La Asociación Rural del Paraguay celebrará en la fecha sus Asambleas Generales Ordinaria y Extraordinaria en la sede del gremio, en Mariano Roque Alonso. La convocatoria es para las 9:00, en el Salón Social Dr. Germán Ruiz Aveiro, para una jornada en la que se elegirá a las nuevas autoridades de la emblemática nucleación de ganaderos de nuestro país. Los candidatos son Daniel Prieto, actual vicepresidente primero de la Rural, y Martín Heisecke, con 45 años de experiencia en el ámbito.

En este contexto, el actual y saliente presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, compartió una breve evaluación de la gestión que le tocó realizar al frente de uno de los gremios más representativos del país y del trabajo pecuario. Auguró una próspera nueva directiva que continúe los lineamientos de la rural, de mejorar las condiciones del sector.

“En la rural tenemos una filosofía, de apuntar a la excelencia, y en ese camino cumplimos casi todos los proyectos de esta gestión que termina ahora. Evidentemente quedaron algunos aspectos por concluir, pero confío en que las nuevas autoridades seguirán trabajando para terminar proyectos nuevos e implementar otros para mejorar las condiciones del sector”, señaló a La Nación.

Sobre los principales aspectos que quiso remarcar de su saliente directiva indicó el más reciente logro del gremio, de la promulgación de la Ley n.° 726 que habilita a la Universidad Rural del Paraguay, que fue como el broche de oro que coronó la gestión, indicó el referente. Destacó a la vez la realización de proyectos muy disruptivos de forma conjunta con el sector público, específicamente con el Servicio Nacional Calidad y Salud Animal (Senacsa), que forjan el futuro y desarrollo de la ganadería nacional.

Asimismo, la creación del Sistema de Identificación y Trazabilidad Animal del Paraguay (SIAP), un software que identificará y registrará animales de diversas especies dentro del país. A más de la implementación de la Norma Paraguaya de Clasificación y Tipificación de Canales Bovinas.

Y un hecho no menor, la apertura de nuevos mercados para la carne bovina y otras especies, en especial el ingreso a los Estados Unidos que conllevó un esfuerzo elevado, lo cual garantiza la calidad y el estatus sanitario del producto paraguayo, más allá de los intereses proselitistas de un sector productivo y político del país americano.