Muchas veces los arqueros son determinantes para sostener un resultado. Y en este caso, si Luqueño salió vivo de Pedro Juan Caballero fue porque tuvo su santo aparte. Ese fue Alfredo Aguilar. El arquero, que estuvo ausente en la semana de Copa por un problema muscular, reapareció para salvar –literalmente– de la derrota a Sportivo Luqueño ante el 2 de Mayo.
El Auriazul sufrió el desgaste hecho ante Racing en la semana y aunque presentó varias modificaciones, sufrió físicamente en la terraza del país, por lo que aguantó heroicamente el cierre del partido.
Tras un inicio impetuoso, se fue quedando a merced de los locales, hasta el punto de resguardarse en su campo ante la arremetida desde todos los flancos del cuadro local.
Luqueño tuvo la vuelta de Jorge Benítez. El Conejo fue el único que puso en aprietos a la defensa pedrojuanina, pero luego de los golpes recibidos, se tuvo que ir sentido en el cuarto de hora del segundo tiempo, por lo que el dominio local se hizo más evidente. Los cambios de Julio Cáceres equilibraron en algo el partido, pero el 2 de Mayo no cesó en su insistencia de llegar al gol, pero una y otra vez tropezó con la figura de Aguilar, que sacó, por lo bajo, unas seis pelotas que iban destino a la red.
A la hora del balance final, el que festeja el resultado es Luqueño, porque no lo pasó bien en el trámite del partido, ante un rival que quiso, lo buscó de todas las formas pero que se encontró con un murallón que le impidió sumar los tres puntos en casa.
A Sportivo Luqueño le sienta bien estar con los de arriba. Luego de lo que fue su gris empate ante Ameliano la fecha pasada, el cuadro de Julio César Cáceres redondeó un partido correcto ante General Caballero de Mallorquín, al que derrotó por 2-1 en su propio feudo de Ka’arendy, para ubicarse en la cuarta posición de la tabla.
Y eso que el inicio no fue nada auspicioso para el cuadro auriazul. Una mano penal de Rodi Ferreira no advertida al principio por el juez Juan López, pero que lo divisaron en el VAR, le permitió a Diego “Chino” Martínez, decretar el primero del partido para ilusionar a un equipo que está con la soga al cuello en la tabla y el promedio.
Sin embargo, la reacción luqueña se dio en forma inmediata, tomando el protagonismo del partido y llegando al tanto de la paridad cuando promediaba la media hora de juego. Nicolás Maná metió un centro para Lucas Barrios, quien encontró el pie del defensor Éver Fernández, que no hizo otra cosa que desviar la pelota al ángulo de su propio arco ante un sorprendido Gustavo Arévalos.
Al General le costó armar jugadas de peligro frente al arco de Aguilar y es por eso que a Luqueño se le facilitó la tarea. Si bien no llegó al tanto del desequilibrio en la primera etapa, sí lo hizo al inicio del segundo tiempo cuando luego de un córner y un tumulto en el área, Rodi Ferreira metió el puntín para decretar el segundo y su revancha personal por aquel penal que cometió.
A partir de ahí, Luqueño tuvo al menos dos o tres ocasiones más para liquidar el pleito con algunos contragolpes que no pudo concretar. General, muy endeble en ataque, sufrió una vez más otra caída y no encuentra el rumbo para salir del pozo.
Luqueño busca esta noche vencer al Bragantino brasileño, uno de los punteros del grupo H de la Copa Sudamericana y de esa manera lavarse la cara de su magra gestión en la competencia y lo más importante adjudicarse los 115.000 dólares (862.500.000 de guaraníes), que otorga la Conmebol por mérito deportivo. El cotejo se disputa en el estadio Defensores del Chaco, a partir de las 20:00.
El cuadro luqueño defraudó totalmente en la presente Copa Sudamericana, estando anclado en la cola de la llave, con solo un punto logrado, producto de un empate, jugando de local, frente al equipo chileno de Coquimbo Unido.
Después en la foja auriazul figuran tres derrotas, uno en casa ante Racing de Avellanada 0-2 y dos caídas de visitante, frente al Coquimbo por 1 a 0 y ante el rival de esta noche, por 2-1, en el Brasil.
Luqueño busca otra victoria en el torneo Apertura en su partido ante Ameliano, a disputarse hoy en el estadio Feliciano Cáceres, con el apoyo de su público, que está entusiasmado a nivel local tras su triunfo en la fecha precedente ante Nacional de visitante.
El elenco de Julio César Cáceres toca fondo en la Copa Sudamericana con un solo punto y entonces se enfoca en el fútbol casero y una nueva victoria servirá para mantenerse arriba en la tabla. En tanto que Ameliano debe reformularse para recuperar su nivel tras su duro tropiezo ante Guaraní. No obstante, en la Sudamericana anda muy bien, sacando pecho por el fútbol guaraní.
Mientras que Trinidense, que hizo un enorme gasto en la Sudamericana ante Boca Juniors, se cruza ante Nacional en el torneo Apertura, en un duelo de equipos coleros y que necesitan de los puntos para salir de la incómoda posición.
Luqueño aprovechó la superioridad numérica en el segundo tiempo por la expulsión del defensor Alexis Núñez para castigar en su propia casa a Nacional.
Un movido primer periodo animaron ambos equipos en el estadio Arsenio Erico, en donde salieron en busca de la victoria sin la claridad necesaria, pero con actitud de los futbolistas, quienes sin embargo fallaron en la línea de definición. El 10 auriazul Nicolás Maná tuvo en sus pies la mejor opción, pero demoró y los locales abortaron la intención. Ignacio Bailone igualmente generó una chance de anotar, pero su remate fue displicente.
El defensor tricolor Alexis Cañete dejó la cancha antes de expirar el primer tiempo (45′) por doble tarjeta amarilla, lo que perjudicó al equipo en el complemento.
En la reanudación del partido, la intensidad no varió pese a la inferioridad numérica del dueño de casa, luego se cansaron las piernas y el Auriazul sacó una ventaja con la conquista de Maná, quien culminó una gran jugada de la ofensiva luqueña.
El Auriazul retorna a la victoria tras su caída ante Tacuary, en tanto que Nacional volvió a perder y se complica.