A dos años del centenario de su nacimiento, vale la pena recordar la trayectoria de este hombre que construyó un mito perdurable.

“Voy buscando por el mundo una aven­tura y un consuelo…”, canta en la emblemática “Voy gri­tando”, que compuso con Julio Jara, una inspirada confesión de un destino de viaje permanente que se ini­ció un 21 de junio de 1926 en Altos, Cordillera.

Reaparecen y sorprenden siempre, ahora en redes sociales, sus fotos con digna­tarios, reyes, las anécdotas de sus escenarios o charlas en la intimidad con artistas de la talla de Marlene Die­trich, Frank Sinatra, Elton John, Louis Armstrong, The Beatles y los Rolling Stones, que metieron un pedacito de “Pájaro campana” en el tema “On with the show”, impac­tados por la actuación de Luis Alberto del Paraná y los Paraguayos.

Se llamaba en realidad Luis Osmer y llevó el apellido de su mamá, Jacinta Meza. Se cree que la vocación musi­cal le vino de su padre, José Domingo Encina González, un maestro rural que gustaba de ejecutar la guitarra.

De tanto canturrear con el mbaraka lo enroló el famoso pa’i Pérez en el Batallón de Exploradores Rojas Silva del Colegio Sale­sianito: tenía 14 años.

Cuenta la periodista y ges­tora cultural Marlene Sosa Lugo: “Mi mamá (la gran actriz Máxima Lugo) era la amiga de Paraná. Ella can­taba con su hermana Chi­quita Meza y cuenta que él siempre se metía en los ensa­yos y decía “che, ahí desafi­naste”. Él era así, un metiche. O sea, les indicaba ya en ese momento cómo había que cantar”, dice contando de la juventud en el barrio Pinozá de Asunción.

ENCUENTRO CON EL ESCENARIO

A los 16, en 1942, su talento sube al escenario de consi­deración del Cine Rex repre­sentando a Campo Grande en el Primer Certamen de los Barrios en trío con Hum­berto Barúa y el arpista Digno García.

Sigue contando Sosa Lugo: “La mamá de Paraná, doña Jacinta, no le permitía toda­vía salir por ahí en las farras cuando era adolescente. Entonces dice que Paraná venía por nuestra casa y mamá le dejaba un pantalón largo en la ventana. Enton­ces él se cambiaba ahí, se ponía los pantalones largos y salía a cantar con sus ami­gos (porque eso es lo que le caracterizó a él: la amistad que tuvo con todos los músi­cos paraguayos, él era muy feliz cuando venía acá de sus giras) y farreaba hasta altas horas de la madrugada y des­pués venía otra vez por casa y se volvía a poner los pan­talones cortos y así llegaba a su casa”.

No se precisa muy bien cuándo comienzan las giras, pero sí que después de una por Centroamérica es en México donde adopta el nombre Luis Alberto del Paraná. Cuando regresa forma con Digno Gar­cía y Agustín Barboza el Trío los Paraguayos.

El presidente Federico Chaves les dio 3.200 dóla­res a cada uno para rea­lizar una “misión cultu­ral oficial” para difundir la música paraguaya por el continente europeo.

Concluido ese contrato, Paraná con su hermano Rey­naldo Meza, Rubito Medina y el arpista José de los San­tos González constituyen la formación que logra grabar con la Philips de Holanda “Famous Latin American songs” y “Ambassador of romance”, el punto de par­tida de una prolífica carrera discográfica.

TROTAMUNDOS

Javier Delgado es, quizá, el más grande coleccionista de obje­tos de Luis Alberto del Paraná y nos explica este controver­tido punto. “Él grabó 41 long play de vinilo del 54 al 74 con la Philips. A eso deben sumarse los discos de pasta que son de cartón prensado que fácil se rompen, aquellos de 78 revo­luciones. Hizo 25 discos de ese tipo. En total hizo 540 graba­ciones que no se repiten, por­que hay por ejemplo cinco ver­siones de ‘Pájaro campana’ en distintas épocas, ‘Recuerdos de Ypacaraí’ tiene otras tan­tas. Personalmente tengo más de 160 discos de Paraná, que son reediciones y existen unas 600 tapas diferentes de sus grabaciones”.

Por todo ello se ganó el Globo de Oro del Mundo Musical en 1971 después de vender más de 20 millones de copias de discos y 250.000 casetes. Ganó ocho Discos de Oro y el primer Cassette de Oro en Latinoamérica. Tocó en escenarios de 76 países, entre ellos el Madison Square Gar­den de Nueva York, el Olym­pia de París, el London Palla­dium, el Latin Quarter de Tokio, el Tchaikovsky Hall de Moscú y el Royal Variety Performance. Paseó su arte por Europa, Asia, África, el con­tinente americano en ciuda­des como Tokio, Estocolmo, Moscú, Tel Aviv, Praga, Viena, Copenhague, Lisboa, Berlín, Roma, Ámsterdam, Chicago, entre otras tantas.

Se casó dos veces, primero con la francesa Lissette Cai­roly y después con la española Carmen González, conocida popularmente como Carmen Santana, con quien tuvo dos hijos, Luis Manuel Meza González y Carmen Fabiola Meza González.

A los 48 años, la muerte lo sorprendió en el Prembri­dge Court Hotel, de Lon­dres, Inglaterra, un 15 de setiembre de 1974. Todavía se recuerda su entierro, trans­mitido en vivo desde que el féretro llegó al aeropuerto; su velatorio en el Teatro Muni­cipal y el viaje final hasta el cementerio de la Recoleta con la gente en las calles dándole su último adiós.

Su identificación con la dic­tadura de Alfredo Stroessner opacó su figura ya en tiempos de la democracia.

A pesar de ello, sus discos y su leyenda permanecen.

ACTOS EN ALTOS

Esta semana será de recordatorios del natalicio de Luis Alberto del Paraná en Altos, donde el lunes 17 de junio habrá, a partir de las 9:00, un taller pedagógico vivencial en la Escuela Básica N.° 7054 y Colegio Nacional que lleva su nombre. En él, la soprano Cristina Vera Díaz abordará la biografía, tra­yectoria y se hará una audición y análisis de las letras de sus canciones.

El miércoles 19 de junio, a partir de las 19:00, se proyectará en el Centro Cultural Municipal la pelí­cula “La burrerita de Ypacaraí”, dirigida por Armando Bo e interpretada por Isabel Sarli, en la que puede vérselo al artista cantar con su afamado conjunto.

El viernes 21, a partir de las 19:00, también en el Centro Cultural, el coleccionista Javier Delgado hará una exposición de discos, fotografías, escritos y atuendos personales de Luis Alberto del Paraná. “Todo lo que encuentro de él rescato y tengo conser­vado. Algunas cartas de él y objetos personales. En un futuro no muy lejano quiero hacer un museo, estoy esperando una oportunidad”, contó Delgado.

También ese día, el musicólogo y folclorista Carlos Rubén Ojeda exhibirá algunos documentales y Ángel “Pato” García, exguitarrista de su formación, hará un home­naje musical.

Se aprovechará la oportunidad para lanzar oficialmente la 13.ª edición del festival que se realizará el domingo 15 de setiembre en la plaza de los Héroes de Altos.

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