Por Jorge Zárate, periodista, jorge.zarate@nacionmedia.com

Cálculos de cifras impresionantes, algoritmos, simulaciones de computadoras, gráficos, telescopios, un mundo fascinante y complejo hacen al día a día de esta joven astrónoma que está concluyendo su doctorado en Astrofísica en el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Múnich, Alemania, uno de los centros de referencia en lo que hace a la astronomía mundial.

Alejandra Yrupe Fresco cuenta que el corazón de sus estudios abarca los grupos de galaxias y el gas que las conecta en el medio intergaláctico: “Sabemos que están conectadas entre sí, que pueden ser muy diferentes una de la otra en forma, tamaño, en si están o no formando estrellas, en que todas tienen un agujero negro súper masivo en el centro que puede estar activo o no”, resume sobre lo que se sabe de lo inconmensurable.

Los gases, elemento central de las galaxias, “nos muestran los efectos de la gravedad y de otros mecanismos como la actividad de los agujeros supermasivos o el resultado de la colisión de galaxias o la influencia de la materia oscura, entre muchas otras cosas”, cuenta.

“Entendiendo que el gas frío alimenta las galaxias para continuar formando estrellas”, un estudio suyo encontró un dato fundamental: “Los gases fríos en los clústeres (grupos de cientos a miles de galaxias muy masivas) no se habían comprobado en observaciones todavía. Normalmente se conocen por emitir gas muy caliente en rayos X, pero nosotros encontramos este gas en frío en mi estudio y después comparamos con otros estudios de clústeres de galaxias de menor masa y también con simulaciones para verificar esa presencia. Nuestros estudios de cómo funciona el universo se basan principalmente en el movimiento del gas y su contenido (de qué elementos químicos está hecho) para inferir cómo funciona el universo”.

–¿Cómo decidiste estudiar astrofísica y cosmología, una materia tan difícil?

–Ya desde chica me ponía a ver las estrellas con mi hermano en nuestro patio de Villa Elisa. Creo que en ese entonces no había tanta polución lumínica y mirar el cielo desde cualquier lugar alejado de la ciudad es una experiencia hermosa. Si miras por suficiente tiempo, incluso sin ningún instrumento, empezás a notar diferencias entre las estrellas. Los diferentes colores, tamaños, brillo, algunas titilan, otras no. Y, por supuesto, con mucha suerte alcanzar ver alguna estrella fugaz. Cuando ya estaba fascinada con el cielo, me cuenta mi papá que mi abuelo Petoto (Dr. Manuel Fresco padre, radiólogo) también amaba la astronomía. Y que tenía un profesor y muy buen amigo llamado Blas Servín, con quien compartía este hobby. Entonces me pone en contacto con el profesor, que tan tiernamente decía: “¿A vos también te picó el bichito de la astronomía?”. El profe Blas se convirtió en mi mentor y continuó apoyando mis esfuerzos para seguir la carrera de astronomía incluso hasta en mi doctorado.

EL SUEÑO DE SER ASTRONAUTA

–¿Verdad que querías ser astronauta?

–Sí, al comienzo quería ser astronauta porque no tenía ninguna otra referencia de investigación o exploración del espacio que no haya salido de algún dibujo animado o película. Hasta que me puse en contacto con un familiar lejano mío que trabajaba en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA), y me explicó cuál era la diferencia y qué era realmente la carrera de un astronauta versus una carrera de astronomía.

–Diste recientemente un curso para niños y adolescentes. ¿Podés explicarnos en esos términos qué es un agujero negro?

–Un agujero negro es el resultado de la muerte de una estrella masiva. Las estrellas que son mucho más grandes que nuestro Sol al final de su vida terminan en una explosión llamada supernova y queda al final un objeto tan denso, con tanta gravedad, que nada puede escapar de su atracción gravitacional, ni siquiera la luz.

–¿Qué significó para vos estudiar el M87, el primer agujero negro fotografiado de la historia?

–M87 es una galaxia cercana que ya era muy famosa en la comunidad astronómica por varias razones. El hecho de que se encuentre tan cerca permitió que con instrumentos y telescopios no tan avanzados como hoy en día te posibilitaban ver la estructura de esta galaxia elíptica que tiene un jet saliendo de la región central. Es una de las galaxias más masivas del universo y se puede observar en diferentes longitudes de onda (radio, óptico, rayos X, ultravioleta, etc).

Esto significa que muchos astrónomos estudiaron esta galaxia en algún momento de su carrera. No sé si fui solo yo, que sentí tanto orgullo al ver que “mi primera galaxia”, que se convirtió en mi primera publicación científica, ahora se volvió tan famosa para gente fuera del área de astronomía también.

–Ahora se inicia el curso para adultos. ¿En qué se diferencian las preguntas de niños y adultos?

–Las preguntas de los niños me sorprendieron bastante. Están mucho más informados en comparación a lo que yo estaba a esa edad. El acceso a internet abre las puertas de la curiosidad en un país donde no tenemos muchas librerías o grandes bibliotecas. Pero me parece que la principal diferencia está en que los niños no tienen miedo a preguntar, no tienen vergüenza y no se sienten juzgados. Creo que los adultos tienen miedo de preguntar algo que pueda sonar tonto. Desde mi perspectiva no existen preguntas tontas, a veces las preguntas más simples son las más complicadas de responder.

–Sorprende saber que solo un 7% de la materia que vemos son las estrellas, los planetas. El resto son gases, fríos y calientes. Vos estudiaste esos gases, ¿qué cosas nos revelan?

–A través del estudio del movimiento de los gases y de su composición, podemos inferir la presencia de lo que no podemos ver. Por ejemplo, la existencia de la materia oscura o campos magnéticos. Sabemos que están ahí porque tienen un efecto en lo que sí podemos ver. Encontrar la dinámica de las relaciones cuando hay tantos factores a tener en cuenta sigue siendo muy difícil. Hoy en día las simulaciones del universo avanzaron tanto que podemos reproducir muy cercanamente lo que podemos observar, y así entender mejor cómo funciona el universo.

La joven paraguaya posando frente al observatorio del Teide, Tenerife, Islas Canarias.

LA MARAVILLA DE LAS GALAXIAS

–Es fabulosa la macroestructura del universo y sorprendente su parecido a las conexiones neuronales. ¿Qué se intercambian las galaxias entre sí más allá de energías?

–Las galaxias se encuentran conectadas por unos filamentos de gas, que actúan de entrada y salida de material que alimenta a las galaxias. Sin esa entrada de gas, las galaxias no pueden continuar creando nuevas estrellas. También puede ser que dos galaxias estén fusionando y, en este caso, pueden comenzar a tener interacciones que arrastran estrellas, planetas, asteroides u otros componentes antes de terminar siendo una galaxia nueva, como la suma de ambas.

–¿Qué pensás que pued e hacer la Agencia Espacial del Paraguay para colaborar en el estudio de tu materia?

–La Agencia Espacial del Paraguay, con el coronel Liduvino Vielman y el resto del equipo, están haciendo un excelente trabajo en fundar los cimientos para lo que implica construir una agencia espacial desde cero. Requiere mucho trabajo y necesitan gente capacitada. En todo caso me preguntaría qué puedo hacer yo para colaborar más con ellos, pero lo más importante para la agencia desde mi perspectiva sería que cuenten con más recursos. Para poder invertir en investigación y desarrollo, para poder competir a nivel regional con otras agencias espaciales que ya tienen muchos años de experiencia y más recursos.

–¿Es posible instalar un telescopio importante en el país?

–Sí, es posible. Hay diferentes posibilidades acordes a las longitudes de onda que son posibles de observar desde la Tierra. Hay instrumentos que tampoco dependen de la longitud de onda, como los instrumentos de detección de ondas gravitacionales. Al final solo se necesita espacio, oscuridad y fondos.

–¿Estudiaste ingeniería ambiental, es posible avanzar en estudios astronómicos en las universidades paraguayas?

–Lo ideal por supuesto hubiera sido estudiar física, pero con una carga alta de matemática y física en la malla curricular es suficiente base. Para avanzar en estudios astronómicos en Paraguay necesitamos cursos de máster y doctorado, donde uno pueda continuar luego de culminar la carrera de grado. Incluso si hay suficientes alumnos interesados, eventualmente podría abrirse una carrera de astronomía de grado.

–¿Qué pensás hacer cuando termines tus estudios en Alemania?, ¿volver al país, seguir capacitándote?, ¿cómo es la carrera de un cosmólogo?

–La vida de cualquier investigador suele ser muy sacrificada. Dependiendo del área, algunos son más fáciles de conseguir que otros. En astronomía, seguir en la vida académica requiere estar dispuesto a mudarse de país en busca de fondos para continuar la investigación y cada paso en la carrera normalmente implica tener que mudarse a otro país cada tres a cuatro años. Conseguir una posición permanente en alguna institución es extremadamente difícil, hay mucha competencia. Tengo muchas ideas de con quién puedo colaborar al volver a Paraguay, y cómo continuar haciendo esto que me gusta tanto y que tuve que luchar para lograr.

–¿Cuando ves toda esa inmensidad, pensás que hay otras civilizaciones en algunas de esas galaxias?

–Esto es una opinión personal más que evidencia científica, pero me fascina la idea de que puedan existir civilizaciones más avanzadas no solamente en nuestra galaxia, sino en los trillones de galaxias que podemos ver.

UN CURSO PRESENCIAL

En la semana inició de forma virtual el “Curso de introducción a la astronomía para adultos”, que organiza el portal Ciencia del Sur, que tiene la grata sorpresa de que este sábado 24 de setiembre en la Universidad Comunera contará con la presencia de la astrónoma Alejandra Fresco. La cita será de 14:00 a 16:30 en la sede de la Ucom, ubicada en Monseñor Bogarín 284 del barrio Recoleta.

Vale recordar que Fresco es ingeniera ambiental por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción y tiene un máster en astrofísica, física de partículas y cosmología por la Universidad de Barcelona con tesis de máster en el instituto de Astrofísica de las Islas Canarias, en Tenerife, España.

Es candidata a doctorado por la Ludwig Maximilian Universität, trabajando en el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Múnich, Alemania, donde trabaja en el grupo de altas energías. Sus áreas de investigación incluyen agujeros negros y medios intergalácticos, entre otras, incluso contando con publicaciones en revistas internacionales.

UN ESTUDIO DE M87

Cuando Alejandra Fresco hacía la maestría en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), estudió a M87, la galaxia más brillante del Clúster de Virgo, donde se pudo lograr la primera foto de un agujero negro.

La M87 es un supercúmulo de galaxias a 53 millones de años luz de la Tierra (es decir, para llegar a M87 hay que viajar 53 años a 300 mil kilómetros por segundo, que es la velocidad de la luz).

La astrónoma paraguaya estudió la emisión de chorro de esa galaxia. Por complejos procesos de física de altas energías, las partículas de los agujeros negros salen despedidas en formas de chorros, que se extienden por varios kiloparsecs (1 kiloparsec = 3.260 años luz) más allá del centro de y a lo largo del eje de una galaxia. Esas emisiones ayudan a entender las complejidades del funcionamiento del universo.




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