El 18 de abril, hace tres meses y medio atrás, exactamente 105 días en el pasado, la columna titulada “Pólvora de ignorancia” anticipaba lo que efectivamente sucedió el miércoles último en Ciudad del Este, hace menos de 72 horas.
Decía: “Esta pandemia está haciendo que gente normal, humilde y buena, comúnmente calificada de ‘trabajadora’ estalle con pólvora de ignorancia y miedo irracional. Si cualquiera de nosotros mirásemos su rostro jamás creeríamos que serían capaces de hacer semejante aberración.
“La salud mental no está bien. Y apenas van las primeras semanas. Me pregunto cómo reaccionarán cuando las ayudas de Ñangareko y Pytyvô acaben y no se reinicien las actividades laborales, con despidos, con hambre, viendo a los avivados intentar meterse una tajada de dólares en el bolsillo.
“La campaña ‘Quedate en casa’ no contempla la furia de la población, cansada de tanta injusticia y corrupción. Y sin embargo, otro escenario peor es posible si no se encuentra el equilibrio entre salud y trabajo y se produce un rebrote luego de la larga cuarentena”.
A pesar de que se sabía que la frontera con Brasil era estratégicamente el lado más débil debido a que allí se concentra la pandemia, las autoridades no reforzaron convenientemente ese frente. A regañadientes, después de fallecer una jovencita en Ciudad del Este aumentaron “rápidamente” unas pocas camas, pero a la legua se veía que era insuficiente, sino apenas un movimiento de distracción. Ni siquiera tomaron en serio la posibilidad de instalar allá un laboratorio para procesar las muestras de covid-19. Todo se centró en la capital, a 323,4 kilómetros de distancia de Ciudad del Este; 4 horas y 58 minutos por ruta. Lejos, muy lejos. Con razón los carteles de: “¡Asuncenos HDP!”
El miércoles, día en que estalló la revuelta en el Este a causa de que el Gobierno anunció nuevamente medidas extremas, un hombre de 48 fallecía en el IPS local. Era la víctima fatal número 46. De este total, más de la mitad (29) pereció solo en julio, es decir, se evidenció que la enfermedad no dejaba prisioneros, y mientras, los responsables de la guerra sanitaria del país miraban hacia cualquier lado.
De los 29 muertos en julio, 14 provenían de Alto Paraná, límite con Brasil.
Como decía arriba, la ignorancia, el miedo y la salud mental se convirtieron en combustible perfecto que el miércoles se encendió con la chispa de la corrupción y el hartazgo. Las autoridades apretaron la tecla equivocada y se soltó la cuerda. ¿La cuerda? No, la cordura.
De entre las decenas de videos que circularon por las redes sociales, tres llamaron la atención: el primero, en el que un joven se divertía rompiendo los parabrisas de camiones de carga estacionados, que no tenían vela en el entierro, e instaba a quemar una patrullera. Segundo, otro joven que corre con yesca encendida y la arroja sobre la parte trasera de otro camión...
Y el tercer video es en el que aparece un joven tendido en el paseo central de alguna calle con una herida en la panza. En la grabación se puede escuchar: “Bueno, de esta manera dejamos como evidencia plomo, plomo, mirá muchacho, le tiraron con puro plomo. Mirana un poco. Plomo, plomo, plomo..., hijo de p... Marito..., hijo de mil p... Marito... ¡Qué pucha! ¡¿Cómoiko va a ser así?!2
Lo preocupante no es la herida ni los vidrios rotos ni el camión con fuego. Lo terrorífico es el mensaje de la pregunta: “¡¿Cómoiko va a ser así?!”. Es evidente que el desesperado “locutor” no entendía porqué su amigo había recibido un disparo.
Una persona cuerda entendería que en las manifestaciones puede ocurrir cualquier desborde, por un lado u otro. Pero pareciera que el locutor estuviera en otro mundo, uno que según sus reglas debía brindarle seguridad y no cabía en su entendimiento la posibilidad de una herida.
Es como si estuviera jugando a esos videojuegos de violencia como GTA, en los que el protagonista roba un auto, asesina al conductor, choca, cambia armas que van desde metralletas hasta lanzacohetes, pilotea por igual un helicóptero o un tanque y aunque puede ser herido por balas o muerto, no pasa nada porque “revive” a voluntad.
La salud mental no está bien. En los videos de Ciudad del Este, los “jugadores” saqueaban tiendas, quemaban camiones y hasta destruyeron un cajero. Todo muy “divertido”, hasta el día siguiente, cuando en la realidad hubo que sacar plata... pero el cajero ¡estaba dañado! ¡¿Cómoiko va a ser así?!
Ayer vi fotos del amanecer de Ciudad del Este. En una de ellas, una mujer recogía arroz desperdigado sobre la ruta. Sí, mientras los heroicos manifestantes jugadores de GTA dormían su divertida juerga, una mamá juntaba arroz esparcido sobre el asfalto.
Ella no tiene tiempo para jugar. Ella no sabe de GTA ni de la irresponsabilidad de ser “autoridad”. Ella tiene estómagos que alimentar.
Oviedo: “El Gobierno necesita de una oposición fuerte y con propuestas”
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El senador José Oviedo, de Yo Creo, destacó la importancia de una oposición crítica, pero constructiva en el sistema democrático. Aseguró que el actual gobierno debe valorar el papel que cumple el sector opositor en el Congreso y no “invitarlos” a sumarse, ya que la mirada crítica es esencial para mejorar las propuestas de reforma.
“El Gobierno necesita de una oposición fuerte y con propuestas. Nosotros acompañamos los buenos proyectos, proponemos mejoras, y eso incluso fue reconocido por el presidente en su informe”, expresó el legislador durante el programa “Fuego cruzado” de canal GEN/Nación Media.
Oviedo defendió el trabajo legislativo de su bancada y cuestionó los intentos de desacreditar la crítica política. “No hay espíritu democrático en deslegitimar la crítica. La oposición está cumpliendo su rol y muchas veces sus aportes mejoran los proyectos oficiales”, afirmó, al tiempo de señalar que, pese a su rol minoritario, la oposición mantiene una postura seria y argumentada en los debates que se dan, al menos desde la Cámara de Senadores.
Si bien hay avances, todavía hay muchas cuestiones por resolver afirmó el senador José Oviedo. Foto: Pánfilo Leguizamón
Informe de Peña
En su análisis del informe presidencial, el senador valoró ciertos avances en políticas sociales, como el programa de adultos mayores, pero subrayó que persisten múltiples urgencias sin resolver. Entre ellas, mencionó la situación del sistema de salud, donde a pesar de anunciarse una inversión de USD 500 millones en infraestructura hospitalaria, “los hospitales siguen mal cuidados, faltan insumos y personal. Esa es una urgencia no atendida”.
Oviedo también se refirió al programa Hambre Cero, que fue aprobado con apoyo legislativo de la oposición, aunque, según dijo, no está cumpliendo con sus objetivos en términos de generación de riqueza ni de articulación con la agricultura familiar. “Los productores no están vendiendo sus productos al programa”, observó.
El legislador cuestionó que el informe no haya incluido referencias a la reforma fiscal ni a la situación de Itaipú, temas que consideró fundamentales. “La reforma fiscal es la madre de todas las reformas y sigue siendo postergada. No se dijo si se abordará este año o el siguiente”, apuntó.
Por otro lado, resaltó algunos proyectos presentados desde su bancada, como la mejora integral del sistema de transporte público y la regulación del consumo energético en actividades como la criptominería, alegando que la oposición si cuenta con una agenda.
Anunció que está ultimando una propuesta de ley para promover la formalización del empleo. “La informalidad deja a muchos trabajadores sin aguinaldo, vacaciones, jubilación ni seguro. Eso hay que cambiarlo”, sostuvo.
Finalmente, reiteró que los números macroeconómicos pueden ser positivos, pero “la gente todavía no está bien”. Por eso, instó al Ejecutivo a redoblar los esfuerzos y a fortalecer el diálogo con todos los sectores. “No nos inviten a subirnos a su carro. Inviten a fortalecer la oposición”, concluyó.
Según la denuncia de los padres, el lunes pasado las enfermeras encargadas de la unidad de cuidados intensivos habían solicitado una estufa para poder resguardar del frío al bebé, pero lo colocaron muy cerca del cuerpo. Foto: Ilustrativa
Denuncian que bebé habría sido quemado con estufa en IPS
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Los padres de un niño de ocho meses que se encuentra internado en la unidad de terapia intensiva pediátrica del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) denunciaron que su bebé habría sufrido quemaduras a raíz de una estufa que las enfermeras dejaron muy cerca de él.
Según la denuncia de los padres, el lunes pasado las enfermeras encargadas de la unidad habían solicitado una estufa para poder resguardar del frío al bebé, atendiendo que aparentemente el sistema de calefacción no funcionaba.
Con el paso de los días los padres se percataron de que la estufa estaba muy cerca del niño y que parte de su rostro y torso se veían más rojos que otras áreas y habrían mencionado esto al personal de blanco, pero no recibieron ninguna respuesta favorable.
Ya para la noche del viernes, la madre se percató de que la cara de su hijo estaba muy hinchada y que parte del torso y el brazo estaba sumamente enrojecido, por lo que empezaron los reclamos a los médicos de guardia exigiendo que apaguen el artefacto.
El bebé se encuentra internado debido a complicaciones de una operación por una cardiopatía con la que había nacido, y los médicos le aseguraron a los padres que la hinchazón que veían no era a causa de una quemadura, sino consecuencia de la enfermedad del menor, versión que los padres no creen, debido a que vieron la evolución del pequeño de cerca.
“Nosotros sí nos decían que fue una quemadura accidental y nos decían que si comprábamos los remedios no íbamos a llegar a esta instancia, pero que nos nieguen y nos digan que es otra cosa es lo que lamentamos. Nosotros demasiado sentimos porque nuestro bebé seguro está sufriendo de dolor sin poder hacer nada y nos duele eso”, expresó el padre del niño.
La denuncia se hizo formal a través de la línea 147 Fono Ayuda. Intervino el Ministerio Público y la Defensoría de la Niñez para esclarecer el caso, ya que las dos hipótesis, tanto la de la quemadura como la de una posible complicación, son viables hasta el momento.
“La médica forense examinó ya al menor y recabó información para realizar las pruebas. Una vez que la misma dé su dictamen médico, vamos a saber cómo procesar, si como una negligencia o como una complicación médica, pero hasta el momento mantenemos el caso con un seguimiento muy de cerca, ya que se trata de un menor en estado delicado de salud”, explicó la fiscal María Palazón en conversación con el canal de noticias C9N.
IPS gana tiempo: crisis de la Caja se posterga 8 años, pero aún son necesarias más reformas
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La gerente de Prestaciones Económicas del Instituto de Previsión Social (IPS), Vanessa Cubas, destacó que gracias a las primeras reformas impulsadas por la actual administración, se logró alejar ocho años la crisis que era prevista recién para dentro de 18 años. Desde el gobierno de Mario Abdo se ha recurrido al uso de las rentas para el pago de jubilaciones y a la fecha se han destinado G. 1.218 billones para dicho fin.
En conversación con La Nación/Nación Media, Cubas explicó que el informe actuarial publicado en 2021 proyectaba el cruce entre ingresos y egresos del sistema jubilatorio recién para el año 2038. Sin embargo, a raíz de una serie de decisiones y omisiones durante el mandato anterior, ese equilibrio se quebró anticipadamente y la crisis estalló antes de lo previsto.
“En agosto del 2023 nos encontramos con esa situación que se venía arrastrando desde el 2020, en primer lugar transparentamos la información porque esto era un secreto que nunca la administración anterior mencionó, el estado crítico en que se encontraba la caja y siguieron gastando”, cuestionó.
Entre las medidas adoptadas para revertir el déficit, Cubas mencionó la revocación del aumento irregular del haber mínimo jubilatorio del 75 %, aprobado durante el gobierno de Mario Abdo, sin respaldo financiero ni legal claro, lo que representó un gasto de USD 55 millones entre 2020 y 2024.
Al restablecer el valor legal del 33 %, el nuevo Consejo de Administración proyecta un ahorro de USD 30 millones en cinco años y un alejamiento de tres años en el horizonte actuarial de la crisis. A esto se debe sumar otra acción clave, la aprobación de una ley que modifica el cálculo de jubilaciones.
Mediante esta normativa se extendió el período de referencia de tres a diez años, lo que genera mayor equidad en relación con los aportes reales de los trabajadores. Esta normativa, impulsada por el Poder Ejecutivo y en vigor desde enero de 2025, va a permitir al IPS incorporar al IPS USD 80 millones adicionales que antes se transferían al Ministerio de Trabajo y al Ministerio de Salud. Solo esta medida aleja cinco años más el horizonte actuarial. Con ambas medidas se ha alejado la crisis por ocho años en total.
“La meta es preservar el fondo común para que quienes hoy están aportando puedan acceder a una jubilación en el futuro. No buscamos suspender beneficios, sino encontrar formas responsables de financiarlos. La caja es contributiva y hay que protegerla”, insistió Cubas.
La gerente de Prestaciones Económicas del IPS, Vanessa Cubas, explicó la realidad de la caja de jubilaciones. Foto: Pánfilo Leguizamón
Más reformas
La funcionaria también informó que ya se elevó un proyecto para financiar el beneficio adicional anual, que se paga en noviembre y el cual obliga a la previsional a desembolsar más de USD 100 millones, sin que aproximadamente la mitad, tenga un respaldo por contribuciones. Además, se propuso la conformación de una mesa interinstitucional para auditar y actualizar la deuda del Estado con el IPS.
Cubas aclaró que estas acciones son apenas el inicio. “Estamos ante un fenómeno estructural que afecta a todas las cajas de la región y del mundo. La gente vive más tiempo, la natalidad ha caído y eso se traduce en menos aportantes y más jubilados. Hoy tenemos 85.500 jubilados y 800.000 activos, los trabajadores activos van a decrecer y ese es un trabajo complejo que deben enfrentar todas las cajas del país”, advirtió.
“Estamos buscando dar un salto con los trasplantes”
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Paulo César López
paulo.lopez@nacionmedia.com
Fotos: Néstor Soto/Archivo
El próximo 9 de julio se celebra el Día Nacional del Trasplante, que fue instituido en conmemoración del primer trasplante cardiaco realizado en nuestro país, que tuvo lugar en esa fecha del año 1996. En esta entrevista con El Gran Domingo de La Nación, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), doctor Hugo Espinoza, habla de la actualidad en esta rama médica en nuestro medio y brinda las claves para dar un salto en el área.
Muy temprano para un día tan frío. El doctor Espinoza nos ofrece un té verde mientras nos acomodamos en un amplio salón con letras corpóreas y otros motivos que promueven la donación de órganos, que sigue siendo la principal materia pendiente en nuestro país. Esto debido a que los prejuicios y la pseudociencia generan una gran resistencia al presentar este procedimiento científico que salva vidas como una suerte de profanación.
Sin embargo, ese acto de amor que representa la donación permite que nuestros seres queridos sigan viviendo en otras personas. Si bien los recursos son siempre limitados con relación a las necesidades, se cuenta con un enorme capital humano capaz y dispuesto de dar el gran salto.
En esta conversación a propósito de la efemérides que se celebra el próximo miércoles, Espinoza, cirujano general egresado de la UNA con una especialidad en cirugía vascular en la Universidad de Marsella (Francia), nos pinta el estado del arte y lanza un mensaje a la ciudadanía.
–¿Cómo está nuestro país actualmente en materia de trasplante y donación de órganos?
–Estamos a mitad de lo que hemos hecho el año anterior. Esta es una situación superdinámica, porque hay mejoras en una parte y hay dificultades en otra. Ahora tenemos una serie de proyectos muy ambiciosos, que son ejes estratégicos de lo que debemos hacer para dar ese salto que queremos. Hay un programa de trasplante hepático pediátrico que resolvimos a través del convenio que tenemos con el Hospital Garrahan de Buenos Aires, pero el hospital entró en crisis hace unos meses. Otra opción que también hemos visto es con el Hospital Pequeño Príncipe de Curitiba.
COLABORACIÓN
–¿Qué importancia tienen los convenios para llegar a los objetivos?
–Los convenios son muy importantes para la solidaridad como el relacionamiento con los países vecinos. Y hay dos líneas muy importantes que debo señalar. Uno, que hemos consensuado con las autoridades pertinentes que debe hacerse de manera que toda la sociedad paraguaya pueda acceder al servicio y colaborar. Los trasplantes hepáticos en niños en el Hospital Acosta Ñu y adultos en el Instituto de Previsión Social (IPS). Esa es una mirada muy importante que tenemos porque no es que el ministerio debe debatirse con todos los problemas solo. El sistema sanitario de alguna manera debe unificarse para algunos programas muy importantes. Por ejemplo, en trasplante, vacunación, atención primaria de la salud deben trabajar juntos el Ministerio de Salud, Facultad de Ciencias Médicas, IPS, sanidad militar, sanidad policial, medicina privada y prepaga, etc. Ahora cuando ocurre una situación grave de salud como un trasplante los privados dicen “bueno, hasta acá yo llego y hay que ver esto en la instancia pública”.
–Además de las intervenciones quirúrgicas propiamente, que de por sí son bastante costosas, ¿qué presión tiene el posoperatorio?
–Desde el INAT tenemos una tarea súper importante en la provisión de medicamentos, los antirrechazo, que son medicamentos que hoy por hoy se usan para numerosas enfermedades del riñón, el lupus, enfermedades dermatológicas, oftalmológicas, reumatológicas. Estos medicamentos son muy costosos y todos son proporcionados de manera gratuita y de por vida. Es imposible pensar que un trasplantado pueda tener la capacidad económica de llevar esto por muchos años, porque estamos hablando de varios millones de guaraníes por mes.
–A lo que hay que sumar que la expectativa de vida de los pacientes trasplantados es alta, ¿no?
–Y depende del órgano trasplantado y de la adhesión al tratamiento del paciente. Aunque parezca increíble, hay muchas personas que en un momento dado se sienten bien y fallan en la adherencia al tratamiento. Tiene el medicamento, pero no toma a hora, se olvida de tomar o deja de tomar. Hay un problema cultural también importante. Es difícil de entender cómo alguien que pasó por varias etapas difíciles en su vida, enfermarse, entrar en una lista de espera, obtener un trasplante, que sea exitoso, recobrar una vida normal, tener una segunda oportunidad y finalmente falla en la adherencia al tratamiento. Hace falta también una higiene de vida. No puede un paciente trasplantado, inmunosuprimido, ir a una aglomeración de personas en un momento como el actual en el que hay una epidemia de enfermedades respiratorias.
–¿Hay alguna actividad prevista para la celebración de este año?
–Nosotros este 9 de julio no planteamos ninguna actividad masiva. Es un hábito dentro de la institución convocar a las personas trasplantadas, a los que están en la lista de espera, de manera de contarles en qué está la institución y que puedan tener una esperanza fundada en hechos reales. Eso no vamos a hacer este año porque nos parece que exponemos a las personas a enfermarse. Hay gente que viene en buses y los condicionantes sociales de la salud son fundamentales. Todo está encadenado.
TIPOS DE DONANTES
–¿Podría explicarnos cuáles son los órganos que pueden ser trasplantados?
–Hay que tener en cuenta dos escenarios. Está el donante cadavérico, que es un campo que debemos progresar mucho todavía, por más que la tasa de donación creció en 2024. Por primera vez llegamos a obtener cuatro por millón de habitantes como tasa de donación, pero es aún insuficiente. Seguimos teniendo una cantidad importante de familias que se oponen a la donación. Del donante fallecido se pueden extraer la córnea, los pulmones, el corazón, el hígado, el páncreas, los riñones; el intestino, aunque por suerte hay poca necesidad de eso, y los tejidos. También los huesos. Hoy obtenemos bastante hueso de la persona fallecida porque tienen una utilidad tremenda, sobre todo para la problemática del cáncer de hueso. Puede ser el brazo, pero sobre todo el miembro inferior, el fémur y la tibia.
–¿Y en cuanto a los donantes vivos?
–Debe ser una persona sana y se usa sobre todo en dos situaciones. Como tenemos dos riñones, uno puede vivir normalmente con uno solo. Entonces, tengo la posibilidad de donar un riñón a un familiar. Y ocurre también en el caso del trasplante hepático pediátrico. En los niños pequeños se pueden extraer segmentos del hígado –generalmente el papá o la mamá–, y eso se pone en el niño enfermo. Y el hígado crece con el desarrollo del niño. También el pedazo que le falta al papá o a la mamá crece y ambos tienen la posibilidad de tener una vida normal. Otro donante vivo muy importante es el de médula ósea. Es como donar sangre y se usa en los casos de leucemias y todas las enfermedades oncológicas de la sangre. Se hace la quimioterapia, que mata las células malignas, y a continuación de acuerdo a la necesidad de cada diagnóstico se le inyecta unas células nuevas, serían como las famosas células madre, que en este caso se llaman células progenitoras hematopoyéticas. Estas son células indiferenciadas. No sabe todavía hacia dónde va a ir, si va a ser un glóbulo blanco, un glóbulo rojo, una plaqueta. Entonces eso es lo que se inyecta una vez que se hizo la quimioterapia y se logró la remisión de la enfermedad para que a partir de ahí se regeneren las células ya normales.
–¿Qué requisitos debe reunir un donante vivo?
–Una de las condiciones básicas para donar riñón, hígado o médula ósea es que la persona debe estar sana. Segunda condición, debe mantener su estado de salud después de la donación. Eso también implica que el que dona debe ser muy afín a los controles médicos pertinentes. Insistimos mucho en eso porque ahí tenemos un compromiso o una responsabilidad compartida. Imagínese el fracaso que sería que una persona que donó finalmente llegue a necesitar el órgano que donó. El promedio de vida hoy en Paraguay es de 74 años, varía un poco entre el hombre y la mujer, pero esa donación que yo hago de un riñón a mi familiar no debería afectar esa esperanza de vida.
REQUISITOS
–¿Cuántas personas aproximadamente se pueden beneficiar con cada donante cadavérico?
–Cuando hay un donante cadavérico se evalúa cada órgano por separado y hay varios factores. La edad es un factor muy importante. Cuando tienen más de 40 años, por lo menos en nuestro país nuestros cardiólogos no están muy entusiasmados por tomar el corazón. Para los trasplantes pediátricos hay una sugerencia internacional de que en caso de riñones no sea una persona mayor a 35 años. Esas son cosas que van condicionando. En el caso de un paciente joven y sano, si contamos de arriba a abajo, el corazón va a una persona, el pulmón puede ir uno a una persona y otro a otra, o los dos a la misma persona. Después los riñones, eso va uno a una persona, el otro va a otra persona. En el caso de las córneas, una córnea va a un paciente, la otra va a otro paciente. En el caso del páncreas, va a una persona. En el caso del hígado, va a una persona o podría ir a más de una persona porque también hay una técnica mediante la cual podemos dividir el hígado. Y están los huesos, cuando hacemos ablación de huesos, eso beneficia a muchísima gente. De acuerdo al fragmento óseo que se solicita, que puede ser la cabeza del fémur, la parte central o la parte inferior, etc.
–¿Entonces se podría beneficiar hasta a unas 10 personas?
–Fácilmente puede alcanzar esa cantidad.
–Para ir redondeando esta conversación, ¿le gustaría hacer una reflexión final?
–Hay que tener una idea lo más clara posible de lo que es la muerte encefálica, que es la muerte de la persona. Resulta que está en una terapia respirando a través de un respirador, está teniendo latido cardiaco porque estamos manteniendo a esa persona con algunos signos vitales. La persona ya está fallecida, pero se mantiene, se llama mantenimiento del donante, a algunos órganos aún viables. No es que se le mantiene vivo todavía, se mantiene a algunos órganos viables. La única intención de eso es la donación. La muerte encefálica es un estado irreversible. Y esa vitalidad que se mantiene en algunos órganos es por poco tiempo. También tenemos que conquistar la adhesión de los médicos terapistas. La descentralización también es muy importante. Hemos hecho en Alto Paraná. No es solo que los pacientes no deban viajar 4 o 5 horas. Hay un grupo itinerante hace el trasplante, se queda dos días y hay un espejo de profesionales que nos acompañan y la idea es que quienes nos acompañan tengan la capacidad de desarrollar la terapéutica. El proyecto va a llegar también a los nuevos hospitales de Coronel Oviedo y Encarnación. Por ahí creo que pasa ese salto que necesitamos dar en cuanto a la donación y trasplante en Paraguay.
¿QUIERES SER DONANTE?
Las personas que desean inscribirse como donantes o expresar su negativa a serlo pueden acercarse a la sede del INAT (Capitán José Domingo Lombardo 1559, Asunción). Así también, se puede realizar el trámite vía virtual a través de la página web (inat.mspbs.gov.py).
Cabe recordar que en nuestro país está vigente la ley Anita, que dispone que todas las personas son donantes, excepto aquellas que en vida hayan dejado constancia expresa de su oposición.
Sin embargo, ante la ausencia de alguna constancia dejada por la persona fallecida, la autorización queda enteramente en manos de los familiares. En este sentido, el doctor Espinoza instó a la ciudadanía a que, más allá de cuál sea la decisión final, esta sea tomada a partir de información fiable y no con base en rumores difundidos en las redes sociales de que se trata de una carnicería o que se realiza con fines de tráfico de órganos.