudiando y dando lo mejor de nosotros para la bebé” expresó Genes.

Ambas profesionales apelaron a la solidaridad para ayudar a las hermanas gemelas y su familia que no cuentan con los recursos económicos suficientes y solicitan pañales y ropas para las bebés. El contacto con la madre es el (0981) 894-044.

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