• Por Juan Carlos dos Santos G.
  • X: @juancads
  • Fotos: AFP

Un paseo en yate por el estrecho que corta en dos Estambul y separa a Europa de Asia es el lugar más apropiado para encontrarse con los dueños de este estratégico hilo marítimo de Türkiye.

El intenso tráfico en el estrecho del Bósforo, una de las más importantes y antiguas vías marítimas del planeta, no es un obstáculo para que, tanto turistas como locales, puedan disfrutar con algo de suerte de la aparición de algunas especies de delfines que se trasladan entre el mar Mármara y el mar Negro.

El trabajo ambiental llevado a cabo por la alcaldía de la ciudad de Estambul mantiene limpias las aguas del estrecho de 32 km que separa al continente europeo del asiático y parte también a la antigua capital del Imperio otomano en dos.

Estos mamíferos marinos, sin dudas los más populares del mundo, se mantienen en estado natural y salvaje en las frías aguas del estrecho, seducidos por las corrientes, la ideal temperatura y sobre todo la gran cantidad de peces, que formando cardumen nadan por las aguas del estrecho y brinda a los delfines “seguridad alimentaria”.

LAS ESTRELLAS DEL BÓSFORO

Ningún visitante que llegue a Estambul puede privarse de tomar un paseo por el canal en algunas de las diferentes embarcaciones, sea un simple kayak o un lujoso yate, todos embelesados por las diferentes construcciones modernas o antiguas en ambos lados del estrecho hasta que la aparición de una manada de delfines hace olvidar a los viajeros los maravillosos paisajes que estaban disfrutando.

Los 16 millones de habitantes de Estambul están decididos a cuidar y a mantener a sus delfines en perfectas condiciones y para eso se requiere que las aguas del estrecho también se mantengan en las mismas condiciones, para que los bancos de peces se mantengan presentes, aunque la ciudad sea conocida como la ciudad de los gatos, por el cuidado que los felinos reciben.

A gran distancia apareció una pareja de delfines que estaba en plena faena de pesca. Foto: AFP

TRÁFICO MARÍTIMO INTENSO

Solamente en el año 2023, el Ministerio de Transporte de Türkiye informó del paso de 39.000 embarcaciones de carga, algo que no incluye a los ferris y las naves que realizan viajes recreativos.

El guía de turismo turco que nos orientaba con sus fantásticos relatos mitad historia, mitad arquitectura, mezclados con leyendas bizantinas, romanas, otomanas y cristianas mientras surcábamos las aguas del Bósforo, ya nos había advertido que nada de lo que nos iba narrando iba a resultar de interés en el momento en que apareciere algún grupo de delfines en plena cacería.

Un estudio realizado por organismos ambientalistas corroboraron que las especies de delfines que habitan el Bósforo son la afalina, conocido como nariz de botella, y el tirtak, la especie más extendida de delfines, aunque también se ha registrado la presencia de una especie cercana a los delfines, conocida como marsopa.

LOS DUEÑOS DEL ESTRECHO

Era el mes de abril, uno de los meses ideales para toparse con algunos ejemplares, sobre todo en cercanías del centenario palacio de Topkapi, uno de los más emblemáticos edificios del Bósforo.

La permanente migración de estos mamíferos marinos entre los dos mares, recorriendo regularmente los 32 km que los separan, hace posible calendarizar avistamientos de las diversas manadas, tanto en el estrecho del Bósforo como en el mar Mármara y el mar Negro. Estambul es una ciudad con tantos encantos que es imposible creer que quien se roba las miradas en un paseo por las azules aguas sean los delfines. Tal como el guía adelantó, nadie se mantuvo en su lugar para seguir escuchándolo cuando alguien notó la presencia de gaviotas que se lanzaban una y otra vez al agua, señal elocuente de la presencia de un banco de peces, por lo que era solo cuestión de tiempo observar a uno o varios delfines.

A pesar de todo el cuidado que se ponga, la actual fragilidad del ecosistema marino requiere una mayor y permanente atención por parte de las autoridades, además de los expertos, los residentes y visitantes que recibe la anteriormente llamada Constantinopla, antigua capital del Imperio romano de Oriente.



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