Pasaron 24 años y en la Argentina no olvidan el cabezazo del paraguayo Celso Rafael Ayala, quien marcó un golazo para River Plate en su estadio Monumental para empatar 3-3 ante Boca Juniors tras ir abajo 0-3. La igualdad en el superclásico se festejó como un triunfo aquel 23 de marzo de 1997. Celso Ayala marcó uno de los tantos goles de cabeza en su carrera, seguramente uno de los más importantes sobre los 43 minutos del segundo tiempo.
“El 3-3 se festejó como un triunfo en el Monumental, porque Boca había arrancado 3-0 arriba en la primera media hora. Pintaba para una goleada histórica del eterno rival en Núñez.
Sin embargo, la tarde terminó con euforia de los hinchas millonarios gracias al perfecto cabezazo que metió el paraguayo Celso Ayala a los 41 minutos del segundo tiempo”, referenció el diario deportivo Olé de la Argentina.
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Cabezazo, gol y punta franjeada
- Por Juan Vicente Duarte
- Nacion Media
Olimpia logró anoche un ajustado triunfo de 1-0 sobre Sol de América y saltó a la punta, en espera de lo que hagan mañana Cerro Porteño y 2 de Mayo en sus respectivos partidos.
No fue un triunfo fácil ni mucho menos para el cuadro de Martín Palermo. A diferencia del partido anterior, en los primeros minutos le costó muchísimo hilar su juego e incluso estuvo más a merced del rival, que entró con la intención de buscar el resultado.
Pero lo que cambió el panorama fue el gol de Capasso, que por su concepción y oportunismo le dio tranquilidad para volver a retomar su buen juego.
Ese tanto vino de un error defensivo solense en la previa, que se complicó en un despeje. El juvenil Hugo Adrián Benítez encaró a Medina, que pudo despejar al córner. De ese tiro de esquina, el zaguero argentino se elevó más que todos para conectar un cabezazo esquinado que finalmente supuso el único tanto del partido.
En el complemento y con sus cambios, Sol apuró, pero Olimpia siempre respondió bien en defensa y con Olveira apagando el fuego en un par de ocasiones. El Franjeado tuvo al menos cuatro chances más, pero no las pudo embocar.
El Danzarín se quedó con diez por expulsión de Graterol tras una falta sobre Benítez e intervención del VAR, pero igual peleó hasta donde pudo, aunque no logró su cometido. Buen triunfo franjeado, que suma y sigue.
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Golazo y gran clasificación
La selección paraguaya Sub-23 olímpica logró ayer su clasificación a los cuartos de final en los Juegos de París 2024, tras vencer a Malí por la cuenta de 1-0. El equipo que dirige Carlos Jara Saguier se puso muy rápido en ventaja luego de una gran jugada colectiva de la que participaron Fabián Balbuena, Julio Enciso, Marcelo Pérez y Marcelo Fernández. Este, tras recibir el pase y acomodar el balón, metió el zurdazo impresionante para desatar la locura albirroja cuando apenas se jugaban 4′ de partido.
El gol fue clave para darle tranquilidad a un equipo que mostró carácter, determinación y por momentos buen fútbol en el primer tiempo. Físicamente, el rival exigió muchísimo, pero aún así y gracias a la muy buena marca impuesta por los nuestros, el equipo paraguayo no sufrió en portería y por el contrario, pudo haber aumentado el marcador en un par de jugadas. Una de ellas, tras un gran arranque de Enciso, cuyo potente remate se fue apenas desviado.
Ese gran despliegue del primer tiempo pasó factura en el segundo periodo. Malí, apurado por el resultado, impuso su mejor condición física para acercar peligro al arco paraguayo. Pero ahí apareció la figura de Júnior Fernández para acallar el grito de gol en un par de pelotas muy complicadas. Jara Saguier refrescó su equipo con cambios para tratar de equilibrar el juego, pero lo consiguió a medias. De todas formas, la entrega encomiable del equipo en general, hizo que se mantuviera el resultado a favor hasta el final, que le dio su merecida clasificación.
Esta selección está volviendo a mostrar el carácter que había impuesto en el Preolímpico y ahora Egipto espera en cuartos para buscar meterse entre los cuatro mejores.
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Brahian Ayala rescata el valor del triunfo
El 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero dejó sin invicto a Libertad, al que venció por 2-0 el domingo en su estadio Río Parapití con goles de Brahian Ayala, de penal, y Arnaldo Zárate. “Sabíamos que podíamos ganarle a Libertad o a cualquier equipo. Por suerte, se dio el penal tempranero y pudimos sacar ventaja”, dijo el futbolista Brahian Ayala, en declaraciones a Versus Radio/ Nación Media.
El autor del gol de penal que abrió el camino de la victoria para el Gallo Ñorteño destacó los méritos de la actual campaña del equipo, pese a la gente negativa que presagiaba lo peor al inicio del torneo de Primera División.
“Decían que arrancamos bien y que íbamos a caer”, añadió. Apuntó también que “hacerle sentir visitante a Cerro y Olimpia no es fácil, pero nuestro público acompaña siempre”, explicó.
El goleador mencionó que tiene nuevo representante, ya que recientemente firmó un contrato con el argentino Lucas Domenech. Por ahora está enfocado en el 2 de Mayo y no sabe nada de una eventual transferencia. En el torneo Apertura, el 2 de Mayo suma 24 puntos en 15 partidos, producto de 7 triunfos, 5 derrotas y 3 empates.
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Un gol; el otro, golazo: falta cambiar la mediocridad y el espíritu destructivo de los paraguayos
“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
Casi una semana fenomenal en febrero 2024. Ganó nuestra economía. Aplauso real de pocos y desinterés de muchos, por intereses creados, ignorancia y el arte de la oposición contrera por simple contrera que los hace popular, pero no respetados.
Ya no hay disidencia, sino confrontación. Casi una semana fenomenal en febrero 2024. Ganó la economía del país. Empezó el jueves 1 de febrero cuando la calificadora del riesgo país Standard and Poor’s –la más importante y prestigiosa de mundo– mejoró nuestra nota después de diez años, de “BB” a “BB+”, con perspectiva “estable” (hay que ir a “positiva”). ¿La razón en el título del informe? “Por la mayor resiliencia económica” (hablamos de fortaleza, resistencia, capacidad de reacción). No pocos minimizaron el gol con el argumento, entendible en los mentecatos, de que al final y en realidad la Standard no hizo otra cosa que ponerse al mismo nivel de las otras calificadoras Moody’s y Fitch, colocarnos prácticamente un paso de entrar en el grupo privilegiado de los países con el certificado de Grado de Inversión o Investment Grade (más creíbles y confiables en la capacidad de pago de las deudas soberanas o de un Estado), que es una suerte de graduación dejando atrás el muy manoseado como poco atractivo “Grado Especulativo” o Speculative Grade (con niveles de incertidumbre). Un 12 de junio de 2014 la Standard elevó nuestra calificación crediticia como país de “BB-” a “BB”. Nota que venía de la anterior suba de la clasificación de la deuda soberana del 25 de junio de 2012. El informe decía entonces: “Se considera que el país logrará un crecimiento sostenido debido al impulso del Gobierno a la inversión en infraestructura, a través de la Ley de Asociación Pública Privada (APP) y un manejo macroeconómico cauto”. Se mencionaba el esquema de metas de inflación adoptado por el Banco Central del Paraguay (BCP), su recapitalización y la ley de responsabilidad fiscal. Tuvieron que pasar diez años para que nos vieran mejor. Independientemente de que la calificación “BB+” de la Standard hoy también nos acerque al Grado de Inversión, y ni por un segundo desconocer que el informe que avala tal mejora no deja de ser crítico en aquello que nos es desfavorable como país y en lo económico, más allá de los aplausos, lo importante para mí es el dejar atrás un muy largo tiempo para que la principal empresa consultora del riesgo país del mundo nos vea más fuerte. De ahí el uso del término resiliencia.
Vayamos ahora al golazo del lunes 5 de febrero cuando el Gobierno colocó (vendió) en el mercado internacional bonos soberanos por 1.000 millones de dólares. Pero con un importante antecedente: el viernes 22 de diciembre del año pasado el Ministerio de Economía logró que en el mercado local se compraran bonos del Tesoro nacional en guaraníes por su equivalencia 222 millones de dólares, con la participación de inversores del exterior. Récord histórico, inédito. En una sola jornada. Dije entonces lo valioso que era defender nuestra moneda, el guaraní, hacienda que su uso y cambio fueran confiables para la gente. Y que ello no era fruto de un accidente, que es el calificativo que utilizan los dueños de la haraganería pensante, para menospreciar los logros económicos nuestros.
El lunes 5 fue histórico, inédito, trascendental. Esto es lo que se informó: “En dicha fecha, se llevaron a cabo dos emisiones significativas. En primer lugar, se lanzó la primera emisión de Bonos Soberanos en guaraníes, alcanzando un monto total de G. 3.643.235.000.000, equivalente a USD 500.000.000, a una tasa de interés del 7,9 %, con un plazo de vencimiento de 7 años. Además, se emitió un tramo adicional por un valor equivalente a USD 500.000.000, con una tasa del 6 % y un plazo de 12 años”. Y se agregó: “Es relevante señalar que la demanda del bono inaugural en guaraníes superó en 2,5 veces el monto adjudicado (oferta de USD 1.200 millones), mientras que para el tramo en USD fue 8 veces el monto adjudicado (oferta de USD 4.100 millones). Con esta estrategia, la cartera de deuda del país se diversifica, otorgando una mayor proporción a la moneda local, en consonancia con el programa de emisiones en guaraníes para 2024. Es importante destacar que el trabajo realizado en el mercado local, con el acceso a inversionistas no residentes, se reveló como un enfoque oportuno, llevando a dichos inversores a desear diversificar sus carteras de inversión mediante la adquisición de títulos en moneda local. Este enfoque no solo permitió una mejor tasa en comparación con las condiciones financieras de 2023, donde el bono en guaraníes a 7 años se encontraba a una tasa del 9,03 %, sino que también fortaleció la posición del país en los mercados financieros internacionales”.
Explicación útil: “La tasa se ubicó muy por debajo de la media regional y cercana a países con grado de inversión que han emitido internacionalmente en moneda local. Para los bonos en dólares la tasa de interés de la emisión fue históricamente baja, implicando el menor diferencial respecto a los bonos del Tesoro americano de una emisión en tiempos “no pandémicos”. Es igualmente inferior al promedio regional y cercano a países con grado de inversión. Más de 60 inversores institucionales internacionales han mostrado interés en adquirir los títulos del Gobierno paraguayo emitidos en guaraníes, mientras que dicho número superó los 150 para los denominados en dólares americanos”. En las últimas décadas en nuestro país se ha venido dando una invasión de mediocridad, con una velocidad y profundidad simplemente impresionantes. No se salva nadie ni sector alguno. Me decía un estudioso local: “En 35 años de democracia jamás hemos experimentado un triunfo tan aplastante de la mediocridad como la que ahora nos caracteriza. Y lo peor es que la abrazamos y la respetamos como nuestra cédula de identidad. Ser mediocre hoy no es un delito en Paraguay. Al contrario, queda bien, somos así mayoría en una sociedad en abismal decadencia”. Nuestros logros económicos, como los mencionados, en un escenario marcadamente imperfecto, deben ser valorizados en su justa medida. Los dos goles que conseguimos en casi una semana completa de febrero, no digo que pasaron desapercibidos, pero sí fueron relegados como superficiales. Nuestra economía nos puede calificar mejor como país con grado de inversión, pero una sociedad en decadencia, solo nos conduce a un grado de degeneración. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.