Desde hace dos años, María Ester Balcázar y su hija Amanda Genoveva Balcázar llevan adelante un innovador y saludable emprendimiento al que bautizaron como Arajere, Crear en Armonía. Se trata de productos como mixes herbales, extractos, encurtidos y vinos artesanales elaborados completamente de forma natural desde el primer proceso, y utilizando como materia prima productos extraídos de su propia plantación.
Arajere nació en la localidad de Pindolo, Areguá, a raíz del amor que María Ester y Amanda le tienen a la naturaleza. Inicialmente, el emprendimiento consistía en la reproducción de plantas ornamentales para la venta y luego continuó con la plantación de una huerta, donde el año pasado, antes y durante la pandemia, tuvieron una abundante cosecha de todo lo que habían sembrado.
Es noticia: Vacunatorios 24 horas en ex-Aratiri y dos sanatorios asuncenos
A consecuencia de ello, madre e hija tuvieron la brillante idea de extraer la esencia de cada planta y convertirla en licor. Seguidamente, iniciaron la producción de vinos artesanales elaborados a partir de frutas nativas como el yvapurũ, el pakuri y el mburukuja.
Y para aprovechar al máximo la generosidad de la naturaleza, también realizan la producción de mixes herbales con plantas medicinales que se encuentran en la huerta. Primeramente son secadas con procedimientos naturales de manera que conserven todas sus propiedades para luego ser envasadas.
María Ester y Amanda se encargaron de plantar frutas y hortalizas, y eso también ha generado sus frutos, ya que como producto hacen encurtidos picantes con chile havanero, por lo que cabe destacar que se trata de productos totalmente orgánicos.
De esta forma, Arajere ofrece al mercado una amplia variedad de productos artesanales como licores de menta, canela, mburukuja y pakuri. Asimismo, vino de yvapurũ, encurtidos picantes con chile havanero; plantas ornamentales y medicinales, mixes herbales y agua florida, los cuales son comercializados a través de las redes sociales o contactando al (0994) 258-437.
“La idea de Arajere es siempre seguir la biodinámica de la naturaleza, así cosechamos en armonía con ella y aprovechamos de la mejor manera las propiedades medicinales y nutritivas de cada planta. Todas las frutas, vegetales y cortezas son totalmente libres de pesticidas; nos preocupamos mucho porque nuestros productos sean orgánicos y produzcan bienestar al consumirlo”, expresaron las emprendedoras respecto a la calidad de su producción.
Leé también: Darán sello de excelencia inclusiva a empresas e instituciones con buenas prácticas
Al ser consultadas sobre la procedencia del nombre “Arajere”, explicaron que es una palabra en guaraní para designar los cambios estacionales; es decir, los ciclos de la naturaleza. “Entendemos que cada uno de esos ciclos hace fluir la energía en nosotros y en nuestro entorno, es por eso que Arajere se crea con la dinámica de la vida que nos muestra que todo está en movimiento y en constante transformación, como la planta que primero es semilla, germina, crece y da frutos”.
Dejanos tu comentario
Tentazione, un brindis con sabor Italo-Paraguayo
Un aroma a limón y menta fresca invitan a descubrir los licores de Tentazione, un emprendimiento que ha logrado fusionar la tradición italiana con el dulce paladar paraguayo. Fundada por Paolo Maria di Caterina, Director General, y Miguel Sánchez, Gerente Comercial, esta no es solo una marca de licores, sino una historia de pasión, innovación y perseverancia.
La semilla de Tentazione fue plantada hace unos años, cuando Paolo y Miguel decidieron traer un pedacito de Italia a Paraguay. Inspirados por la rica tradición de licores italianos, vieron una oportunidad única: adaptar estos sabores clásicos al gusto local. “Queríamos crear algo que resonara tanto con nuestras raíces italianas como con la cultura paraguaya,” comenta Paolo. Así nació Tentazione, con una inversión inicial de aproximadamente G. 50.000.000, destinada a la producción de sus primeros lotes de licor.
Tentazione ofrece una gama de licores que prometen deleitar cualquier paladar, su estrella es el Limoncello, un licor a base de infusión de cáscara de limón, perfecto para después de las comidas o cualquier celebración. “El Limoncello puede tomarse como un shot o mezclarse para hacer tragos exquisitos,” explica Miguel. Junto a él, el licor de mandarina, que combina la frescura de la cáscara de mandarina con un toque de hojas de menta, se presenta como el aperitivo ideal para animar cualquier reunión entre amigos.
Para aquellos que buscan una experiencia lista para disfrutar, Tentazione ofrece también su Caipicello, una variante del famoso cóctel Caipirinha hecha a base de Limoncello. “Es nuestra forma de simplificar la vida de nuestros clientes, brindándoles un trago delicioso y listo para servir,” añade Paolo. Los precios de estos licores oscilan entre los G. 32.000 y G. 58.000 , haciéndolos accesibles para quienes deseen probar un pedacito de Italia en cada sorbo.
Con un equipo de 10 personas dedicadas, Tentazione ha logrado posicionarse en el mercado local, enfrentando desafíos únicos. “Nuestro mayor reto es hacer que la gente conozca y pruebe nuestros productos. En este rubro, es fundamental que los consumidores experimenten el sabor para convencerse de su calidad,” confiesa Miguel.
Las proyecciones para Tentazione son ambiciosas, Paolo y Miguel aspiran a consolidarse como una marca referente en el país y expandir su presencia a mercados internacionales. “Queremos que Tentazione sea sinónimo de calidad y tradición en el campo de los licores,” afirma Paolo.
Para aquellos que sueñan con emprender, Paolo ofrece un consejo invaluable: “Hay que confiar y amar 100% la idea, el proyecto y el producto que uno tiene. No detenerse frente a ninguna dificultad u obstáculo. El éxito es solamente para aquellos que tengan determinación y paciencia. Seguir, seguir, seguir siempre.”
Para aquellos interesados en explorar sus productos, pueden seguirlos en redes sociales bajo el usuario @tentazione.py o contactarlos directamente al 0992 820 - 811.
Dejanos tu comentario
Preparan ferias de agricultura familiar para esta semana
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) tiene programadas tres ferias de agricultura familiar para esta semana, a fin de ofertar productos orgánicos de las fincas. Las exposiciones se desarrollarán desde mañana martes en San Lorenzo, el miércoles en la Costanera de Asunción y el jueves será en el Abasto Norte de Limpio.
Ernesto Sotelo, director de comercialización de la institución, refirió a La Nación/Nación Media que estas actividades se realizan con mucho éxito y ya están instaladas en el rubro. “El resultado es muy positivo, les favorece mucho a la agricultura familiar donde tienen la oportunidad de comercializar directamente sus productos que hace que planifiquen y produzcan más”, mencionó.
La feria del 7 de noviembre será en la explanada de la Dirección de Comercialización desde las 7:00 horas hasta agotar stock con la participación de 22 organizaciones provenientes de San Pedro, Caaguazú, Central y Paraguarí. El 8 de noviembre, en la costanera estarán presentes agricultores de Itapúa, San Pedro, Caaguazú, Ñeembucú, Paraguarí, Cordillera, Bajo Chaco y Misiones.
Lea además: Sector cooperativo atraviesa un proceso de crecimiento y estabilidad, sostienen
En tanto, para el 9 de noviembre los feriantes se trasladarán hasta el Abasto Norte en el marco del Día Nacional de la Mandioca llegando desde el distrito de Capiibary, San Pedro, a partir de las 5:00 horas. “Es una actividad que deja mucho beneficio y también participan mujeres rurales y jefas de hogar”, mencionó a LN/NM.
Por otra parte, Sotelo mencionó que algunos puntos del país fueron afectados por las precipitaciones de los últimos días y que alcanzaron a algunos cultivos extensivos y de hortalizas. En Itapúa por ejemplo, donde hay cultivos de soja, dejaron secuelas negativas, sin embargo la lluvia en la zona Norte favoreció a que se complete el ciclo de la producción de piña en Horqueta, Arroyito, y Guayaibí.
Puede interesarle: Índice de precios de alimentos se mantiene con tendencia a la baja, según la FAO
Dejanos tu comentario
Doña Carmela, la encarnacena que convierte las frutas en exquisitos vinos artesanales
Texto y fotos: Rocío Gómez, corresponsal en Encarnación, rocio.gomez@nacionmedia.com
¿Te animarías a probar un vino de mango? ¿Y un vino de guayaba qué tal? ¿Y si te dijera que estos vinos no dan resaca? Así es, los vinos Carmelideas son totalmente artesanales a base de fruta y azúcar, y los produce una encarnacena que trabaja “sin desperdicios”.
Carmela Vera es una encarnacena del barrio San Isidro que decidió aprovechar lo que abunda en Paraguay: las frutas. Produce mermeladas y vinos de todo tipo de frutas exóticas nacionales, muchas desconocidas por los paraguayos. Sin desperdicios, fruta que cae, fruta que recoge.
“Empecé a trabajar con los vinos en la pandemia porque tengo parralera. Probé hacer vino de uva. Miré en internet como elaborarlo y, al terminar la primera remesa, invité a los amigos y familia para degustar, y a todos les encantó. Como había tanto mango en la pandemia, dije que había que hacer algo de esta fruta que es muy rica,” tales sus palabras al exponer sus inicios en el mundo del vino.
Este proceso de producción casera con frutas comenzó en su época de adolescente, aprendiendo a hacer mermelada gracias a una señora mayor de Yuty, muy amiga suya, con quien hizo sus primeras armas en la elaboración casera de mermelada de guayaba, producto que comenzó a desarrollar desde los 15 años. Con esta producción casera permitía un ahorro considerable de dinero al evitar los conservantes.
“En los frascos de vidrio se conservan superbién la mermelada, los dulces y los vinos. Si se cocinan bien y agregas bicarbonato, ayuda a conservar mucho más”, dijo Carmela.
INSPIRACIÓN
Cierto día, procesando dulce de guayaba, juntó las semillas para arrojarlas a la basura, causándole pena el hecho de desperdiciarlas. Su nietita de 9 años, Xiomara, estaba a su lado y al escuchar su lamento, le dijo: “Abuela, ¿por qué no haces vino de las semillas de guayaba?”.
Carmela siguió el consejo de su nieta, para descubrir que el vino de guayaba es el que mejor resultados tuvo. Es el vino más solicitado y vendido, incluso más que el de uva. “Es exquisito”, asegura. Ahora lleva ya 3 años de producción incansable de vinos frutales artesanales. La receta la aprendió en internet; fue experimentando con uvas. Como funcionó, y al ver que en otros países se producía con frutas exóticas, se animó a producir vino con otras frutas nacionales.
El proceso del vino se realiza sin utilizar el horno. Lava las frutas bien maduras, “porque cuanto más maduras, mejor”. Luego, las exprime con las manos, no con los pies (por higiene), y les agrega la cantidad de azúcar necesaria para fermentar.
Espontáneamente, el azúcar natural de la fruta se convierte en alcohol, procedente de la levadura natural de la cáscara. “Solo uso fruta y azúcar, en algunos casos agrego un poco de agua porque si no, los vinos salen muy fuertes”.
“MAREA, SIN RESACA”
La experta en vinos caseros afirma que con un vaso es suficiente para marearse, pese a ser menos fuerte que los vinos procesados. Advierte que, al ser puro de frutas, es más dulzón de lo normal. Recién al día siguiente conocés la verdadera diferencia con el vino industrializado, no sufrís de resaca, ni necesitas ninguna ayuda de fármacos para soportar el día.
“Los vinos baratos están llenos de conservantes, alcohol, colorantes, no tienen casi frutas. Esos te dejan con una resaca como si te hubieran pegado con un martillo, pero el mío no tiene ese efecto”, asegura.
Sus clientes, principalmente señoras, le aseguraron que su vino marea, contrario a lo que se podría creer de los vinos caseros. Tiene su efecto de alegría desde el primer vaso entero. Hasta la fecha, el máximo tiempo que logró estacionar sus vinos caseros de frutas exóticas fue un año entero. Los lapsos de tiempo que estaciona sus productos se acortan cada vez más por lo solicitados que son por los amantes de los vinos.
AMPLIA CLIENTELA
Carmela vive en la capital del crisol de razas más grande del país. Itapúa alberga a cientos de inmigrantes y descendientes de inmigrantes, que valoran fuertemente la producción de nuestra tierra aún libre de las contaminaciones de las grandes urbes de países de primer mundo. Por lo tanto, tiene fieles clientes de ascendencia alemana, ucraniana, rusa y brasileña.
“Por eso vendo a G. 30.000 por botella, nadie duda en pagarme el precio porque es accesible. Los que más valoran esto son los extranjeros, porque estas frutas no están recibiendo químicos, no reciben remedios ni pesticidas. Para ellos, encontrar productos sin químicos ni industrializados es casi como encontrar oro”.
SUMANDO VINOLOVERS
La mayoría de los clientes de Carmelideas viven en el centro de Encarnación. Como es un emprendimiento totalmente hogareño, se está haciendo conocer de a poco y de boca en boca. Durante la crisis del covid, la economía encarnacena tocó fondo por el cierre del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, que conecta con Posadas, Argentina. Por lo tanto, recorrer el circuito comercial fronterizo no era una opción para Carmela.
Fue así que decidió visitar la zona alta de la ciudad. Puerta tras puerta, ofrecía sus mermeladas y vinos en las oficinas de abogados, escribanos y en la gobernación. La gente me compraba las mermeladas por ser caseras y con diferentes sabores: mango con guayaba, cáscara de limón, acerola, pacurí, y muchas más.
“Visitando la gobernación me invitaron a la Asociación de Emprendedores, que realizan ferias en las que pude exponer mis productos. Ahí me hice más conocida, y descubrí que en la capital de Itapúa no hay otra persona que se dedique a la producción de vinos artesanales”, relata la productora.
El invierno es la mejor temporada para vender vinos, generándole mayor ingreso que la venta de mermeladas e incluso más que la peluquería. Vende las botellas a tan solo 30.000 guaraníes, convirtiendo cada guaraní en ganancia porque no compra frutas ni botellas de vidrio, si no que recicla y recoge lo que otros descartan.
SIN DESPERDICIOS
A pie y en vehículo, recorre cuadras de su barrio y de la ciudad, buscando plantas con el tesoro de las frutas exóticas. Tener memoria fotográfica la ayuda a saber exactamente dónde ir en la época de cada fruta y así pedir a los vecinos recoger las frutas caídas. En muy pocas oportunidades debe comprar las frutas, porque siempre le conviene que estén bien maduras, casi al punto de descomposición.
Lo único que frena la producción de vino, es cuando todos sus frascos, botellas y botellones de vidrio están llenos. Lo que más necesita para producir son los envases de vidrio, por lo que también realiza este pedido a la ciudadanía, en vez de arrojarlos a la basura, contactar con ella para poder reciclarlos y seguir con su deliciosa labor.
Se considera una defensora y amante de la naturaleza: “Siempre sentí pena hasta de tirar las cáscaras porque considero que son un regalo de Dios, una bendición”. Lamentablemente, observa que este año encontró se están enfermando las plantas y hay mucho menos frutas, incluso desde el 2022.
“Las enfermedades de las plantas se deben a la contaminación y a los parásitos. No pude realizar tantos productos de mango porque se enfermaron los árboles de mango. No podían llegar a madurar y ya caían podridos con algún parásito. Incluso mi planta de aguacate se secó y murió”, nos dice muy tristemente.
LAS FRUTAS QUE ELIGE
Como bien nos dijo, no hay frutas que desperdicie. Carmela inició con mango porque era la fruta que abundaba en la pandemia, y como no era utilizada ni vendida, la gente terminaba desperdiciándola en grandes cantidades.
“Para las mermeladas el mango tiene mucha fibra, mucho pelo, por eso la gente lo tira. Entonces empecé a utilizar el colador de fideo para colar, luego el colador de harina de maíz y de esta forma iba quedando totalmente sin fibra”, detalla Carmela, aclarando que debía realizar todo este proceso para utilizar el mango común.
Las mermeladas se suelen hacer de mango brasileño para evitar tanta fibra, pero nuestra productora eligió trabajar con el mango común dándole un intensivo tratamiento. Terminó pasando de ser la fruta más desperdiciada a convertirse en un vino muy especial y único.
“Sale espectacular porque hace burbujas. Si lo tapo antes que terminen las burbujas, se convierte en un vino espumante” . Al destaparlo, sale humo y unos segundos después se derrama con burbujas como un champagne, dándole un efecto visual atrapante para luego degustar el sabroso el vino de mango. Desde el 2022 el mango estuvo enfermo, por lo que bajó la producción tanto de vino como de mermelada, porque la fruta no podía completar su proceso de maduración sana.
UN GRAN DESCUBRIMIENTO
Tras el mango, la productora eligió la guayaba, antes solo utilizada para sus famosas mermeladas caseras. Gracias a la idea de su nieta, se animó a seguir esa inspiración y al probar producir vino de guayaba, terminó descubriendo que era incluso más delicioso que el vino de mango. “Por eso no dejo caer frutas de guayaba, donde veo plantas de guayaba, paso a pedir y buscar, porque el vino de guayaba cuantos más días pasan es más rico. Es muy dulce, gusta mucho al paladar paraguayo,” especialmente por ser un sabor al que estamos acostumbrados como país, es uno de los preferidos por sus clientes.
Luego, probó trabajar con la fruta del guabirá. Felizmente, cuenta con una amiga que tiene una planta de guabirá en el patio de su casa, y cuando produce la fruta, cubre el pasto como una sábana. Al terminarse la producción de esta planta, debió reducir la producción de este sabor. Hasta el momento, ya vendió casi todas las botellas de Guabirá.
“También algo que muchos quieren probar es el vino de yaka y de carambola, ya que en este invierno es la primera vez que trabajo con estas frutas. La yaka no se conoce mucho, hay gente que deja que la yaka se pudra. Se la conoce como una fruta brasileña con muchísimas propiedades, pero pocos saben que está presente en Paraguay.” Añade que la planta de yaka se encuentra en gran cantidad de casas, y que produce frutas de yaka, que son tiradas por el desconocimiento de las personas. “Cuando llegue la época, voy a ir a todas esas casas donde yo sé que hay yaka y voy a rescatarlas porque las están teniendo pero no las saben utilizar”.
Sin ánimos de ofender, Carmela afirma que es un factor común no saber cómo comer ni cómo utilizar las frutas exóticas. Da como ejemplo el pacuri, que pocos son los que saben degustar este tesoro natural. Aprovecha entonces para describir el pacuri, indicando que es parecido a la naranja, pero adentro tiene semillas grandes y ácidas. Se puede comer bien madura, pero es mejor procesarla un poco o ponerle azúcar porque es bastante ácida.
HASTA DE AGUACATE
También llegó a producir vino de aguacate a fin de aprovechar los incontables beneficios que trae consigo. Según su paladar, asevera que fue placentero el sabor, pero decidió reservarse estas botellas, más allá del éxito que pudo haber tenido, porque “es muy valioso el aporte que significa para las mujeres de mi edad”, señala sin miedo de compartirnos que tiene 51 años y busca cuidar su salud y figura a base de las propiedades naturales con las que trabaja.
Tantas fueron las frutas con las que experimentó que ya no recuerda todas. Entre las etiquetas de sus botellas pudimos leer algunas más: mora, melón, pera, piña, durazno, guabirá, yaka, carambola, acerola, guaraná, kinoto y pindó.
“Ahora creo que la gente está aprendiendo con mis vinos a valorar estas frutas que tenemos pero son desconocidas y tiradas a la basura. Son los mismos clientes quienes me traen frutas. Cuando veían mis mermeladas de cáscara de limón, por ejemplo, ahí entonces me empezaban a traer o me esperaban para pasar a buscar de sus hogares”, comenta.
Sobre la fruta de guaraná, agrega que algunos creen que es veneno. Conoce varias veredas de Encarnación que tienen guaraná y solo está aguardando que llegue la época porque sabe exactamente donde ir a recogerlas. Y a esta se suma el pindó, que pocos le prestan atención ni le hacen caso a sus propiedades benéficas para la salud.
“VALORAR NUESTRAS FRUTAS”
Antes de despedirse, doña Carmela Vera deja un fuerte mensaje sobre saber apreciar y valorar las frutas que nos regala la tierra. “Imaginate, todas las frutas que utilizo para producir mis vinos son las que recojo, no compro frutas. Cuando compras un jugo de frutas mecanizado y procesado está lleno de químicos y pesticidas. Sin embargo, las que yo recojo son frutas de las casas de las personas”.
En este punto, anima a los lectores a aprovechar mejor las frutas de sus patios para hacer mermeladas para sus hijos y familiares. “Yo crecí en el campo, siempre comimos sano. Yo tenía mis gallinas caseras para consumir mis propios huevos. Siempre mantengo mis maceteros con cebollita, perejil, rúcula y otras verduras. Ahora mismo tengo pepino floreciendo en una maceta por el poco espacio.” Así, con sus palabras, sus productos y su ejemplo, Carmela nos introduce la idea de que se puede vivir más sano, sin resaca, y principalmente, sin desperdicios.
Quienes quieran contactarla y hacer pedidos, pueden encontrarla en el número (0994) 857-733.
PELUQUERA, ARTISTA Y RECICLADORA
Su formación principal se basa exclusivamente en el oficio de la peluquería. Sin embargo, esta kuña guapa sabe trabajar con las manos y es amante de la producción casera de todo tipo. “Recién en la pandemia me animé a vender las mermeladas por la crisis económica de haber tenido que cerrar mi peluquería, con lo que perdí todos mis clientes. Antes producía mermelada solo para consumo propio”, afirma.
Acota que como hoy en día sus hijos son todos mayores con sus propias familias, puede dedicarse a su arte. “Tengo 3 hijos, el mayor tiene 35 años y mi hija menor 31, todos ellos están casados. Soy una feliz abuela con 7 nietos. Además, soy separada y ahora tengo más tiempo para incursionar en lo que me apasiona”, cuenta.
Disfruta profundamente trabajar con las manos. Teje macramé, croché, pinta, talla madera y crea tanto muebles como obras de arte. Estos días se encuentra tejiendo una casita para su gatita. “Como me casé muy joven, siempre estuve trabajando para mi familia. A los 15 tuve mi primer bebé y realicé mi primer escarpín. Tejí cubrecamas, vestidos, gorritas, muchísimos trabajos. No guardé nada, pero ahora hago trabajos de macramé, veladores y otras cuestiones”, señala.
Dejanos tu comentario
Estiman incrementar a US$ 100 millones exportaciones de productos orgánicos a Taiwán
El embajador de la República de China (Taiwán) en Paraguay, José Chih-Cheng Han, destacó el importante paso que se está dando tras 4 años de iniciar el proceso de homologación y reconocimiento mutuo de productos orgánicos entre Paraguay y Taiwán, y conforme a las estimaciones preliminares, prevén que se pueda exportar desde el sector por US$ 100 millones en el corto tiempo.
“Estamos muy confiados que a través de este instrumento aumenten las exportaciones de productos orgánicos paraguayos, de igual forma que se está dando con la carne porcina. Estamos contentos porque inicia una nueva etapa en las relaciones económicas y de inversión, y ahora además de ser amigos vamos a ser socios”, expresó el embajador.
Lo dijo durante el acto de firma del Memorando de Entendimiento sobre el Reconocimiento Mutuo de los Sistemas de Producción Agrícola Orgánica, entre el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) y la Agencia de Agricultura y Alimentos bajo el Consejo de Agricultura del Yuan Ejecutivo de la República de China (Taiwán), que se realizó en la mañana de este martes 25 de abril.
Lea también: Guillermo Mas, nuevo titular de la Capaco, impulsará apuesta continua al sector
Recordó que solo en enero de este año, luego de liberar el ingreso a la carne porcina paraguaya al mercado de Taiwán, ya se logró un aumento significativo de exportación según las estadísticas, esto, debido a que el precio de la proteína de cerdo es 33% más en el país asiático que otros países, razón por la que creen que puede darse la misma dinámica con los productos orgánicos que también son muy valorados y bien cotizados.
Instrumento importante
Es por ello que creen, que a través de esta herramienta se podrá promover la mayor exportación de productos paraguayos, teniendo en cuenta además que muchos ya gozan de libre impuesto, y entre los más potenciales están el azúcar orgánico, la yerba mate y la semilla de sésamo, remarcó el diplomático.
“Para nosotros es un gran honor participar de este acto que es muy significativo, porque finalmente podemos dar fruto y una conclusión con la firma de este instrumento de vital importancia para aumentar y estrechar el comercio entre los dos países”, agregó.
De esta manera se logró formalizar el reconocimiento mutuo para la exportación de productos orgánicos paraguayos con el sello nacional, en un acto que se llevó a cabo en el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), en el que los titulares de los organismos fitosanitarios de Paraguay y Taiwán, Rodrigo González y Hu Jong – I respectivamente; este último participó de manera virtual y suscribieron el acuerdo.
Hay que mencionar que durante los últimos 3 años, Paraguay exportó 23 diferentes productos orgánicos a distintos mercados, con un volumen de 231.000 toneladas por valor superior a los US$ 225 millones. La producción orgánica paraguaya se constituye en una alternativa económica y viable para la sostenibilidad de la producción agrícola, destacaron desde el Senave.
Puede interesarle: Paraguay y Taiwán firmarán mañana homologación para productos orgánicos