Luqueño no supo mantener la ventaja y en el último minuto permitió la igualdad del visitante. El empate le quedó bien a los primeros 45 minutos, ya que no hubo un dominador absoluto y ambos arqueros intervinieron por igual.
Sorprendió el sistema táctico de los esteños cuando aparecieron en la alineación tres delanteros de punta, aunque en la práctica solo Clementino se quedó bien arriba en medio de los centrales auriazules. Igualmente llamó la atención la ausencia en el plantel mallorquino de Guillermo Hauché, uno de los talentosos del conjunto. Sin ninguna posibilidad de abrirse el marcador terminó la fracción inicial.
En la complementaria, un balón dentro del área, que fue cabeceado por Iván Villalba, le dio el tanto a Luqueño, y cerca del final, Aguilar, la gran figura del cotejo, le quitó el gol a Clementino, pero a los 90 minutos, el recién ingresado Jorge Armoa logró el empate que permite al esteño seguir invicto en el torneo.
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General castigó duro a Luqueño
- por Martín Villagra
- martin.villagra@nacionmedia.com
En duelo de equipos necesitados, General Caballero se hizo fuerte anoche en su estadio Ka’arendy de Juan León Mallorquín, goleó por 3 a 0 con efectividad y practicismo al Sportivo Luqueño.
Los dos goles tempraneros de Ronald Roa comenzaron a sentenciar a los visitantes, cuya crisis se extendió con la tercera conquista de Cristian Báez en la complementaria.
De contragolpe, Ronald Roa aprovechó el gran pase de Jordan Santacruz, convirtió tempraneramente el primero para los Rojos y sorprendió a un arquero Alfredo Aguilar mal ubicado, que resbaló y no pudo cortar el débil remate colocado.
Apenas tres minutos después, Teodoro Arce emprendió corrida por la izquierda, habilitó al medio y Ronald Roa convirtió su doblete con remate certero antes del minuto diez.
Un par de intervenciones del arquero Luis Guillén fue lo que generó un confuso equipo Luqueño, que intentó reaccionar, pero no tuvo argumentos y con buena ventaja para el local se cerró el primer tiempo.
En la etapa complementaria, General siguió punzante, ordenado para contragolpear y supo cuidar su zona defensiva. A Luqueño no le salió nada, ni los cambios tuvieron efecto y todo lo generado fue esporádico.
Para coronar su terrible noche, el arquero Alfredo Aguilar salió mal, pifió y dejó la pelota en los pies de Cristian Báez, quien con arco a disposición marcó el tercer tanto para General Caballero, que tuvo como figuras excluyentes a los ofensivos Ronald Roa y Teodoro Arce.
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Olimpia sufrió para ganar a pesar de ser superior
- Por Luis Irala
- Nación Media
Olimpia pudo haber vencido por más goles de diferencia que el 1 a 0 y sufrió al final por el asedio luqueño. No se dio el proverbio que reza “Técnico que debuta, gana” y Gustavo Morínigo, que fue expulsado, empezó con derrota.
Olimpia fue mejor que Luqueño en la primera etapa, pero la mayor ambición franjeada no pudo terminar en la red adversaria. Los primeros 25 minutos fueron un monólogo olimpista en cancha contraria, pero sin efectividad como para llegar al tanto inaugural; un poco por las buenas intervenciones del golero Alfredo Aguilar y también por la poca precisión de los remates franjeados de media distancia. Ortiz y Franco probaron la seguridad de Aguilar y Zabala, Redes y el mismo Franco no acertaron el arco.
Luqueño, que estaba “formateado” solo para defenderse, tuvo apenas dos llegadas esporádicas frente al arco rival. En la primera el arquero de Marino Arzamendia se lució ante un remate de Elvio Vera, que iba al ángulo derecho de su arco, y en otra jugada Pasadore perdió ante la salida del guardavallas franjeado. La primera etapa se fue sin abrirse el marcador.
En la complementaria, el dominio olimpista se acentuó. A los 50′, Marchio sacó sobre la línea un remate de Derlis González, poco después Robert Rojas increíblemente tiró desviado cuando estaba solo frente al arco y por fin sobre los 58 minutos, el sustituto Hugo Fernández, de gran gestión, tras buena habilitación del debutante Abreu, remató un zurdazo al ángulo derecho de Aguilar para marcar el justiciero tanto franjeado.
Olimpia pudo anotar otro gol, pero no concretó y sobre el final Luqueño llenó de centros el área rival, pero sin evitar la derrota. Segundo triunfo al hilo del Decano para estar prendido arriba.
REACCIÓN
“El equipo tuvo gran desgaste”
“El equipo hizo un gran desgaste, pero al no encontrar espacios, conociendo al rival y la cancha, no pudimos encontrar los recursos para finalizar con claridad. En el primer tiempo tuvimos 23 remates, quizás era la vía para encontrar el gol, y en el segundo tiempo llegamos al gol por esa vía”, explicó anoche Martín Palermo. El equipo fue fuerte defensivamente, el desgaste fue grande, el equipo va respondiendo, tuvo respuesta para reponerse del comienzo que tuvimos. Espero que la lesión de Marcos Gómez no sea grave”, deseó el Titán Martín. Mientras que el goleador, Hugo Fernández, espera que no se sufra tanto para ganar los partidos: “Un triunfo muy importante ante un rival duro. En el primer tiempo se cerraron muy bien, en el segundo salieron más y ahí aprovechamos el espacio que dejaron para convertir. Ahora a corregir los errores para no sufrir demasiado”.
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Morínigo maneja dos alternativas
Sportivo Luqueño todavía no pudo ganar en el campeonato y quiere dar el golpe ante Olimpia. Con Gustavo Morínigo completó ayer su quinto día de trabajo y aunque el equipo no está confirmado, el estratega auriazul dispondría de dos cambios, teniendo en cuenta el partido que disputó y cayó ante Trinidense en la fecha anterior.
Tras los trabajos de la semana, Morínigo apostaría por la vuelta de Fernando Benítez en la zona medular y el ingreso de Elvio Vera o Guillermo Hauché. Los que dejarían su lugar son Iván “Tito” Torres y Marcelo Pérez, al que todavía le falta estar en su plenitud física. La decisión del entrenador auriazul se sabrá solo horas antes del partido, aunque se sabe que ordenará un equipo con apuesta ofensiva, como es su característica.
En cuanto al movimiento de entradas, el club comenzó ayer el canje para sus socios y también la venta para el público en general, con muy buena receptividad, por lo que se presume que el estadio Luis Salinas presentará un marco importante de público, más todavía por el rival que le tocará en esta ocasión
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Con golpe letal en la agonía
En un partido que lo tuvo a su favor desde el trámite, principalmente en el primer tiempo, pero que lo terminó inclinando en el marcador recién sobre el final del partido, Sportivo Trinidense festejó su primer triunfo. Lo hizo ante un discreto Sportivo Luqueño, que sigue mostrando un nivel bastante pobre en este inicio del torneo Apertura.
Si alguien tomó el protagonismo del encuentro jugado en Villa Elisa, ese fue el cuadro de Trinidad. Porque presionó arriba y muy bien, y porque cuando sus jugadores se juntaron para jugar, lo hicieron muy bien.
Así fue que comenzó a llegar en más de un par de ocasiones. Exactamente fueron tres las ocasiones en las que el equipo de José Arrúa desperdició jugadas claras de gol. Para Luqueño fue complicado controlar a Manuel Romero (que se fue rápido del partido por una lesión) y generadores del juego como Luis de la Cruz, que fue uno de los que desperdició un gol cantado.
Luqueño, que casi no molestó al arquero Víctor Samudio en la primera etapa, necesitaba un cambio radical en el segundo y logró equilibrar el juego con los ingresos de Elvio Vera y, principalmente, de Hauche. De todas formas, no tuvo lo suficiente como para merecer ganar el partido.
GOL Y TRIUNFO
Ese bache futbolístico del segundo tiempo fue precisamente lo que hizo pensar que el partido se cerraría sin la emoción del gol. Pero no fue así.
Luqueño tuvo todo a su favor para intentarlo porque Trinidense se quedó con diez por la roja directa a su zaguero Agustín da Silveira, pero fue el que sufrió el embate.
Tras un centro de Luis de la Cruz, fue el propio defensor luqueño Alexis Villalba quien en su intento por despejar no hizo otra cosa que dejar la pelota servida a Ronaldo Báez, que con fuerte remate de zurda decretó el único tanto del partido en la agonía. El golpe ya estaba hecho a favor de un Trinidense que fue el que más quiso. Para Sportivo Luqueño fue la ratificación de su pobre propuesta futbolística.