Tiene 26 años y el miércoles es uno de los días más importantes de su vida: su graduación. Jazmín Méndez es una joven que a pesar de las adversidades de la vida, logró terminar la carrera de comercio exterior y relaciones internacionales en la Uninorte.

La joven empezó contando a La Nación que a los 17 años le diagnosticaron lupus y venía en tratamiento, siempre pudo sobrellevar la enfermedad, pero en el 2018 fue la última vez que tuvo un brote que dañó completamente los riñones y a partir de ahí entró a diálisis. “Desde ahí todo fue más complicado porque mientras no se entra a diálisis, tu vida puede ser medio normal”, expresó.

Jazmín comentó que no tuvo ningún síntoma llamativo, iba a sus controles cada 3 meses de rutina y en uno de esos controles salieron mal los resultados. “Un día mis estudios salieron superalterados, mi función renal ya era del 13% nomás, siendo que 3 meses atrás tenía una función renal de 64%, lo normal prácticamente para las mujeres. Para mí fue un shock. Ese día tenía un examen en la facultad y me fui a mi control, después tenía que irme a la facultad”, recordó.

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Jazmín se realiza diálisis 3 veces por semana. Actualmente está en lista de espera para trasplante renal. Foto: Gentileza.

Complicaciones

Ese día, la situación se complicó porque la doctora le manifestó que sus resultados salieron súper mal y tenía que internarse. “Le dije a mi doctora que tenía dos exámenes que tenía que pasar y que, por favor, tenía que rendir, que al día siguiente podía volver para internarme. Fue así, fui a rendir mis exámenes con mi bolsón para internarme después. Fueron muchas cosas, pero a partir de ahí fue que vengo batallando más porque antes yo podía hacer mi vida más o menos normal. Una vez con la falla renal crónica ya fue mucho más difícil”, resaltó.

Jazmín dijo que actualmente está por fin en lista de espera para el trasplante renal después de casi 10 meses de lucha, ya que es demasiado protocolo llegar a estar en lista de espera.

“Lo que me costó fue la parte final de la facultad porque justo en mi último año me enfermé. Tuve insuficiencia renal crónica y cambió totalmente mi vida, eso fue lo que me llevó a retrasarme un poquito porque ya había terminado la carrera en el 2018, pero no pude lograr rendir mis exámenes finales, entonces vine arrastrando eso estos años hasta poder terminar completamente la carrera”, refirió.

Cómo sobrellevó

Al ser consultada sobre cómo hizo para sobrellevar la enfermedad y los momentos difíciles, afirmó ser católica, muy creyente y que sirve en la Iglesia: “Estoy en la pastoral juvenil luqueña y siempre me aferré a Dios antes que nada. Soy una persona que cree mucho que todo lo que pasa es por algo, que Dios tiene un propósito, no veo como algo demasiado malo, sino que es lo que me tocó vivir”.

“Siempre tuve el apoyo de mi familia, gracias a Dios les tengo a mis padres, a ambos y mi hermano. Creo que la familia es la que vive contigo a tu lado y sufre contigo tus batallas, la que te apoya. También mis amigos obviamente, tengo amigos muy queridos que siempre han estado conmigo porque realmente es difícil”, confesó.

Mencionó que si bien la enfermedad es difícil en todo momento, es más en la juventud porque uno empieza a vivir, tiene sueños, anhelos, cosas que quiere hacer y de repente hay una situación así que te cambia la vida. “Es cuestión también de afrontar lo que te pasa e igual seguir peleando por tus sueños, eso es lo que siempre les digo a mis amigos”, agregó.

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La joven trata de llevar una vida normal a pesar de sus enfermedades y comparte con sus amigos. Foto: Gentileza.

Lo más difícil

La entrevistada indicó que lo más difícil es ese primer diagnóstico que uno tiene. “Yo tenía 17 años cuando supe, estaba terminando el colegio con muchísimas ganas de viajar, de hacer muchas cosas. Después aprendí a vivir con mi enfermedad, sabía que en algún momento mis riñones iban a fallar completamente porque el riñón se va deteriorando, eso era algo de lo que ya estaba preparada mentalmente, más o menos”, relató.

“Entrar a diálisis es una de las cosas más difíciles porque tu rutina ya es diferente. Sí o sí 3 veces por semana tenés que dedicar e ir a estar en el sanatorio 3 a 4 horas y no podés hacer una vida totalmente normal por más de que uno procure”, enfatizó. Jazmín señaló que del lupus en sí no tiene otros síntomas, no tiene dolor de articulación, nada de eso, solamente la parte renal es el problema.

“Empecé con medicamentos orales, también me llegué a hacer quimioterapia no una muy fuerte como la gente que tiene cáncer, era algo un poco más leve. Me hice ciclos de quimio, que eran una vez al mes y me mantenía con pastillas, pero sí tengo algunos cuidados como que no puedo estar muy expuesta al sol, tomando inmunosupresores. Yendo a mis sesiones de quimio terminé el colegio y así también empecé la facultad en el 2014, prácticamente 2 años me hice, después me recuperé y viví normal. Entre el 2015 y 2016 volví a tener un año de quimio más o menos”, añadió.

Jazmín se siente bendecida por contar con el apoyo de su familia. Foto: Gentileza.

Cumplir los sueños

La joven remarcó que uno cuando está en situaciones difíciles se da cuenta de las cosas buenas que tiene en la vida y por las cuales agradecer. “A veces en nuestra rutina no nos damos cuenta que despertarnos es una bendición o poder trabajar. Yo, por ejemplo, ahora no puedo trabajar todavía, espero con ansias poder trasplantarme y poder el año que viene tener un trabajo normal”, expuso.

Instó a valorar lo que tenemos y que a pesar de las dificultades que nos toquen, porque cada uno tiene las suyas, no tenemos que dejar que eso nos impida cumplir nuestros sueños y luchar por cumplirlos, sobre todo los jóvenes. “Quiero ser también un ejemplo para esos amigos que si yo pude igual terminar una carrera e intentar hacer una vida normal, que ellos pueden también”, resaltó.

En cuanto a su familia, aseguró que están muy contentos, sobre todo su mamá, que es la que más está a su lado en todo momento. “Yo también estoy muy contenta porque sinceramente en un momento de mi vida dije para qué quiero estudiar o pensar en recibirme si ni siquiera sé qué va a pasar, porque hay un momento en el que uno tiene esa incertidumbre de qué es lo que va a pasar. Para mi familia es un orgullo porque soy la primera en terminar una carrera universitaria a pesar de todo”, puntualizó.

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