* Pastor principal de la iglesia Más Que Vencedores
“En la Biblia hay tres libros que se conocen como ‘sapienciales’. Estos son: Proverbios, Eclesiastés y Job. Proverbios nos muestra que Dios es sabio y justo. También nos dice que Dios creó un mundo ordenado, donde el bueno es recompensado y el malo recibe castigo, lo cual es una arista de la verdad.
El segundo libro es Eclesiastés, que nos dice que la vida no es siempre como queremos, que el mundo es injusto y la vida es impredecible y difícil de entender, lo cual también es otra arista de la compleja verdad de la vida. A esto surge una pregunta que todos nos hacemos en un momento de nuestra existencia, y la Biblia no lo esconde: Al final, ¿es Dios sabio y justo? Esta última pregunta se responde en el libro de Job”. (Proyecto Biblia).
Cuando alguien sufre, la mayoría de las personas dice esto en su mente: “Por algo será”. “Algo habrá hecho”. “A lo mejor tenía cosas escondidas”. “Dios estará tratando con él porque siempre supe que era orgulloso”. “Posiblemente sea por falta de fe”. “Dios conocerá su corazón”. “A lo mejor es una maldición generacional o un pecado de sus padres”.
Siempre queremos creer que las cosas suceden como consecuencia de algo y queremos descubrir y entender ese algo. Esto ya ocurrió con los mismos discípulos de Jesús. Cuando vieron al ciego, preguntaron quién había pecado, si él o sus padres, para que esa ceguera le tocase. Jesús dijo que no se trataba de eso, sino que había un propósito en esa desgracia y respondió: “Para que la Gloria de Dios se manifieste” (Juan 9.1-3).
Queremos saber siempre qué es lo que Dios hace, pero la verdad es que nunca lo sabremos completamente. Muchas veces encontraremos baches en nuestras lógicas espirituales, y esto es así porque somos seres limitados mental e intelectualmente, emocionales y pasionales, carnales y poco o nada espirituales y porque, sencillamente, no somos Dios. Si supiésemos y entendiésemos todo lo que Dios quiere y hace, seríamos Dios, o Dios no sería Dios.
Una de las cosas que me dan paz acerca de que Dios es Dios es que no entiendo todo lo que Él hace, porque eso quiere decir que yo no soy Dios y Dios es mucho más que yo. Él dice que caminamos por fe, no por vista, y que sin fe es imposible agradar a Dios, y si supiésemos todo y entendiésemos todo como seres finitos, querría decir que nuestro Dios también lo es. Si Dios fuera como yo soy, finito y limitado, yo tendría temor porque eso significaría que Él no puede entender todo y, por lo tanto, no tiene el control de todo.
Decir que Dios tiene el control de todo es decir que Él sabe, entiende y hace cosas que nosotros no. Eso nos habla de su infinitud y de sus atributos de omnisciencia, omniconsciencia, omnipresencia, y eso me da paz, puedo confiar en un Dios todopoderoso que, de una manera que muchas veces yo no entiendo, tiene el control de todo y su promesa dice que “todo ayudará a bien a los que aman a Dios”.
Nosotros, más que querer saber por qué Dios permite tal o cual cosa, lo que tenemos que saber es quién es Dios y cuáles son sus promesas.
También me da paz su última promesa en Mateo 28.20: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. O sea, Dios, aunque no lo vea o no lo sienta o incluso esté decepcionado o enojado con él por la circunstancia que me toca vivir, está conmigo. Él está en mis vacaciones, también en mis internaciones, cuando estoy enfermo. Él está conmigo en mi fiesta de cumpleaños, pero también en un velatorio, cuando alguien que amo murió. Él está conmigo en toda circunstancia. Esa es una promesa demasiado grande, que solo con la fe puedo sostener.
Cayo Sila Godoy: un puente entre Mangoré y el presente
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza
Óscar Bogado Rolón y Javier Acosta Giangreco desarrollaron una investigación que aborda la vida y obra de uno de los herederos musicales de Agustín Pío Barrios, el villarriqueño Cayo Sila Godoy. Tras prácticamente salvar del olvido el legado de Mangoré, el suyo requiere de manera impostergable que se realice lo propio. A ese objetivo apunta esta empresa conjunta entre un investigador histórico y un musicólogo e intérprete.
En la primera mitad del siglo XX, Paraguay vivió un desarrollo de talento y formación musical que marcó su historia cultural para siempre. Con nombres como Agustín Pío Barrios, José Asunción Flores, Herminio Giménez, Félix Fernández, Remberto Giménez, Gerardo Fernández Moreno, Mauricio Cardozo Ocampo, Darío Gómez Serrato, esas primeras décadas cimentaron la música paraguaya contemporánea.
Entre esos nombres aparecerá Cayo Sila Godoy (1919-2014), un guitarrista virtuoso que se formó con maestros de la talla de Andrés Segovia. Trabajó en la vanguardia compositiva, en trazar la escuela de otros artistas y en el rescate de la creación del más importante señor de la guitarra clásica en Paraguay, Agustín Barrios.
En esta charla con El Gran Domingo de La Nación, los autores se refieren al libro que han presentado esta semana, “El sortilegio de Sila Godoy. Vida, obra y legado”, que es una investigación sobre su devenir como persona y artista, rescatando su aporte en un país amante de la guitarra.
“El sortilegio de Sila Godoy. Vida, obra y legado” es una investigación
sobre su devenir como persona y artista
–¿Cuál fue el elemento que los impulsó a realizar esta investigación sobre la vida y obra del maestro?
–OBR: Es un proyecto que ya lleva algunos años de trayecto. Coincidimos con Javier (Acosta Giangreco) en la necesitad de revalorizar la figura de Sila Godoy y de trabajar un texto completo, no solo biográfico, sino de análisis musicológico. Esta obra busca rendir un homenaje a un músico destacado que ha caído un poco en el olvido y unir, con ellos, los cabos sueltos de la historia de la música paraguaya, principalmente en guitarra clásica, donde tenemos una tradición centenaria y muchos cultores.
–¿Como autores tienen o tuvieron algún vínculo particular con Sila Godoy y la guitarra?
–OBR: Javier es guitarrista de profesión y musicólogo; yo, además de ser un apasionado de la música paraguaya, me estoy centrando, en los últimos años, en investigaciones sobre la cultura paraguaya. Hace veinte años que trabajo en investigación histórica y he optado por priorizar lo cultural, pues hay mucho por descubrir y rescatar. No tenemos vinculación de amistad o parentesco con el maestro Sila Godoy, conocemos su trabajo y coincidimos en que merece mucha más difusión de la que tiene actualmente.
ENLACE ENTRE ÉPOCAS
–¿Qué relevancia les parece que tiene la figura de Sila Godoy en la historia musical paraguaya?
–JAG: Sila Godoy fue el puente entre Agustín Barrios y la actualidad, su legado fue fundamental para las generaciones posteriores. Hay que recordar que Agustín Barrios muere en El Salvador en 1944. Su figura prácticamente quedó en el olvido en años posteriores a su desaparición física. Sila Godoy fue el primero en interesarse en recopilar el trabajo y documentos del genio sanjuanino. Así es como se encargó de difundir su trabajo en todo el mundo, llegando a los guitarristas más importantes del planeta. Esto permitió que la obra de Barrios sea hoy tocada en todo el mundo. La causa de Sila Godoy en rescatar a Barrios fue inspiración para los guitarristas posteriores que tomaron la misma senda.
–¿Qué fuentes bibliográficas preceden a este trabajo?
–OBR: Una fuente muy valiosa para nuestra investigación fue el álbum de programas de concierto que publicó Elisa Godoy Álvarez, la hija de Sila. Sirvió de guía y acortó mucho tiempo en cuanto a la orientación cronológica. Fue más fácil buscar información sobre hechos y fechas bien determinados.
Óscar Bogado Rolón, investigador histórico
HIPÓTESIS
–¿Qué hipótesis pudieron ser confirmadas con esta investigación y qué otras fueron descartadas?
–JAG: Pude confirmar que efectivamente Sila Godoy fue el que presentó las obras de Barrios al guitarrista australiano John Williams. Hay una carta firmada por Williams en la que afirma que gracias a Godoy descubrió el trabajo de Mangoré. Mucho se dijo que fueron los alumnos de Barrios en El Salvador quienes hicieron este nexo, pero Williams asegura que este acceso fue gracias a Sila Godoy. Otra cosa que pude constatar fue que Sila Godoy fue el primer músico paraguayo que escribe música atonal. Aunque de manera tímida, arranca con su pieza “Jana Szennes”, a finales de la década del 40 del siglo pasado. Así también, fue el primer guitarrista clásico en tocar guaranias de José Asunción Flores. Al mismo tiempo, pude descartar varios mitos, siendo el principal que Sila Godoy fue autodidacta. Esto es completamente falso, ya que fue de los músicos mejor formados que tuvimos en el Paraguay.
–¿Cuáles fueron los archivos que pudieron consultar?
–OBR: Consultamos toda la bibliografía disponible, hicimos hemeroteca. Felizmente hay muchas publicaciones periodísticas que testimonian las distintas etapas de la carrera de Sila. Entrevistamos a sus familiares y músicos que llegaron a tratar con el maestro. Pudimos hallar también muchos audios y textos de entrevistas del propio Sila Godoy, con propia versión de muchos episodios de su vida.
–¿Qué pudieron hallar respecto al contacto inicial de Sila Godoy con la música?
–OBR: Sila Godoy creció en una familia donde la música siempre estuvo presente y fue un niño prodigio. Desde temprano se destacó en la guitarra, pero no se conformó con esa habilidad innata. También desde temprano se formó y practicó disciplinadamente. Es decir, trabajó su talento para llegar a niveles muy elevados.
–¿Con qué referentes de la época compartió en ese proceso?
–OBR: Sila Godoy se formó con los mejores profesores del país, tanto en Villarrica como en la capital, donde recibió una beca en el Ateneo Paraguayo. Después siguió un curso de perfeccionamiento en Buenos Aires con la guitarrista Consuelo Mallo López y, más tarde, con el maestro Andrés Segovia, en España. Es decir, probablemente fue el músico mejor formado de nuestro país.
EXIGENCIA TÉCNICA
–¿Como guitarrista te tocó interpretar obras o arreglos suyos?
–JAG: Sí, toco con regularidad su arreglo de la guarania “India” que creo que es una cima muy difícil de superar en cuanto a calidad y exigencia técnica llevada a la música paraguaya. También me gusta mucho tocar “Sortilegio”. Esta composición de Sila Godoy es muy efectista y tiene un uso muy exótico de la armonía.
Javier Acosta Giangreco, musicólogo
–¿Cuál fue la relación que tuvo Sila Godoy con figuras como José Asunción Flores y Carlos Lara Bareiro?
–OBR: Con Flores fueron amigos y trataron bastante en la década del cuarenta. En ese tiempo Sila residía en Buenos Aires. Fue uno de sus periodos más creativos. Escribió versiones para guitarra de varias de las clásicas guaranias de Flores, entre ellas “India” y “Ne rendápe aju”. Con Lara Bareiro los unió una entrañable amistad. Ambos fueron compañeros de estudio en el Ateneo Paraguayo, también en la década del cuarenta, a inicios de esa década.
–¿Qué características técnicas y estilísticas presentan sus obras?
–JAG: No voy a enmascarar o suavizar la cosa... Sus obras son muy complejas y exóticas. Sila Godoy tenía una habilidad rara de destreza en ambas manos. Esto hacía que toque de manera sorprendente. Naturalmente, sus composiciones y arreglos serán una apuesta aún más exigente que el mismo propone gracias a sus dotes naturales. Su obra “Éxtasis” es tal vez una de sus piezas más exigentes, que requiere una alta coordinación entre ambas manos. Su estilo va siempre por lo atonal. Le gustan las sonoridades duras y armonías disonantes. Es un compositor del siglo XX que busca expresarse mediante técnicas muy vanguardistas de composición. El guitarrista que se anime a trabajar su obra no solo requiere de una técnica muy sólida, sino también de conocimientos de música del siglo XX. No se puede entender la música de Sila Godoy sin entender cómo funciona la estética de Arnold Schönberg, compositor austriaco que formó toda una corriente musical de vanguardia. Lastimosamente, en la actualidad la mayoría de los guitarristas se cierran a un repertorio más digerido y se aventuran menos a explorar el repertorio de vanguardia.
–¿Podría hablarnos un poco de su faceta de creador?
–OBR: Hemos encontrado cerca de treinta obras compuestas por Sila Godoy siguiendo distintas fuentes. Lastimosamente, muchas partituras han desaparecido o están incompletas. La búsqueda de esos documentos continúa y una siguiente etapa sería reunir y publicar todos sus trabajos.
INGENTE LABOR
–¿Qué se puede sintetizar de los aportes de Sila como maestro, investigador, gestor y compositor?
–OBR: Sila Godoy como investigador se encargó de construir el acervo de Agustín Barrios, que hoy forma parte del patrimonio de la humanidad. En esa labor, descuidó inclusive su faceta de compositor, aunque dejó obras muy valiosas, como “Sortilegio”, que dio nombre al libro; “Éxtasis”, que recibió el Premio Nacional de Música en 2013, por dar un par de ejemplos. Sus composiciones merecen, asimismo, una mayor difusión. Entre nuestros proyectos está también la publicación de sus partituras. Fue principalmente un gran concertista, aunque dejó muy pocas grabaciones en comparación a su dilatada carrera de ocho décadas.
–Finalmente, para cerrar la charla ¿qué podría destacar de la obra que inspiró el título del libro?
–JAG: “El sortilegio de la guitarra” es una obra dedicada al encanto o el hechizo de este instrumento. Esta pieza Sila la escribe en plena madurez creativa. Es una suerte de homenaje a la compañera de toda su vida (la guitarra). Esta pieza es una poderosa síntesis de muchas técnicas propias de la guitarra. En cuanto al uso de la armonía, pasa de una primera parte que aparenta tener un centro tonal, pero en la parte central se vuelve completamente atonal. La transición que hace entre tono y no tono es sorprendentemente natural, casi imperceptible. En suma, “El sortilegio de Sila Godoy” es un homenaje al encanto de este grandioso exponente de la guitarra paraguaya.
Paraguayos en Roma rindieron homenaje a Francisco a diez años de su visita al país
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A una década de la histórica visita del papa Francisco al Paraguay, la comunidad paraguaya en Roma celebró un sentido homenaje en su honor, con una exposición fotográfica y la presentación del libro Francisco hizo lío en Paraguay.
El evento fue organizado por la Embajada del Paraguay ante la Santa Sede y tuvo lugar en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat. Asistieron autoridades vaticanas, embajadores y numerosos compatriotas residentes en Italia, informó la periodista Mónica Fabiola Ayala.
A pesar del calor del verano europeo, la convocatoria fue nutrida y emotiva. Durante la jornada se compartieron recuerdos, testimonios, imágenes históricas y sabores típicos del Paraguay, en un ambiente cargado de fe y gratitud.
La embajadora Romina Taboada, anfitriona del evento, destacó que el legado espiritual y humano del pontífice argentino “sigue vivo en el corazón del pueblo paraguayo”, reafirmando los lazos entre Roma y Paraguay a través de la memoria de aquel encuentro de 2015.
La exposición fotográfica y el lanzamiento del libro, escrito por el periodista Mariano Mercado, dieron la oportunidad a los asistentes de apreciar el trabajo de cobertura realizado durante la visita del papa Francisco a Paraguay.
La embajadora Romina Taboada destacó la alegría y bendiciones que el papa Francisco trajo al pueblo paraguayo durante su visita, y expresó su gratitud por la oportunidad de compartir esta experiencia con la comunidad internacional.
Una característica fundamental de Dios es que Él es un Dios que se comunica, que se revela y que tiene un mensaje para el ser humano.
No es un Dios inalcanzable o que nos creó y nos dejó librado a nuestra suerte. Él habla y eso es evidente.
La Biblia, que es su palabra y su mensaje, nos cuenta que desde el primer momento en que creó al ser humano se comunicó con el. Le dio propósito, tareas, identidad y todo aquello que el hombre necesitaría para ser feliz y pleno en este mundo.
También le dio un mandamiento, uno solo, y le dijo que no podrían comer del árbol del bien y del mal porque de hacerlo morirían.
Este árbol y este mandamiento tenían un propósito y era el de dar al hombre la posibilidad de elegir, en su libre albedrío, si le obedecería a Él o elegiría tomar sus propios caminos.
Dios es un Dios de amor y el amor debe de ser elegido no impuesto. Él quería que el hombre decida. Lastimosamente su creación prestó más sus oídos a la serpiente que contradijo la orden de Dios que el mismo mandamiento de Dios y así vemos cómo desde esa historia y comienzo esto ha marcado la línea de la humanidad y es que: Dios habla, pero dudamos de la voz de nuestro Creador y prestamos más oídos a otras voces, de nuestra mente, de nuestras circunstancias, del pecado y hasta del mismo demonio que a la voz de Dios.
Pero Dios no se quedó callado. Cuando Caín envidió a su hermano Abel y decidió matarlo en Génesis 4:6, 7 le advirtió que el pecado, la tentación estarían a la puerta acechándolo pero que el tenía la decisión de obedecerlo o no. Caín desoyó la voz de Dios y mató a su hermano.
Así podemos ver en la historia de la humanidad que Dios nunca dejó de hablar al ser humano. Un versículo clave y lema del pueblo de Israel está en Deuteronomio 6: 4- 6 “Oye Israel: Jehová tu Dios uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”. Shema Israel. OYE ISRAEL.
Dios quiere hablar contigo y así durante miles de años usó jueces, luego profetas e incluso reyes que hablasen al pueblo para instruirlos, advertirles o reprenderles y que vuelvan a la voluntad de Dios. Por lo general, según nos relata la Biblia, el hombre obedecía solo después de sufrir las consecuencias de su desobediencia y se volvían a Dios mientras el profeta vivía y una vez que este moría poco a poco el pueblo se descarriaba de vuelta de la voluntad de Dios hasta la siguiente desgracia fruto de su desobediencia.
Así, a través de los patriarcas, los jueces, profetas, reyes, y muchos de estos, gente de origen sencillo Dios habló a la humanidad y quedaron registradas en el libro que conocemos como la Biblia.
Luego Dios habló a través de Juan el Bautista que venía a pedir a los seres humanos que purifiquen sus intenciones, se arrepientan de sus pecados para estar preparados y recibir al Salvador que venía detrás de Él.
Finalmente, vino Jesús mismo, Dios hecho hombre, a hablarnos de Él y a decirnos que el que vio a Él vio a Dios y el que e
Uno de los discípulos pidió a Jesús que les enseñara a orar. Y Él les enseñó el Padre Nuestro y después les hizo un discurso sobre la importancia de la oración.
El Padre Nuestro es, sin dudas, la mejor oración que tenemos pues nos fue entregado por el propio Dios que se hizo carne. A veces me asusto cuando algunas personas, aunque con muy buena intención, atribuyen poderes casi mágicos a otras oraciones y colocan en un segundo plano la oración del Padre Nuestro. No digo que no tengamos bellísimas oraciones, muchas de ellas hechas por santos, y que nos ayudan a rezar mejor, pero ninguna se puede comparar con aquella que nos dio Jesús.
Nos decía santa Teresa De Ávila, que quien quisiera hacer una hora de buena oración, bastaría hacer en este tiempo un Padre Nuestro, meditando en sus palabras, y esto sería suficiente. Seguramente esta es una mujer que aprendió a rezar con Jesús.
El Padre Nuestro es una oración completa. Allí damos gloria a Dios, no porque Él tenga necesidad de nuestras alabanzas, sino porque para nosotros es fundamental reconocer su gloria a fin que podamos descubrir quiénes somos y hacia dónde debemos ir. En el Padre Nuestro nos abrimos a la acción de Dios y expresamos nuestra confianza en su gracia.
Decir “hágase tu voluntad” es muy comprometedor, pero es el único camino para nuestra real felicidad. Dentro de esto “hágase”, le presentamos nuestras necesidades: el pan cotidiano, el perdón, la protección. Pero después de darnos esta maravillosa oración, Jesús insiste mucho sobre la importancia de orar.
El tema central de su discurso es la perseverancia. Nuestra oración debe ser perseverante. La debemos hacer con insistencia. No basta decir: ya le pedí una vez, ahora solo me resta esperar. Es en la constancia de la oración que reside su eficacia.
El ejemplo que nos da Jesús del hombre que en la madrugada insiste con el vecino hasta que se le atienda, si no por amistad, al menos para no ser más molestado, es muy claro. También nosotros debemos pedir y pedir, llamar y llamar hasta que el Señor nos escuche.
Con todo, es importante tener claro que existen tres clases de cosas que podemos pedir a Dios:
a) cosas que colaboran para nuestra salvación, para nuestro crecimiento como personas.
b) cosas que son indiferentes para la vida en Dios, pero que nos ayudarán a ser más felices en ciertas situaciones.
c) y otras cosas que, aunque no nos demos cuenta, nos harán daño o al menos colocará en peligro nuestra salvación.
En cuanto a las primeras, podremos decir que Dios es el primer interesado en nuestra salvación. Este es el regalo que Él más nos quiere dar, y no negará a nadie que lo pida.
En cuanto a las segundas, dependerán de nuestra insistencia, de las motivaciones que tengamos. Del cómo las pedimos. Del cuánto realmente son importantes para nosotros. (Como un padre de familia siente placer en regalar a su hijo, en alguna oportunidad especial, alguna cosa, que sabe que lo desea mucho porque siempre lo pide, aunque no sea esencial para su vida, así también Dios hace con nosotros).
Mas, si nosotros le pedimos una cosa que no nos hará bien, o nos puede hacer daño, es natural que Él no nos conceda, aunque pasemos toda la vida insistiendo. Dios es nuestro padre y por sobre todo nos quiere defender y proteger. Así como a un niño pequeñito que pide a sus padres un cuchillo afilado, ellos por cierto le negarán, aunque él pida entre lágrimas, también a nosotros, porque nos ama, Dios algunas veces no nos atiende.
Pero no nos olvidemos, orar no es solo hacer listas de pedidos. Es también agradecer, reconocer los beneficios, conocer todo lo que ya hizo Dios y alabarlo. Y por, sobre todo, oración es diálogo, no es monólogo. Debemos estar también dispuestos a escuchar a Dios, a contemplarlo, a dejarse tocar por Él.
La oración debe volverse en nuestra vida “respiración de amor”.
El Señor te bendiga y te guarde.
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.