POR MARTÍN VILLAGRA

Periodista

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Cerro sufrió, aguantó, hizo sufrir al rival, tuvo sus chan­ces y no la desperdició. Se impuso a un rival directo, como Libertad en la Nueva Olla. Se decidió el partido en forma espectacular. Obra maestra de Federico “Pachi” Carrizo. Dominó el balón, acomodó para la derecha y remató con efecto. La pelota tomó altura, bajó rápidamente y tras rozar el travesaño, se metió aden­tro. Era el minuto 80. Un golazo. Quizás, Liber­tad haya merecido más y mejor suerte. En el fútbol, casi siempre, no bastan los merecimientos. Cuando las oportunidades no se mate­rializan, se paga caro, como en este caso.

Libertad comenzó apretando y ensució la salida clara de Cerro. Había pocos espacios. A los azulgranas les costaba ganar la segunda pelota. Antonio Bareiro estrelló un cabezazo al palo y Sebas­tián Ferreira quedó de cara al arco, pero falló. Cerro con­testó con un cabezazo de Nel­son Haedo. Sin sus laterales titulares, hubo retoques en la línea ofensiva. Eviden­temente, no fue el mismo equipo azulgrana de siem­pre, pero pudo arreglárselas.

En el segundo tiempo, Cerro lo equilibró. Libertad siguió con buenas posibilidades. Bareiro era picante y Mar­tínez rondaron el gol. El arquero azulgrana Miguel Martínez se comportó. El defensor central Alexis Duarte se multiplicó para tapar agujeros en el fondo del Ciclón.

Libertad se jugó todo. Atacó los últimos minutos con Cardozo, Bareiro, Ferreira y Martínez. Soltó a Espi­noza y Ramírez. A ellos, se sumó Lucas Sanabria. En el apuro, Adrián Martínez cometió una falta grave y se fue expulsado para cerrar la noche de mala fortuna liberteña.

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