Uno de los principales objetivos que se han fijado las autorida­des nacionales es aumentar progresivamente las inver­siones para darle un fuerte impulso eco­nómico al país. El trabajo de captación de nuevos inversionistas está dirigido a los capitalistas de nuestro país y a los prove­nientes del exterior, quienes muestran cada vez mayor interés en el Paraguay. Lo impor­tante es que los dueños del capital realicen sus apuestas en los más diferentes renglo­nes de la economía, y con su esfuerzo verán rápidamente el resultado positivo espe­rado. La experiencia de los que han venido invirtiendo en el país es altamente positiva y constituye la mejor propaganda, pues la realidad no miente: aquí conviene desa­rrollar proyectos varios porque los hechos indican que hay suficiente rentabilidad, bajos impuestos, estabilidad macroeconó­mica y un país socialmente tranquilo y sin complicaciones.

Las cifras que se tienen en los organismos estatales sobre el interés de los inversionis­tas ayudan al optimismo, porque cada vez crece el número de interesados a quienes hay que ayudar para que concreten sus pro­yectos en nuestro país.

La Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), el organismo estatal encargado de promocionar la presencia de produc­tos paraguayos en el exterior y de atraer a interesados, ha señalado que, en los prime­ros ocho meses de gestión de este gobierno, desde agosto de 2023, cuando asumió la nueva administración, hasta abril de este año, las empresas interesadas en invertir en nuestro país alcanzaron 534, un 59,9 % más que lo registrado en el mismo período del ciclo anterior (agosto 2022 a abril 2023), en que eran 334 entidades.

Fuentes del organismo público señalaron que en los primeros cuatro meses de este año el número de empresas que tiene inte­rés de traer sus capitales al país aumentó más del doble (113 %) comparado con el período anterior, pues alcanzaron en este último tiempo a 245, frente a las 130 que habían demostrado interés en similar época del año pasado. Las firmas interesa­das son del área financiera, de servicios, de autopartes y ensamblajes, textil y confec­ciones, al igual que empresas de energías renovables. Explicaron que las entidades de energías renovables que quieren inver­tir aquí han mostrado un repunte este año, vinculados a paneles solares, biocombusti­bles, entre las principales.

Las industrias de Brasil y Argentina son las principales interesadas en traer sus proyec­tos de inversión. Luego están las de España, seguidas de las de Bolivia, Estados Unidos, India, Uruguay, Japón y Alemania, entre las principales, de acuerdo con los organismos que manejan el tema.

En 2023 el monto de las inversiones rea­lizadas bajo el régimen de la Ley 60/90 alcanzó a 321 millones de dólares, un 16 % más de lo registrado en el año anterior, con la creación de 2.500 nuevos puestos de tra­bajo. El aumento anotado de inversiones de origen nacional fue de más del 10 %, en tanto que las de origen extranjero tuvieron un alza del 30 %.

Este año se quiere superar los 500 millo­nes de dólares en nuevas inversiones, con la creación de alrededor de 5.000 flamantes empleos para los trabajadores.

Las expectativas que se tienen para el 2024 y años siguientes son elevadas, pues las condiciones que presenta el Paraguay para la captación de mayor capital en los más diversos renglones de la economía son mejores.

Para ello está trabajando fuertemente el Gobierno, comenzando por el presidente de la República, Santiago Peña, que es un fuerte promotor de la colocación de capita­les con sus viajes a otras naciones donde se suele reunir con empresarios que son even­tuales interesados en desembarcar con su dinero en estas tierras.

Últimamente con la puntuación de la califi­cadora Moody’s de haber alcanzado el grado de inversión, en nuestro país ha crecido el entusiasmo de las empresas y de la ciudada­nía, por lo que se aguarda con optimismo la concreción de más proyectos. Pero aparte de constituir un punto positivo en la consi­deración de todo el mundo, la calificación alcanzada constituye un gran compromiso para las empresas privadas y los organismos públicos para seguir haciendo bien las cosas y caminar con rapidez por la ruta del desa­rrollo. Es como ganar un campeonato depor­tivo: aparte de la alegría de obtener el trofeo, es una responsabilidad para continuar con los triunfos y seguir entre los mejores.

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