• Por Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @RtrivasRivas

El presidente Javier Milei –una y otra vez– anuncia y recuerda en tono jactancioso que hace “el ajuste más duro de la historia”. Las empresas consultoras que investigan el clima social desde algún tiempo procuran conocer cuánto tiempo más habrá de mantenerse la paciencia de una sociedad que a nueve meses del inicio del gobierno de La Libertad Avanza (LLA) –el partido que el mandatario fundara en 2021– da señas de que “la desastrosa herencia económica que nos dejaron” no es suficiente como justificativo para explicar las pobrezas de hoy.

Dos destacados consultores que solicitaron reserva acerca de sus identidades “para no tener problemas” coincidieron en expresar a La Nación que “ya no alcanza con potenciar mediáticamente los desaciertos y presuntos delitos cometidos durante los gobiernos de Néstor Kirchner (presidente 2003–2007); de Cristina Fernández (presidenta 2007–2015 y vicepresidenta 2019–2023); y, de Alberto Fernández (jefe de Estado 2015–2019), para justificar las penurias sociales actuales”.

Los consultados agregan que “nueve meses después de ajustar salvajemente los ingresos de los jubilados hasta el punto de vetar una ley aprobada por el Parlamento para mejorar levemente los haberes de ese sector; de no poder revertir una caída del 6 % en el Producto Bruto Interno (PBI); de la destrucción de poco más de 330 mil puestos de trabajo formal; del aumento exponencial de los precios de los servicios públicos esenciales, de que la pobreza se ubique en 56 % y la indigencia en casi 20 % cada día es más difícil argumentar con las excusas más comunes y conocidas que suele dar siempre la clase política”.

Algunas destacadas voces gubernamentales –en reserva– confidencian a este corresponsal que el consultor Federico Aurelio, titular de la firma ARESCO, una de las más reconocidas en este país, reunido con el señor Milei precisó que “se advierten caídas en dos indicadores relevantes: gestión de gobierno e imagen personal”.

Detallaron que en no menos de tres relevamientos encargados por el gobierno con claridad señalan que ya en abril pasado el 37 % de las personas consultadas por los encuestadores evalúan la gestión de Javier Milei como “muy negativa” o “negativa”. En esas mismas pesquisas emerge que el 42 % “no cree que el mandatario estabilice la economía”; y, que “la principal preocupación social entre quienes tienen entre 26 y 35 años es la inflación” que según los datos oficiales que reporta el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en los primeros 8 meses de este año se expandió en poco más del 94 %. Nada sorprendente, por cierto.

El presidente Milei se encuentra en Estados Unidos. Quienes conocen su agenda dejan trascender que mañana –martes– hablará, como lo hicieron cada año sus antecesores en el cargo, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y que en algunas horas de su estancia en Nueva York visitará Wall Street, donde “tocará la campaña” en el inicio de las actividades en ese relevante foro económico y financiero de alcance global. También se reunirá –una vez más– con Elon Musk, ciudadano sudafricano, estadounidense y canadiense que potencia a través de X (ex Twitter) una de sus unidades de negocios, a Milei en particular y a la ultraderecha global.

El argentino insistirá en todas sus reuniones del más alto nivel que éste país necesita dinero fresco que, hasta el momento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no accede a dárselo. Pero, además antes de dejar Buenos Aires, trascendió que Petronas, la petrolera de Malasia “analiza retirarse” de un proyecto de inversión por un monto de USD 30.000 millones junto con la argentina YPF para ampliar la producción gasífera local y disponer de grandes volúmenes exportables desde la patagónica provincia de Río Negro.

Muy mala noticia por cierto dado que la administración Milei sacudió durante muchos días la operación que ahora aparece como “en duda” y que el gobierno la expuso como una suerte de “caso testigo” de IED (Inversión Extranjera Directa) y confianza en las actuales autoridades. El periodista y economista Marcelo Bonelli, en Clarín el pasado viernes fue claro y contundente para definir la situación con una expresión muy argentina: “la negociación está empiojada” y precisó que entre los más encumbrados hombres de negocios locales –algunos con actividades transnacionales– se asegura que “en un 95 % Petronas desiste del megaproyecto” con YPF.

“Los ‘popes’ de Malasia (Petronas) dudan sobre cuestiones de la ‘macro’” en Argentina y “sobre la gobernanza”, añadieron otras fuentes empresarias a este diario y puntualizaron que los malayos “decidieron invertir en Guyana y Surinam y ya se lo informaron a YPF” que, pese a ello, dijo públicamente que “el proyecto, aún sin Petronas, sigue firme”.

Javier Milei, en ese contexto, también voló a NYC con otra preocupación. El papa Francisco, en el Vaticano, reunido con líderes de movimientos sociales de todo el mundo, comentó en tono de denuncia un posible hecho de corrupción estructural “en la Argentina” y alertó sobre “la represión” de una protesta social callejera de obreros.

“Me contaba un emprendedor internacional que estaba haciendo en Argentina unas inversiones de extensión de eso que ellos estaban llevando adelante, y fue a presentar al ministro un nuevo plan de nuevas extensiones. El ministro lo atendió muy bien y dijo ‘dejemeló, ya lo van a llamar...” comentó Francisco que fue videograbado mientras relataba.

El papa, continuó: “al día siguiente, el secretario del ministro lo llamó, le dijo si podría pasar ‘en dos días, así le entregamos el permiso’. Pasó, le entregó los papeles y la firma y cuando él (el inversor) se estaba por levantar, le dijo: ‘Y para nosotros, ¿cuánto hay?’ La coima... El diablo entra por el bolsillo, no se olviden”, concluyó el pontífice argentino. Formalmente la Casa Rosada –sede del gobierno federal aquí– hasta el momento no hizo comentarios.

Finalmente, vale señalar que tres fuentes muy confiables del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino admitieron que Guillermo Nielsen, embajador de este país ante el gobierno del presidente Santiago Peña, “es uno de los tres nombres que circulan en Buenos Aires para suceder a la actual ministra Diana Mondino con mucho desgaste en su gestión”. Tampoco para este tema hubo ningún comentario oficial.

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