La pandemia avivó la chispa de la solidaridad en cada paraguayo, cada día son más las ofertas para ayudar a los familiares de los pacientes internados como platos de comidas, medicamentos e insumos. Pero esto no se queda ahí. Ahora son varias las personas, empresas y hasta artistas que se ofrecen a trasladar a las personas de 60 años en adelante para ser inmunizadas contra el COVID-19.
Es así que surgió la idea del requintista Roscer Díaz, quien cuenta con un minibús y pensando en las personas de su querido Capiatá, decidió dejar de lado su guitarra y poner manos al volante para trasladarlos hasta el vacunatorio COVID bajo el lema de “Vacunatena”.
En contacto con La Nación, Roscer instó a todos los ciudadanos residentes en Ruta 1 que deseen vacunarse y estén inscriptos, pero que no tiene medios para llegar hasta el local de vacunación, a que le envíen un mensaje para que él los puede trasladar de ida y vuelta. “Todo lo hacemos para salir más rápido de esta pandemia y proteger a los que necesitan”, dijo.
“A toda la gente de la zona de Capiatá Ruta 1 que tenga familiares que quieran ir a vacunarse y no cuentan con móvil, ofrezco mi minibús para trasladar a todos los que necesiten. Llegamos hasta el Centro Vacunatorio Capiatá de Ruta 2, sin costo alguno”, aseguró.
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“Una sola pasajera, pero valió la pena”
Manifestó que hoy solo trasladaron a una persona, doña Gloria, pero que con el correr de los días muchos más se irán sumando más. Aseguró que lo importante es inmunizar a las personas de riesgo y atendiendo a la escasa cantidad de gente en vacunatorios, suponen que solo no pueden llegar y que este es su aporte a la sociedad.
“Lastimosamente fue la única a quien hoy acercamos hasta el vacunatorio de Capiatá Ruta 2, pero estamos seguros de que pronto iremos sumando más personas que no tengan un medio de transporte para acercarse”, señaló Roscer.
En otro momento, destacó que los interesados pueden enviarle un mensaje vía Whatsapp al (0984) 686-961 y solicitar este servicio gratuito, dejar su nombre y por supuesto la ubicación. “El horario de salida para buscar a las personas es a las 10:00 y que esperan a que sean inmunizadas para luego trasladarlos de vuelta hasta sus casas”, refirió.
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Hace cinco años, la OMS calificó al covid-19 como “pandemia”
- Ginebra, Suiza. AFP.
“Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”. Hace cinco años, el 11 de marzo, el jefe de la Organización Mundial de la Salud soltó la frase que hizo tomar conciencia al mundo entero de la gravedad de la situación.
Pero ya desde el 30 de enero, la OMS había declarado su más alto nivel de alerta frente al nuevo coronavirus detectado en China a mediados de diciembre de 2019: la Urgencia de Salud Pública de Alcance Internacional o USPPI. Una fórmula que no impactaba en la opinión pública.
Presionado por las preguntas de los periodistas, Tedros Adhanom Ghebreyesus también mencionó “la amenaza de la pandemia” el 9 de marzo, pero el electrochoque tuvo lugar dos días después.
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Una sala, un ambiente
El miércoles 11 de marzo, muchos periodistas se agolparon en torno a las mesas en forma de U en una pequeña sala en las entrañas de la imponente sede de la OMS en las alturas de Ginebra, no lejos de la frontera francesa.
La conferencia de prensa, prevista para las 17H00 locales, pudo ser seguida en las redes sociales, por teléfono y por Zoom.
Frente a los periodistas, Tedros, a su derecha Mike Ryan, encargado de urgencias en la OMS, y a la izquierda la directora general, Maria Van Kerkhove, encargada del expediente del covid-19. Esta científica desconocida del gran público encarnará desde entonces la lucha contra la pandemia.
El jefe de la OMS sacó dos bolígrafos de su saco, ajustó sus gafas y leyó su declaración.
“Estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y de gravedad, así como por los niveles alarmantes de inacción” en el mundo, dijo.
Y entonces declaró: “Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”.
En ese momento, menos de 4.300 personas habían muerto en el mundo, según cifras oficiales.
Cinco años más tarde los muertos se cuentan por millones, pero a mediados de marzo de ese año todavía no habían empezado los confinamientos, los hospitales no estaban desbordados y el hundimiento de la economía no se avizoraba.
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“Todos empezaron a actuar”
“La palabra ‘pandemia’ cambió la situación”, recuerda John Zarocostas, periodista que cubre para la AFP las agencias y ONG internacionales desde hace más de 30 años. “Tengo la impresión de que tenían que hacerlo” porque no lograban la reacción esperada de los Estados miembros desde el desencadenamiento de la USPPI
Para este veterano de las relaciones internacionales, “eso modificó la dinámica en términos de reacción de los gobiernos nacionales: todos empezaron a actuar”. Un retardo que frustró a la OMS. “El mundo está obsesionado por la palabra pandemia”, dijo Mike Ryan, para quien la advertencia de enero era más importante.
Nuevo botón de alarma
¿Puede repetirse una catástrofe similar? Para la OMS, la próxima pandemia solo es cuestión de tiempo. En diciembre de 2021, los Estados miembros de la organización, conscientes de las graves fallas frente al covid-19, comenzaron a trabajar en torno a un acuerdo internacional y obligatorio sobre la prevención y la preparación a las pandemias, para tratar de evitar que vuelvan a repetirse los mismos errores.
Las negociaciones son difíciles y una última sesión de negociaciones está aun prevista del 7 al 11 de abril, para finalizar el proyecto a tiempo para la asamblea anual de la OMS en mayo.
En espera, los países miembros lograron desempolvar el reglamento sanitario internacional. Y a partir de septiembre de este daño, el jefe de la OMS podrá declarar una “urgencia pandémica”.
En los cinco años transcurridos desde marzo de 2020, la OMS declaró la USPPI en dos ocasiones, ambas por epidemias de mpox.
El jefe de la OMS advierte regularmente a los países que no repitan el ciclo de negligencia seguido de pánico que caracterizó la pandemia de covid-19.
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Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
- Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
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Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
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Hace cinco años se anunciaba el primer caso de covid-19 en Paraguay
Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Un día como hoy, 7 de marzo, pero del año 2020, el Ministerio de Salud Pública confirmaba el primer caso de covid dentro del territorio nacional, situación que marcó un antes y después, no solo para el sistema sanitario, sino para todo el país. Actualmente, el escenario epidemiológico muestra que el virus sigue circulando, sin embargo, no se tienen muchos casos.
El covid, una enfermedad que parecía lejana, llegó a nuestro país tras tres meses de que se haya desatado en China, país de origen. Con el ingreso del virus, se encendió la alarma debido a que el sistema de salud no estaba preparado, por lo que se recurrieron a medidas, muchas antipopulares, para resguardar a la población.
En ese momento había mucho desconocimiento, no solo de la enfermad, sino también de los cuidados que se deberían tener. Los propios médicos debieron “reestudiar” para poder hacer frente a la situación.
Uno de los centros de referencia para la atención de casos positivos del covid, causado por el SARS-CoV2, fue el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), donde se montaron las primeras 13 camas para asistir los primeros casos que requerían internación.
“Cuando empezamos a ver que este virus se esparcía por Asía como Europa supimos que eso no iba a tardar en llegar al Paraguay y teníamos que estar atentos, porque sabíamos que íbamos a ser hospital de referencia como de contingencia”, dijo a La Nación/Nación Media, el neumólogo Carlos Morínigo, quien encabezó uno de los pabellones más importantes, que atendían los casos de covid en plena pandemia.
Cuando se confirmó el primer caso, el 7 de marzo del 2020, el Ineram fue designado como el centro de referencia y contingencia para la atención de los casos de coronavirus. “Lo que más nos preocupaba era la magnitud de la transmisión de este virus, eran muchos los pacientes que fueron contagiados”, apuntó.
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La primera sala
El médico refirió que la primera sala para ingresar a los pacientes era una pequeña habitación que tenía poco más de 10 camas, ya que no sabían cuándo llegaría el virus al país, pero que debían estar preparados. Gracias a los datos que se fueron dando en el mundo comenzaron con la construcción de los centros de contingencia.
“La sala 2 fue la primera, con 13 camas y donde nos preparamos para recibir pacientes, pero cuando explotaron los casos, nos dimos cuenta de que no serían para pocos pacientes. Fue cuando se empezaron a construir los pabellones de contingencia y si no se hacía eso, la gente iba a empezar a morir en la calle”, aclaró.
El aislamiento
Para Morínigo, tras el primer fallecido por el virus, el aislamiento total logró contener los contagios y dio tiempo para terminar de construir los centros de atenciones donde se recibieron a los pacientes graves. Sin embargo, la población no debía pasar por esto si es que a nivel país se invertía en lo que es la salud pública.
“El aislamiento total ayudó a que el Ministerio de Salud y el Gobierno puedan meter acelerador para preparar el sistema de salud. El tener que dejar a la gente dentro de sus casas, que en el caso de otra pandemia ya no va a ocurrir, dio tiempo para avanzar en las obras y terminar en tiempo récord estos pabellones que siguen en pie”, señaló.
Profesionales de salud caídos
Durante el tiempo en que se reportó la pandemia del covid, en el país varios profesionales de salud perdieron la vida, porque debían estar al pie del cañón para salvar la vida de miles de compatriotas. Algunos, se expusieron y fueron contagiados, pero algunos lograron salir airosos y sin dudarlo volvieron a vestir sus batas blancas para seguir en la lucha.
“Fueron varios los médicos y personal de enfermería que fallecieron. En el Ineram no tuvimos compañeros que fallecieron por covid, excepto la doctora Kathya Ayub, que tuvo una complicación y luego falleció. Ella era jefa de la terapia intensiva y pabellón de contingencia”, confirmó.
Experiencia y aprendizaje
Morínigo manifestó que una de las enseñanzas más importantes que dejó la pandemia es que se debe invertir para capacitar a los personales de blanco. Aseguró que a nivel país se requieren más terapistas, enfermeras y médicos. “Otras de las enseñanzas es que no se debe depender en un sistema como el Covax, que es totalmente ineficiente e inexistente que dejó a Paraguay afuera en la repartija”, dijo.
Señaló que actualmente el país tiene un sistema de salud medianamente preparado para pasar por otra pandemia y que en el caso de ocurrir solo necesitará reforzarlo.
“El país no estaba preparado para una eventualidad de esta magnitud, pero quiero rescatar que mirando los datos estadísticos, Paraguay fue el que menos tasa de mortalidad tuvo por covid, a pesar de todas las necesidades que teníamos en aquel momento. Todo esto nos enseñó a que debemos estar atentos y preparados para cualquier otra eventualidad de esta índole”, puntualizó.
Datos del Ministerio de Salud
Durante el primer mes de la cuarentena se reportaron 65 casos confirmados de covid-19. Así como, tres fallecidos, cuatro hospitalizados y dos recuperados. En ese mismo periodo las llamadas al 154 para el autorreporte ascendían a 17.841, el 45 % con síntomas respiratorios, de acuerdo al reporte de la Dirección de Vigilancia de la Salud.
Con el paso de los días, se llegó a la fase de expansión de la infección con un alto porcentaje de pacientes que dieron positivo y se confirmó que el contagio de la enfermedad iba en progreso y sostenido aumento, a la par de los pacientes hospitalizados y fallecidos. La aplicación de las vacunas contra la enfermedad logró reducir el riesgo de internación y muertes asociadas al virus.
DATOS CLAVE
- Hasta 27 de marzo del 2022 se reportaron 647.950 casos positivos de covid-19, de este número, se registraron 18.664 fallecidos, en su mayoría personas de la tercera edad y con enfermedad de base.
- El 22 de febrero del 2022, el Gobierno de Paraguay levantaba todas las medidas que fueron decretadas en el marco de la pandemia del covid-19.
- Actualmente, el coronavirus sigue siendo una enfermedad muy vigente, por lo que el Ministerio de Salud insta a las personas a aplicarse las dosis anuales de la vacuna contra el covid.
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Comenzó el traslado de pacientes al nuevo Hospital General de Coronel Oviedo
Como estaba previsto, comenzó el éxodo de pacientes al Hospital General de Coronel Oviedo, de la V Región Sanitaria, en el departamento de Caaguazú. Según informaron, los primeros trasladados fueron 22 pacientes adultos y 8 pediátricos, 8 pacientes en el área de cirugía y 3 en el área de traumatología que estaban internados en el Hospital Materno Infantil de Coronel Oviedo (ex Hospital Regional).
“Este proceso de transición es importante, ya que se garantiza un servicio de salud de alta calidad a la comunidad. El nuevo hospital cuenta con instalaciones y equipamiento de última generación, lo que permitirá mejorar la atención médica y la calidad de vida de los pacientes”, recordaron.
También explicaron que el nuevo hospital cuenta con 160 camas de internación, 20 de terapia intensiva y 28 boxes de urgencias, garantizando atención especializada en todas las áreas médicas.
Más servicios
El nuevo Hospital General de Coronel Oviedo también dispone de:
- 30 consultorios
- 6 quirófanos
- servicios de rehabilitación y diagnóstico por imágenes
- centro productor de sangre
- laboratorios especializados
- servicios de diálisis y farmacia
- albergue de más de 300 m²
- cafetería
El Hospital es una institución de salud pública que forma parte de la red de servicios del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Su objetivo es brindar atención médica integral y de calidad a la población de la región.