- POR ISMAEL CALA
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Si eres de las personas que se jactan de decir que pasan N cantidad de horas laborando inagotablemente, porque piensas que eso te hace un trabajador profesional y exitoso, te tengo una noticia: estás cavando tu propia tumba.
Es aterrador que nuestra sociedad aún reniegue de una gran verdad: la cultura corporativa del trabajar sin descanso es la que ha desbordado una crisis de empleados quemados a nivel global. De esto, las redes sociales tienen gran culpa, pues se ha visibilizado la necesidad de mostrarnos siempre ocupados, exitosos, y que en nuestra apretada agenda no cabe ni un alfiler.
Esta mentalidad de buscar compararnos constantemente con lo que hace el otro, de hacer de nuestras redes sociales un elogio al burnout, y de maximizar hasta el trabajo más pequeño que hacemos, ha hecho que despreciemos el valor de situaciones en nuestra vida diaria, que son tan importantes para nuestra salud y bienestar, como esos encuentros casuales con amigos, o esas cortas caminatas a media tarde.
Nos empecinamos en hacer malabares, en volvernos toderos y llenar nuestras agendas a tope, rogamos porque nuestro día fuese de 50 horas para poder abarcar todas las tareas pendientes, mientras aceptamos más cosas de las que podemos manejar realmente, por temor a decepcionar a las personas que nos piden favores, sin caer en cuenta del enorme peligro al que estamos exponiendo nuestra salud.
Creemos que, si nosotros no damos siempre un paso adelante, entonces nadie más tomará las riendas de algunos proyectos laborales, sumando más presión de la que ya tenemos con nuestras propias tareas, porque a fin de cuentas, tenemos la errada percepción de que si nuestra jornada laboral no es extensa y agotadora, entonces no estamos avanzando en nuestra carrera profesional. Error garrafal.
Hay que trabajar en cambiar la percepción del trabajo, para la cual usamos equivocadamente la palabra “sacrificio”, porque muchas veces no caemos en cuenta de que lo que estamos sacrificando justamente es nuestra salud. ¿Vale la pena? Yo creo que no, pues el precio a pagar es muy alto.
Debemos aprender a construir límites a favor de nuestra salud física y mental. Cuando llevamos nuestra rutina de vida al límite para romperlos, por lo general, las personas experimentan un evento traumático, que es lo que verdaderamente les hace detenerse, cuando ya es verdaderamente tarde. Por favor, no llegues hasta ese punto.
Cuídate.
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Evidencian mentiras de Abc al intentar defender a involucrados
Actual titular de Seprelad se defendió de las publicaciones maliciosas del diario de Zuccolillo, medio que intenta involucrarla en el esquema, de modo de desviar el foco de la atención que pesa sobre sus aliados abdistas.
La exfiscala y actual ministra de Seprelad, Liliana Alcaraz, reafirmó que no tenía acceso al usuario de la plataforma cuando se filtró un pedido de cooperación confidencial remitido por Panamá, tal como intenta instalar maliciosamente el Grupo Zuccolillo, el cual está enfrascado en intentar defender a los involucrados en el esquema de filtraciones del gobierno de Mario Abdo Benítez.
En entrevista con “La caja negra” (Unicanal), la ministra de la Seprelad, Liliana Alcaraz, ratificó anoche que no tenía acceso a la plataforma RRAG (Red de Recuperación de Activos del Gafilat), cuando Paraguay recibió un pedido de informe de carácter confidencial de la Fiscalía de Panamá, el cual fue filtrado a los medios abdistas el 14 de enero de 2022.
De esta manera, se defendió nuevamente de las publicaciones maliciosas del diario Abc Color, medio que intenta a su vez defender a los procesados por las filtraciones realizadas en contra de los adversarios políticos del abdismo y la intenta involucrar en el esquema, de modo de desviar el foco de la atención.
ACCESO, RECIÉN DESDE MARZO DE 2022
La entrevistada mencionó que recién tuvo acceso al sistema mencionado en marzo de 2022, dos meses después de haberse registrado la filtración a los medios Abc Color y Última Hora, y de la declaración del entonces ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, quien fue el responsable de revelar públicamente el contenido del pedido de cooperación de la Fiscalía panameña. “Yo no tenía acceso, recién tuve el 8 de marzo de 2022, cuando yo recibo un correo donde me dan la bienvenida como punto de contacto del Ministerio Público. Al día siguiente accedí (al sistema). Dos meses antes se produce la filtración”, acotó.
Alcaraz explicó que la RRAG es una plataforma electrónica que se encuentra en el extranjero (Costa Rica) a través de la cual los países que conforman el Gafilat pueden intercambiar información de manera segura y recién uno es punto de contacto cuando tiene acceso a la plataforma. Cada país tiene un coordinador y es quien gestiona estos accesos. En ese entonces era el ministro de Seprelad, Carlos Arregui. Actualmente ese cargo lo ocupa Liliana Alcaraz. “La responsabilidad siempre es del coordinador nacional”, subrayó.
“La realidad es que la utilidad de lo que tiene que ver esta red es adelantar información de inteligencia que finalmente el Ministerio Público puede decidir si va a ser o no un pedido de cooperación formal, pero se adelanta la información a través de este sistema, que es una plataforma de intercambio de información segura, basándose en la confidencialidad”, finalizó la entrevistada.
¿POR QUÉ EL GRUPO ZUCCOLILLO ABORRECE A ALCARAZ?
El Grupo Zuccolillo está enfrascado en una campaña de desinformación y de pretender embarrar a la exfiscala y actual ministra de Seprelad, Liliana Alcaraz. Este grupo empresarial no le perdona que haya allanado el banco Atlas y ahora con su ida a Seprelad teme que se destraben trámites que fueron congelados en la institución por Carlos Arregui, y es por ello que arrancó una campaña de desprestigio en su contra.
El caso Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol investigado en EE. UU. por soborno, fraude y lavado de dinero, tuvo sus ramificaciones en Paraguay. El caso derivó en una investigación penal por presunto lavado de dinero contra directivos del banco Atlas del Grupo Zuccolillo.
Fueron los directivos de la Conmebol quienes presentaron una denuncia contra la entidad bancaria por supuestamente facilitar mecanismos para lavar parte de los USD 200 millones desviados por Leoz de la Conmebol. Una de las fiscales del caso fue Liliana Alcaraz.
En el marco de esta causa abierta por presunto lavado de dinero, la Fiscalía tuvo que proceder a un allanamiento a la sede de la entidad bancaria, el 21 de abril del año 2021, para obtener información relevante.
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Las verdades de la Ley de Superintendencia que se imponen sobre las mentiras
Con motivo del tratamiento y la aprobación del proyecto de ley de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones varios sectores y medios de comunicación lo han criticado falseando algunos hechos y faltando a la veracidad. Prefirieron resaltar sus opiniones ideológicas y posiciones políticas por encima del relato de la verdad.
Todos tienen derecho a opinar y decir lo que les parezca ante cualquier acontecimiento que ocurre. Pero existe la obligación de honestidad de no atropellar la realidad de los acontecimientos para instalar cualquier tipo de falacia. El embuste, la mentira, el engaño, cualquiera sea su forma o envoltura, no se pueden aceptar bajo ningún pretexto. A menos que uno forme parte de la patraña.
Por eso, aprobar calladamente la falsificación de la verdad o presenciar hechos inaceptables sin reaccionar contra ellos riñe con la honestidad y la buena conciencia. Hasta puede resultar un acto de complicidad.
Ante tantas mentiras y tergiversaciones que se han dicho sobre el proyecto de ley y su tratamiento en el Congreso hay que destrozar los embustes y aclarar lo que no está bien entendido. Según uno de los diarios, el señor Eduardo Ojeda, directivo de la denominada Corriente Sindical Clasista, afirmó que la mencionada ley “es una estafa y una pesadilla para los trabajadores”, lo que quiere decir que no ha leído el texto de la norma y si lo leyó no lo ha entendido. Con esta ley es la primera vez en la historia del Paraguay que existe una disposición legal que impide que se pueda hacer una estafa con el dinero de las jubilaciones de los trabajadores por parte del Estado y sus dependencias. Y la pesadilla será para los que quieren usar la plata de las cajas para préstamos indebidos, como ocurre con la de la Ande.
El matutino Abc encabezó la tapa de la edición del 14 de diciembre poniendo: “Atropellando y de espaldas al pueblo, Peña logra control sobre jubilaciones”. Atropellar significa que uno pasa violentamente por encima de alguien, lo que no ha ocurrido, pues en ambas cámaras los legisladores votaron de acuerdo a su conciencia, algunos a favor, otros en contra. A nadie se le violentó para una y otra cosa. Y con esta ley, ni el presidente Santiago Peña, ni ningún otro, podrá controlar los fondos jubilatorios, sino las instituciones creadas para velar por la seguridad de la plata de los jubilados, como hasta ahora no ha ocurrido, por lo que estaba a merced de cualquiera. Solo ahora se cuidará ese dinero mediante la ley.
Última Hora puso en primera plana “Cartismo impone a la fuerza sanción de ley de Superintendencia de Jubilaciones”. No hay dudas de que los votos de los legisladores de Honor Colorado (HC) fueron importantes, pero también votaron a favor gente de otras agrupaciones partidarias. Y la expresión “a la fuerza” daría a entender que se utilizó cierto tipo de violencia para obligar a los votantes, lo que no ha sucedido. Lo violento es querer forzar la interpretación de los hechos objetivos de acuerdo con determinados intereses
Abc dice en su artículo editorial “Día nefasto en el Congreso” y agrega que los legisladores cartistas “vomitaron al pueblo paraguayo una preocupante ley que afecta nada menos que a los trabajadores, en uno de los días más nefastos de la historia legislativa del país…”. Se nota que el articulista, aparte de sufrir algún mal gástrico, ni siquiera leyó el texto de la ley y solo quiere criticar sin fundamentos. Por eso hay que repetir que esta es la primera norma en la historia del Paraguay que protege a los fondos jubilatorios de las fauces del Estado y de los bancos y financieras que quieren usar indebidamente la plata de los trabajadores, porque crea un organismo de contralor que no existía.
Las críticas suscitadas por algunos sectores, las controversias en algunos medios y las movilizaciones de ciertos grupos de trabajadores contra la Ley de Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones son normales en la vida democrática. Se dijeron muchos infundios y se inventaron falacias que cuando se conoce el texto legal se desvanecen. Por eso hay que decir la verdad, y resaltar la enorme importancia que tiene para amparar los fondos jubilatorios. Los cuales, mediante esta ley, ahora tienen protección.
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Superintendencia de Jubilaciones: “Se quiere proteger la plata de los trabajadores”, asegura ministro
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, aseguró que este proyecto de ley que crea la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones fue una iniciativa que fue trabajada por diversos sectores y discutida ampliamente. Mencionó que si hubo algunas personas que no quisieron sentarse a la mesa de trabajo es otra cuestión. Remarcó que espera que la Cámara de Senadores analice este proyecto este miércoles, en su sesión ordinaria.
En conversación con el programa “Arriba hoy”, que se emite por canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media, explicó que por más que se hagan varias audiencias públicas siempre habrá detractores que cuestionarán que el IPS preste dinero al Estado, lo cual aseguró es una mentira; así como nuevamente dirán que el proyecto busca la capitalización individual, lo cual también afirmó es una mentira que buscan instalar para buscar el rechazo de la legislación.
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“Yo espero que se trate mañana, espero que sea así, fíjense que ellos, los que cuestionan, tampoco han presentado por escrito sus cuestionamientos; al contrario, de los que sí quieren aportar. Durante todo este tiempo mucha gente ha colaborado por escrito muchas cuestiones que se estuvieron incorporando al proyecto. Hasta ahora yo no vi ningún proyecto alternativo”, expresó el secretario de Estado.
Fernández Valdovinos indicó que “es bastante difícil trabajar con esto, yo creo que hay intereses creados, no diré de quién, o para quién, pero básicamente me preocupa la cantidad de gente jubilada que corre el riesgo de no tener su jubilación por causa que no existe ningún tipo de control”, remarcó.
Proteger la plata de los trabajadores
El ministro de Economía sostuvo que este proyecto de ley se comenzó a trabajar con un importante número de representantes de centrales sindicales, obreras, empresarios, jubilados, se enfatizó que la plata de los fondos jubilatorios pertenece a quienes estuvieron aportando todos estos años; y que desafortunadamente la experiencia paraguaya en casi todas las cajas prácticamente han sido desafortunadas.
“Lo que se quiere hacer con este proyecto de ley es proteger esa plata de los trabajadores, de tal manera, no para que el Estado haga lo que quiere, sino a que los directivos de las cajas dejen de hacer lo que quieran cuando se implemente. Para nosotros es fundamental porque me hace recordar a los años 90, con las grandes crisis bancarias, en ese entonces pasó que se liberalizó completamente el funcionamiento de bancos y financieras y terminamos con crisis que costó más del 150 por ciento del PIB”, explicó.
Aclaró que con las cajas jubilatorias no se ha llegado a ese punto de crisis, pero ya existieron varios eventos que amerita la existencia de algún tipo de árbitro que atenúe un poco las actitudes agresivas en términos de inversiones. “Esta ley va a ser fundamental para poner un poco de orden en ese desarreglo que existe en el funcionamiento de muchas de las cajas de jubilaciones”, acotó Fernández Valdovinos.
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Sería bueno que algunos medios puedan “recular” de sus mentiras
Si la modernidad se caracterizó por la radical ruptura entre ciencia y fe o religión, la posmodernidad se encargó de promover el escepticismo, la exaltación del individualismo, el desprecio a la razón y la relativización de todo lo existente. La verdad, por tanto, no existe. Y si existiera, no seríamos capaces de asimilarla. La realidad, en todo caso, es simplemente la construcción subjetiva de cada uno. Consecuentemente, vivimos en un mundo ilusorio y aparente, donde cualquier argumento puede ser rebatido, aunque las proposiciones exhiban ausencias de dudas mediante la presencia contundente de las certezas. Han pretendido arrinconar las evidencias a lo efímero, circunstancial y fugaz.
Hemos llegado al extremo de que “lo que no se publica no existe”. Como si todo aquello que los sentidos pudieran percibir, o la filosofía y la lógica demostrar desde reflexiones irrefutables, estuviera pendiente de su exposición en los medios de comunicación y, ahora, en las redes sociales. Canales que se han convertido en fuentes inagotables de ruines falsedades, groseras manipulaciones e impúdicas distorsiones de los acontecimientos. De esta manera, los hechos quedarían sujetos a los caprichos de los empresarios, periodistas y editores de corporaciones mediáticas o de quienes tienen el poder para influenciarlos con mensajes que solo sirven para aumentar las filas de las legiones de los idiotas, como sabiamente había anunciado Umberto Eco.
En nuestro país, algunas empresas periodísticas (con sus propósitos de espurios lucros) –donde lo canalla y miserable se impusieron a la ética y la verdad– se volvieron prisioneras de los caprichos de sus patrones, con grandes aspiraciones de poder, pero con mayor cobardía para adentrarse en la arena de la política. Es a través de sus medios que exudan todas sus frustraciones y ambiciones soterradas (por pusilánimes). Y lo peor es que están envenenados por el mayor de los flagelos del alma humana: la envidia. Es la maldad de los mediocres, de aquellos que pretenden medir a los demás –sobre todo a sus enemigos– por el rasero de sus propias limitaciones.
Las corporaciones mediáticas de Natalia Zuccolillo y Antonio J. Vierci han pervertido el mandato deontológico de esta profesión, que nació con la nobleza de los quijotes, para degradarla a la ruindad de los villanos. Mentir se volvió su profesión; la verdad, un estorbo. Todo cuanto pregonan desde sus radios, televisión o diarios despide el fétido y repugnante olor de la mala fe. Pero nada les inmuta a sus periodistas con ambiciones de estrellas, pues lo importante es agradar al amo y “echar en gorra” –como lo dijo alguien alguna vez– a la veracidad. Se apartaron de la descripción fiel de los hechos, pero dentro de un determinado contexto que facilita su compresión a cabalidad.
Contexto es exactamente el territorio que han violado sistemáticamente con la prostituida finalidad de exonerar al anterior presidente de la República Mario Abdo Benítez de todos sus crímenes en contra de la patria (porque compartieron millonarios avisos fiscales), para intentar acumular y descargar toda la corrupción y debilidades institucionales del pasado sobre las espaldas del actual mandatario Santiago Peña. Se ha construido un puente afectando un territorio sagrado de uno de nuestros pueblos originarios. La obra es autoría de la administración Abdo, pero la responsabilidad –para ellos– es de Peña. ¿Acaso, por el solo hecho de haber dejado el cargo sus inmoralidades se volvieron inimputables? Lo mismo se advierte en la cuestión del “avance del crimen organizado en Paraguay”. Figuramos en cuarto lugar, pero ninguno de los medios afines a Mario Abdo Benítez sugirió siquiera que esta epidemia criminal se enquistó y creció durante el quinquenio anterior.
Es más, hubo cuatro o cinco casos en que estas corporaciones mediáticas criticaron agriamente a Santiago Peña por algunas de sus decisiones, pero, apenas el jefe de Estado revió su posición, fundada en la racionalidad de los argumentos, publicaron a grandes titulares: Otra “reculada” del presidente. La pregunta deviene pertinente: ¿Cuál era la real intención de estas cadenas periodísticas? ¿Lograr modificar lo que ellas consideraban que no era correcto o simplemente criticar al mandatario por cualquier cosa? La ciudadanía ya percibió con claridad que este último es el principal objetivo de quienes fueron silenciosos cómplices de la corrupción de Abdo Benítez. Que nada de lo que haga Peña calzará con sus propósitos. Es lo que la definición más sencilla resume como mala fe. Traducido en términos coloquiales: la intención consciente de engañar.
Las publicaciones de estos medios de comunicación nada tienen que ver con la verdad. Ni con la contundente realidad. Nunca tuvieron en cuenta ni la verdad lógica, ni la verdad semántica, ni la verdad filosófica. Así que lo que puedan exponer en los próximos días carecerán de cualquier sustento de credibilidad. Ya lo dijimos anteriormente y nos reafirmamos ahora: el pueblo aprendió a decodificar los mensajes. Es por ahí donde deberían empezar a buscar las razones de sus sucesivas y abultadas derrotas electorales y fracasadas campañas periodísticas. Ojalá y mañana puedan empezar a recular de sus obsesivas y compulsivas imposturas.