Una interesante muestra virtual se abre mañana lunes con más de 30 obras del pintor Gustavo Oliva Dahlquist con escenas cotidianas en las que las mascotas son compañía y protagonistas de estas. Además, una colorida serie de flores que hablan de alegría en tiempos en los que poco nos acercamos al color y la vida.
Fotos: gentileza
El pintor Gustavo Oliva Dahlquist hará mañana lunes 26 de julio, de 9:00 a 21:00, una exposición virtual de más de treinta obras en “Verónica Torres, Colección de Arte”, ubicada en el Paseo de las Artes del Shopping Mariscal. La muestra se extenderá hasta el 11 de agosto.
La temática gira en torno a recuerdos de paisajes cotidianos del pasado y del presente, donde se nota la presencia de sus preciadas mascotas. La técnica utilizada es témpera sobre carbón. Además de la serie de pinturas de pequeños y medianos formatos, también se podrá ver una serie anterior de flores sobre lienzo que en su momento fuera muy apreciada y es una explosión de colores y positivismo en un momento en el que la sociedad y el mundo pasan por una situación dura y difícil.
Sus obras reflejan los mundos íntimos en donde las mascotas son protagonistas principales junto a sus dueños. Los paisajes interiores y los luminosos exteriores son un descanso para el ojo y para el pensamiento de quienes, hoy por hoy, estamos distanciados de los demás debido a la pandemia.
COLOR Y BELLEZA
Encontrar en el color y la belleza de las flores, es como reencontrarse con viejos y queridos amigos o seres queridos, como un homenaje a la vida.
Oliva ha realizado exposiciones individuales en Nuevo Espacio, Galería Latina y Manzana de la Rivera. Así mismo participó de numerosas exposiciones colectivas desde 1984. Ha realizado muestras itinerantes en todo el país. El crítico de arte Manuel Prieto escribió: “La obra de este pintor nos transporta a mundos imaginarios, compuestos, sin embargo, de elementos reales: aquellos sitios a donde quisiéramos huir, para reconciliarnos con el planeta de vertiginoso ritmo en el que vivimos”.
Gustavo Oliva se inició en el mundo de la pintura con la gran maestra Cira Moscarda.
EL ARTISTA
Gustavo Oliva Dahlquist es licenciado en Ciencias Contables y Administrativas de la Universidad Católica de la ciudad de Asunción, Paraguay. Estudió pintura con la Prof. Cira Moscarda. Realizó exposiciones individuales y colectivas: 1984 Sala Boggiani, 1993 Nuevospacio Galería de Arte, 1994 Viejo Galpón, San Bernardino, Sala Agustín Barrios, CCPA, El Patio Galería de Arte, 1995 El Patio Galería de Arte, Centro Cultural Gabriel Casaccia (Areguá), showroom de Automotores y Maquinarias SRL, 1996 Casa de la Cultura, showroom de Perfecta SA, 1997 Latina Galería de Arte, 1998 Club Centenario, Museo de Bellas Artes, 2007 Rincón del Arte (Encarnación).
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Paraguay es un mercado estratégico y en crecimiento para Salta
Durante tres jornadas, del viernes 11 al domingo 13 de octubre, se desarrolla la Feria Internacional de Turismo Paraguay- FITPAR 2024, con al menos 9 países que exponen su oferta turística. La provincia argentina de Salta es un apartado especial que viene a deslumbrar una de las zonas más maravillosas del vecino país.
Salta, la linda del norte argentino, dispone de una gran variedad de actividades para realizar a lo largo y ancho de la provincia. Con paisajes deslumbrantes y una rica historia, tiene mucho que ofrecer al visitante, y en especial a los paraguayos.
“Paraguay es un mercado estratégico y en crecimiento para Salta. La reciente confirmación del nuevo vuelo de la compañía Paranair, que unirá a partir de febrero la ciudad capital de Salta con Asunción, es muy importante al propiciar este destino directo”, expresó Manuela Arancibia, presidenta del Instituto de Promoción Turística de Salta.
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Fortalecer turismo y negocios
La nueva conexión contará con 2 frecuencias semanales, con aeronaves Bombardier CRJ-200 de 50 plazas, lo cual contribuirá a fortalecer el turismo y las oportunidades de negocios mutuos entre ambos países, agregó.
Arancibia mencionó durante la Fitpar, que la idea es seguir posicionando a Salta como un destino internacional, principalmente con este tipo de acciones articuladas entre el sector público y el privado, en los mercados prioritarios de la región y Paraguay es uno de ellos.
Para los que aún no conocen Salta, invitó a animarse y sumergirse a este destino, en el que podrán realizar desde rafting por aguas turbulentas, cabalgatas en médanos, un trekking o paseos en bicicleta transitando infinidad de paisajes.
A la vez de recorrer la Ruta del Vino de Altura y el Tren a las Nubes, solo algunas de las opciones para disfrutar de la naturaleza y la aventura en este atrapante destino al norte de Argentina. Los interesados en este destino pueden pasar el stand de Argentina en Fitpar, para realizar las consultas a operadores y agentes de turismo.
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Nelson Martinesi: “Representar paisajes para mí es, en el fondo, representarme a mí mismo”
El dibujante, pintor y diseñador Nelson Martinesi habla en esta entrevista sobre su muestra “Urbis y natura”, en la que presenta dos colecciones en las que aborda el horizonte urbano y el paisaje natural tomando la realidad como fuente de inspiración, pero donde en última instancia prima la subjetivación del mundo objetivo.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos Jorge Jara
La subjetividad como espejo irregular en el que se refleja la realidad es esa fuente inagotable de interpretaciones disímiles del mundo y, al mismo tiempo, creadora. Es ahí, en la subjetividad, donde echa mano para producir su arte Nelson Martinesi, artista visual que habilitó semanas atrás su muestra “Urbis y natura”, una propuesta pictórica que presenta paisajes urbanos y naturales recreados desde la intuición y la sensibilidad del artista.
Nelson, quien en los últimos 30 años visita el Paraguay con regularidad para dar a conocer su trabajo, vive en Bahía, Brasil, pero mantiene una relación constante con el suelo donde nació y donde tuvo sus primeros pasos como artista.
Martinesi se recibió de profesor de pintura a los 15 años, estudió arquitectura, antropología y se formó con varios maestros. Para él, el arte responde al mundo espiritual del artista y es ahí donde también se agota antes de volver a nacer a partir de la mirada del otro.
En este diálogo con La Nación/Nación Media, el artista habla sobre su trabajo, su trayectoria y estas colecciones en las que se encuentran obras que nacieron en un paisaje de Areguá y otras en el vecino país, que siguen disponibles para el público a través de bgnarte.com.
–¿Cuál es el punto de partida de estas colecciones que estás presentando?
–Son dos series: Urbis, que es la poetización del espacio urbano, y Natura, que es la poetización del paisaje y de la naturaleza. Generalmente la gente idealiza la naturaleza y la ciudad la tiene como una Babilonia, pero se olvida que la ciudad también tiene su poesía y la naturaleza también tiene sus problemas. Antes que en eso, yo me enfoqué más en la parte lúdica y poética de la pintura y del paisaje. Es medio un retorno a lo tradicional, así es el paisaje.
RETORNO A LOS PRINCIPIOS
–¿Es una línea que ya venías trabajando?
–La pintura del paisaje para mí es como volver al primer amor. Yo pintaba paisaje a los 12 años, cuando comenzaba a pintar cosas a óleo, ni sabía que iba a ser artista. Y después hice otras cosas, abstracción, obra conceptual, dibujo y ahora como que es una retomada de lo natural, pero no desde lo clásico, sino con una visión pop, de repente, algunas cosas son abstractas, trabajo mucho el color y la vibración alta de la paleta. Yo vengo trabajando la línea del paisaje desde hace un tiempo en mis 40 años de carrera en el arte.
–¿Te propusiste hacer estas series o descubriste por el camino que las estabas haciendo?
–Descubrí que estaba haciendo eso. Yo como artista todos los días trabajo, dibujo, pinto. Estoy en actividad. Este año tuve una temporada en Areguá y ahí fue que me aboqué más a los paisajes, sea pintar en el lugar mismo, la calle o en el atelier.
–¿Cuál es la diferencia entre trabajar en esos distintos lugares?
–En el atelier el trabajo implica una visión más abstracta. No es trabajar tanto en la imagen figurativa que uno ve, sino alterar el color, buscar otra posición. Pintar el naturalismo ahora no está en boga, pero para mí es una necesidad ahora volver un poco a eso. Estudiar la composición del paisaje, hacer el paisaje así en vivo, dibujar en la calle, dibujar en el campo. Cuando salís al campo o salís a ver los paisajes, te enfrentás con el sol, tenés que hacerlo ahí mismo e intentar, más o menos, terminar ahí. Entonces, es otro desafío. La creatividad me pone desafíos.
CONTEMPLACIÓN
–¿Cuál es el punto en común entre estos escenarios que presentás, el urbano y el paisaje natural?
–La contemplación. La contemplación es una herramienta que utilizo como artista. La contemplación proviene de la meditación, de la percepción de la naturaleza, viene de una búsqueda no tan materialista, sino que un poco más volcado a lo espiritual por el lado que a mí me toca el arte, porque el arte tiene mucho de espiritual dentro de mi concepto. Para otras personas el arte es material, para otros el arte es algo ideológico. Para mí es una búsqueda interna, buscarme a mí mismo. En el fondo estos paisajes son mi contemplación. Tienen más que ver conmigo que con el paisaje. Yo utilizo el paisaje para hacer un procedimiento espiritual de contemplar y de apropiarme de esa visión. Representar paisajes para mí es, en el fondo, representarme a mí mismo.
–¿Y cuál es el contraste entre urbe y natura?
–El contraste es la búsqueda estética. Soy yo y toda la historia del arte. Porque la búsqueda estética no es solamente una cosa mía. La búsqueda estética es de toda la historia del arte, todo el mundo busca.
El artista, para mí, es un receptor de sus propias sensaciones. Y el arte es la respuesta a una pregunta que uno mismo formula. O sea, yo formulo ¿qué es un paisaje? El paisaje soy yo contemplando el paisaje. No es solamente una representación fría. No, es una representación personal. Entonces yo le pongo colores, veo otras cosas, otras sombras, otras luces.
VIBRACIÓN
–¿Qué preguntas espirituales, trascendentales, se desprenden de esta colección?
–La pregunta que me interpela a mí en esta serie de pinturas de paisaje es justamente el color y la vibración de la obra. Que tengan una vibración alta de colores, de una búsqueda de una impresión fuerte. No es una cosa suave, no veo la naturaleza como una cuestión así delicada. No, veo a la naturaleza como una cuestión fuerte, que tiene color, el paisaje tiene ritmo, el paisaje es cinético, hasta tiene una música.
–¿Qué significa una vibración alta?
–Es algo que corresponde a los términos pictóricos. En el mundo de la pintura se habla de paleta alta cuando se colocan colores vibrantes y se busca más pureza, no tanto representar la realidad. Mi motivo de artista es cómo interpreto lo que está afuera para mí, cómo poetizo eso, sea un paisaje o sea un lugar urbano. Tengo que ponerme contemplativo y para hacer la pintura de un edificio o de una calle añado siempre un poco de elementos poéticos. Por ejemplo, un atardecer, el cielo colorido, un árbol colorido frondoso, siempre yo busco esa pulsación de la vida.
–¿Cuándo decidiste que este era tu camino?
–A los 20 años me decidí a ser profesional de esto, pero yo desde siempre pintaba, estudiaba, conocía talleres, el de Núñez Soler, el de Pedro di Lazio, un italiano que vivía aquí. Después le conocí a Livio Abramo, que fue realmente el profesor que me enseñó muchas cosas del arte, sobre todo la sensibilidad poética, lo lúdico de las artes, la búsqueda. Yo me convertí en profesor de dibujo y pintura, después comencé a trabajar en publicidad, como diseñador gráfico. Del diseño gráfico pasé al diseño de joyería. Pero siempre estudiando arquitectura. Al final no terminé la carrera, pero construí trabajando con arquitectos de renombre acá.
POÉTICA
–¿Cómo se presenta la poética en el arte visual?
–En mi trabajo la poética es buscarle una visión, buscar un orden de alguna manera o un desorden de otra manera, pero que eso sea estético, que sea placentero a la observación. Esa es la cuestión de la poética en artes visuales. Hay poéticas también que son más agresivas, pero la poética que yo uso sería una poética de buscar armónicos dentro de los colores opuestos y complementarios, en los colores está todo. En mis paisajes es predominante el color verde, que es un color armónico.
–¿Qué lenguaje estás buscando en este momento de tu carrera?
–Yo comencé más o menos en los años 80. Hice muchas cosas, ahora ya estoy en un periodo más maduro de mi producción, uno más reflexivo, tengo más definidas las cosas. En otros momentos era hasta más expresionista, más experimentalista, buscando siempre el lenguaje. Esto no deja de ser un lenguaje, que en el futuro también puede ser que yo vaya evolucionando y cambiando. Yo no soy de los artistas que busca tener una imagen sola. Para mí el arte es la búsqueda permanente de una visualidad. La visualidad es lo que me interpela.
MERCADO DEL ARTE
–Antes de llegar acá, ¿qué otras identidades transitaste?
–Salí de hacer muchas experimentaciones con el grabado y con las impresiones múltiples. Y ahora volví a la pintura como para afirmar también mi nombre en el mercado del arte. En Paraguay es muy difícil, no existe un mercado de arte. Cada exposición el artista tiene que crear un mercado o un público para hablar así en términos menos mercantilistas. Un público que esté interesado en esa obra.
–¿Cómo ves el arte pictórico actualmente en Paraguay?
–En Paraguay hay mucho movimiento en la pintura, en diferentes tendencias. Están volviendo los figurativos, están los abstraccionistas y toda una serie de artistas que están comenzando a experimentar con el arte. Y está también la gente que busca, como yo, posicionar su nombre dentro del esquema general del mercado de arte paraguayo.
–¿Qué le da el paso del tiempo a un artista?
–El arte tiene la cuestión del proceso. En el deporte siempre te posicionás cuando sos joven. El arte es una cuestión de tiempo. Entonces el proceso es muy importante. Es lo que yo veo en mí como artista. Yo aprecio más el proceso que la obra final.
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Vestidos de Yerutí Acosta inspirados en paisajes de Villarrica dibujados por su padre
La renombrada diseñadora de modas Yerutí Acosta cautivó a la ciudadanía con la presentación de los vestidos inspirados en los dibujos de su padre, Juan Ramón Acosta.
- Por Paz Godoy
- paz.godoy@nacionmedia.com
- Fotos Néstor Soto / Gentileza
Las prendas fueron estampadas con los bocetos que retratan lugares emblemáticos de su natal Villarrica, departamento del Guairá. En una charla con La Nación/Nación Media, la diseñadora nos brindó más detalles sobre su más reciente colección.
“Mi padre es un reconocido artesano y siempre tuve el deseo en mi corazón de homenajearle en vida. Lo recreaba en mi cabeza constantemente y cuando tuve esta oportunidad solo ya quedaba ultimar detalles. Él perdió la vista hace más de 20 años en uno de sus ojos y para poder tener coordinación, ejercitar su ojo sano y también combatir la depresión dibuja con lápiz, papel y lupa lugares emblemáticos de Villarrica, mi ciudad natal. Plasmé sus obras en vestidos de manera que así él pueda entender lo agradecida que estoy con todo lo que aprendí como hija y como artista con todas sus enseñanzas”, relató Yerutí.
La guaireña, que ya tiene más de dos décadas de trayectoria en el rubro de la alta costura, indicó que su padre se inició como artesano de carpintería, luego siguió su pasión por el arte con pinturas al óleo. Asimismo, realizó técnicas de dibujo a lápiz, bolígrafo, tallado en madera, pirograbado, serigrafía e incluso incursionó en la creación de juguetes didácticos y hasta escribió cuentos.
DETALLES DE LOS VESTIDOS
La reconocida modista, que tocó por primera vez una máquina de coser a los 13 años, habló de los materiales que empleó para los vestidos que plasmaron los dibujos de su padre. “La idea central eran las obras (dibujos a lápiz) entonces sublimamos las obras en 11 metros de tela, cada uno para que tenga el impacto que necesitábamos. También me encanta trabajar con lo nuestro, nuestra cultura, así que fusioné tejido en lienzo estampado orgánicamente con plantas naturales, cintos hechos de ñandutí, tocados de botellas de plástico reciclado hecho por Jadiyi Judys Jaluf”, reveló.
Acosta comentó que la colección contó con un total de seis vestidos con obras diferentes para el homenaje a su padre. Mencionó también que le gusta innovar y fusionar la artesanía con su trabajo. “Tengo muchos proyectos para llevar al exterior nuestra cultura, que es tan rica, y también enfocarme en la moda ecosostenible. De hecho, hace unos días estuve presentando un desfile en Roma, Italia, llevando el ñandutí como tema central en la colección llamada Panambi Vera, inspirada justamente en el monumento al gran poeta guaireño Manuel Ortiz Guerrero”, explicó.
TRAYECTORIA EN LA MODA
Acosta incursionó en confesión a la tierna edad de 13 años y los 15 años montó su taller de costura en la casa de sus padres en Villarrica. “A los 23 vine a Asunción y actualmente con 39 años estoy entrando al mercado internacional”, contó emocionada. La modista profesional indicó que su inspiración es la persona a quien viste, por lo que afirmó que busca plasmar la esencia del cliente.
“Las novias son mis favoritas porque, como siempre digo, vendemos experiencia más que una confección de vestido. El proceso de las prendas para nosotros es lo más importante, el disfrutar desde el primer encuentro, las pruebas hasta la entrega de cada obra, así logramos que cada vestido sea único”, agregó.
Los referentes de la moda para Yerutí Acosta son Javier Saich, Versace y Dior. En la charla con LN/NM, Acosta recordó el traje alegórico que confeccionó para Nadia Ferreira. “Ya pasaron años y sigo sintiendo pirî cuando hablo de ese vestido. Tanto valor emocional tiene para mí y creo que para todo el Paraguay por lo que representa, quisiera poder lograr que ese traje quede como patrimonio nacional. Hasta hoy día mi referencia más grande y fuerte aquí e incluso en otros países es el traje Mainumby”, confesó.
AMISTAD CON NADIA FERREIRA
El lazo con Nadia y su madre, Ludy Ferreira, permanece hasta la actualidad. Recordemos que Acosta fue invitada a la boda de la virreina universal 2021 con el cantante Marc Anthony en Miami (EE. UU.). Ante esta amistad, la diseñadora confeccionó un vestido para Ludy Ferreira para el bautizo del hijo de Marc y Nadia.
“Gracias a que mi trabajo fue tan valorado tengo el honor de vestirle siempre a la señora Ludy Ferreira (madre de Nadia) en los momentos más importantes en esta etapa de su vida, como fue en la boda de su hija y ahora para el bautismo de su nieto, y gracias a eso mi nombre ya suena a nivel internacional”, reveló la diseñadora.
Para cerrar la charla, Acosta habló sobre sus proyectos para los próximos meses. “Me encanta trabajar con nuestra artesanía y demostrar que con eso podemos trascender barreras culturales y de paso reforzar la moda sostenible y a la vez tratando de cuidar el medioambiente con la ecosostenibilidad, llevar eso a nivel internacional, específicamente a Europa”, concluyó.
“Mi padre es un reconocido artesano y siempre tuve el deseo en mi corazón de homenajearle en vida, lo recreaba en mi cabeza constantemente”.
“Me encanta trabajar con lo nuestro, nuestra cultura, así que fusioné tejido en lienzo estampado orgánicamente con plantas naturales, cintos hechos de ñandutí, tocados de botellas de plástico reciclado”
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Paisajes de Paraguay a través de los ojos de una fotógrafa
A Sonia Maciel desde pequeña le encantó la fotografía. En su Guairá natal aprendió a amar la naturaleza y los atardeceres. Hace 11 años se dedica a lo que es su pasión y desde entonces viaja todo lo que puede para conocer los 17 departamentos de nuestro país. Su idea es hacer un fotolibro con imágenes de su recorrido.
- Por Yesica Vera Zarza
- yesica.vera@nacionmedia.com
- Fotos Gentileza-Sonia Maciel
En colonia Capitán Brizuela, una compañía de Iturbe, departamento de Guairá, nació Sonia Maciel, una reconocida fotógrafa que se declara una amante de los atardeceres y la naturaleza. Hasta los 11 años vivió en la tierra que la vio nacer, después se mudó con una familia en Luque.
Al terminar la secundaria fue cuando comenzó a ver qué quería seguir. Si bien siguió varias carreras (contabilidad, administración de empresas, psicología), no le gustaron y un día pensó que tenía que elegir lo que le gustaba. La respuesta fue sencilla: fotografía.
“Me encanta la fotografía, siempre me gustó, desde pequeñita me gustaba. Estando en el campo a mí me llamaba la atención eso. Hace 11 años que me dedico a la fotografía. A lo que más apunto es la fotografía rural.
La gente me manda hacer fotos de su campo, sus animales, su establecimiento, para sus archivos”, empezó contando Sonia a La Nación/Nación Media.
PAISAJES RURALES
Comentó que le gusta mucho el tema de paisajismo, fotos de paisajes rurales y es lo que va vendiendo a sus amistades o la gente se contacta con ella a través de las redes sociales y busca para sus cuadros de oficina. “Hay paraguayos viviendo en Nueva York que se contactaron conmigo y compraron los paisajes rurales, lo que es más campestre”, agregó.
VIDA EN CAAZAPÁ
Contó que hace 16 años está divorciada y que vive en Caazapá con su hija de 19 años a quien le está haciendo estudiar con su trabajo. “Empecé con las fotografías para eventos, fotoperiodismo, de repente hago trabajos para la gobernación, municipalidad y aparte mis eventos sociales. Hace poco firmé un contrato con una galería en Asunción a donde les envío las fotos actuales de los lugares que visito y ellos promocionan. Vamos vendiendo a través de su página web. La gente se contacta también mucho por medio de las redes sociales”, resaltó.
Sonia también dijo que le encanta viajar siempre dentro de lo que es el Paraguay y que su meta es conocer todo el país. “Quiero visitar cada rinconcito porque amo el campo. Yo creo que porque soy campesina llevo esa emoción y pasión que a la gente le encanta ver en las imágenes”, sostuvo. En cuanto a su meta, señaló que hay departamentos que ya repitió miles de veces pero se animó a decir que la mitad ya visitó.
PASIÓN POR LOS ATARDECERES
La entrevistada al ser consultada acerca de lo que le apasiona fotografiar, no dudó y respondió: “Los atardeceres son los que más me apasionan fotografiar. Me decís atardecer y ya quiero llorar”, confesó. Para Sonia, las puestas de sol son mágicas y si bien no sabe explicar el porqué siente todo lo que siente con ese momento del día, sostuvo que tiene algo dentro de ella que le genera eso.
Recordó su primer atardecer con una cámara y decía que algún día haría también esa clase de fotos, como las del atardecer. “Tenía mi primera camarita y empezaba como a temblar y llorar, me produce una nostalgia, tiene algo tan mágico”, expresó.
“Dentro del país tenemos esos atardeceres increíbles, los pajaritos empiezan de aquí para allá a cantar como diciendo ya es hora de volver a nuestro nidito. Y te ponés a pensar, es un día que termina. Yo veo como que cada día que te despertás es un regalo maravilloso y estamos tan de paso. La vida es como un viaje, estamos de paso y yo disfruto tanto de cada cosa que hago, cada lugar que visito pero más del atardecer. La mayoría de las imágenes que tengo son más de atardeceres y el cielo estrellado también, me encanta porque me parece tan mágico”, manifestó.
PROYECTO PERSONAL
Finalmente, Sonia habló acerca de lo que tiene en mente para un poco más adelante, cuando logre visitar más departamentos de nuestro país. “Más adelante pienso hacer un libro de cada lugar que visito y si es posible de todos los departamentos, tener un par de fotos de cada uno e ir comentando su fauna, flora, mostrar su gente, a qué se dedica. Con el tiempo pienso hacer, por eso voy recorriendo hasta que pueda visitar los 17 departamentos y tener todos estos materiales para hacer eso”, aseguró.
“Quiero visitar cada rinconcito porque amo el campo. Yo creo que porque soy campesina llevo esa emoción y pasión que a la gente le encanta ver en las imágenes”
“Más adelante pienso hacer un libro de cada lugar que visito y si es posible de todos los departamentos, tener un par de fotos de cada uno e ir comentando su fauna, flora, mostrar su gente, a qué se dedica…”
Cada viaje es una aventura
Sonia indicó que el último viaje que hizo hace poco fue al Chaco. “Amo el Chaco porque es un paraíso aparte. Tengo un amigo que tiene una agencia de viajes y vamos promocionando el Chaco para que la gente quiera visitarlo. El cielo estrellado del Chaco es precioso porque está lejos de la contaminación lumínica y en la ciudad no se aprecia tanto por las luces. El Chaco es grande y difícil de visitar. Lo que yo más vendo son las fotos del cielo estrellado, eso ama la gente y yo también disfruto. Ya estoy nuevamente con ganas de volver”, expresó entre risas.
Comentó que visitaron Laguna Campo María por los flamencos que están ahora y Laguna Salada. “Hay fotos de cielo estrellado, gracias a Dios coincidió que no había luna, era luna nueva, así se queda la vía láctea limpia. Aprovechamos eso y pude lograr esas fotos”, apuntó sobre unas imágenes que causaron sensación en las redes sociales. Igualmente, adelantó que su próxima visita sería Concepción, todo lo que es Tagatiyá, la zona turística.