- Por Felipe Goroso S.
- Columnista político
A estas alturas hay elementos suficientes para afirmar con absoluta certeza que hay todo un mecanismo que funciona como reloj suizo que busca desprestigiar a la política en general como la vía para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y en particular la de los partidos y los políticos. También es una obviedad que en muchos de los casos no es que haya que hacer un esfuerzo extraordinario para desacreditarlos.
La semana pasada la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado firmó una alianza con universidades privadas para ofrecer becas a interesados en estudiar las carreras de Administración, Contabilidad, Marketing, Comercio Internacional y Ciencias de la Educación e Informática. El acto estuvo liderado por el presidente de la Junta de Gobierno, don Horacio Cartes. Las becas llevan el nombre de “Bernardino Caballero”, quien fuera el fundador de la organización partidaria. No es una exigencia estar afiliado, ni hacerlo al momento de solicitar la beca. Pueden postularse los que obtuvieron promedios 4,5 en adelante. Las carreras disponibles son Administración, Contabilidad, Marketing, Comercio Internacional y Ciencias de la Educación e Informática. No importa la edad. Se compite por becas completas y medias becas, mediante evaluación en Castellano y Matemáticas. Se compite y ganan los más aptos. Los exámenes son preparados y corregidos por técnicos evaluadores de las universidades y el examen para Gran Asunción se tomará en la ANR y se va a replicar en el interior del país.
Los ejes de la gestión de Cartes en la ANR son educación y empleo. Bajo la premisa de que cuanto mejor formado el ciudadano, mejores oportunidades laborales. Tanto fue el apoyo de las universidades que eran 9 en un principio y al momento de escribir esta columna se seguían sumando atraídas por el modelo. Los interesados deben ser de instituciones públicas o privadas subvencionadas. Muchas cosas podrán decirse de la ANR, algunas de ellas incluso con razón, la mayoría de ellas con una carga importante de sesgo, pero estas iniciativas deberían de valorarse en su real alcance y dimensión e incluso y mal que les pese a los demás partidos políticos ser tomada como ejemplo digno de ser imitado. Todos los partidos con representación en el Congreso reciben aportes y subsidios del presupuesto público, casi ninguno tiene una gestión similar.
La política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, tiene como tarea en estos tiempos recuperar la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático. Eso hará que proyectos repletos de aventura y poco apegados a la libertad pierdan su encanto y atractivo.