Miles de hinchas del Botafogo en la cancha en pleno festejo del campeonato de la serie B fueron testigos de un acto de amor que recorrió el mundo. El portero del equipo, el experimentado paraguayo Roberto Júnior Fernández sorprendió a todos al proponerle matrimonio a su novia. Como no podía ser de otra manera, la feliz mujer Silvia Santander aceptó emocionada el anillo y un ramo de flores. La misma es la madre de la hija que tienen ambos.
El “Fogão” terminó en la primera división en el mencionado campeonato con 70 puntos, lo que además de la copa le da el derecho de volver a la primera división (Brasileirão) en el 2022. Fernández sigue recuperándose de una lesión del año pasado y recién en la próxima temporada volverá a tener acción oficial.
QUIEREN A RECALDE
El técnico paraguayo Gustavo Morínigo, quien ascendió al Coritiba en Brasil, ya planifica la reconstrucción del plantel para el 2022. Según trascendió y admitió el mismo empresario Regis Marques, Jorge Redalde, actualmente en Olimpia, está en el interés del club. No obstante, admitió que el costo del delantero es alto y que se debe esperar para ver si se ajusta al presupuesto del Coritiba.
Mientras que Gustavo Florentín, que desciende con Sport Recife, puede reclutar a Óscar Ruiz, quien no tuvo minutos en los últimos partidos del Bahía, y el estratega guaraní puede rescatarlo.
Mientras que en México, el paraguayo Carlos González de Tigres es el único que estará en las semifinales del torneo Apertura 2021. Quedaron fuera Richard Sánchez, Antony Silva y Celso Ortiz, quienes fueron titulares el fin de semana. Atlas-Pumas y León-Tigres serán las semifinales.
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Vinculan de nuevo a Gatito con Botafogo
Fuertes versiones de medios periodísticos de Brasil vinculan al arquero paraguayo Roberto “Gatito” Fernández nuevamente con el Botafogo, campeón de la Copa Libertadores 2024.
El portero, también integrante de la selección absoluta de Paraguay, dejó el club hace seis meses para firmar con Cerro Porteño, club en el que recientemente perdió la titularidad.
“El Botafogo está negociando el fichaje de Gatito Fernández. El club contactó al portero recientemente para hablar sobre su posible regreso; le gustaron los contactos y las conversaciones van bien. Hay optimismo respecto a un acuerdo”, publicó Globo.com.
El mismo medio explicó que con la lesión de Léo Linck, quien todavía no tiene asegurada su presencia en el Mundial de Clubes por un problema en el hombro izquierdo, la directiva albinegro entendió que era necesaria la presencia de un portero con más experiencia en la plantilla.
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El amor según la Biblia
Una de las porciones más maravillosas de toda la Biblia está ubicada en el libro de 1 Corintios 13:1-13 y está dedicada al amor. Fue escrita por el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo.
En el contexto de este párrafo, titulado en la Versión Reina Valera (1960) como la “Preeminencia del amor”, el apóstol habla de los dones que Dios puso en el ser humano para edificación de los creyentes y la ayuda mutua entre las cuales están el don de ayuda, el don de sanidad, de ciencia, de profecía, el don de enseñar, el don de hacer milagros, el de liderar, etc.
Y destaca la importancia de cada uno de esos dones, pero al final destaca el don más importante de todos y que sobrepasa por lejos a todas las demás: el don del amor.
Dice que Dios da dones según su voluntad a quien el quiera dar y por eso algunos tienen un don pero no todos tienen el mismo don y que así funcionarían todos como un cuerpo humano donde, con muchos miembros, trabajan coordinadamente para beneficio de todos, pero ese don tan grande y sublime si podrían, y deberían, tenerlos todos.
Arranca diciendo en el verso uno que si alguien lograse todo en la vida, todo tipo de éxito, relevancia, ciencia y conocimiento pero no tiene amor no era nadie.
Dice que una persona podría hacer todo tipo de caridad al punto de donar todos sus bienes e inmolarse por otros, pero que si no tiene amor no le sirve de nada. Dice que podría ser la persona con mas fe del mundo y la más espiritual, pero sin amor no tenía nada.
Luego en el verso cuatro empieza a definir el amor y no empieza con algo así como: “El amor es romántico”, o “el amor es placentero”, o “el amor es felicidad”, todo lo contrario, dice: “El amor es sufrido”, y es verdad, quien ama está aceptando también el sufrimiento, el sufrimiento solo aflora cuando uno ama de verdad y su entrega es sincera y total.
Dice también que “el amor es benigno”, “no tiene envidia” (no compite con la persona amada). En el verso cinco continúa: “No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza en la injusticia, mas se goza en la verdad”.
Si tan solo nos entregásemos a un amor tan sincero como este creo que casi la totalidad de todos los problemas que tenemos como parejas, familia, amistad o en cualquier relacionamiento humano desaparecería. Pablo dice, en otras palabras, que el amor es “renuncia en bien del otro”.
El verso siete dice que el amor “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Sufrir, creer, esperar y soportar para ver lo mejor de la persona amada, para ser formado en un carácter maduro y responsable, leal y sincero.
El camino hacia un amor sólido y maduro está empedrado de pruebas y desafíos que, de sortearlos correctamente, nos llevarán a experimentar un amor mucho más sublime, profundo, sincero, y sólido que el “enamoramiento” o esa primera etapa tan intensa, emociona y “química” que tanto busca el mundo.
Ese no es el verdadero amor, ese es apenas el detonante que ve todo lo mejor del otro, pero no de manera objetiva, sino de manera apasionada e irracional, hasta que baja ese “cocktail” cerebral formado, según la ciencia, por dopamina, adrenalina y norepinefrina empezamos a ver esa realidad y es ahí donde entra la madurez, el amor sincero que ama, no solo lo bueno del otro, sino que está dispuesto aceptar también o malo y sufrir por servir y seguir perseverando en la construcción del verdadero amor.
Termina este “himno a la entrega” diceindo que ahora, en esta vida tan incierta y cambiante donde estamos de viaje hacia la eternidad “permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (13).
Según Dios, que es amor (1 Juan 4:8), nada esta por encima del amor.
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Un Dios de amor
- Emilio Agüero Esgaib
- Pastor
La Biblia nos dice que Jesús, a más de salvarnos, nos vino a mostrar quién es el Padre: “…¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre?... Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí” (Jn. 14.7-10). Conocemos quién es realmente Dios al conocer a Cristo.
Muchas de las parábolas que Jesús enseñó tenían como fin mostrarnos el carácter del Padre. Una de las más famosas, la del Hijo pródigo, nos habla de un Padre cobertor, respetuoso de nuestras decisiones, proveedor, reconciliador, pero, a más de esto, misericordioso y lleno de gracia.
Quien no conoce a Dios como Padre, aún no lo conoce en esencia. Digo esto porque muchos ven a Dios más como juez, jefe, inalcanzable, y hasta tirano, pero Él es, básicamente, un Padre.
Esta parábola, la del Hijo pródigo, está precedida por dos anteriores que nos hablan de la “oveja perdida” (capítulo 15.1-7 de Lucas ) y la “moneda perdida” (Lc.15.8-10), para luego concluir con la del “Hijo pródigo”. Están relatadas a los publicanos y pecadores, personas despreciadas por los religiosos como los fariseos y escribas, que se creían mejores que los demás y juzgaban a Jesús como un hombre que se juntaba con la escoria de la sociedad. Estaban llenos de autosuficiencia y falsa moral, propias de los que profesan una religión sin realmente practicarla ni conocer a Dios.
Jesús, al relatar estas parábolas, estaba diciéndole, por un lado, a los pecadores, que, si se arrepienten y regresan a Dios, este les recibiría con los brazos abiertos y les perdonaría y restauraría y, por otro lado, a los fariseos, que les mostraría la verdadera actitud de un cristiano y la de Dios Padre, que es la de ser perdonador y amoroso, dispuesto a recibir al pecador arrepentido y tener compasión de Él.
Jesús relata en estas tres parábolas que, cuando uno se arrepiente, Dios no le recibe con una lista de reclamos sino que le perdona y hay “gran gozo” en encontrar al perdido.
En la parábola del “Hijo pródigo” nos habla de un hijo rebelde que dejó la casa del Padre para vivir como a Él se le antojaba. Por supuesto que eso obedecía a una profunda rebeldía e ingratitud hacia su amoroso y protector padre. Pero como casi siempre ocurre, una vez que ese hijo rebelde empieza a ver los efectos de su pecado y a pagar las consecuencias, “vuelve en sí” y regresa al lugar de donde nunca debió haber salido, a la casa del Padre.
Él ya no se creía digno de ser llamado hijo, pero el padre, con su gran amor, no vio las cosas así sino que lo recibió en amor y lo restauró a lo que era, un hijo. Le dio un anillo, símbolo de autoridad, una túnica, símbolo de cobertura, una sandalia, símbolo de testimonio y mató un cordero para festejar con él haciendo fiesta. El cordero simboliza a Cristo, quien pagó por nuestros pecados como el mayor símbolo de amor y restauración de Dios hacia un mundo rebelde (Juan 3.16).
Esta parábola no es más que la historia de todos los seres humanos que se han alejado de Dios, pero que siempre tendrán un Padre amoroso esperándoles para restaurarlos, si se acercan a Él arrepentidos, a través de su único mediador, Jesucristo: “Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. (Juan 14.6).
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Gatito: “Me iba al baño a llorar”
El portero paraguayo Júnior Fernández dejó atrás momentos oscuros por lesiones para vivir un año de ensueño en el Botafogo, campeón de la Libertadores, a un punto del Brasileirão (mañana se define) y la Albirroja absoluta, que se encamina al Mundial.
El experimentado futbolista de 36 años recordó los episodios más complicados que tuvo que pasar en el conjunto de Río de Janeiro a causa de una serie de lesiones importantes que lo tuvieron a maltraer.
“Fue mucho tiempo fuera y yo lo sufría muchísimo. Ese fue el momento más difícil en los últimos años en el club, estaba peleando para no caer y yo no podía estar en la cancha con mis compañeros”, indicó en charla con “Versus radio” por la 970AM de Nación Media.
LÁGRIMAS DE IMPOTENCIA
“Recuerdo muy bien que yo iba a los partidos de Botafogo a mirar a mis compañeros, ellos entraban a la cancha y yo me iba al baño a llorar, porque no aguantaba todo lo que yo estaba viviendo, no veía una luz al final del túnel con respecto a mi lesión. Eso era algo muy incierto por lo que yo venía pasando en el club y con la lesión”, ilustró el excelente portero guaraní.
En ese sentido, Gatito Fernández se extendió un poco más y explicó qué fue lo que le pasó exactamente en esa época en la que desapareció prácticamente de la escena futbolera.
“Al final de 2019 venía jugando con una molestia en la rodilla, siempre jugando con remedios. En el 2020 también comienzo jugando con la misma molestia. Luego tenemos la parada de la pandemia, luego el dolor empeoró”, contó.
“Venía jugando así hasta que coincidentemente fui a jugar con la selección, después de ese partido no conseguía más jugar, la rodilla me dolía muchísimo, no podía tener una vida social normal. A partir de ahí fueron un año y 5 meses sin poder actuar, yo intentando volver a entrenar, no lo conseguía. Pasé por una cirugía”, contó Fernández, un hombre con fe en Dios.
“Siempre digo a todo el mundo que Dios hizo un milagro, porque nunca más sentí ningún dolor, ninguna molestia después de tanto sufrimiento”, resaltó, pese a que los doctores le dijeron que no llegará a jugar hasta los 40 años como él quería para entrar con su hija a la cancha. “Pensé que era el fin de mi carrera”, expresó.
PESADILLA SIN FIN
“Luego, cuando parecía que ya había pasado el mal momento y que era tiempo de buenas noticias, Júnior volvió a sufrir otro durísimo golpe. “Ahí comencé a jugar en el 2022 y faltando dos fechas para que terminara el campeonato, en un partido contra Atlético Mineiro, me rompo el hombro y termino el año operándome del hombro. Parecía una pesadilla sin fin, que salía de una para volver a entrar en otra. Parecía que el 2022 era un año maravilloso, porque volvía a jugar casi todo el año y faltando dos fechas ocurrió eso”, recordó.
Hace 8 años que llegó a Botofogo y se sintió como en casa siempre. Este mes fenece su contrato y piensa seguir en la entidad en donde los dirigentes e hinchas lo idolatran, porque siempre se mantuvo firme hasta en el descenso. “Sentía en mi corazón que tenía un propósito en el club”, confesó.
El portero de la selección guaraní dijo que el técnico Gustavo Alfaro es la pieza clave, porque no pierde tiempo y trabaja en la parte táctica y sicológica, destacó. “Es un momento maravilloso lo que pasamos en el grupo con el presente de la selección paraguaya”, se alegró el Gatito.