Eduardo Palacios

Fue una década importante en la radiofonía nacional con nuevas emisoras que competían por la audiencia capitalina. Las obras radioteatrales ya estaban en la programación y los medios escritos ya tenían sus páginas dedicadas a sus protagonistas, locutores y artistas.

En esa época, durante el mandato del presidente Gral. Higinio Morínigo, quien gobernó el Paraguay desde el 7 de setiembre de 1940 hasta el 3 de junio de 1948, se introdujo una serie de normativas tendientes a regular el funcionamiento de la entonces radiotelefonía, medidas que en muchos casos fueron reprobadas por las limitaciones establecidas para los medios.

Un panorama parcial sobre el ambiente radiofónico de esos años encontramos en un trabajo de investigación realizado por la docente Rogelia Zarza, en colaboración con los comunicadores y docentes Tomás Palau y Vicente Marsal, titulado “La radio en el Paraguay. Un breve ensayo de interpretación”, publicado en mayo de 1989.

La publicación, haciendo un análisis de la radio de los años 40 y la incidencia del nazismo en Paraguay, señala en una parte citando también a otros autores que “documentos de la época relatan cómo se realizaba esta sutil penetración nazi, en principio a través de estaciones alemanas de onda corta y más tarde con el concurso de varias emisoras locales que transmitían programas recibidos en forma de discos, con música, informaciones, discursos, etc. Las emisoras de radio acaparaban la atención popular, especialmente de la colonia alemana en el país, que alcanzaba unos 25.000 habitantes. (….). Una de las audiciones más destacadas era ‘La voz de Alemania’, transmitida en perfecto castellano, con fondo musical apropiado que era escuchado a todo volumen en lugares públicos y restaurantes como el San Roque, Múnich, Germania y otros”.

Es la década de la creación del Departamento Nacional de Propaganda (Denapro), que tuvo una gran incidencia en los organismos de prensa y difusión, públicos y privados, no solo en el gobierno del Gral. Morínigo, sino también en el efímero mandato del Gral. José Félix Estigarribia, ya que por decreto del 26 de febrero de 1940 se creaba dicho organismo, cuyas funciones fueron ampliadas en el gobierno siguiente y ese mismo año, el 20 de abril, decreto mediante, se creaba también el servicio informativo gubernamental de difusión obligatoria para las emisoras de radio del país, conocido como Cadena Paraguaya de Radiodifusión, que se mantendría hasta el mes de agosto de 1989.

En 1941, uno de los más emblemáticos locutores, triunfador en la Argentina y en Paraguay, como fue Jacinto Herrera, comenzaba su tarea ante los micrófonos y luego como director de programas de Radio Cáritas. En 1944 se trasladaba a Buenos Aires, donde desarrolló una gran parte de su tarea actoral en el cine y el teatro, y en varias radioemisoras de la capital porteña, como conductor central de los números artísticos, retornando a Asuncion en 1969, habiendo obtenido numerosos premios por su labor como actor cinematográfico. También entre 1941-42 se emitía por Radio Teleco el programa “La pensión de doña Liga”, de tinte humorístico, con libretos de Néstor Romero Valdovinos y la dirección de Aníbal Romero.

Una página dedicada al quehacer radiofónico de esos años, con sus protagonistas y algunos de los programas que se difundían en ese tiempo en las emisoras de Asunción

NOTICIAS RADIALES EN 1945

La Revista Ysapy en su edición N° 29 del mes de marzo de 1945 –que forma parte del gran acervo documental de Luis Melgarejo, heredero de gente ilustre de la radiofonía paraguaya, como nieto del mítico cómico ya desaparecido José L. Melgarejo e hijo de Juan Melgarejo, locutor y actor también ya desaparecido– hoy nos sirve como referencia para conocer, por lo menos una parte, de lo que era la radio en ese año, con sus figuras y programas y como objeto de crítica o de cuestionamiento por parte del medio impreso, tal como se observa en la foto que acompañamos en esta página.

“Wilfrido Sanabria integra el cuerpo de locutores de ZP9 Radio La Capital. Joven, de dicción clara y sencilla sin rebusques innecesarios, los espacios a su cargo son preferentemente escuchados. Es uno de los buenos speaker con que cuenta la radiotelefonía local”, señala uno de los comentarios de la publicación. Sanabria fue un locutor que pasó por varios medios radiales capitalinos en los años siguientes a esta publicación. Fue además el padre de Wilfrido (h), fallecido hace unos pocos años, quien también se desempeñara en varias emisoras.

Otra parte de las noticias radiales de ese año, según la Revista Ysapy, se refiere a una gran locutora y luego actriz de primer nivel, “Nelly Prono, quien actúa eficientemente en (radio) Teleco. Voz agradable y simpática. Sus transmisiones tienen gran aceptación. Nada tiene que envidiar a las mejores de sus colegas del extranjero”. La compatriota Nelly Prono en los años siguientes se trasladaría luego a Buenos Aires, donde también desarrolló una extensa labor teatral y del canto, ya que en ese rubro tuvo varias grabaciones del repertorio de la música paraguaya.

PADRE DEL PERIODISMO DEPORTIVO PARAGUAYO

Alude igualmente la publicación que hoy tomamos como referencia a don Pedro García, considerado el padre del periodismo deportivo paraguayo, quien por esos años estaba en Radio Teleco. Señala que “Corporación Fénix que dirige el incomparable Pedrito García, con los relatos y comentarios de activos nacionales y extranjeros, satisfacen plenamente a la afición deportiva del país. Él mediante, estamos siempre con noticias frescas al día, recién salidas del horno. Colaboran con él en este espacio los periodistas Julio César Maldonado, Milciades Aguayo, Aníbal Fernández y V. Vera. Siempre adelante, Fénix”.

Dora Gómez Bueno de Acuña, la gran poetisa nacional ya fallecida, fue por muchos años conductora del programa “Sobremesa de gala”, que se difundió por varias emisoras capitalinas, incluyendo radio Guaraní, Comuneros, Nacional y, finalmente, Radio Ñandutí, donde culminó el ciclo de programas. En esta publicación se hace referencia igualmente a ella expresando que “Dora de Acuña en ‘Selecciones’ realiza una labor admirable. La eximia poetisa despierta el interés de los escuchas y amigos del arte, que no se pierden una audición. Bien por la señora de Acuña, poetisa y recitadora”.

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