Es la causa que determina la existencia de una cosa o la manera de actuar de una persona ante una situación. Es lo que mueve o es capaz de mover. El motivo está conceptualizado a través de esas expresiones. Ahondando en su origen, pueden suceder sorprendentes argumentos que avalan su visibilidad, indicando además que está inexorablemente ligado a la voluntad. Y al universo de la creación de los fundamentos que sostienen el andar.
Si hay vida, hay abundantes realizaciones cotidianas. Es maravilloso sentirse vivo, gran empuje para darle ritmo a la intensa respiración que habilita la presencia del aire interior. Cuando el instante prioriza los hechos elementales que permiten crear intereses básicos y genuinos, empiezan a darse situaciones que enaltecen el majestuoso ser que cultivamos. En ese permanente reconocimiento de las sensaciones vitales se pueden aprender grandes lecciones. Que así sean, depende de quien las decide recibir.
En donde nacen agradecimientos se expanden de forma natural las raíces de los vínculos que están dispuestos a construir lo que se proponen. El ánimo se forja una y otra vez, y así siempre hasta el último suspiro. Y puede sustentarse en un estado basado en una actitud fortalecida debido a las instantáneas y periódicas dosis de gratitud. Esta es una de las bellas opciones que están disponibles en toda circunstancia, tanto en las que generan profundos planteamientos como en las que requieren solamente de algunas respuestas necesarias.
Es fuerte el deseo de darle significado a lo que se lleva a cabo, en esa búsqueda del porqué se descubren los talentos que se poseen y se vislumbran nuevos paisajes a los cuales acceder. Es inmensa la proyección de las motivaciones que inspiran al ser humano. El acto de significar es un testimonio de la libertad personal, identificándose como un paso inicial y caracterizándose como una práctica que requiere pensar con criterios reales y optimistas, dando valor a lo que genera el movimiento hacia una acción concreta.
El destino de las ideas está unido a las coherentes explicaciones que transmiten con testimonio lo que se quiere vivir o lo que se está haciendo para caminar por los parques sembrados por las virtudes particulares. Por eso, los horizontes son tan amplios como las mentes que los describen. Resaltando que para vivirlos hay que considerar centímetro a centímetro lo que implican en la vida de quienes están involucrados en los mismos. Es ahí donde lo que mueve interpela la existencia y la incentiva a que realice lo que le hace bien, y al mismo tiempo geste bienestar a su alrededor.
Dejanos tu comentario
Un juego de luces
- Por Marcelo Pedroza
- Psicólogo y Magíster en Educación
- mpedroza20@hotmail.com
Es el comienzo, es el instante en donde todos los instantes confluyen. Se reúnen en el presente. Un corazón y un presente, todos los corazones y todos los presentes. Si el amanecer existe, es porque la eternidad existe. Si uno amanece, la vida amanece. El universo te agradece tu luz. La humanidad brilla, y lo hace al verte. Es tu comienzo, el comienzo de cada ser que siente tu presencia.
Es el sí de Whitman, ese que vivió en su canto, es el tiempo de Agustín, en su búsqueda inicial, es la música de Bono, es la palabra de Siddhartha, es cada día de ese recorrido emblemático descripto por Hesse. Es el que es, el que ilumina a todos, allí está, estuvo y estará; vaya astro genial, su energía no tiene precio, se adquiere con atención.
Si esos pájaros carpinteros pudieran expresar en palabras la aparición de su impactante nacer, quizá el canto no sea canto y se transforme en un llamado a admirar ahora mismo su estampa en lo celestial.
Gigante para los voladores, esos que allá van, que han tomado aire para desplegar sus alas, esas que llevan a sentir que en el trayecto está la alegría, la ferviente pureza del afecto, el que se vive mientras se transita hacia el corazón de la eternidad. El ser y su tiempo, el ser y su pureza, el ser y su trascendencia. El vuelo del ser, la alegría de admirar.
Esos lindos pichones deslumbran, “…me gusta ver entre los árboles el juego de luces y de sombras cuando la brisa agita las ramas”, escribió Walt Whitman. Allí se posan para deleitarse del aroma del presente. Se pierden entre hojas, aparecen, cantan y elevan la mirada, sí…, se conectan con la luz de las luces, mientras contemplan lo que también contempló Marco Aurelio, formándose un acercamiento entre especies, es la vida y su diversidad de orquestas.
El bosquejo diseñado en ese circuito sin techo se constituye en una maqueta imaginaria, son artistas de los sueños que producen, inspiran cualquier esfuerzo, crean la puesta concreta que homenajea la existencia.
¡La belleza existe!
Dejanos tu comentario
Peña ratificó voluntad para reforzar la operatividad de las fuerzas militares
El presidente de la República, Santiago Peña, se reunió este jueves con autoridades castrenses y ratificó su apoyo para viabilizar una serie de requerimientos de las fuerzas miliares, relacionadas principalmente a la dignificación del personal, el refuerzo de equipos aerotácticos y el presupuesto con miras al 2026.
Al término de la jornada castrense, el ministro de Defensa Nacional, Óscar González, explicó que durante el encuentro se abordaron variados temas, entre los cuales figuran, la mejora en la calidad de los alimentos proveídos a los cadetes, tanto de la Academia Militar Francisco Solano López como también de los demás institutos de enseñanza, no solo del Ejército, sino de la Fuerza Aérea y de la Armada Paraguaya.
Le puede interesar: Interventor de Asunción aguarda corte administrativo para “empezar a trabajar”
Asimismo, mencionó la necesidad de actualizar el parque automotor de las fuerzas armadas, que incluyen los vehículos tácticos, a fin de reforzar el control anticontrabando, otro de los ejes conversados en la fecha, con el presidente Peña.
Radares, vehículos tácticos y flota naval
Por otra parte, el ministro comentó que en los próximos días estarían llegando al país los dos radares móviles que están siendo revitalizados en Israel. Mientras que el otro radar adquirido de los Estados Unidos, con su sistema de mando y control, estará operativo en unos 27 meses.
En tanto, que el comandante del Ejército, Manuel Rodríguez Sosa, señaló que tuvieron la oportunidad de dialogar con el jefe de Estado sobre otros temas que hacen referencia al presupuesto para el 2026.
“Valoramos mucho el liderazgo y el sentido de pertenencia del señor comandante en jefe que ha escuchado a todos los comandantes y autorizó al Comando del Ejército a avanzar en las gestiones con el Gobierno de los Estados Unidos para la adquisición de vehículos tácticos”, detalló.
Así también, la Armada Paraguaya presentó su propuesta para el acondicionamiento de su flota de guerra, que contempla buques y lanchas, que si bien están operativas requieren algún tipo de mantenimiento.
“La Fuerza Aérea en base a todas las adquisiciones que se tienen previstas, los Súper Tucano, los helicópteros y los pillanes van a necesitar mayor presupuesto para reparación y mantenimiento y combustible, hemos encontrado mucha apertura, entendió perfectamente nuestras necesidades, así como los requerimientos para nuestros cadetes”, sentenció.
Siga informado con: Contraloría fiscalizará corte administrativo de la Municipalidad de Asunción
Dejanos tu comentario
Historias de fantasmas que no existen, nunca existirán, pero que siempre están
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
¿Existe lo inexistente? Definitivamente, creo que sí. De lo contrario, ¿cómo sería posible creer en lo que no existe? ¿Pero, aun así, cómo responder para evitar burlas y acusaciones?.
El 22 de noviembre de 1718, murió Edward Teach, un pirata que aterrorizó los mares. En especial, a bordo del Queen Anne’s Revenge (la Venganza de la Reina Ana), que comandaba implacable asoló, en particular, el océano Atlántico y el mar Caribe.
Espantó a los unos y a los otros sin que hasta el momento preciso de compartir esta historia sepa a ciencia cierta, entre aquellos unos y otros, quiénes eran aquellos a quienes podríamos categorizar como buenos o malos, ya que con demasiada frecuencia dejaban de ser lo uno o lo otro a la hora piratear.
Pasa que –allá por el 1700, en el siglo XVIII– andanzas como las de Edward Teach y sus comandados –crueles, sangrientas, impiadosas– también podían ser un trabajo legal y legítimo si aquellos tipos, sus protagonistas y perpetradores eran corsarios.
Practicar el corso –para que quede claro y según la Real Academia Española de la Lengua (RAE)– se llamaba así a la “campaña que hacían por el mar los buques mercantes con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas (aunque) respetando las leyes de la guerra”.
¿Cuál era el beneficio de los corsarios y sus tripulaciones? La parte del botín de guerra que acordaban con los gobiernos que les otorgaban la “patente de corso”. Nada inusual. Aunque parezca increíble, todavía hoy el Parlamento argentino, de acuerdo con el artículo 75 de la Constitución Nacional, inciso 22, tiene la facultad de conceder patentes de corso.
Pero, más allá de este dato puntual sobre el que legisla la Argentina, el caso es que Teach, según cuentan la historia, la literatura y el cine, siempre fue pirata y nunca estuvo del lado de la ley hasta que fue abatido el 22 de noviembre de 1718 cuando aquella amenaza marítima a la que también se conoció como Barbanegra comenzó a ser leyenda.
Hay quienes contaron a través de los tiempos y hasta nuestros días que, a su barba, renegrida y enrulada, a la hora de combatir y previo a los abordajes, le agregaba mechas de cañón a las que él mismo encendía para aterrorizar a sus atacados.
Cubierto con un tricornio emplumado, mientras profería alaridos con los que amenazaba a las tripulaciones enemigas, armado de pistolones que portaba en su cintura y dos espadas, arremetía impiadoso. Hasta hoy, los noctámbulos que habitan la zona de Teach’s Hole, en la isla de Ocracoke, en Carolina del Norte, aseguran que con alguna frecuencia se cruzan con el fantasma de Barbanegra. Las autoridades con las que consulté sobre ese espíritu deambulante negaron su presencia rotundamente.
LA DEL PIRATA SIN CABEZA
Costa Rica también tiene lo suyo. En mayo de 2013 – finalizada una conferencia global de un organismo multilateral– me embarqué para navegar por el océano Pacífico. La isla Tortuga – en la provincia de Puntarenas– era mi destino. Hacer snorkel hasta desembarcar en ella, un deseo cumplido esperado por mucho tiempo.
Pero el regreso no fue sencillo. Se ponía el sol. La noche avanzaba. Solicité al capitán desembarcar en Tivives, un puerto de pescadores encantador. Setenta y seis kilómetros separan aquel territorio insular del villorrio pesquero. Imposible.
Con la costa bien a la vista y sendos vasos de ron ámbar con hielo el capitán Nabil – afrodescendiente hijo, nieto y bisnieto de esclavos etíopes– contó con su voz temblorosa que “esta noche el fantasma del pirata sin cabeza estará alerta en la playa para impedir que nadie se acerque al árbol de guanacaste donde escondió su tesoro”.
¿Está seguro, capitán? “Sí. Duddee (abuela en lengua etíope) Ayana me contó llorando que así murió ayaat (abuelo) Rufaro, por acercarse a la playa y al árbol del tesoro”.
Acepté. Un día más tarde, por tierra, conocí Tivives. Por esa misma playa, caminé sobre una arena muy fina desde el mismo momento en que el sol superó la línea del horizonte. Respetuosamente aseguro que no me crucé con ningún fantasma.
¿Pero… qué atractivo encierra esa palabra, esa idea, que se repite en la historia de la humanidad? También algunos de sus sinónimos. Espectro, aparición, espíritu, visión, aparecido, ánima.
¿Existe lo inexistente? Definitivamente, creo que sí. De lo contrario, ¿cómo sería posible creer en lo que no existe? ¿Pero, aun así, cómo responder para evitar burlas y acusaciones? En la Cierta Historia Incierta anterior aludí al “barco fantasma”. No fueron pocos los mensajes que Whatsapp me trajo por ese tema.
Algunos contenidos fueron muy duros, por cierto. Mal que le pese a quien le pese, tengo claro que hasta aquello que no existe consigue ser por la comunicación. Me animo a afirmar que hay fantasmas en todas partes, y en todo tiempo y lugar. De alguna forma creo que lo verifiqué.
De hecho, durante las dos décadas de oficio de periodista que practiqué con valiosos y muy queridos colegas orientales cotidianamente escuché y supe de historias de fantasmas.
La diversidad –siempre– enriquece. Así conocí que, en algunas regiones del Oriente lejano, espíritus y fantasmas son transversales a sus culturas y prácticas milenarias que se sostienen en el tiempo.
ACECHANZAS
En China, “zhong kui” (钟馗), según me explicaron, es un fantasma al que “las familias quieren muchísimo, lo esperan, lo invitan para que las acompañe porque las protege contra toda acechanza. Pero –durante una extensa sobremesa con billar, karaoke y Moitú, en Ciudad de México, allá por 2005– conocí de la existencia de los “jiangshi” (”姜氏), a los que podríamos llamar vampiros muy parecidos al conde Drácula que imaginó Bram Stoker.
Pese a ello, esta creencia se verifica desde varios milenios y, culturalmente, se circula a más de 7.000 kilómetros hacia el este de Transilvania (donde residía Vlad Tepes Dracul) y Beijing, capital de la República Popular China (otrora el Imperio de centro); y, si se quiere, a poco más de 8.140 kilómetros de Londres, donde vivió y creó Stoker.
Llamativo, por cierto. También supe, por un hombre de negocios japonés que, en el Imperio del sol naciente, la creencia en los fantasmas se conoce desde tiempos muy lejanos y que a través de la interpretación arqueológica las primeras evidencias sobre el tema emergen de los ainus, integrantes de un pueblo originario la isla Hokkaidō, en la zona septentrional del Japón, aunque también habitaron en la islas Kuriles y existen evidencias de la presencia de esa civilización en la isla de Sajalín, en Rusia.
Notable. Y, justamente por ello, hay quienes sostienen que “los ainus no son una etnia japonesa” porque aquella sociedad –desde entonces y hasta nuestros días– tienen y mantienen cultura, lengua y tradiciones propias.
Pero más allá de ello, “oni” y “yurei”, según aquel japonés multimillonario con el que compartí algunos días en el transcurso de un seminario académico en Manhattan, NYC, “son los fantasmas de muchas personas que no murieron bien y, por eso, quieren vengarse y vuelven para mezclarse entre los vivos”.
Se suele decir en Nueva York que “hay ocho millones de historias” en esa ciudad. La de los fantasmas japoneses es una más. Curioso, sin dudas.
En la tradición judeocristiana apariciones y presencias tampoco escasean. Si bien como conceptos espectro o fantasma no son parte del educare (guiar, criar, orientar) o el educere (hacer que salga lo que somos), sí se los asocia con ángeles y/o demonios. Y, aun así, suele – culturalmente– ser una cuestión de abierta interpretación personal y, por tanto, hay quienes rechazan y quienes aceptan a las y los fantasmas. Algunos rabinos amigos coinciden en explicarme –por separado– que en esa fe no hay un acuerdo interpretativo sobre si los fantasmas existen o no.
ESPECTROS
La palabra fantasma proviene del griego “phantasma”, que se vincula con un espectro, una aparición o una presencia. Desde el rigor académico o dogmático –fantasmas, sí; fantasmas, no– no es un debate porque el rigor científico pesa y es valioso que así sea. A pesar de todo, no es tan así en el debate cotidiano que, en este tema, pareciera no tener fin.
Con queridos amigos y amigas judíos los temas del más allá, por llamarlos de alguna manera, no suelen ser parte de las conversaciones o –para no consignar irresponsablemente lo que podría ser una generalización sin fundamento– no recuerdo haber participado de este tipo de debates nunca.
Aunque reconozco haber escuchado y leído sobre algunas criaturas mitológicas muy poco conocidas y escasamente populares como los shedim, a los que popularmente hay quienes los llaman demonios. Su existencia en este mundo no es clara. Pero no me referiré a ellos, existan o no.
Siento que lo mío –sin ignorar ni desconocer lo malo o, más aún, la maldad o el mal mismo– es acercarme para aprender y profundizar en lo bueno, en la bondad o... en el bien mismo. ¡Joder que se hace difícil! ¿Dónde estará el bien? Por ello decido no referirme a Lilith –que muchas y muchos creyentes en la fe judía afirman que nació antes de Eva y que, junto con Adán, engendró a todos los demonios existentes–.
Me niego. Más allá de lo dicho respecto de mis preferencias por el bien, rechazo pensar y, mucho menos, divulgar que una mujer (real o fantástica) sea significada como la portadora misma del mal o que induzca al mal o que –por mujer– sea algo así como el mismísimo mal.
EL GOLEM
Admito que –si de fantasmas judíos se trata– prefiero y me atrae profundamente al que se conoce como el Golem de Praga. Mucho ha hecho para que así sea el querido maestro don Jorge Luis Borges (1899- 1986) y un entrañable amigo rabino que por mi insistencia aceptó explicarme que “es un shedim benigno, por llamarlo de algún modo, que al parecer era de barro y es mencionado en el Sefer Yetzirá (uno de los textos sagrados de la Cábala)”.
En el transcurso de aquella tertulia apasionante, por cierto, mi buen amigo contó que el famoso rabí Yehuda ben Betzalel Loeb –al que muchos mencionan como el Maharal de Praga y vivió entre el 1525 y el 1609– aseguraba que el Golem por “sobre todo protegía a los judíos de ataques antisemitas y otros peligros propios de aquellos años” y los de hoy. En 2017, recuerdo haber leído esa misma explicación en la internet, consignada en un texto escrito por Aranza Gleason.
Los fantasmas parecen estar en todas partes. Aunque, tal vez, es más correcto y preciso decir y sostener que –como idea– se expande y consolida… hasta el punto de haber trocado en oficio, empleo u ocupación. No sé muy bien cómo llamarlo.
THE GHOSTWRITER
Conozco en la Argentina de dos renombrados dirigentes políticos que contrataron al que quizás sea uno de los mejores periodistas especializados en temas policiales para que escriba un libro sobre la relación entre el tráfico de drogas y el poder, que sin cohibirse presentaron como propio en el transcurso de una jornada académica de especialización que ofrecieron en la sede de una organización gremial empresaria vinculada con el sector medios de comunicación.
Entre los participantes que fuimos a escucharlos estaba –sentado a mi lado– el verdadero escritor… el escritor fantasma… the ghostwriter quien, cuando la actividad concluyó, recibió el diploma que acredita su participación de manos de ese dúo de notables farsantes que firmaron como propio un texto que nunca escribieron. Fantasmas.
Más acá en el tiempo –aunque no tanto– alguna mañana tan neblinosa como otoñal, mientras caminaba descalzo por una extendida playa de arena gruesa mojada por las oscuras aguas del Atlántico Sur, impregnadas de loes patagónico, fue sorprendente encontrar a la querida escritora Margarita Celta – realmente una best-seller de alcance mundial– muy abrigada sentada sobre una simple silla de madera plegable curtida y desgastada a la vez por la bruma marina mientras leía atentamente un libro.
De a ratos, escribía notas, a la antigua, sobre un cuaderno. Bien a la antigua. Me detuve mirándola fijamente en silencio. Con alegría y sorpresa se puso de pie. Colocó la vieja silla plegada sobre su espalda como si fuera una mochila y nos largamos a caminar.
Con preocupación me contó que –por una emergencia económica– aceptó escribir para una muy prestigiosa casa editorial de alcance global tres libros de autoayuda. No me sorprendió por cuanto, alguna vez, fue galardonada con el premio más relevante que se entrega en Latinoamérica a las y los periodistas que se especializan en salud.
PEROS
Pero siempre suele haber un pero. Ningún plan es perfecto a la hora de mentir. Por una cuestión de exclusividad laboral que tiene desde un par de décadas con el diario para el que labora en Inglaterra, aceptó hacer la trilogía propuesta, pero con un seudónimo.
Desde ese momento y para ese fin –parafraseando aquel tangazo que en 1919 compuso Celedonio Flores y como ningún otro cantó Edmundo Rivero– mi querida amiga escritora, desde ese momento, antes era Margarita, ahora es Karl Arroyo Caserío. ¿Ghostwriter?, pregunté sorprendido. Durante un buen rato reímos con ganas.
“Pero tengo un problema, amigo querido. Como los dos libros que ya salieron y se agotaron son un éxito editorial y de ventas, el diario vasco Klariona quiere hacer una entrevista conmigo”. Volvimos a reír. Nadie debe saber que Margarita Celta –best-seller– es Karl Arroyo Caserío. Con más carcajadas nos despedimos.
Supe con el tiempo que la entrevista se hizo. Por mail y con fotos que entregó la editorial que justificó ese formato para el contacto con la prensa en “la enorme desconfianza que Karl tiene de los medios”. Inexplicablemente, el medio aceptó. Los fantasmas, claramente, están en todas partes.
Dejanos tu comentario
La pureza sexual
- Emilio Agüero Esgaib
- Pastor principal de la iglesia Más que Vencedores
- www.emilioaguero.com
- www.mqv.org.py
“Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. 2 Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; 3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de inmoralidad sexual…” 1 Tesalonicenses: 4:1-3.
El sexo ocupa un lugar sumamente importante en el ser humano. Marca nuestra identidad de género, nuestras emociones, nuestras relaciones y nuestro espíritu. Casi absolutamente todo lo que se hace, dice y piensa tiene alguna relación con el sexo. En la sociedad actual los chistes, las comedias, las publicidades, la películas, los programas, las revistas, las novelas, la televisión, el cine o prácticamente todo lo que tenga difusión masiva tiene relación con el sexo. Un adolescente de ida al colegio ve más erotización de que su abuelo encontraba en todo un fin de semana buscándolo. Actualmente dos de cada tres cosas (publicidad, diversión, televisión, internet, moda, etc.) tiene que ver con sexo. Las páginas de internet de pornografía, erotismo o sexualidad en general superan por miles de millones a cualquier otro tema en la web. Millones de matrimonios se destruyen anualmente en el mundo por culpa de la infidelidad, millones de abortos, cientos de enfermedades venéreas y millones de víctimas de estas enfermedades, embarazos no deseados, muertes de personas y de familias son las consecuencias de mal utilizar nuestra sexualidad.
El escritor español del best seller “El hombre ligh”, Enrique Rojas, definió nuestra época en que el “orgasmo ha sido entronizado”, yo diría la era de “la idolatría sexual”.
Enrique Rojas dijo: “Hay sexo por todas partes, sin afectividad ni amor, sino como una ruta serpenteante, divertida y traviesa, en la que se mezclan valores como la conquista, la búsqueda de placer y el disfrute sin restricciones. Los medios de comunicación prometen la liberación y el encuentro con uno mismo en paraíso de sensaciones maravillosas: sexo sin fin, diversión, juego caprichoso. Así, se pretende engañar y convencer al hombre de que sexo y amor significan lo mismo, de que practicar el sexo es interesante, sin plantearse nada más. Todo desde un punto de vista material y deshumanizado... hemos perdido los puntos de referencia, todo se torna relativo y descendemos así por la rampa del subjetivismo y del egocentrismo, en una palabra: egoísmo”. La Biblia nos enseña que el egoísmo es la raíz de todos los pecados de la carne.
En 1934 un antropólogo llamado J. D. Unwin publicó un libro llamado “Sexo y cultura”. Él quería demostrar la teoría que había desarrollado de que la civilización y el autocontrol sexual tenían una relación directa. Estudió 100 sociedades diferentes en diferentes partes del mundo y encontró que la energía cultural de una sociedad, sus talentos en arte, ciencia, arquitectura, tecnología, etc., aumentaba cuando la energía sexual era controlada. Entonces la monogamia, que es el autocontrol de la energía sexual en un matrimonio entre un hombre y una mujer, produce gran energía social y cultural.
Al buscar las raíces de la inmoralidad sexual no es necesario mirar más allá de nuestra propia naturaleza. Jeremías 17:9 “engañoso es el corazón más que todas las cosas, ¿quien lo conocerá?” y Proverbios 22:15 “la necedad está ligada al corazón del hombre, más el castigo de la corrección lo alejará de la necedad”. Juan dice en 1 Juan 1:8: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros”. Por último, Jesús declaró en Mateo 15:18-20 que la raíz del pecado sexual proviene del corazón y este debe ser cambiado.