El Ministerio de Hacienda ha dado a conocer la información de que en el 2017 el Presupuesto General de la Nación (PGN) tuvo una ejecución récord, ya que alcanzó un 81,47%, porcentaje que comparado con los de otros años es supe­rior, lo que indica entonces una mayor eficien­cia en la realización de los gastos públicos.

Los datos oficiales revelan que el monto asig­nado, sin incluir las transferencias intergu­bernamentales, era de 69,6 billones de gua­raníes y que de esa suma se llegó a ejecutar el año pasado 56,7 billones de guaraníes, lo que representa que de cada 100 guaraníes pre­vistos en el presupuesto se llegaron a gastar 81,47 guaraníes. En apariencia, no resulta­ría un alto porcentaje, pero comparado con las ejecuciones de años anteriores es supe­rior, y en este caso, representa un récord. Con respecto al 2016, se observa una mejora del 5,33%, considerando que ese año la ejecución llegó al 76,14%.

Lo significativo es que la ejecución presupues­taria estatal ha venido aumentando paulatina­mente en la era Cartes, subiendo año tras año, puesto que del 70,33% alcanzado en el 2013, se ha avanzado hasta el 81,47 del 2017. En otras palabras, quiere decir que esta administración gubernamental ha ido mejorando su eficien­cia hasta ascender a los índices apuntados, que nunca antes se habían llegado a obtener.

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Los especialistas han llamado la atención por el buen nivel del trabajo en el manejo de los recursos financieros por parte de la adminis­tración del Estado, que tradicionalmente solía ser ineficiente y, por ello, objeto de las críticas.

Paralelamente, han señalado también que los organismos públicos están dando un mejor uso a los recursos monetarios estatales, pues las entidades del Estado están utilizando sus fon­dos de una manera más eficiente. En muchos casos ha ocurrido que en razón de que el fisco ponía restricciones en los gastos, los organis­mos registraban una mayor ejecución de su presupuesto asignado. Un técnico del sector público reseñó que, en años anteriores, con más recursos, muchas instituciones tenían una menor ejecución, pero al contar con el dinero más acotado, tuvieron que rediseñar y priori­zar sus gastos con muy buenos resultados.

En la administración del Estado y de los orga­nismos públicos, a la utilización del dinero que se le ha asignado en el presupuesto anual para realizar sus tareas programadas se le denomina ejecución presupuestaria. El hecho de que un organismo estatal sepa invertir y realizar los gastos en las tareas que le corresponde hacer es generalmente un indicador de su capacidad de trabajo, por lo que una institución que eje­cuta más que otros su presupuesto, es señal de eficiencia. Por el contrario, cuando una oficina pública tiene escasa ejecución presupuestaria es indicio de su menor capacidad de trabajo por lo que se le puede considerar ineficiente.

Por todo ello es de suma importancia la infor­mación de que el Estado paraguayo en los últi­mos años ha venido incrementando su porcen­taje de ejecución presupuestaria y que, en el 2017, el último ejercicio fiscal, ostente el récord en esa materia. En los hechos prácticos, de nada vale asignar una gran cantidad de dinero a una entidad determinada que luego, en la eje­cución se encuentra constreñida por su escasa capacidad para trabajar.

Cuando los números cantan, lo hacen con toda la fuerza de una realidad que no se puede desmentir. En consecuencia, si las estadísticas hablan de que se gasta el dinero público con más eficiencia, es una buena noticia, porque implica que la plata que se ha recaudado de los impuestos que abona la ciudadanía, está teniendo el destino previsto en el tiempo justo. Esto garantiza el buen funcionamiento del aparato estatal y que se harán correctamente las inversiones que se destinan tanto para infraestructura física como para el gasto social, además de otras erogaciones de importancia.

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