DESDE MI MUNDO
- Por Mariano Nin
- Columnista
La política es impredecible. Los políticos disfrutan de privilegios que no merecen y que, como si se tratase de una brutal contradicción, les damos nosotros mismos.
Una y otra vez.
Así en las campañas electorales, si ponemos atención, nos vamos enterando de lo que es cada quién. Podemos escuchar de sus propias bocas y sin ruborizarse cómo muchos saquean al Estado, roban elecciones, se benefician del tráfico de influencias, contrabando y orgías.
No es nuevo. Creo que se repite desde que tengo memoria.
Así fue que nos fuimos desilusionando de nuestra costosa democracia, que pagó en cuotas de corrupción cada muerte de perseguidos políticos, activistas y soldaditos.
La alternancia en el poder no nos dio mejores resultados. Robaron rojos, azules y sacerdotes pintados de múltiples colores, pero aun así sigue siendo una opción democrática, aunque no garantice, bajo ningún sentido, un buen gobierno.
Y, sin embargo, el sistema vuelve a darnos una oportunidad para rectificar porque lo bueno de las elecciones es que tenemos la oportunidad de volver a intentarlo.
Ya sé, aún queda mucho tiempo para las elecciones, pero los eternos soqueteros ya están en campaña, no sea que se escape la gallina de los huevos de oro.
Y como siempre, es bueno recordar.
Allí lo tenemos al actual vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, prometiendo adelantado por todos lados cosas que quién sabe si al final podrá cumplirlas, utilizando la pesada estructura del Estado que pagamos todos.
No lo digo yo. El 19 de noviembre este mismo diario publicaba:
En una abierta violación del período de veda electoral, establecido en el Código Electoral en su artículo 290, el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, ha utilizado fotografías de las obras que realiza el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para elaborar un video de propaganda política con su logo personal y no el del Gobierno Nacional, que es el que correspondía. El video propagandístico lo publicó en su cuenta oficial de Twitter, publicación a la que el ministro de Obras, Arnoldo Wiens, dio like.
Parece una joda, ¿verdad? Pero a esta gente le estamos pagando para mejorar nuestra calidad de vida.
Si fuera solo eso, no pasaría de otra de tantas anécdotas.
Pero desde su ingreso al Ministerio Público como fiscal del crimen allá por 1990 hasta su ascenso a vicepresidente de la República, Hugo Velázquez pasó la mayor parte de su vida pública esquivando denuncias de corrupción.
Fue electo diputado por Central en el 2008, desde donde comenzó a acumular poder dentro del Partido Colorado. Dicen que también mantiene gran influencia dentro del Ministerio Público, ya que su actual esposa es la fiscala adjunta Lourdes Samaniego.
En el 2016 la pareja fue denunciada por enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias por la Coordinadora de Abogados del Paraguay.
Ese año, Velázquez apareció en una fotografía en un yate en Líbano con el empresario Walid Amine Sweid, investigado por Estados Unidos por lavado de dinero en la Triple Frontera y el supuesto financiamiento de grupos terroristas.
Pero claro, todo esto no es nuevo. Es un político de naturaleza, lo nuevo es que sabemos demasiado de él como para creer en sus promesas.
Hoy está claro que no son los colores los que deben moverte.
Pensá hacia atrás. Analizá cada gobierno.
Qué hizo cada quién para que vivas mejor. Los gobiernos no son la gente, son las cosas que se hicieron para que vos mejores tu calidad de vida.
Es el progreso con justicia social, son las obras de infraestructura, es la salud, la educación, la vivienda y tu seguridad.
No tengas miedo. Pese a los que están en campaña, hay tiempo. Investigá, leé, estudiá quién es quién en la estructura que se está formando.
El 2023 nos va a dar otra oportunidad, un ladrillo más en la construcción del país que soñamos. No tires tu voto en un saco roto y que no te engañen los viejos devoradores del poder, esas alimañas insaciables que hicieron del Estado la gallina de los huevos de oro.