Desde Albert Camus hasta Mary Higgins Clark, pasando por Simone de Beauvoir, Anne Frank, Haruki Murakami, Ossip Mandelstam o Mary Higgins Clark. En las librerías del centro de Teherán, los escritores extranjeros están de moda, sobre todo, entre el público femenino.
“Las mujeres iraníes leen más, traducen más y escriben más. En general están más presentes en el mercado del libro que los hombres”, dice a la AFP Narguès Mossavat, directora editorial de las ediciones Sales (literatura general). “El libro es una necesidad para mi, es el único refugio, lo que me da a veces mucha rabia”, dice esta mujer de 36 años, autora de una novela, que prefiere no entrar en los límites de la vida cultural en la República Islámica de Irán.
En cuanto editora, “elijo libros que hablan a nuestra sociedad actual”, explica citando al poeta judío ruso Ossip Mandelstam, muerto en el gulag, o la novela “Un pequeño apocalipsis” del escritor disidente polaco Tadeusz Konwicki, “un libro excelente que cuenta una experiencia social y política similar a la nuestra”.
“Ellos nos cuentan que otras personas han atravesado también por la amargura, por pruebas y han sobrevivido”, agrega. “Nuestros lectores son en un 70% mujeres”, constata Réza Bahrami, de 32 años, gerente de la librería principal de las ediciones Cheshmeh (“Fuente”).
“Hay mucho ruido y agitación en torno a nuevas publicaciones y eso aumenta las ventas”, dice en su local de la calle Karim-Khan, una de las dos arterias de librerías, junto con la calle Enqelab (“Revolución”), del centro de Teherán.
“Libertad de expresión”
Las lectoras buscan sobre todo libros “románticos” o novela de suspenso, como los estadounidenses Sidney Sheldon y Mary Higgins Clark, así como la británica Agatha Christie. Pero sus intereses abarcan muchos más géneros, como dice esta lectora treintañera en la librería Cheshmeh. Cubierta con su chador, la joven dice que acaba de obtener un doctorado con una “tesis sobre la escritura femenina”, y que le impactado la reciente lectura del “Segundo sexo” de la autora francesa Simone de Beauvoir.
“Una de mis principales preocupaciones es el tema de la libertad y en particular de la libertad de expresión”, dice otro cliente, profesor de universidad de 58 años, que busca obras para responder a las preguntas de sus estudiantes sobre el asesinato en Francia de Samuel Paty, el profesor decapitado por un islamista tras mostrar a sus alumnos caricaturas de Mahoma.
Aunque la censura está muy presente en la edición iraní, que afecta sobre todo a contenido considerado licencioso, muchos autores occidentales se traducen rápidamente y están disponibles en Irán, donde no se reconocen los derechos de autor.
En las mesas de muchas librarías en Teherán se encuentran títulos como “Sapiens, una breve historia de la humanidad”, del israelí Yuval Noah Harari, “Siempre demasiado y nunca suficiente”, el libro de la estadounidense Mary Trump sobre su tío y presidente Donald Trump (que salió en julio), “The Book of Gutsy Women” de Hillary y Chelsea Clinton (publicado en 2019), o las memorias de Michelle Obama.
“Al borde del colapso”
Aunque la oferta es abundante y variada, “las tiradas han disminuido desde la revolución” islámica en 1979, dice un librero de 51 años, que prefiere mantener el anonimato. “Las razones son múltiples, y van desde la situación económica (el precio sigue siendo muy alto para muchos) a la censura, pasando por la emigración de jóvenes instruidos”, dice.
En la lista de los más vendidos en la librería Cheshmeh figuraban en noviembre “Pregúntale al polvo” del estadounidense John Fante, “La muerte en el alma” de Sartre, y la “La tienda de los suicidas” del francés Jean Teulé, por delante del “El incoloro Tsukuru Tazaki” del japonés Haruki Murakami.
En un país donde algunos dirigentes conservadores niegan habitualmente la existencia del Holocausto, Javad Rahimi, vendedor de la librería Salès, señala el éxito reciente de “El tatuador de Auschwitz” de la neozelandesa Heather Morris, y el “Diario” de Anne Frank, la adolescente judía de Ámsterdam muerta en un campo de concentración nazi en 1945.
Según Rahimi, “La Peste” de Camus y “Todos los hombres son mortales” de Simone de Beauvoir “fueron de los más vendidos durante la pandemia” de COVID-18, que golpea a Irán de lleno. Como en otros países, la epidemia ha obligado a los libreros a adaptarse, en particular durante el periodo de cierre de los comercios no esenciales decretado por las autoridades.
En primavera, las librerías estaban “al borde del colapso [pero] después del verano las ventas han sido satisfactorias”, dice Bahrami, de la librería Cheshmeh. Con el “coronavirus, vendemos principalmente a través de Instagram o en las páginas web que hemos creado” especialmente, dice. La pandemia “nos ha llevado a tomarnos en serio las ventas en línea”.
Israel prepara una “cibercúpula” para defenderse de ataques informáticos de Irán
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El sistema de defensa antiaérea israelí “Cúpula de hierro” ha interceptado miles de cohetes desde su puesta en marcha en 2011. Pero, para defenderse de los ataques informáticos, especialmente de Irán, Israel desarrolla ahora una “cibercúpula”. “Es una guerra silenciosa, que no se ve”, explica a la AFP Aviram Atzaba, el jefe de la cooperación internacional de la Dirección Nacional de Ciberseguridad israelí.
El organismo, con sede en Tel Aviv y que depende del primer ministro, se encarga de defender los sistemas de información del sector civil israelí, señala Atzaba. Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza el 7 de octubre, se ha registrado un fuerte aumento de ciberataques por parte de Irán y sus “partidarios”, afirma.
Atzaba cita en particular al Hezbolá libanés y el movimiento islamista palestino. “Tratan de piratear todo lo que pueden, pero sin conseguir daños reales”, señala. Según él, se han frustrado cerca de 800 ataques importantes desde el 7 de octubre. Entre los objetivos de estas agresiones están el ejército israelí, infraestructuras civiles y organismos gubernamentales.
También se piratearon los sistemas informáticos de dos hospitales israelíes en las ciudades de Haifa y Safed, en el norte del país. Aunque Israel ya dispone de sistemas de ciberdefensa, durante mucho tiempo consistieron en “esfuerzos locales que no estaban conectados”, explica Atzaba. Por eso, durante los últimos dos años, el organismo ha desarrollado un sistema centralizado para proteger a todo el ciberespacio israelí.
“Enemigo temible”
Irán, enemigo de Israel, apostó relativamente tarde por mecanismos de ciberguerra, apunta Chuck Freilich, investigador del Instituto israelí de Estudios de Seguridad Nacional. Lo hizo después de dos acontecimientos clave, explica en el estudio “La ciberamenaza iraní”, publicado en febrero.
El primero fue el papel de internet en el levantamiento poselectoral que sacudió la República Islámica en 2009. Además de reprimir el movimiento en la calle, las autoridades cortaron el acceso a las redes sociales y a las páginas webs que cubrían las protestas.
El segundo fue el ciberataque con el virus Stuxnet que golpeó el programa nuclear iraní en setiembre de 2010, atribuido por Teherán a Israel y Estados Unidos. El ataque provocó una serie de daños en las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio. Desde entonces, Irán desarrolló una verdadera ciberestrategia y se convirtió en “uno de los Estados más activos en este campo”, explica Freilich a AFP.
“Sus ataques buscan sabotear y destruir infraestructuras, recolectar datos para la inteligencia y difundir informaciones falsas con fines propagandísticos”, indicó. Israel no se queda atrás. El país es considerado como una gran “ciberpotencia” y varios ataques contra objetivos iraníes le han sido atribuidos, como la avería informática que paralizó el puerto de Bandar Abás en 2020.
Pero Israel se enfrenta a un “enemigo temible” que seguirá mejorando, sobre todo gracias a la ayuda china y rusa, advierte Freilich. El investigador también subraya que la población iraní es nueve veces mayor que la israelí y que Teherán forma cada vez más estudiantes en cibertecnología y jóvenes militares en técnicas de ciberguerra.
“Ciberterrorismo”
Aviram Atzaba cree sin embargo que el número de hackers es menos importante que la calidad de la tecnología y el uso que se le hace. “Desde hace dos años, desarrollamos una cibercúpula contra los ataques informáticos, que funciona como la cúpula de hierro contra los misiles”, explica. El sistema es “proactivo” y es capaz de centralizar datos dispersos para ofrecer una visión general de la amenaza y responder a ella de forma coordinada, describe.
“Los escáneres analizan continuamente el ciberespacio israelí para detectar vulnerabilidades e informar a los actores de la ciberdefensa de las formas de mitigarlas”, indica Atzaba. “Algunas de las funciones de la cúpula cibernética ya están operativas”, subraya, añadiendo que existe una colaboración estrecha con numerosos países, como Francia o Estados Unidos. “Todos los Estados se enfrentan al ciberterrorismo”, justifica.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Teherán informó que las sanciones por el apoyo a Israel implican el bloqueo de cuentas y transacciones en el sistema financiero y bancario iraní. Foto: AFP
Irán aplica sanción contra individuos y empresas de EE. UU. y Reino Unido
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Irán anunció este jueves sanciones contra altos funcionarios estadounidenses y británicos y varias empresas de estos países por su apoyo de Israel en la guerra contra el movimiento palestino Hamás en Gaza. La República Islámica, un archienemigo de regional de Israel, es un aliado de Hamás.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Teherán informó que las sanciones implican el bloqueo de cuentas y transacciones en el sistema financiero y bancario iraní, el congelamiento de activos en su jurisdicción y la prohibición de obtener visas para ingresar a su territorio.
Las sanciones afectan a siete altos funcionarios estadounidenses, incluyendo al general Bryan P. Fenton, comandante de las Operaciones Especiales, y la lista negra de las autoridades iraníes incluye también al secretario de Defensa británico, Grant Shapps, entre otros.
Teherán también anunció sanciones contra la empresa de defensa estadounidense Lockheed Martin y la petrolera Chevron y las británicas Elbit Systems, Parker Meggitt y Rafael UK.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre, cuando los comandos de Hamás mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en estadísticas israelíes.
Irán apoya a Hamás, pero niega que tuviera conocimiento del ataque antes del 7 de octubre. Israel lanzó una ofensiva de represalia en Gaza que ha dejado 34.596 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino gobernado por Hamás.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, sostuvo que “las acusaciones contra Irán en relación con el caso de la AMIA no tienen credibilidad”. Foto: Archivo
Irán califica como “ilegal” pedido de arresto de Argentina de ministro del Interior
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El gobierno de Irán ha condenado “firmemente” la “ilegal” solicitud de arresto emitida por Argentina contra el ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, en relación con su supuesta participación en el atentado perpetrado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, que dejó 85 muertos y cientos de heridos.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha sostenido que esta solicitud “se fundamenta en mentiras e invenciones” y ha reiterado que “las acusaciones contra Irán en relación con el caso de la AMIA no tienen credibilidad”. “Estas demandas de autoridades judiciales de otros países son injustificadas y no tienen base legal”, ha afirmado.
Asimismo, ha dicho que Irán “apoya cualquier acto destinado a hacer justicia en el caso y actuar contra los que, destruyendo las pruebas, provocaron su descarrilamiento y ayudaron a los culpables a escapar de la Justicia”, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores iraní a través de su página web.
Por último, Kanani ha pedido a Argentina que “evite formular acusaciones infundadas” y “verse influida por las afirmaciones de enemigos de las relaciones entre Teherán y Buenos Aires”, en aparente relación a Israel, que el miércoles agradeció a Argentina la emisión de la solicitud de arresto y describió a Vahidi como un “asesino” y un “terrorista”.
El gobierno de Argentina explicó en un comunicado que sobre Vahidi pesa una alerta roja de Interpol y relanzó su petición aprovechando un viaje oficial del ministro iraní a Pakistán y Sri Lanka, lo que interpelaría directamente a las autoridades de estos dos países, si bien no procedieron a su arresto.
El atentado contra la AMIA ha recuperado protagonismo político y judicial en Argentina a raíz del fallo de la Cámara Federal de Casación que responsabilizó a Irán y al partido-milicia chií libanés Hezbolá de dicho atentado. Teherán criticó este dictamen, celebrado en cambio por las autoridades israelíes.
Una fructífera alianza entre la literatura y el dibujo
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En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al escritor Javier Viveros (JV) y al dibujante Roberto Goiriz (RG), quienes han sabido unir sus respectivas disciplinas en publicaciones de gran impacto como la serie de cómic histórico “Epopeya”. Viveros y Goiriz reflexionan sobre la naturaleza del arte, así como los grandes desafíos que plantea la era digital y tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial.
Fotos: Por Pánfilo Leguizamón
–ADS: La palabra “creo” encierra la acción de crear y creer al mismo tiempo. ¿Cómo se juntan la fe y la creatividad o es simple coincidencia?
–JV: Bueno, creo que es una coincidencia nada más, pero está muy bien lo que apuntás, porque hay una gran relación. Creer en una historia para después crearla y compartirla con la gente.
–ADS: ¿Ese creer se da en la realidad y en la ficción?
–JV: Sí, en la realidad encontrás generalmente la semilla que después regás con talento, con creatividad y hacés crecer en la ficción. Es lo que me suele pasar a mí. Como escritor soy curioso. Siempre estoy pendiente de conversaciones, todo lo que ocurre en el entorno, alguna frase que dice alguien, a lo que leo en el diario, que escucho, me puede servir como un disparador para después construir el edificio de la ficción.
–ADS: ¿Cómo construís el edificio creativo cotidiano después de tantos años?
–RG: Para mí la creación se inicia con una compulsión, una cosa física, no es algo intelectual. Desde chico yo sentía la necesidad de dibujar y de crear. Era algo que tenía que hacer, era como una obligación. Más allá de que me diera gusto dibujar o fuera algo aburrido, tenía que hacerlo y entonces para mí nació de eso. La construcción de la forma yo creo nace del caos, de la multitud de cosas que uno tiene en la cabeza, de la multitud de cosas que hay en la vida.
–ADS: ¿Cuánto del proceso creativo es una inspiración que tiene que ver con el vuelo poético y cuánto tiene que ver con el sistema, la disciplina?
–JV: Es una combinación creo yo. Hay una frase muy linda del escritor mexicano Sergio Pitol, que dice que la creatividad es el fruto más delicado de la memoria. La creatividad es entonces la memoria de lo vivido, la memoria de lo leído. Todo eso genera como un magma para después con disciplina parir una historia. Como dice Roberto, puede ser un caos, pero también hay herramientas que te permiten desentrañar ese caos, darle forma. Eso es lo que te da la teoría literaria, te da como herramientas para poner bajo un microscopio un texto, analizarlo, desensamblarlo, ver su trama, estos son los personajes, sucede de esta forma.
EL CAOS
–ADS: ¿Cuándo un proceso creativo es pulsión y en qué momento se perfecciona hacia una forma de relación social, de comunicación con las personas?
–RG: Yo creo que viene con la madurez eso. En mi caso particular, la carrera en publicidad de casi 40 años me enseñó muchas cosas con relación a tratar de ponerme en la piel de la persona que está al otro lado, de entender un poco su pensamiento, sus expectativas, hacia dónde quisieran ver cosas mías o no. Eso hay que combinar con lo que uno quiere hacer. Hay que combinarlo y de ahí surge algo. También tengo que decir que el sistema de trabajo que yo tengo, la carrera publicitaria también me ayudó mucho a perfeccionar un sistema, a ser un poco ordenado porque, como te dije, vengo del caos, ese es mi sistema de trabajo. Porque yo nunca tuve una educación académica, yo soy lo que llaman autodidacta muy a pesar mío. Entonces tengo esa tendencia a tener una formulación muy caótica inicial, pero después me ha ayudado el sistema que he encontrado en estas profesiones.
–ADS: ¿Cómo se combina lo que uno quiere con lo que el mercado impone en materia cultural?
–JV: Me acuerdo que (Ricardo) Piglia había dicho que (Ígor) Stravinsky componía mucho por encargo. Y alguien le preguntó “¿por qué haces estas cosas por encargo?”. Entonces dijo él que cuando le piden un vals tiene unos límites dentro de los cuales moverme porque cada género tiene sus límites, sus reglas, sus preceptos. Pero “si yo no tengo eso, la música me somete a un universo tan infinito de posibilidades que me siento abrumado”. Entonces, llevando esto al tema del mercado, una vez me dijeron “necesitamos una serie de biografías”. Yo preferiría escribir ficción, pero igual tengo la capacidad de tomar un libro o varios libros de la biografía de algunos autores o de algunos paraguayos importantes como fue este caso y escribir. O sea, en este caso el mercado te dice “necesito esto”, pero digamos que en mi caso pasó una vez. O sea, siempre escribo lo que yo quiero contar, siempre escribo lo que me gusta.
–RG: En mi caso en particular yo estoy acostumbrado a lidiar con esto. En el ambiente publicitario para mí conciliar estas cuestiones fue relativamente fácil porque aprendí a hacerlo. Actualmente me siento más libre porque cuando estuve trabajando en la industria del cómic, que yo conocí cuando fui a trabajar a Sao Paulo en los años 80, hay una ruta que seguir y vos tenés que entrar dentro de eso. Y a mí me pedían específicamente ciertas cosas dentro de lo que yo hago. Por ejemplo, me pedían páginas a lápiz. Antes venía el guion, después venía el lápiz, después venía la tinta, que era otra persona; después la letra, el color, etc. Toda una maquinaria. Entonces, cuando uno entra en un proceso industrial tenés que crear lo mejor dentro de esa ruta. Actualmente yo me siento bastante libre para crear mis propios cómics dentro de lo que me gusta a mí.
–ADS: ¿Te referís a todo el proceso creativo?
–RG: Sí, yo ahora actualmente estoy haciendo guion, dibujo, color, edición, etc. Y después me preocupo con quién voy a editar o cómo lo voy a hacer exactamente, busco alianzas si es necesario en la parte editorial o en la parte institucional. Es una libertad que me permitió quizá el proceso profesional que tuve. Yo entiendo por ejemplo que lo que a mí me gusta tiene menos consumo, que es la ciencia ficción o la fantasía en general, y entiendo que las historietas de tipo histórico como “1811″, “Paraguay retã rekove” son más populares, la gente busca más ese tipo de lecturas, incluso por motivos didácticos. Así que voy tratando de congeniar porque ambas cosas me gustan.
–ADS: ¿Cómo se te ocurre que escribir es un camino?
–JV: Se fue dando. Yo tuve el ejemplo de mi padre. Yo lo veía de niño, lo veía siempre en un sofá leyendo. Desde que aprendí a leer y me acerqué a esos libros nunca más los solté. Y llega un momento en el que uno también quiere contar sus historias. Después de haber leído tantas historias, vos decís “yo también puedo o quiero contar”. Y los que dan el paso a la escritura y luego a la publicación son a los que finalmente nos llaman escritores. En mi caso se dio por la cantidad de lecturas que tenía. Todos tenemos vivencias, todo hombre es una historia, entonces algunos queremos compartir esas historias, no siempre es la de uno.
DIGITALIZACIÓN
–ADS: ¿Qué esperan que suceda con el soporte papel en vuestras obras, para los cómics y para los libros?
–RG: Ha resistido al papel bastante bien. Hoy podemos decir que si bien las ediciones de libros han reducido sus tiradas, se han multiplicado la variedad de títulos. Hay muchos más libros, cómics y todo tipo de material impreso que en otras épocas. Yo no le huyo a ningún soporte en el que se pueda reproducir una obra artística o una obra intelectual. Sin embargo, la relación que yo tengo con el papel es íntima. A mí me gusta tocar, oler, mirar, detenerme. No es una cuestión meramente utilitaria.
–ADS: ¿Con relación a las historietas qué sentís al respecto del formato digital?
–RG: Actualmente estoy publicando en Inglaterra en formato digital con David Lloyd, que es el coautor de “V de venganza”. No le tengo miedo al formato, me sirve, funciona bien. Por supuesto que es otro tipo de lectura, no es la que quizá yo elegiría, pero es la que tengo en este momento.
–ADS: ¿Y en materia de literatura cómo ves esa tensión entre libro digital y libro papel?
–JV: Hay que apostar por los formatos que puedan permitirnos llegar a más público. En el caso del libro digital, yo tengo mis publicaciones en varias de las grandes plataformas del libro electrónico porque dinamitan las fronteras. Yo puedo llegar a públicos que normalmente no alcanzaría. Hace poco me pasó que las ventas de mis libros en digital superaron a las de papel. Pero si me dan a elegir yo me quedo con el papel como lector.
–ADS: ¿Y cómo ves el mundo de la publicidad a partir de estos cambios tan radicales?
–RG: La verdad que los cambios son dramáticos y en ese contexto yo creo que estamos reaprendiendo todo. No me atrevo todavía a formular una teoría sobre el tema, pero realmente ignorar lo digital, lo múltiple de los espacios que tenemos actualmente, la inmediatez, las tecnologías que van a ir irrumpiendo como la inteligencia artificial, que es todo un tema dentro de estas tecnologías nuevas. Yo creo que han cambiado dramáticamente el negocio y lo van a continuar haciendo. Así que yo me inscribo en la parte del alumnaje, estoy aprendiendo, estoy mirando. Como buen inmigrante digital no nos queda otra que aprender.
–ADS: ¿Cómo se llevan con la inteligencia artificial? A mí no me gusta su poesía.
–RG: Es una criatura la inteligencia artificial, como un bebé que está creciendo. Realmente no sabemos muy bien cómo va a desarrollarse. Yo por obligación profesional empecé a experimentar con el ChatGPT, con todas estas cosas que aparecen en forma gratuita y es sorprendente. Tiene sus limitaciones, por supuesto, pero es necesario conocer al aliado o enemigo, hay que entender cómo funciona y qué puede hacer, qué no puede hacer. En el mundo de la ilustración es un enemigo porque los ilustradores se quedan sin trabajo. Esto está pasando en todo el mundo. Yo lo veo como un proceso que lamentablemente es inevitable. Yo veo que cada vez se va a usar más ese tema y tenemos que aprender a convivir y a combatir si fuera necesario.
–JV: Yo veo su éxito sobre todo en la ilustración. Son alucinantes las imágenes que uno puede crear aprendiendo a formular los prompts. Yo por ejemplo agarré una imagen de Juan Moreno, del legendario dibujante, subí a una plataforma un taguá detective que se llama Lito, de mi serie de libros infantiles, y le dije “proyectá esto en entornos posapocalípticos” y me saca el dibujo con esos cascos, unos uniformes, una locura. Realmente veo un avance muy grande allí en cuanto a la ilustración. Es un peligro, por supuesto, para los dibujantes. Yo probé también ChatGPT para inventar historias y ahí no me convenció. Así como probaste como poeta, se muere de hambre.
NUEVA GENERACIÓN
–ADS: ¿En el mundo del escribir cómo estás viendo a la nueva generación?
–JV: Tenemos una generación estupenda de narradores ahora en Paraguay, narradores jóvenes que están demostrando mucha calidad. Estoy muy esperanzado con esta nueva camada de autores que tengo la suerte de que a varios de ellos estoy publicando.
–ADS: ¿Y en el caso de los cómics?
–RG: Hay una base muy interesante de gente que nos sigue y hay nuevos autores muy talentosos que están surgiendo y afortunadamente no solamente en el marco de la solución que todos esperamos, sino que hay uno que está en Ciudad del Este, hay otro que está en Encarnación, van surgiendo talentos en forma múltiple en varias partes del país.
–ADS: ¿Qué otras tendencias temáticas existen además de la historia?
–RG: En la historieta paraguaya surge en gran parte el humor, la sátira. Hay una convivencia de autores de humor gráfico con la historieta como el caso de Nico, por ejemplo, y otros. Y esa es una de las temáticas. Después hay autores que toman la ciencia ficción como uno de los estandartes de la historieta paraguaya, además de la historia, el tema del humor, el tema de la fantasía, pero con las mezclas necesarias en relacionar lo que pasa acá en Paraguay. Hay escenarios paraguayos en un mundo posapocalíptico.
–ADS: ¿A quiénes admirás en el mundo del cómic?
–RG: Yo tendría que comenzar con Juan Moreno ahora, que es nuestro compatriota dibujante. Es un ilustrador excepcional. Después yo diría que a mí me gusta mucho la obra de Moebius, Jean Giraud, un francés que ha desarrollado una imaginería espectacular a lo largo de un montón de historias de diferentes tipos. Ha hecho historias de vaqueros hasta ciencia ficción, de todo un poco. En Estados Unidos hasta hoy me gusta la obra de los pioneros como Hal Foster.
–ADS: ¿Y en tu caso podrías hacer un énfasis en gente de letras en este mundo de los guionistas?
–JV: Creo que es inevitable mencionar a Robin (Wood), que es un fuera de serie. Es una maravilla. Yo que estoy metido con la narrativa, me quedo deslumbrado cómo tiene esa capacidad de en un par de viñetas definir la psicología de un personaje, cómo construye las tramas, cómo crea los diálogos. O sea, fue un verdadero genio Robin. Como dibujantes es inevitable mencionar a Juan Moreno, Roberto Goiriz, Kike Olmedo, Adam. Tenemos aquí en Paraguay dibujantes de un talento extraordinario.
–RG: Quiero refrendar lo de Robin porque tuve la suerte de trabajar con él durante más de 10 años haciendo diferentes cosas. Enseguida nos pusimos de acuerdo porque él tenía un don que era ver qué dibujaba mejor el dibujante y con base en eso él creaba la historia. Él decía “a usted le sale mejor esto, yo voy a hacer esto”. Hicimos “1811″, hicimos lo de “Warrior M”, que es una historieta de ciencia ficción y el público era de Italia. Hicimos “Hiras, el hijo de Nippur”, que también se publicó ahí y varias cosas.
PROMOCIÓN DE LA LECTURA
–ADS: ¿Qué hay que ajustar para que el amor a los libros un día realmente surja?
–JV: Yo le tengo mucha fe a este nuevo programa del MEC, Ñe’êry, que está ahora y se hizo un llamado para que las editoriales presenten todos sus materiales. Creo que el error se dio históricamente con la selección de los textos. Tal vez elegían textos que no dialogaban con las nuevas generaciones. Yo creo que con este paso que está dando ahora el Ministerio de Educación eso se va a subsanar. Van a tener un comité técnico que va a seleccionar las obras y ojalá lo hagan bien, de manera que puedan conectar con los alumnos, contarles las historias que quieren oír, porque todos queremos oír buenas historias.
–RG: Hay ciertas bases más o menos seguras con relación al tema de la lectura, por lo menos en el campo de los cómics. Por ejemplo, tenemos el caso de Robin Wood, está más que comprobado que la lectura de las historietas causa mucho placer a la gente. Tiene seguidores en todo el mundo.
–ADS: ¿Cómo están las juveniles en Paraguay en materia de producción de historietas?
–RG: Me parece que hay mucho entusiasmo y este era un tema que nos preocupaba hace algunos años, 10 o 20 años atrás. No sabíamos si iba a surgir una renovación de esta generación que ya dimos mucho y la respuesta fue una andanada de autores que empezaron a publicar. Entonces, nos encontramos hoy con una variedad de personas, mujeres, hombres que están trabajando desde sus posibilidades, por supuesto, y de las posibilidades de nuestro mercado en presentar lo suyo. Y son cosas muy interesantes.
RIQUEZA LINGÜÍSTICA
–ADS: ¿Cómo estás llevando y qué se está construyendo desde la responsabilidad que tenés como ministro de la Secretaría de Políticas Lingüísticas?
–JV: Tiene una misión realmente grande. Tenemos un acervo cultural enorme en Paraguay, una gran riqueza. Generalmente el paraguayo de a pie si ve a un indígena le habla en guaraní, piensa que sí o sí tiene que saber guaraní. Pero en realidad el guaraní es nada más que una de las cinco familias lingüísticas que tenemos aquí en Paraguay. La Secretaría tiene bajo su cuidado el bilingüismo oficial, nuestras dos lenguas oficiales. Tenemos también la lengua de señas. La Ley 6530 nos nombra autoridad de aplicación de esa ley. Y tenemos 19 lenguas indígenas. Son 19 lenguas indoamericanas, son 19 formas de mirar el mundo, de entender la realidad. Y es riquísimo. Nuestra misión es muy grande porque hay lenguas que están desapareciendo. La lengua guaná, por ejemplo, tiene solamente tres hablantes, tres abuelitas.
–ADS: ¿Solo tres hablantes?
–JV: Sí. La otra vez estuve en la comunidad Río Apa, en Concepción, y tuve el gusto de conocerlas, ña Modesta, ña Azucena y ña Vicenta. Y hay pocas cosas más tristes que la pérdida de una lengua, la desaparición de una lengua. Por suerte se pudo hacer un diccionario de la lengua, un alfabeto. Tenemos registros audiovisuales para saber cómo suena. Y en ese contexto la SPL construyó lo que se llama el nicho lingüístico. En este caso concreto son dos aulas donde ellos se reúnen los fines de semana y ahí las personas que conocen la lengua tratan de pasarla a las nuevas generaciones, lo que se llama la revitalización, pasar esa antorcha, porque si no, está destinada a desaparecer. Es una lucha realmente. Ellos tienen que contar con materiales para poder pasar la lengua. El problema grande que se da es lo que se llama el corte generacional. El abuelo o el papá ya no quieren hablarle al nieto o al hijo en su lengua porque dicen “mejor aprendé castellano, mejor aprender guaraní” para poder entrar a la escuela, conseguir trabajo.
–ADS: Como si no se pudieran aprender varios idiomas al mismo tiempo.
–JV: Hay que internalizar. Cuantas más lenguas habla una persona, tanto mejor.
–ADS: Y este proceso debe ser un proceso muy difícil, ¿no?
–JV: Nuestro presupuesto es limitado comparando con la misión que tenemos, porque estas lenguas están en riesgo de desaparición. Son seis lenguas que están en riesgo de desaparición. Para nosotros el logro sería que cada una de estas lenguas por lo menos deje su alfabeto, su diccionario, su gramática y un registro audiovisual de cómo suenan o cómo sonaban. Es una manera de dejar la huella, por lo menos se hizo esto y por supuesto también revitalizarla en la medida de lo posible, revitalizarla de manera que pueda pasar a las nuevas generaciones.
“Tenemos un acervo cultural enorme en Paraguay, una gran riqueza. La Secretaría tiene bajo su cuidado el bilingüismo oficial, nuestras dos lenguas oficiales. (...) Y tenemos 19 lenguas indígenas. Son 19 lenguas indoamericanas, son 19 formas de mirar el mundo, de entender la realidad. Y es riquísimo. Nuestra misión es muy grande porque hay lenguas que están desapareciendo. La lengua guaná, por ejemplo, tiene solamente tres hablantes”.
“Para mí la creación se inicia con una compulsión, una cosa física, no es algo intelectual. Desde chico yo sentía la necesidad de dibujar y de crear. Era algo que tenía que hacer, era como una obligación. Más allá de que me diera gusto dibujar o fuera algo aburrido, tenía que hacerlo y entonces para mí nació de eso. La construcción de la forma yo creo nace del caos, de la multitud de cosas que uno tiene en la cabeza, de la multitud de cosas que hay en la vida”.