• Por Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
  • MBA

Las entidades financieras venden hoy día una variedad de productos y servicios crediticios y no crediticios. Nos enfocaremos en forma primaria en una fase que atañe a los productos crediticios.

Debe tomarse en cuenta que el análisis de crédito no es el producto final del análisis de los Estados Contables de la compañía. Uno de los factores principales que forman parte del espectro del análisis y evaluación crediticia que debe destacarse para poder llegar a una decisión de otorgamiento o no de facilidades ya sean en M/L y/o M/E es la capacidad y calidad de la gerencia/plana directriz que los conforman sus principales accionistas y los que integran las principales posiciones dentro del staff gerencial (englobado dentro de los factores cualitativos) y que hacen al buen Gobierno Corporativo.

El juicio del oficial de créditos/negocios y su confianza en los principales de la empresa pesan fuertemente al tomar la decisión.

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La falta de habilidad gerencial puede llegar a desintegrar a una compañía por más sana que sea su posición económica-financiera-patrimonial. El aspecto cualitativo junto con los financieros y económicos completan los ingredientes del análisis y evaluación crediticia que conducen a la estructuración de la decisión final. Existe una reconocida premisa que dice que un préstamo concedido adecuadamente puede considerarse cobrado en un 50%.

El alcance y tipo de riesgo deben ser encaminados para determinar la voluntad y habilidad del prestatario para pagar su deuda. Son de aplicación los fundamentos básicos de crédito y a ellos debemos atenernos. Cada solicitud de préstamo requiere un tipo diferente de investigación y análisis.

El oficial de créditos/negocios debe saber escuchar, pero también hacer preguntas claves porque el prestatario puede omitir, consciente o inconscientemente, datos importantes.

No se deberán omitir de realizar al mismo preguntas como:

¿Por qué acudió a nuestra institución si no es cliente nuestro?

¿Con qué otras instituciones financieras opera?

¿Cuánto crédito requiere?

¿Cuál será el propósito del préstamo?

¿Cuándo se repagará?

¿De dónde provendrán los fondos para su repago?

¿Cuál es la información económica-financiera-patrimonial disponible?

Son preguntas básicas y primarias pero que muchas veces en el afán de incrementar nuestro portafolio de crédito los pasamos por alto. Y siempre es mejor prevenir que curar.

La estructura de las "C" de créditos puede parecer elemental y podría ser sumamente descartada, pero si son pasados por alto se podría llegar a una decisión que eventualmente resultaría desastrosa para ambos, el prestatario y el banco o la financiera.

Carácter: Esta es la más importante de todas las "C". No hay sustituto para el carácter. Es un factor vital. El carácter de una persona puede ser causa de que la escala de decisión pueda rotar de "Sí" a "No". Honestidad e integridad del prestatario son de importancia primordial.

Capacidad: Explica el éxito de una empresa en el pasado y cómo lo será posiblemente en el futuro. Una compañía puede manejarse con un balance financiero excelente, con buenos niveles de facturaciones y utilidades, pero si la plana directriz no tiene capacidad y determinación pasará poco tiempo para que se deterioren las condiciones financieras.

Capital: Es el respaldo monetario. El aporte de capital hecho por los inversores representa su confianza, en la compañía, sus productos y su futuro. Es el patrón de medida del crédito que puede otorgarse a aquellos que se han ganado el derecho a solicitar un préstamo.

Una institución financiera no debe dejar "encandilarse" por las garantías que pueda ofrecer el potencial prestatario, pues las mismas son totalmente accesorias y no constituyen la esencia primaria de los desembolsos crediticios.

Tengamos en cuenta que el negocio de un banco o financiera es prestar dinero y recuperar el capital y los intereses en fecha.

Tener un portafolio de créditos abultado no significa que seamos más eficientes, si es que previamente no se han sopesado correctamente los factores cualitativos y cuantitativos que rodean a la facilidad crediticia y que deberían de formar parte del Proceso de Créditos Corporativo de cada institución.

Si bien los niveles de morosidad en los bancos han ido disminuyendo, no obstante se mantiene dentro de su portafolio un cúmulo importante de deudores con clasificación 6 (saldo de préstamos con atrasos en el pago del capital e intereses devengados superior a los 270 días y que en algunos casos ya son considerados casi incobrables, con un incremento del 29,5%, equivalente a US$ 529 millones).

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