El próximo año las dos economías grandes vecinas nuestras y responsables del 96% del Mercosur (con pesos del 70% y del 26%, respectivamente), la brasilera y la argentina, crecerían tan solo 0,5% y 1,4%, respectivamente. Es un bajísimo nivel de crecimiento económico, teniendo en cuenta que este año estarían registrando un avance del 5% y 7,8%, después de las tremendas caídas del 2020: -4,1% y -9,9%. Y en un escenario del 2022 caldeado desde el punto de vista político –elección presidencial en Brasil en octubre– y económico con devaluación e inflación del 50% en Argentina. Las incertidumbres son muchas en las economías de ambos países.
El populismo oficial en el juego electoral brasilero con “planes sociales” oportunistas diversos compromete aún más el ya fuerte déficit fiscal, que volvería a aumentar, al igual que su endeudamiento. Sin embargo, se dibuja un escenario de marcada reducción de la inflación, con estabilidad cambiaria. En el caso argentino, la corrección de la ya enorme brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar paralelo sacudiría la ya frágil estabilidad, quedando por ver la posibilidad real de un acuerdo con respecto a la enorme deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La economía y la sociedad paraguayas dependen y mucho de lo que suceda en ambas economías. Ambos desfavorables escenarios del 2022 deben ser incorporados en nuestras proyecciones privadas y públicas, porque los impactos negativos son muchos. El negocio del comercio fronterizo (CDE y otras ciudades) recibiría golpes –no los únicos–.como consecuencia de una economía brasilera debilitada en términos del poder de compra de los brasileños con un dinamismo tan bajo del 0,5%. En cuanto a la economía argentina, débil e inestable en términos cambiarios y el valor real de su moneda, estarían en problemas las remesas de nuestros compatriotas y la capacidad de pago de Yacyretá como ingreso fiscal del Gobierno.
Desde un punto de vista positivo podríamos decir que en los últimos años hemos tenido la capacidad de que nuestra natural dependencia hacia ambas economías la hemos podido amortiguar, sin que las aguas turbulentas nos llevaran y sufriéramos daños colosales. Pero, cuidado, el 2022 es de mucho peligro económico y los golpes de los vecinos sobre nuestras heridas económicas y sociales aún sin cicatrizarse, causarían daños con dolores mayores. Como siempre, hay que esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.
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Con el grado de inversión logrado ponen los ojos en Paraguay para hacer negocios
Estamos a tres meses de terminar el 2024, un año que está demostrando indudables señales de buen crecimiento, según los estudios realizados en lo que va del año. Todo hace pensar que este será otro periodo de auspicioso aumento de la actividad económica, lo que hace elevar el optimismo. A lo que se suma ahora otro ingrediente decisivo, que es la calificación de grado de inversión obtenida por el país, que está haciendo saltar las posibilidades de nuevos negocios para elevar aún más el crecimiento económico y su consecuente repercusión en la mejor existencia de muchos paraguayos.
Teniendo en cuenta estos elementos, no es una exageración afirmar que estamos atravesando un buenísimo periodo que, gracias al buen trabajo que se continuará haciendo, puede convertirlo en un año de excelente desempeño económico y social.
Para llegar a este objetivo y mejorar la proyección de la producción y la actividad económica sin duda contribuirán los buenos auspicios que están rodeando actualmente al país. Porque la calificación del grado de inversión conseguida en julio último significará un empujón para la economía del país, sobre todo teniendo en cuenta las nuevas posibilidades de inversión que se avecinan. Porque la vida de una nación, aparte de los hechos de la existencia cotidiana, está conformada también por las expectativas, proyectos e ilusiones que se tienen. Que después pueden convertirse en capítulos importantes, como el aumento del producto interno bruto (PIB), alza de las exportaciones y el incremento de ingresos monetarios.
Fuentes del Gobierno señalaron que en las visitas que hicieron a los Estados Unidos las altas autoridades pudieron observar que hay muchos empresarios norteamericanos que están demostrando interés en nuestro país. Hecho que obedece también a la fuerte promoción que están haciendo el presidente Santiago Peña y sus colaboradores en las naciones poderosas del mundo.
El ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, señaló que los hombres de empresas estadounidenses están mirando con atención el potencial de negocios de la economía paraguaya, los proyectos del sector privado nacional y los del Gobierno que requieren financiamiento del exterior. Esto lo dijo luego de la reunión que el miércoles pasado tuvieron en Nueva York el presidente Peña y sus principales colaboradores del área económica con los representantes de la compañía financiera Latin Securities y exponentes de grupos inversionistas.
“Están queriendo acompañar los proyectos de inversión que tiene el Gobierno en materia de infraestructura y logística, ya sean rutas, hidrovía, aeropuertos y más. También quieren apoyar al sector privado”, manifestó refiriéndose a los interlocutores que tuvieron en sus reuniones de negocio.
En sus redes sociales, el ministro explicó que el encuentro se realizó “con importantes grupos de inversión, aquí en Nueva York, donde estuvieron muy interesados, principalmente por el grado de inversión que obtuvo el Paraguay y los segmentos de la economía que prometen para el futuro”. Puso el acento en la importancia de la conferencia realizada con los inversionistas en el propósito de posicionar a Paraguay como destino de las inversiones. “Demuestra que hay creciente interés de los empresarios extranjeros en nuestro país”, remarcó el secretario de Estado.
Para los propósitos del avance de Paraguay en el campo de la actividad productiva y comercial la disposición demostrada por los inversionistas norteamericanos es de extraordinario valor, no solo económico sino también político. Ya que empresarios de otras naciones desarrolladas del mundo no van a ignorar la inclinación norteamericana hacia nuestro país para ponerse a analizar sus posibilidades de hacer negocios también aquí.
Todos los elementos que forman parte de la realidad de la nación son importantes. Como la estabilidad macroeconómica de varias décadas. Así como la importancia de gran productor de energía barata, el avance de su producción agro-ganadera e industrial, el bajo nivel de los impuestos, la estabilidad política, el respeto de las leyes, el buen nivel de utilidad de las empresas y la tranquilidad social.
Todos estos elementos contribuyeron a que se pudiera llegar al grado de inversión, que ahora hay que aprovechar para adquirir nuevas conquistas. Hay que admitir que si el Paraguay ha podido obtener el grado de inversión es por el gran esfuerzo realizado para alcanzar una economía sólida y fuerte. Pues demostró ser un país con suficiente capacidad de trabajo para transformar la realidad y conseguir nuevos logros.
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Radiografía del mercado de maquinarias en Paraguay
El sector de maquinarias agrícolas en Paraguay ha experimentado un marcado descenso durante los primeros ocho meses del 2024, según el último informe de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam). La caída ha sido evidente en los principales equipos utilizados en el sector agropecuario, como tractores, cosechadoras y pulverizadoras, reflejando una disminución significativa en las importaciones de estas máquinas, en comparación con el mismo periodo del 2023.
Entre enero y agosto de este año, ingresaron al país un total de 1.497 maquinarias agrícolas, lo que significa una contracción del 22,8 % respecto a las 1.940 unidades que se importaron en el mismo lapso del año pasado. Este descenso, que afecta directamente al dinamismo del sector agrícola, podría estar relacionado con diversos factores económicos que influyen en la inversión de los productores.
El segmento de tractores, uno de los pilares fundamentales para la producción agrícola, registró una disminución del 19,1 %. Hasta el cierre de agosto, se importaron 1.235 tractores agrícolas, mientras que en el mismo periodo del 2023 se había alcanzado la cifra de 1.526 unidades. A pesar de esta caída, los tractores siguen siendo la maquinaria más demandada, y John Deere se mantiene como la marca líder en el mercado, con una participación del 40,8 %.
Massey Ferguson, con una participación del 20,2 %, ocupa el segundo lugar en esta categoría, seguida de New Holland, que cuenta con el 11,7 % del mercado. Valtra y Case IH cierran el top cinco con participaciones del 10,1 % y 8,8 %, respectivamente.
En cuanto a las cosechadoras, la contracción fue aún más pronunciada, con una reducción del 42,1 %. Entre enero y agosto de este año, se importaron solo 124 cosechadoras, en comparación con las 214 unidades que ingresaron en el mismo periodo del 2023. Este desplome podría ser reflejo de un ajuste en las decisiones de inversión de los productores agrícolas, quienes podrían estar priorizando otros gastos o postergando la renovación de equipos.
Al igual que en el segmento de tractores, John Deere domina la categoría de cosechadoras, con una participación del 39,5 %, seguida de cerca por New Holland, que cuenta con el 35,5 % del mercado. Case IH ocupa el tercer lugar con una cuota del 12,9 %, mientras que Fendt y Massey Ferguson completan la clasificación con el 4 % y el 3,2 %, respectivamente.
Las pulverizadoras también vieron una caída importante en sus importaciones, con un descenso del 31 % al comparar los primeros ocho meses del 2024 con el mismo periodo del año anterior. Hasta agosto, se registraron 138 unidades importadas, frente a las 200 que ingresaron en el 2023.
En este escenario de contracción, las marcas líderes del mercado se han mantenido fuertes. John Deere sigue siendo la referencia indiscutible tanto en tractores como en cosechadoras, consolidando su posición de liderazgo con una amplia ventaja frente a sus competidores. New Holland, por su parte, ha mostrado un buen desempeño, especialmente en el segmento de cosechadoras, donde ha logrado una participación significativa del 35,5 %.
A pesar del contexto de reducción en las importaciones, la competencia entre las principales marcas se mantiene activa, y cada una de ellas sigue ofreciendo una gama de productos que responde a las necesidades específicas del mercado paraguayo. Las fluctuaciones en el número de importaciones podrían depender de factores externos, como el costo de las maquinarias, la disponibilidad de financiamiento para los productores y las expectativas económicas a futuro.
El sector agrícola sigue siendo uno de los motores clave de la economía paraguaya, y a pesar de la caída en las importaciones de maquinarias, el país continúa apostando por la modernización de su producción. Las fluctuaciones en el mercado de maquinaria agrícola no solo dependen de la demanda interna, sino también de las condiciones globales que afectan el comercio internacional y los precios de los productos.
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Iván Dumot: “Es crucial reducir los sobrecostos de importación para ser más competitivos”
En el marco del 85º aniversario del Centro de Importadores del Paraguay (CIP), se presentó un Estudio de Costos y Sobrecostos a la Importación que pone de relieve los avances, pero también los desafíos que el país enfrenta en cuanto a la competitividad comercial. Iván Dumot, presidente del CIP, nos explicó los principales hallazgos del informe y las medidas propuestas para reducir los sobrecostos en la importación.
¿Cuáles son los principales avances que revela este estudio en relación con los sobrecostos identificados en 2014?
En los últimos diez años, hemos avanzado considerablemente en la eliminación de algunos de los sobrecostos que afectaban nuestras operaciones de importación. De los sobrecostos que identificamos en 2014, hemos logrado eliminar tres, lo que es un avance significativo, todos en el periodo de Santiago Peña. Sin embargo, a pesar de estos progresos, también encontramos que otros sobrecostos han aumentado, lo que sigue siendo una barrera para mejorar la competitividad de nuestras importaciones.
¿Qué factores considera que han influido en el aumento de estos sobrecostos en la última década?
Paraguay sigue enfrentando desafíos estructurales debido a su condición de país mediterráneo, lo que incrementa los costos logísticos. A esto se suman problemas burocráticos y algunas prácticas que ya han quedado obsoletas en instituciones clave como la ANNP (Administración Nacional de Navegación y Puertos), la DNIT (Dirección Nacional de Ingresos Tributarios) y el MIC (Ministerio de Industria y Comercio). Estos sobrecostos por ineficiencias operativas no han sido debidamente abordados en algunos casos, lo que impacta directamente en el costo final de los productos importados y por ende en el costo final para los consumidores.
¿Qué medidas están proponiendo desde el CIP para enfrentar estos desafíos y reducir los sobrecostos?
Lo primero es trabajar en la mejora de las facilidades logísticas para reducir los sobrecostos derivados de nuestra situación geográfica. También estamos impulsando la eliminación o simplificación de procesos burocráticos en las instituciones que mencioné anteriormente, ya que las demoras y las duplicaciones de datos generan altos costos innecesarios. Además, una de nuestras propuestas más importantes es la integración de sistemas entre los actores de la importación para que las intervenciones, seguimientos y pagos se puedan hacer en línea, lo que agilizaría enormemente los procesos y reduciría los márgenes de error.
¿Qué impacto tendría la eliminación del cobro por intervenciones municipales, otra de las recomendaciones del estudio?
El cobro de intervenciones municipales no tiene una justificación sólida, ya que no se presta un servicio real a cambio. Su eliminación representaría una reducción de costos considerable para los importadores y contribuiría a simplificar los trámites. Esta es una de las demandas que estamos haciendo para mejorar la competitividad de nuestras operaciones.
¿Qué papel juega la cooperación entre el sector público y privado para superar estos obstáculos?
La cooperación público-privada es fundamental. Sin una colaboración efectiva entre el gobierno y los importadores, será muy difícil lograr avances sostenibles. Mejorar la competitividad comercial requiere esfuerzos conjuntos para eliminar las trabas que nos están frenando, tanto logísticas como burocráticas. Si trabajamos de manera coordinada, estoy seguro de que podremos reducir estos sobrecostos y hacer que Paraguay sea un país más atractivo para el comercio internacional y que podamos aprovechar el Grado e Inversión que ahora tenemos como carta a favor.
En la última reunión que tuvimos con las diversas autoridades nacionales notamos una apertura muy optimista, incluso equipos como el de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, DINAC, ya presentaron planos en los que vienen trabajando y creo que para el final de este año ya veremos algunos resultados.
¿Cuál es su visión a futuro respecto a la competitividad de Paraguay en el comercio exterior?
Soy optimista, pero también realista. Tenemos muchos desafíos por delante, pero creo que, si implementamos las medidas propuestas, Paraguay tiene un gran potencial para mejorar su competitividad en el comercio exterior. Nos encontramos en un punto crucial donde los cambios que hagamos ahora determinarán el crecimiento futuro del país. Es una tarea que requiere compromiso y cooperación, pero los beneficios serán indudables para toda la economía paraguaya.
Con las propuestas del CIP sobre la mesa, queda claro que la competitividad de Paraguay en el comercio internacional depende de eliminar sobrecostos y optimizar los procesos de importación. Como señala Dumond, el desafío es grande, pero con la colaboración adecuada entre el sector público y privado, los avances están al alcance.
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Analistas estiman menor presión inflacionaria y esperan recorte de tasa hacia fin de año
En su informe de septiembre, denominado Macro Latam, Itaú revisó a la baja su proyección de inflación para el país, desde 4,3 % a 4,0 %, tras analizar que los últimos resultados consecutivos se mostraron por debajo de las expectativas. La nueva previsión para el cierre de 2025 se alinea ahora con la meta de inflación del Banco Central del Paraguay (BCP). Estiman además un recorte de tasa de referencia hacia fin de año, luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) iniciara su ciclo de ajustes.
Según se destaca en el informe de la consultora, en agosto pasado la inflación disminuyó ligeramente a 4,3 % en términos interanuales, desde el resultado de 4,4 % en julio. En este contexto, se revisó a la baja la previsión de inflación para fines de 2024, desde 4,3 % a 4,0 %, que se alinea con la meta del BCP.
En lo que hace a la tasa de política monetaria, se resaltó el escenario de menor presión sobre la inflación y el inicio del ciclo de relajación de la Reserva Federal de EE.UU., por lo que también se pueden abrir las puertas a una mayor relajación por parte del BCP. “Esperamos al menos un recorte más de tasas este año hasta 5,75 %, con riesgos de recortes adicionales. Para fin de 2025, prevemos ahora la tasa de interés de referencia en 5,00 %”, señalaron desde la consultora.
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Respecto a la proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Paraguay, la proyección se mantuvo anclada en un 4 % atendiendo la solidez del consumo interno y el descenso de las tasas locales, que también se alinea con las estimaciones oficiales de la banca matriz. Aunque, en lo que hace a la balanza comercial, a la luz de la caída de los precios de la soja, se revisó a la baja el superávit comercial previsto, que ahora se estima en USD 500 millones.
En el informe se hizo hincapié además en que la consolidación fiscal continúa. Así, si bien el déficit fiscal acumulado aumentó en el margen en agosto (3,6 %), tiene una mejora respecto al 4,1 % del PIB de diciembre de 2023, mientras los ingresos fiscales aumentaron en línea con la buena dinámica de la actividad económica.