El día que Víctor Pecci conquistó Francia: así lo vio Björn Borg
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Entrevista: Augusto Pizurno - Texto: Luis Ríos - Fotos: AFP y gentileza
El 10 de junio de 1979, el tenis paraguayo alcanzó su punto más alto cuando Víctor Pecci disputó la final del Abierto de Francia ante el mítico tenista sueco. A 44 años de aquel día, el Hombre de Hielo recordó aquel partido contra su amigo y lo que significaba jugar contra él.
El año 1979 es sin duda el mejor del deporte paraguayo. La selección paraguaya de fútbol alcanzaba por segunda (y última vez) la Copa América de manera épica. Ese mismo año, Olimpia conquistaba el mundo al ganar su primera Copa Libertadores de América y luego la Intercontinental contra el Malmö de Suecia.
En el mundo estaban pasando cosas. En 1979, la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaba en pleno apogeo. Las tensiones políticas y militares entre ambas superpotencias dominaban la escena internacional. En el ámbito tecnológico, la década de 1970 fue testigo de importantes desarrollos, como el lanzamiento del primer microprocesador, el surgimiento de las primeras computadoras personales y el inicio de las investigaciones para el desarrollo de la tecnología de telefonía móvil.
Ese mismo año, el tenis también tuvo su momento histórico para nuestro país de la mano del Campeonísimo. Víctor Manuel Pecci dejó su huella en la prestigiosa arena de París, Francia, alcanzando la gran final en el Roland Garros. El paraguayo se convirtió en la sensación en la capital francesa durante las dos semanas que dura el tradicional Abierto.
EL HOMBRE VS. LA MÁQUINA
En cuanto al torneo en sí, los medios se hacían eco de la aparición de una joven figura latina poseedora de un revés de slice que molestaba mucho y de una fortaleza mental única. Así llegó al juego final. El domingo 10 de junio de 1979, el país se paralizó para acompañar a Pecci en el duelo denominado “El hombre contra la máquina”. El compromiso final ubicó al paraguayo ante la Máquina, el sueco Björn Borg.
Borg fue la primera superestrella del tenis y el jugador que revolucionó este deporte tanto con su forma de juego como con el interés mediático y publicitario que despertó en un deporte que hasta entonces no era de masas. “Víctor lo tenía todo. Era fantástico como atleta. No tiene ninguna debilidad. Uno de los mejores en la cancha. Era inteligente, sabía qué hacer y qué no hacer en la cancha”, contó el exnúmero 1 del mundo para el documental “Pecci, la leyenda de un campeón”.
La historia entre ambos tenistas comienza casi cuatro años antes del partido cumbre. “La primera vez que jugué contra Víctor fue en las finales en Orange Court de Miami. Recuerdo que su juego tenía increíbles golpes de revés, velocidad de reacción, uno de los mejores del mundo”, aseguró Borg sobre el primer contacto. Según los datos de la ATP, fueron siete los encuentros entre Bjorn y Víctor. Seis victorias para el sueco y una para el paraguayo.
LA GRAN FINAL
La final del Abierto de Roland Garros de 1979 entre ambos fue un enfrentamiento muy emocionante. Borg llegó a la final como el campeón defensor y era considerado el favorito para llevarse el título una vez más. Por otro lado, el paraguayo sorprendió a muchos al llegar a la final. En ese contexto, el 10 de junio de 1979 se dio una intensa batalla en la que ambos jugadores mostraron un tenis de alto nivel.
La lluvia previa condicionó el juego de Pecci, hizo la cancha más lenta y perdió poder en su saque, su mejor arma. Durante tres horas el tenista guaraní planteó una dura batalla. “En realidad, nadie quería competir contra él, porque era difícil de derrotar”, recordó Borg sobre lo que generó el tenista paraguayo en aquel torneo.
“Recuerdo jugar contra Víctor en la final. Él derrotó a muchos gigantes en el camino y obtuvo el mejor lugar para definir el Abierto de Francia. Para los sudamericanos, es muy importante formar parte del Roland Garros. Para mí jugar contra él fue algo muy importante, tenía muchas personas de Paraguay que fueron a alentarlo”, agregó la Máquina en cuanto a la previa del partido.
Ya en la pista del Philippe-Chatrier, Borg se llevó el primer set con un marcador de 6-3. En el segundo set, el sueco mostró su habilidad en la arcilla al ganarlo cómodamente por 6-1. Pero Pecci no se dio por vencido y luchó en el tercer set hasta el tie-break, donde el compatriota logró ganar la segunda manga por 7-6 (7-5). A pesar de los esfuerzos de Pecci, Borg mantuvo su nivel de juego en el cuarto set y lo cerró con un 6-4 a su favor. “Fue una final muy difícil. No solamente por haber jugado contra él. Luego se convirtió en un buen amigo mío, jugamos juntos y nos convertimos en muy buenos amigos. Hoy seguimos hablando y tenemos un contacto fluido. Pero Roland Garros es Roland Garros; quería derrotarlo y estuve muy feliz por ganar”, afirmó la leyenda.
La final entre Borg y Pecci fue una muestra de la habilidad y determinación de ambos jugadores. Pecci demostró su talento al llegar tan lejos en el torneo y dar batalla a uno de los mejores tenistas de la época. Finalmente, el entonces número 1 del mundo se coronó campeón de esa edición, que fue su cuarto título consecutivo en Roland Garros y su sexto título de Grand Slam en general. Mientras que Pecci fue recibido en Asunción como toda una estrella y, tras la gran hazaña en uno de los torneos más importantes del mundo, se dio comienzo a una nueva era de tenis en territorio guaraní.
EL DESPUÉS
Si bien este es el partido más icónico entre los dos, ellos se volverían a ver las caras dos años después en 1981. Allí se reencontrarían de nuevo en Francia. “Recuerdo la semifinal de 1981. Yo pensaba: ‘Tengo que jugar contra Víctor de nuevo’. Jugar contra él en arcilla siempre fue muy difícil porque fue uno de los mejores jugadores en esa superficie”, subrayó Borg. En ese partido, él se volvería a llevar la victoria por 6/4, 6/4 y 7/5 para acceder a una nueva final y también ganarla ante Ivan Lendl.
Pero antes de aquella cita, se daría la única victoria del paraguayo en Mónaco. “Todavía estoy pensando en ese match, cuando él me derrotó en Montecarlo”, admitió. Aquel juego fue para Pecci por 6/0, 4/6 y 7/5. Pero lastimosamente no pudo alargar la racha al torneo del Grand Slam.
La relación entre ellos es muy cercana a pesar del paso del tiempo. “Víctor es un muy buen amigo. Es inteligente y desde el principio de su carrera se convirtió en uno de los mejores jugadores de tenis en el mundo sobre arcilla (polvo de ladrillo). Aparte, es una gran persona, posee un gran corazón y se interesa por mucha gente. Si le preguntás sobre algo o le proponés algún proyecto, él se interesará mucho, lo organizará y solucionará”, recalcó Iceman Borg sobre su rival deportivo y amigo personal.Incluso hay una anécdota que une a ambos y a Leo, el hijo de Bjorn. “Yo y mi esposa estábamos en Suecia y nuestro hijo Leo tenía que ir de Asunción a Brasil. Nuestro buen amigo Víctor le ayudó con los vuelos y todo porque teníamos un buen contacto. Víctor ayudó mucho a Leo. Lo extraño mucho. Es un muy buen amigo mío”, refirió.
Pasaron los años y tres décadas después, en el Club Centenario, Víctor Pecci venció a Björn Borg en un juego por el aniversario de la final del 79 por 6-3, 2-6 y 10-5. “Amo Paraguay, estuve ahí muchas veces por Víctor. Él siempre me invita, espero que en el futuro nos invite de nuevo a mí, a mi esposa y a mi hijo Leo. Por supuesto que volveremos, mi esposa siempre dice que tenemos que ir a Paraguay. Estuve ahí, es un lindo país, hay linda gente y creo que tienen buen turismo allí. Víctor nos cuidó mucho también”, atesoró sobre su estancia en nuestro país.
Borg compitió profesionalmente entre 1973 y 1981, logrando conquistar 96 torneos (66 del circuito ATP), contando entre ellos 11 títulos de Grand Slam: cinco consecutivos en Wimbledon y seis en Roland Garros, así como dos ATP World Tour Finals o Masters de fin de año antes de retirarse con tan solo 26 años de edad. También fue un ícono de estilo con su ropa, calzados y raquetas que es reverenciado hoy día. Su larga melena rubia con la cinta en el pelo y su actitud imperturbable, calmada, tranquila, concentrada y disciplinada. De ahí el apodo de el Hombre de Hielo para esta absoluta leyenda del tenis.
En total se espera a unos 600 deportistas de 16 países, sostuvo en el programa Tribuna de Paraguay TV, el asesor de la SND y exministro de Deportes, Víctor Pecci. Foto: Gentileza
Asunción será sede del mundial junior de pádel juvenil, con 600 atletas en competencia
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Con paletas listas, el complejo SND Arena se prepara nuevamente para recibir a los mejores atletas juveniles del pádel que se disputará del 13 al 18 de noviembre en dos escenarios principales: SND Arena y Quinta Sports. Además, se realizará un abierto de pádel junior para atletas interesados en participar de una competencia paralela donde no representarán a sus países.
En total con ambos eventos, se espera la presencia de unos 600 deportistas de 16 países, sostuvo en el programa Tribuna de Paraguay TV, el asesor de la SND y exministro de Deportes, Víctor Pecci, quien participó del programa en compañía del presidente de la Federación Paraguaya de Pádel, Jorge Ramírez. El Mundial de Pádel Junior del mes noviembre será el torneo más importante en la historia de la federación y espera que pueda contribuir con el crecimiento del deporte, continuó.
Desarrollo del pádel en el interior del país
La Federación Paraguaya de Pádel inició en los últimos cinco años un proceso de desarrollo de la disciplina en todos los puntos del país, que se tradujo en el título mundial de la categoría junior que será defendido por el equipo nacional este mes de noviembre, en Asunción.
En septiembre de 2021, nuestro país fue ganador del Juniors World Padel Championship, campeonato mundial del deporte para menores de 18 años. Dos años después, el seleccionado nacional defenderá el título en casa con la realización del torneo del 13 al 18 de noviembre.
“Luego de ser campeones junior tenemos chicos entrenando en España, hoy la cuna mundial del pádel, con el apoyo de auspiciantes”, destacó Ramírez y señaló que el equipo está preparado para retener el título en la competencia que reunirá a 432 atletas de 16 países.
Crecimiento de canchas
Uno de los puntos que permitió el éxito en el deporte fue el desarrollo de más canchas. El presidente de la federación indicó que el pádel es un deporte “fácil” de desarrollar y que se vio favorecido por ser una de las pocas disciplinas que se podía practicar durante el periodo de cuarentena en el país. Fue el momento de “mayor explosión” y se construyeron canchas en ciudades como Santaní, Caaguazú, Campo 4 y en el Chaco paraguayo.
El presidente de la federación paraguaya estuvo acompañado en la entrevista de Víctor Pecci, histórico jugador de tenis y actual asesor de la Secretaría Nacional de Deportes (SND), quien resaltó que esta estrategia de llevar el deporte al interior es lo que permite tener representantes en el exterior. “El pádel tuvo esa suerte. Todo depende de llegar al interior con otras disciplinas”, señaló.
“Víctor Pecci es el ejemplo del jugador que necesitamos en el deporte”
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Entrevista: Augusto Pizurno - Texto: Luis Ríos - Fotos: AFP y gentileza
Como parte del documental “Pecci, la leyenda de un campeón”, el ex número 1 mundial del tenis conversó largo y tendido sobre varios temas. Su relación con Víctor, sus rivalidades con Björn Borg, Jimmy Connors e Ivan Lendl, una curiosa visita a una discoteca asuncena y más.
John Patrick McEnroe no necesita presentación. Sus 7 títulos de Grand Slam, 3 ATP World Tour Finals, 77 títulos individuales y 78 en dobles hablan por él. Sigue siendo el tenista masculino con más títulos combinados en la era abierta, con 156, y a pesar de su “mal carácter” en los courts, es una absoluta leyenda del deporte en general y eso no tiene mucha discusión.
McEnroe se hizo notar ante el mundo con su gran habilidad al llegar a las semifinales de Wimbledon de 1977 con solo 18 años y viniendo desde las preclasificatorias. “Cuando yo empecé a jugar todavía jugábamos con raquetas de madera, así que el ritmo del juego era más lento. Había, en cierto modo, más estrategia, porque había que trabajar el punto, mover al oponente y no había necesidad de pensar a futuro como en una partida de ajedrez”, recuerda sobre aquellos días.
Al analizar las diferencias de ahora con su época, detalla que hoy por hoy y gracias a la tecnología las raquetas tienen más potencia, las cuerdas tienen mayor potencial de giro, los jugadores son más grandes, entienden mejor la recuperación, saben qué comer y cómo hacer que sus carreras duren más tiempo. “Todo ese tipo de cosas que no nos percatamos anteriormente”, sostiene.
Hace hincapié en que la ciencia del deporte de aquella época no estaba tan avanzada como lo está ahora, así que el juego era más rápido. “De igual modo, creo que para ser el mejor en cualquier año, hay que ser un gran atleta. Hay que tener fuerza, es lo que claramente se necesita ahora, pero el juego tiene un ritmo mucho más rápido”, asegura.
“(Ivan) Lendl en los años 80, por ejemplo, era un tipo grande, con gran saque que no subía a la red con frecuencia. Luego, mostró su gran golpe de drive que terminó siendo un presagio de las jugadas que vemos hoy. Ya no se ve el estilo de juego que nosotros solíamos jugar, como el saque-volea”, compara.
¿Por qué se usaba tanto el saque-volea? Porque tres de los cuatro torneos majors se jugaban en canchas de césped, que en la mayoría de las veces no estaban en la mejor forma, según el ex número 1 del mundo. “Eso hacía que haya rebotes malos, generalmente mucho más bajos, favoreciendo a los que mejor saben usar la volea”, recuerda.
Hoy en día se juega más sobre cemento, el US Open es en cemento, el Australian Open es en cemento y Wimbledon cambió su tipo de césped para mejorar el rebote y la firmeza. “Es así que los jugadores pueden quedarse atrás mucho más tiempo del que podían anteriormente y ganar juegos sin tener que acercarse a la red”, subraya.
John McEnroe jugó en 1980 en Bogotá un partido de exhibición contra Víctor Pecci.
MCENROE Y PECCI
John McEnroe era conocido por su estilo de juego agresivo y su habilidad en la red, lo que le permitía cerrar rápidamente los puntos. Era un jugador muy inteligente, capaz de leer los movimientos de su oponente y anticipar sus tiros para responder con eficacia. Además, tenía una gran técnica en su servicio, lo que le permitía dominar a sus rivales desde el comienzo del juego.
Por otro lado, Víctor Pecci era un jugador más defensivo, que se destacaba por su capacidad para desplazarse por la cancha con rapidez y responder con precisión a los tiros de su oponente. Era conocido por su fuerza física y su resistencia, lo que le permitía mantenerse en el partido incluso en las situaciones más difíciles. El paraguayo también tenía un buen servicio y un golpe de derecha poderoso, lo que le permitía controlar el ritmo del juego.
“Víctor combinó todo lo que me gustaba ver en el tenis: un buen toque en la red y la habilidad de moverse bien. Era un tipo grande, un tipo atractivo, tenía personalidad, trajo energía al deporte que me gustaba mucho. Jugué contra él un año después de su gran paso por el Abierto de Francia. Jugamos en Queen’s Club (en 1980) así creo que él estaba en el punto más alto, o cerca del punto más alto de su carrera”, recuerda John.
Aquel partido en Queen’s Club - Great Britain terminó con un contundente 6-4, 6-0 a favor del americano. “Yo quería mostrarle a ese muchacho de Paraguay que jugaba en polvo de ladrillo quién es el jefe en las canchas de césped”, comenta entre risas.
John McEnroe dice que lo primero que le llamó la atención de Pecci fue su cabello. “Me gustaba mucho su cabello. Él es un poco más viejo que yo, pero lo conocí recién en la misma época en la que yo surgí, a finales de los años 70. Honestamente, supe quién era él después de convertirme en profesional. Yo ya jugaba en el 77 y en el 78, pero sé que el año 79 fue un gran año para él, ganó reconocimiento y su estilo de juego era de mi agrado”, afirma.
Profundizando en su estilo de juego, cree que una combinación de su personalidad, que se ganó muchos seguidores, y su toque fueron las claves de su éxito. “Él era un tipo conocido por jugar en polvo de ladrillo, tenía un gran toque alrededor de la red, usaba el drop-shot y tenía un poderoso saque”, recuerda el ex número 1 sobre los detalles a tener en cuenta cuando uno se enfrentaba a Víctor.
“Era un estilo similar, de alguna manera, al mío, porque él estaba muy cómodo cerca de la red y variaba sus efectos y velocidades, algo que a mí también me gustaba hacer. Su atractivo era ser una especie de aventurero. Daba la impresión de que amaba jugar y traía energía positiva a la cancha, eso atrajo muchos seguidores nuevos al tenis”, remarca.
En general, ambos jugadores tenían estilos de juego muy diferentes, pero igualmente efectivos. McEnroe era más agresivo y buscaba cerrar los puntos rápidamente, mientras que Pecci se destacaba por su defensa y resistencia. Cada uno de ellos logró un gran éxito en su carrera y su estilo de juego único es recordado por los fanáticos del tenis hasta el día de hoy.
John McEnroe junto con Coco Gauff durante un partido por la paz en beneficio a Ucrania en Nueva York.
LA IMPORTANCIA DE TENER UN DEPORTISTA COMO PECCI
Los costos de la práctica de deportes que no son el fútbol de campo (y particularmente el masculino) en Paraguay pueden ser altos para muchas personas debido a la falta de inversión en infraestructuras deportivas y la falta de patrocinio a nivel gubernamental y empresarial. En ese sentido, para McEnroe es clave que aparezcan personas como Pecci.
A pesar de estas limitaciones, muchos atletas en Paraguay siguen logrando éxito en sus deportes, demostrando su dedicación y esfuerzo en condiciones a menudo desfavorables. “Paraguay es un país pequeño y normalmente uno no piensa que un jugador del top 10 podría venir de allí. Así que creo que es vital para el deporte que las personas de cualquier parte del mundo puedan creer que, en el conjunto correcto de circunstancias, también pueden lograrlo”, indica John McEnroe.
En particular, el tenis es un deporte caro en todo el mundo. “En Estados Unidos, más específicamente en Nueva York, de donde provengo y donde vivo ahora mismo, sigue siendo difícil costear el tenis, no es lo suficientemente accesible para todos. Me imagino que en Paraguay es igual. Es de suma importancia tener jugadores como Víctor, que sigan promoviendo el deporte para que eso pueda cambiar en el futuro”, reflexiona McEnroe.
“Pecci es el ejemplo del jugador que necesitamos en el deporte, alguien con personalidad, que aporte algo más allá del buen tenis. Es un aventurero, o como dicen en francés tiene joie de vivre (alegría de vivir), tiene amor al deporte y ganas de atraer interés a él. Son elementos importantes para los jugadores a la hora de contribuir al medio y él tenía todo eso”, elogia.
El capitán del equipo Europa Björn Borg junto con el capitán del equipo Mundo John McEnroe, durante el Laver Cup en el O2 Arena de Londres en setiembre del 2022.
LAS BATALLAS CONTRA LENDL, CONNORS Y BORG
Los partidos de John McEnroe contra Björn Borg, Jimmy Connors e Ivan Lendl son considerados especiales por varias razones. Los partidos entre estas leyendas se caracterizaban por una gran rivalidad, tanto en la cancha como fuera de ella. Estos jugadores tenían personalidades muy diferentes y a menudo chocaban entre sí, lo que añadía una dosis extra de tensión y drama a cada partido.
Así es que formaron parte de una de las épocas más emocionantes y competitivas en la historia del tenis. Durante la década del 80, los cuatro eran considerados los mejores jugadores del mundo y sus enfrentamientos en las canchas eran muy esperados por los aficionados al tenis de todo el mundo.
“Ellos tres son mis mayores rivales. Cuando recién surgí en la escena, jugué contra Jimmy Connors en la semifinal de Wimbledon. Yo tenía tan solo 18 años. Fue un momento de aprendizaje sobre cómo jugar y competir a nivel profesional. Eventualmente yo pude vencer a Connors, pero creo que perdí contra él las primeras cuatro veces que nos enfrentamos”, recuerda.
Estos jugadores tenían estilos de juego muy diferentes, lo que hacía que cada partido fuera emocionante e impredecible. McEnroe era conocido por su juego agresivo y su habilidad en la red, mientras que Borg era un jugador más defensivo con un estilo de juego basado en la consistencia y la resistencia física.
“De hecho, vencí a Björn Borg la primera vez que jugamos en Estocolmo, lo cual fue un gran momento en mi carrera en 1978. Sentir que podía vencer al mejor de los mejores fue enorme para mí. Diría que él fue el rival más grande que tuve porque jugamos cuatro finales consecutivas en los momentos más importantes, específicamente en Wimbledon y el US Open en los años 80-81. Fue una gran rivalidad, pero todas ellas lo fueron”, admite.
En tanto, Jimmy Connors era un jugador muy atlético, que se destacaba por su capacidad para moverse rápidamente por la cancha y responder con precisión a los tiros de sus oponentes. Lendl, por su parte, tenía un estilo de juego basado en la potencia de sus golpes y su capacidad para controlar el ritmo del partido.
“A Ivan Lendl lo conocía de los torneos juveniles, nos enfrentamos en el Banana Bowl en Santos, Brasil, a principios de 1977, luego en el Roland Garros juvenil. Ya sabía de lo que era capaz y terminó siendo uno de mis adversarios más grandes. Algunos partidos fueron mejores que otros para mí, obviamente. Pero cuando perdí contra él en el Abierto de Francia, las cosas cambiaron. Él empezó a vencerme una y otra vez al final de mi carrera, fue muy decepcionante”, lamenta.
McEnroe, durante un torneo de tenis de Róterdam en 1979.
EL DOLOR EN LAS DERROTAS
Víctor Pecci y John McEnroe tienen en común haber perdido finales de Grand Slam ante Björn Borg. “Big Mac” cayó en Wimbledon de 1980 por 1-6, 7-5, 6-3, 6-7, 8-6 en un partido considerado entre los mejores de la historia del tenis. Un año antes, Pecci hizo historia para el deporte paraguayo llegando por primera vez a la final del Abierto de Francia, pero cayendo ante ese mismo rival por 6-3, 6-1, 6-7, 6-4.
McEnroe también llegó a una final de Roland Garros en 1984, en donde fue derrotado por Lendl con un marcador de 3-6, 2-6, 6-4, 7-5, 7-5. “Perder es un sentimiento terrible, eso es lo que puedo decir. Fue la peor derrota de mi carrera (contra Lendl). No creo que haya sido la peor derrota de la carrera de Víctor porque Björn Borg y Rafael Nadal son dos de los mejores jugadores de polvo de ladrillo con los que me he enfrentado”, asegura.
John pudo tener revancha con Björn en otras finales y ganarle, pero Víctor lastimosamente no puede contar la misma historia. Las finales en Francia no son comparables a su criterio. “Ese fue un momento cumbre para mí, se esperaba que yo ganara. Víctor no era el favorito, así que el hecho de que ganara un set fue bueno. Las situaciones eran diferentes, es muy duro perder cuando estás tan cerca”, insiste.
¿Qué se siente perder la final de un Grand Slam? “Yo no sé cómo él (Pecci) se sintió al respecto. Tal vez se sintió de la misma manera que yo; sentir que vas a tener oportunidad de ganar el torneo más adelante. Te esmeras en tratar de ser el mejor en polvo de ladrillo, crees que tendrás más chances y al final nunca vuelves a ese punto otra vez. Es difícil mirar atrás, pero al menos ambos podemos decir que logramos llegar a la final (en París). Se siente como un vacío cuando nunca logras ganar”, ahonda.
LA CLAVE PARA HACER HISTORIA
Los partidos entre John McEnroe, Björn Borg, Jimmy Connors e Ivan Lendl fueron especiales por la época en que se jugaron, los estilos de juego de los jugadores y la rivalidad que existía entre ellos. Cada partido era una muestra del más alto nivel de tenis y dejó un legado duradero en la historia del deporte.
Según McEnroe, todos ellos hicieron historia porque tenían hambre y voluntad de ganar, pero muchos jugadores tienen eso. “La gente se siente atraída hacia la personalidad o el aura. Creo que Borg tenía ese aura, era increíble y muchos fanáticos lo sentían. Lendl era el chico malo, como Ivan Drago en las películas de Rocky, y la gente también sentía afección hacia él, al menos a mi parecer. En definitiva, creo que eso lo ayudó a pesar de que estaba comenzando a lastimarlo”.
A su vez, dice que Connors jugaba con una intensidad increíble y nunca había visto a nadie esforzarse tanto como él hasta que vio jugar a Rafael Nadal. “Ese nivel de deseo es muy atrayente para los fanáticos. Yo traté de copiar a Jimmy Connors y jugar con esa misma intensidad cada vez que pisaba la cancha, lo cual era difícil de hacer, pero es lo que trataba de hacer, trayendo mi propia personalidad y energía a la cancha”, destaca John.
El tenis es un deporte que se caracteriza por su vertiginosidad, es decir, por la rapidez y agilidad con que los jugadores deben moverse y reaccionar en la cancha. Eso también se traslada a la cabeza de los jugadores porque deben mantener la concentración y la estrategia durante todo el partido. La capacidad de leer y anticipar los movimientos del oponente, así como la capacidad de mantener la calma bajo presión son factores clave en la victoria.
“En el tenis uno no se da cuenta, donde quieras que estés, del crecimiento. Inclusive para mí, en Nueva York, una de las ciudades más grandes del mundo, no me daba cuenta de lo masivo que es el deporte a escala mundial y que la gente te reconoce, en cierta medida, en todas partes. Sentía que la gente me reconocía en todos los lugares a los que fui a lo largo de mi carrera. De alguna forma, eso se siente muy bien”, sintetiza McEnroe sobre su etapa como jugador.
McEnroe, en Wimbledon 1981.
MCENROE EN PARAGUAY
John McEnroe visitó Paraguay en 1995 invitado por Víctor Pecci. Ambos ya retirados de la actividad profesional, aprovechaban para realizar partidos de exhibición, entretenerse y entretener a la gente y de paso recordar viejas anécdotas. Más allá de no estar en actividad, su presencia se convirtió en todo un evento para los seguidores del deporte en general.
“Lo recuerdo. Mi esposa estaba embarazada cuando me acompañó para allá. Víctor tenía ideas. Ya no estamos en la flor de nuestra edad, pero en aquel entonces la pasamos bien, al menos eso espero para él, y para mí también porque creo que es importante difundir el tenis por todo el mundo”, recuerda John sobre aquella visita.
En ese entonces, McEnroe ya estaba en pareja con la ex integrante de Scandal, la cantante Patty Smith (y siguen casados hasta hoy), pero también es amigo íntimo de la vocalista de The Pretenders, Chrissie Hynde. Por estos vínculos, se le pudo ver sobre los escenarios en más de una ocasión, siendo la guitarra su instrumento más utilizado. En aquella visita, Paraguay fue testigo de su otro talento.
En aquel entonces, el Caracol Dance Club era el sitio de moda. Hoy deja un mar de recuerdos en prácticamente cuatro generaciones de paraguayos que acudían al lugar cada noche a distenderse del trajín diario. La legendaria discoteca recibió la visita de McEnroe, Smith y una banda que acompañó a John con un show.
“Normalmente no tocamos frente a tanta gente, pero ese día había mucho público. Espero que no haya grabaciones. Mi tenis está peor, pero mi música mejora cada vez más, así que eso es lo bueno. Fue un viaje divertido para mí, porque pude jugar tenis y tocar música a la vez”, bromea sobre aquella improvisada presentación. Finalmente, McEnroe la pasó bien en nuestro país.
La Catedral del Ruido fue un lugar de moda y diversión que marcó un status por muchos años en la sociedad paraguaya y hoy se mantiene vivo en la memoria colectiva y la historia de los espectáculos en nuestro país. Aquel lugar también sorprendió al ex número 1. “Recuerdo que la discoteca tenía muchos niveles, si no me equivoco, fue muy fascinante. En aquel entonces solía tocar. Amo la música y continúo tocando hasta hoy, pero en esa época trataba de organizar los partidos de exhibición seguidos de conciertos”, agrega.
McEnroe finaliza diciendo que Víctor Pecci significó algo muy especial para el tenis. “Fue un elemento importante al final de los años 70 y principios de los 80, cuando el tenis estaba en pleno crecimiento. Para mí, (venir a Paraguay) era una forma de apoyarlo y darle las gracias por su aporte al deporte”, cierra la leyenda.
Ambas figuras continúan apoyándose hasta hoy al punto de que John McEnroe es uno de los actores principales del documental “Pecci: la leyenda de un campeón”, que está disponible en el canal de Youtube de GEN: https://www.youtube.com/@SomosGEN/.
Víctor Pecci trabajará para aumentar inversión en el deporte nacional
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El candidato a senador por el Partido Colorado Víctor Pecci aseguró que quiere llegar al Congreso de la nación para enfocarse en promover la salud a través del deporte, algo que no solo pretende hacerlo para amateurs sino a nivel profesional.
El referente dijo que pretende crear leyes y fomentar el aumento del presupuesto destinado al deporte y también lograr que en el sector privado, empresas quieran apostar por ello. “El deporte y la salud para mí son imprescindibles y yo en eso me quiero enfocar. Lo principal es conseguir presupuestos, rubros, porque sin eso, todo es teórico y folclórico”, precisó a la 800 AM.
En ese orden, explicó que el único tributo que mayor aporta al fisco es el tabaco que, con suerte, alcanza US$ 15 millones al año. “Entonces hay que crear leyes para que las grandes empresas inviertan en el deporte. ¿En qué sentido? En vez de darle el 100% al Estado de los impuestos que tiene que pagar, destine el 1% al deporte”, señaló.
Sobre esa línea, aseguró que eso será un gran incentivo para que las empresas quieran invertir en deporte porque su inversión se verá reflejada en los grandes eventos, como patrocinadores de los deportistas lo cual les generará un gran retorno.
En cuanto a los impuestos, también recordó que así como el porcentaje subió para el tabaco sería interesante aplicar lo mismo a las bebidas alcohólicas, azucaradas y vapes. “Este país necesita un cambio radical. Nuestro futuro es tan incierto para nuestros hijos y nietos si esto sigue de esta forma”, expresó.
Pecci afirma que cuenta con toda la capacidad requerida para ser legislador, según comentó, eso está respaldado por su gestión ante la Secretaría Nacional de Deportes, además de haber sido parte de la construcción de la SND Arena y la ejecución de los Juegos Odesur del 2022.
Afirmando que su nuevo desafío se enmarca en el Senado, Víctor Pecci resaltó su incesante compromiso que ahora saltó del deporte a la arena política. Foto: Nadia Monges.
Víctor Pecci: la historia de una leyenda que busca marcar el cambio en la política
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El tenista más laureado del país, exdirigente deportivo y exministro de Deportes, Víctor Pecci, contará su historia en un documental llamado “Pecci, la leyenda de un campeón” producido por GEN/Nación Media. Con un recorrido por su paso en el mundo del deporte, se relatarán los mejores momentos de la carrera del exponente en el tenis paraguayo, quien actualmente busca marcar una diferencia en la Cámara de Senadores.
“Toda mi vida competí y no le temo a los desafíos, estoy acostumbrado a esa adrenalina de la competencia. Todas mis profesiones fueron cortas porque el deportista dura entre 15 y 20 años; soy exjugador, exministro, exdirigente, extodo y ahora a mis 67 años busco una motivación porque no se puede vivir de los recuerdos y esta fue una de mis principales razones para entrar en la arena política”, explicó Pecci para el programa “Arriba hoy” de GEN/Nación Media.
Remarcó que posteriormente se dio cuenta de todo lo que podría aportar desde el Senado, trabajando con sentido común y bajo la línea de la integridad. Al respecto, puntualizó que siempre posicionará los intereses del país por encima de los suyos, por lo cual considera que logrará convertirse en una herramienta necesaria para que la población vislumbre la posibilidad de vivir mejor.
“Hay muchas cosas para mejorar en este país, tanto en el ámbito de la salud como en el deporte. Los años que estuve como ministro de Deportes me sirvieron para ir desarrollando un conocimiento integral sobre el funcionamiento del Estado, así como la burocracia existente; para esto, resulta necesario saber sobre la parte administrativa y jurídica, pero esto implica que entre en un campo desconocido”, afirmó el extenista.
“Pecci, la leyenda de un campeón” estará disponible el 2 de abril y contará con las participaciones de exdeportistas reconocidos a nivel nacional e internacional, como el excapitán de la selección nacional de Copa Davis en 1987, Alberto Gross Brown; la tenista nacional Larissa Schaerer; el exnúmero 1 del mundo John McEnroe, rival más famoso de Pecci; el sueco Björn Borg, el ganador de Roland Garros; Yannick Noah, Ramón Delgado, el argentino José Luis “Batata” Clerc, entre otros.