Las temporadas de humo por los distintos tipos de fuegos ocasionados en el país, principalmente los incendios forestales, los considerados más agresivos contra la salud, deben ir extinguiéndose necesariamente si no queremos repetir los últimos sufrimientos de infecciones respiratorias a las que se sometió a la población. En este objetivo es clave que, además de las normas vigentes, el respeto de las mismas sea innegociable y que la población se involucre en la prevención como los controles pertinentes.
Los municipios tienen la tarea impostergable de animar a sus respectivas comunidades en la vigilancia contra este mal que se propaga de manera inconsciente. La gente debe empezar a exigir que se cumplan las leyes ambientales, etc., para evitar incendios que generan enormes daños, fundamentalmente a la salud.
La negra experiencia reciente del incendio provocado en la región del alto Chaco, que devoró miles de hectáreas de la reserva Chovoreca que difícilmente se pueda recuperar en décadas. Además, se perjudicó al país, colapsando los consultorios, urgencias de los hospitales es una situación que no se debe repetir. El impacto fue muy negativo y se expandió a nivel nacional, se vieron también perjudicados los estudiantes que se vieron imposibilitados de realizar sus actividades académicas, deportivas a causa del humo que ennegreció distritos enteros.
La Justicia actuó contra los responsables de los sitios donde se originó el fuego en el Chaco. Corrieron imputaciones y procesos judiciales.
Los entes reguladores y de control aplicaron restricciones más extensas y severas, pero sabemos que estas acciones son reactivas, de muy difícil efectividad si el compromiso no es colectivo, principalmente si la comunidad no se convierte en custodia del medioambiente, en este caso para proteger de los incendios.
En este contexto de preocupaciones, en un periodo de riesgo por el calor que colabora con el brote de estos siniestros, el Poder Ejecutivo emitió el día de ayer el Decreto 2868 que reglamenta la Ley de Manejo Integral del Fuego, con la finalidad de optimizar la gestión y mejorar la coordinación entre las instituciones encargadas de su aplicación.
Con la reglamentación también se incorpora, según socializaron oficialmente, la creación del Sistema de Monitoreo de Incendios Forestales, dependiente del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal (SNMF), como un conjunto de herramientas y procesos diseñados con el objetivo de recopilar, sistematizar, analizar y proveer información necesaria para la detección temprana, prevención, monitoreo y mejora en la capacidad de respuestas ante los incendios forestales.
Anunciaron que se implementará un registro correlativo de permisos de quema para evitar superposiciones en actividades en fincas colindantes.
Algo muy importante en este nuevo refuerzo legal es la aplicación de otros métodos de controles y fiscalizaciones por parte de funcionarios municipales calificados. Esto es clave, comprometer a los municipios es trascendental puesto que no se pueden reducir a centralizaciones el manejo de temas tan sensibles como riesgos que provienen de la propagación del fuego.
Los jefes locales tienen que encontrar la manera de incentivar a sus comunidades en la lucha contra los siniestros ambientales e ir preparando funcionarios de alto perfil para el manejo de incendios como todo tipo de fuego. También, la gente debe entender los riesgos y perjuicios que se producen al quemar, no bastan solamente reglas, hace falta conciencia.
En la medida que se involucre a la población, las medidas de prevención se tornarán reales y más efectivas. Todavía nos encontramos en el retroceso de deshacernos de nuestros desechos mediante el fuego, la quema, y eso es letal para el ambiente en el cual respiramos. Sin embargo, este daño no entra en la medición mental que tenemos de lo que afecta nuestra calidad de vida, siendo la salud una prioridad.
Es por eso que el Gobierno, en la aplicación de sus refuerzos normativos, tiene que marcar una hoja de ruta en el combate contra los incendios que involucre a las municipalidades, las comunidades, que son los bomberos más efectivos en este objetivo.