En el anhelo de amar suele haber frustraciones y desánimos. De hecho, la mayoría atraviesa por ciertos altibajos y un importante proceso que, incluso, lleva a perder las esperanzas de encontrar a la persona correcta. Por eso, desde la psicología analizaron si el amor se debe buscar o dejarnos encontrar.
Aunque existen varias teorías respecto al amor, y en la actualidad podría ser un desafío difícil de alcanzar para muchos. Según los especialistas de la salud mental, en primer lugar, es importante aprender de las experiencias pasadas, tomar con seriedad el aprendizaje y ser consciente que el pasado no condiciona, ya que también hay muchos mitos sociales que limitan el amar y promueven el tomar las relaciones sentimentales con poca seriedad y sin compromiso.
Para la psicología, no existe un hilo rojo, un alma gemela o una media naranja, todos somos seres completos que nos relacionamos con otros para compartir sueños, proyectos y amor. A veces, podemos coincidir con la persona que nos gusta y otras veces no, pero no es conveniente obsesionarnos con gustarle al otro o con generar interés sí o sí en esa persona, porque el verdadero amor nunca se alcanza obligando al otro a algo que no siente.
Es importante tener la suficiente madurez como para aceptar las posibilidades, ya que muchas personas con tal de ser aceptadas o amadas por otros cambian sus gustos, amistades y forma de ser. De acuerdo a los expertos, esto no ayuda a encontrar amor, porque quien te quiera de esta manera, solo va a querer a la máscara que estás usando, siendo que la sinceridad es muy importante para lograr establecer una relación amorosa duradera.
El amor no depende del destino o del azar, sino de dos personas que apuestan por lo mismo, dicen los especialistas. Este sentimiento te encuentra, pero siempre y cuando no estés en encierro, por lo que es importante salir, tener vida social y hacer amigos para conocer a las personas con las cuales podés vincularte. Encontrar el amor también significa estar dispuesto a dejarse amar.
El vertiginoso ritmo de vida actual erosiona nuestra capacidad de amar y desear de manera auténtica porque estamos más enfocados en la gratificación instantánea, lo que nos hace descuidar otros aspectos igual de importantes para la experiencia humana. La proliferación de la pornografía no solo refleja, sino que también refuerza, una cultura narcisista en la que ya no se cultiva la conexión genuina con el otro.
La egocéntrica sociedad contemporánea promueve la búsqueda constante de nuevas y más variadas experiencias, lo que desalienta la paciencia para desarrollar relaciones significativas. Los supuestos del capitalismo neoliberal, sumados a la cultura del consumo y lo que emana de ella, atentan contra la dimensión trascendental del eros.
El eros es un concepto con significados que evolucionaron a lo largo de la historia de la filosofía, la literatura y la cultura. En esencia, es el impulso que lleva a los humanos hacia la unión, el amor y la belleza, que tiende a manifestarse a través del deseo sexual, pero también como una aspiración hacia la verdad absoluta y/o la cohesión espiritual.
Por ejemplo, Sigmund Freud utilizó el término eros para referirse a las fuerzas de vida o a los impulsos sexuales que buscan la preservación y la creación de vida. Eros, en la teoría freudiana, se opone a tánatos (el impulso de muerte).
FUERZA CREADORA
Eros fue entendido tanto como una fuerza creadora y constructiva como una experiencia compleja y a veces dolorosa, que refleja la profundidad y magnitud de las relaciones humanas.
En “El simposio”, de Platón, eros no es solo el amor erótico (o sexual), sino una fuerza que dirige a los humanos hacia la belleza, la sabiduría y, en última instancia, hacia lo divino.
Para los clásicos griegos, eros es visto como un deseo de unión con lo que es bello y bueno, una aspiración hacia lo sublime: comienza con la atracción física, pero trasciende hacia un amor que busca el conocimiento.
En la filosofía contemporánea, el concepto de eros ha sido reinterpretado en diversos contextos, como en la obra de Byung-Chul Han “La agonía del eros (2012)”, en la que explora las formas en que las fuerzas que hacen a la dinámica de la sexualidad y el deseo se han visto alteradas porque, a su entender, el amor que “requiere tiempo, paciencia y vulnerabilidad” se convierte “en algo obsoleto” entre individuos más interesados en la inmediatez (reacios a forjar vínculos).
ALTERIDAD
Para Han, “el eros no tiene lugar en la sociedad moderna, que tiende a trivializar, mecanizar y reducir las relaciones humanas a transacciones o formas de consumo”. Consecuentemente, la necesidad de estar siempre ocupado (produciendo) sofoca lo necesario para que el amor florezca.
La verdadera intimidad y el encuentro con el otro fueron reemplazados por la autogratificación en un mundo donde las personas restan valor a un compromiso real y afectivo con el otro, dado a que “están constantemente autoexigiéndose” en otros aspectos (generalmente en el laboral y académico).
Una parte crucial del amor, según el filósofo surcoreano, es la “capacidad de abrirse al otro y al misterio de la alteridad”. Sin embargo, en la cultura contemporánea “lo que se busca es la eliminación de la alteridad”. Es decir, cualquier cosa que sea diferente o incómoda o que interfiera con el deseo superficial simplemente es desechada o ignorada. Esto destruye la esencia del eros, “que tiene su origen y razón de ser en la tensión entre el yo y el otro”.
“SEXUALIDAD SIN RIESGO”
En lugar del amor, lo que prevalece es una forma descompuesta de deseo, centrada en el consumo rápido de experiencias y cuerpos. En este punto, la proliferación de la pornografía es asumida como un “síntoma” de la muerte del eros, ya que se trata de “sexualidad sin riesgo, sin el otro, una sexualidad que es puramente narcisista”. Y hablamos del narcisismo prevalente en la cultura contemporánea.
Es decir, al cosificar a las personas y reducirlas a meros objetos para la satisfacción, eliminamos la alteridad al despojar a la sexualidad de su profundidad, convirtiéndola en “un intercambio más que en un encuentro significativo entre personas (no hay espacio para la sorpresa, la incertidumbre o el descubrimiento, que son fundamentales en el deseo erótico)”.
El narcisismo está profundamente ligado a la protección del ego. Las personas narcisistas suelen evitar situaciones que puedan hacerlas sentir vulnerables o que pongan en riesgo su autoimagen. Sin embargo, el eros requiere vulnerabilidad, la disposición a exponerse, a ser herido y a entregarse al otro. El narcisista no puede entregarse completamente porque está a la defensiva de su propia autoafirmación y control.
El eros requiere profundidad, lo cual es opuesto a la superficialidad fomentada por el narcisismo. Aunque el entorno puede ser hostil, sobreviviría en una sociedad de una naturaleza distorsionada si se cultivan prácticas que valoren la autenticidad y la vulnerabilidad y la empatía para con el otro.
Han insiste en que el compromiso es otro antídoto contra el narcisismo, pues en un mundo que sobrevalora lo efímero optar por relaciones duraderas permite que el amor y el deseo se profundicen con el tiempo.
En última instancia, “resistir las tendencias narcisistas y buscar una forma de vida más conectada y humana es clave para que el amor y el deseo puedan prosperar en la modernidad”, afirma Han.
Cincuenta sombras de Grey made in Paraguay: empresario firmaba contrato con sus parejas
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El empresario Luis Augusto Montanaro, imputado por lesión del derecho a la comunicación y a la imagen por comercializar material explícito vía plataformas imitaba la película 50 sombras de Grey y hacía firmar contratos a sus parejas. El hoy imputado en el contrato se hacía llamar el “Amo” y su pareja la “Sumisa”.
Esta historia real estaría basada en la novela de la escritora británica E. L. James, que fue un gran éxito de ventas en 2011, y la posterior película “Cincuenta sombras de Grey” que desarrolla una temática dramática, romántica y erótica que describe la relación de una joven universitaria virgen con un millonario.
La fiscala del caso Ruth Benítez señaló que “el empresario tenía un acuerdo de relacionamiento con sus parejas y en el acuerdo, él se hacía llamar Amo, y a la pareja Sumisa”, explicó la representante del Ministerio Público.
De acuerdo a la representante del Ministerio Público, los documentos fueron encontrados durante un allanamiento en su departamento llevado a cabo días atrás.
Asimismo se informó que los contratos tenían una duración de 90 días con cada pareja del hoy imputado Luis Montanaro, quien ya está privado de su libertad en el Departamento Especializado en Cibercrimen de la Policía Nacional.
Parte del contrato que hacía firmar Montanaro a sus parejas decía “La Sumisa se someterá a toda actividad sexual que exija el Amo (Luis Montanaro) sin dudar y discutir”. Igualmente refiere el documento incautado en el procedimiento que “la Sumisa no se tocará ni se proporcionara placer sexual sin el permiso del Amo”.
También el contrato señala que “la Sumisa se comportará siempre con respeto hacia su Amo”. Del mismo modo en otro punto del documento refiere sobre actividades no permitidas “ninguna de la partes participará en actividades, actos sexuales que ambos consideren inseguro o inapropiados”.
Un hombre fue atacado por su novia, pero lo salvó su esposa
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En el centro de la ciudad de Curuguaty, la Policía Nacional debió auxiliar a un hombre que fue agredido por una de sus parejas con un arma blanca, la misma le propinó varias puñaladas a la altura de la cabeza y le causó varios cortes en la mano y los brazos.
La víctima, identificada como Andrés Godoy, de 52 años, tras ser atacado fue rápidamente auxiliado por su esposa, con quien aparentemente llegaron a un acuerdo para convivir también con su novia Paola Martínez, de 22 años, quien fue sindicada como la autora del ataque.
Los intervinientes manifestaron que es de público conocimiento que el hombre convivía con ambas mujeres en la misma casa y que no es la primera vez que se da un altercado entre él y su pareja más joven, ya que hacía como un año la misma también lo habría atacado y fue detenida en aquella ocasión y derivada a la penitenciaría del Buen Pastor.
Según las informaciones preliminares la mujer habría sido puesta en libertad hacía unos meses y tenía la intención de volver a la casa con la pareja y continuar la vida que tenían anteriormente, ya que ella y Andrés Godoy comparten la custodia de tres hijos en común que habrían quedado bajo su cuidado cuando fue detenida por el primer ataque.
Al ser dado de alta del Hospital Distrital de Curuguaty, Andrés Godoy conversó brevemente con los medios de comunicación locales y comentó que él habría abogado por ella para que sea liberada, pero que aparentemente la mujer quería repetir lo que le había hecho hacía un año, que le guardaba rencor y que esperaba que sea encontrada. Hasta el momento la joven se encuentra con paradero desconocido.
Para aprenderlo tendremos que volver sobre nosotros mismos, filosofar y remontar la pendiente de la naturaleza, porque la naturaleza ha querido la acción, pero no ha pensado mucho en la especulación. Foto: Gentileza
En noviembre de 1930 la revista sueca Nordisk Tidskrift publica el ensayo “Lo posible y lo real”, de Henri Bergson (1859-1941), filósofo y escritor francés. Dichas ideas habían sido expuestas en la apertura del “meeting filosófico” de Oxford, que el catedrático realizó el 24 de setiembre de 1920. Bergson hace referencia de ese dato y deja constancia de su disgusto por no poder ir a dar una conferencia a Estocolmo, según la costumbre, con ocasión del premio Nobel, destacando en ese momento que el artículo en cuestión solo había aparecido en lengua sueca.
Admirando el trabajo impregnado de arte, en las manos de un pintor frente a su cuadro y reflexionando sobre la influencia del tiempo, dándole una impronta de inmediatez y constante novedad imprevisible, el cual con una magistral asociación lo une a su discurso; además del efecto esencial que acarrea su presencia, al enseñar el impedimento de hacer todo de golpe, permitiendo que la elaboración se procese y, por lo tanto, la apreciación de los instantes y de los detalles tengan un significativo papel, el maestro construyó un escrito que invita a pensar, y que, paradójicamente, vive más allá del tiempo.
“Pero insisto demasiado sobre algo obvio. Todas esas consideraciones se imponen cuando se trata de una obra de arte. Creo que se terminará por encontrar evidente que el artista crea lo posible a la vez que lo real cuando ejecuta su obra”, acentuaba en pleno ensayo el profesor Bergson. Y evocaba la necesidad de conocerse a sí mismo e interpelarse, al respecto decía: “…sabemos bastante poco de nuestro poder creador; para aprenderlo tendremos que volver sobre nosotros mismos, filosofar y remontar la pendiente de la naturaleza, porque la naturaleza ha querido la acción, pero no ha pensado mucho en la especulación…”.
La idea es una obra trascendente para la humanidad, su impacto puede transformar emociones, actitudes y comportamientos. Permite, al decir de Bergson, encontrar referencias y establecer relaciones; funciones que las identifica como constitutivas de la inteligencia y que permiten la construcción del ser social.
Es lo posible y lo real aquello que ocasiona el pensar del filósofo Henri, entre sus líneas el artículo cuenta con definiciones que abren el acceso al pensamiento, tales como, “… lo posible es el efecto combinado de la realidad una vez aparecida y de un dispositivo que la proyecta hacia atrás”, “… es lo real lo que se hace posible, y no lo posible lo que llega a ser real”. Aunque hay que recordar el pedido de insistencia que el autor le realizaba al lector, todas esas consideraciones se imponen cuando se trata de una obra de arte. Y aquí cada uno podría asumir el rol del pintor, ese que Bergson homenajea con su pluma, y que bien puede ser todo aquel que asuma su condición creadora y constructiva.
La idea es una obra trascendente para la humanidad, su impacto puede transformar emociones, actitudes y comportamientos.