Corea del Norte suele dejar que otros paguen la cuenta fuera del país y los exper­tos dan por sentado que la de la cumbre del martes con Donald Trump correrá a cargo de Singapur o de Seúl. La ciu­dad Estado está tirando la casa por la ventana para acoger el cara a cara histórico entre el líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente estadouni­dense en la isla de Sentosa. Ambos se alojarán previsible­mente en hoteles lujosos y es más que probable que a Corea del Norte, sometida a numero­sas sanciones, le salga gratis.

“Pyongyang está acostum­brado a que los demás paguen por todos los ‘compromisos diplomáticos’ del recluido régi­men”, explica a la AFP Sung-Yoon Lee, de la Escuela Flet­cher de derecho y de diplomacia de la universidad estadounidense Tufts. El fin de semana pasado, el ministro singapu­rense de Defensa, Ng Eng Hen, declaró que su gobierno está dispuesto a pagar los gastos norcoreanos para participar de alguna manera en la “reunión histórica”.

La cuenta puede ser salada, ya que la delegación norco­reana no suele escatimar en alojamiento. El hotel Fuller­ton, un cinco estrellas colo­nial a orillas del mar, pro­pone por ejemplo una suite presidencial por 6.000 dóla­res la noche que podría ser del agrado de Kim Jong Un, gran amante del lujo.

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En el caso de que no le guste siempre puede decantarse por el St. Regis, que cuenta con mayordomos y una flota de Bentleys. La noche en la suite presidencial ronda los 6.700 dólares, con desayuno incluido. El establecimiento posee además una colección privada de más de 70 obras de arte, como cuadros de Picasso y Miró. Se desconoce qué medio de transporte usa­rán Kim Jong Un y su entorno para viajar a Singapur. Trump lo hará en el Air Force One, que puede recorrer hasta 13.000 km sin repostar. Pero el “Air Force Un” (por Kim Jong Un), como se apodó al Ilyushin-62 del régimen norcoreano, es un aparato soviético obsoleto.

EEUU NO SE OFRECE

Con la excepción de Singa­pur, ningún gobierno extran­jero ha expresado pública­mente el deseo de cargar con los gastos del desplaza­miento de Kim. “No pagare­mos sus gastos”, anunció la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Heather Nauert. Un porta­voz del presidente surco­reano Moon Jae-in dijo que este último tampoco tenía la intención de desembolsar dinero para la ocasión. Y eso que cuando se trata de pagar la factura de los norcoreanos todas las miradas se centran en los surcoreanos.

Corea del Sur abonó 2.860 millones de wones (US$ 2,7 millones) para albergar a la delega­ción del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, que desempe­ñaron un papel esencial en la distensión actual en la penín­sula. También fue Corea del Sur la que pagó la factura de los norcoreanos en los Juegos Asiáticos de 2002 y 2014.

Etiquetas: #Kim

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