Cuiabá, Brasil. AFP.

Los Uruguay-Chile dejaron de ser un partido más desde aquel incidente Jara-Cavani en 2015. Se convirtieron en ene­migos íntimos y en el duelo de este lunes, por la tercera fecha del Grupo A, volverá a haber mucho en juego.

Serán tres puntos capitales para el ganador en la mun­dialista Arena Pantanal en Cuiabá, porque si La Roja llega a ser la vencedora dirá presente en los cuartos de final a falta de su choque con Paraguay, el jue­ves en Brasilia, lo que compli­caría el futuro de la Celeste con una segunda derrota.

“Uruguay es un rival al que lógicamente conozco muy bien. Un rival difícil con jugadores con mucho peso histórico y otros en plan de renovación muy buenos, llevan jugando juntos hace mucho tiempo, y eso lo hace muy difícil”, advir­tió el DT de La Roja, el uru­guayo Martín Lasarte.

“Recién debutamos en la Copa y ahora se nos vienen tres par­tidos en los que tenemos que hacer nuestro camino y clasi­ficar de la mejor manera posi­ble”, dijo en rueda de prensa virtual este domingo el “maes­tro” Óscar Tabárez.

RUPTURA DE BURBUJA

La federación de fútbol de Chile reconoció la ruptura de la burbuja sanitaria de La Roja por la presencia sin auto­rización de un peluquero en la concentración. “La Fede­ración y el cuerpo técnico reconocen el incumplimiento de la burbuja sanitaria de la delegación con el ingreso no autorizado de un peluquero que, pese a contar con exa­men PCR negativo, no debió haber entrado en contacto con los jugadores”, señaló la Federación.

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