- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
La campaña de la Concertación entró en una de las últimas etapas de una debacle anunciada.
El derrotero de Efraín Alegre y su troupe arrancó en el 2012, con toda la estructura del Estado a su servicio, de la cual abusó, manoteó y saqueó para terminar derrotado por Horacio Cartes en el 2013.
Siguió colgado del PLRA durante los siguientes 5 años, abusando y malversando los fondos recibidos de la Justicia Electoral, para mantenerse él y sus adeptos sin trabajar dejando el partido en quiebra. Se volvió a presentar como “único líder” de la oposición, inclusive con el apoyo de sus otrora enemigos del Frente Guasu, a quienes traicionó en el 2012 desalojándolos del poder por medio de un juicio político donde se ocupó de que quede claro que él era protagonista principal y estaba jugado. Volvió a perder, contra Mario Abdo, pese a que debería haber abroquelado a gran parte del país para evitar que un “hijo de la dictadura de Alfredo Stroessner” y no lo logró, solo que ahí ya apareció con el discursito del “fraude electoral”, se declaró “presidente moral”, pero no dudó en aliarse con el “presidente fraudulento” para recibir dádivas, cargos, ministerios y compartir el poder con él, vía su líder parlamentaria Desirée Masi y sus paquitos. Todo era contra el cartismo, o sea fue funcional a un gobierno, al que él no le reconocía la “legitimidad”. O sea, se sumó al oficialismo para perseguir a la única oposición real. Nuevamente se subió al gobierno de prepo, como en el 2012 para ver qué podía “picotear”.
Saqueó aún más las famélicas arcas de su partido, dejándolo en la quiebra absoluta, lleno de embargos, simplemente para mantener su claque y evitar que lo saquen del poder partidario. Inclusive le “adquirió” el PRF para uno de sus amanuenses de modo a inventar más partidillos de maletín a su “concertación”.
Su campaña contra el cartismo y la ANR, con el #anrnuncamas, fracasó estrepitosamente en las municipales últimas, por lo que algunos asesores le hicieron ver que esa campaña “anti” no funcionaba, por lo que le recomendaron que se basara más en propuestas, pero Efraín no quiere escuchar, por necio y porque no le conviene dejar el papel para el que lo contrataron desde el Gobierno para enfocarse en los “opositores” al Gobierno y de paso cubrir las tropelías del mismo, mirando para otro lado, de la mano de los medios y grupos económicos aliados.
Hoy de vuelta se encuentra en otro callejón sin salida, los números no lo favorecen, ya no cuenta con toda la oposición como antes, no genera ninguna simpatía fuera de su grupo duro de siempre, las sombras del fraude escandaloso de las “internas” de la Concertación lo embarran aún más, sus propios aliados originales están en la duda, y se decidió a hacerle un poquito de caso a sus asesores. Pero como no le da el cuero, además en 14 años nunca se ocupó de armar alguna propuesta razonable, empieza con disparates. Primero su remanido, desgastado y rebatido por todos lados, “Ande a 5.000′i”, encabeza la lista de disparates, luego sumó por unas horas, “universidad sin examen de ingreso”, pero lo tuvieron que borrar 6 horas después con el codo, por las críticas unánimes. Ahora le preocupa la merienda escolar, esa misma merienda de la que se beneficiaron él y varios correlíes de su primer anillo durante décadas de control del departamento Central, Caaguazú y otros, como su negociado favorito. Hambrearon a decenas de miles de niños durante 30 años, para vivir de ese dinero sucio y ahora “vio la luz”. Se le “ocurrió” el Pytyvõ Escolar… o sea sin ningún análisis ni medianamente riguroso, del cómo y por qué de la “merienda escolar”, propone convertirlo en un subsidio, en convertir a la gente en “planero” al estilo Maduro-Kirchnerista, donde todos pasan a depender de los políticos a cambio de dinero público, sujetos al humor y la lealtad al caudillo político, o sea, ellos.
Pero no arranca igual, las encuestas no mejoran, y nuestro “héroe” no tiene mejor idea que, primero, descalificar a las encuestas como instrumento válido, cuando no le favorecen (pese a que en el pasado las usaba a su favor), y luego presentar tres encuestas altamente dudosas que lo posicionan, milagrosamente, arriba de todos, sin necesidad de que los demás candidatos “no colorados” descabalguen, hecho para el cual presiona permanentemente a través de ataques mediáticos y acusaciones de todos los colores contra los mismos. Primero probó con una empresa ignota que solo apareció en las municipales pasadas para decir que ganaba Nakayama, y reaparecer ahora con una supuesta muestra gigantesca donde “gana Efraín”. Como no prendió más que en la más chota de las radios y el más rastrero de sus pasquines alquilados a su servicio, reflotó la vieja empresa de su propio jefe de campaña, que una semana antes trataba a todas las encuestas de “una de las más grandes mentiras”, para hacer un copy paste de una vieja encuesta del año pasado. Nuevamente recibió una andanada de burlas. Último intento, una encuesta realizada por uno de sus secretarios, procesado y ex convicto por clonación de celulares de periodistas y parlamentarios que denunciaban hechos de corrupción del gobierno amigo, para averiguar y perseguir a sus fuentes. De nuevo el bochorno.
Finalmente le salió el lado “Visssstima” (sic), donde resulta que es blanco de una despiadada campaña mediática para destruir su imagen de “luchador contra la mafia” (sic).
Efraín… hace 12 años que tenés 7 canales de aire, 10 de cable, 2 diarios, 3 pasquines, 15 radios, pseudo medios digitales y miles de cuentas falsas y trolls en las redes que tapan todas tus trapisondas y se pasan inventando mentiras, montando campañas con noticias faltas y persiguiendo sistemáticamente a tus rivales políticos, y resulta que ahora lloriqueas por un canal de aire, dos de cable, un diario y algún portal, ¿te dicen las cosas que escondes bajo la alfombra? Ya esperamos “Don Pire Pererî Alegre” que sea el 30 de abril a la noche, para que te declares Presidente Moral Re-Electo, como último acto de tu triste espectáculo.