© 2019 Economist Newspaper Ltd, Londres. Todos los derechos reservados. Reimpreso con permiso.

Y está pisándole los talones a intel.

David, el del enfrentamiento con Goliat, es una analogía corporativa trillada. Pero es difícil encontrar una más apropiada para Advanced Micro Devices Inc., o AMD. El 29 de octubre, este pequeño actor de la industria fabricante de chips presentó sus resultados del tercer trimestre. Lisa Su, su presidenta y directora ejecutiva, se declaró “extremadamente complacida”. No es de extrañar: con 1.800 millones de dólares, sus ingresos han sido los más altos desde el 2005. AMD prevé que las cifras del próximo trimestre serán igual de satisfactorias, con un incremento del 48% con respecto al año anterior, es decir, de alrededor de 2.100 millones de dólares. Su cotización bursátil se ha multiplicado por 15 desde el 2015.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

AMD es mucho más importante para el negocio de los chips de lo que sugiere su pequeño tamaño. AMD proporciona la única competencia significativa no solo a uno, sino a dos Goliats en dos sectores importantes de la industria de los semiconductores. Sus unidades centrales de procesamiento, o CPU –los chips de uso general en el corazón de las computadoras portátiles, en las de escritorio y en los centros de datos–, compiten con las de Intel Corp., cuyos 71.000 millones de dólares de ganancias en el 2018 la convirtieron en la segunda empresa fabricante de chips más grande del mundo. Sus unidades de procesamiento gráfico, o GPU –las cuales proveen gráficos en 3D para videojuegos y, cada vez más, la capacidad computacional para los modernos algoritmos de aprendizaje automático–, se enfrentan con los de Nvidia Corp., cuyos ingresos de 11.700 millones de dólares el año pasado fueron casi el doble de los de AMD.

La exitosa temporada de AMD se debe principalmente a sus batallas con Intel. Hasta hace poco, Intel prácticamente monopolizaba el mercado de los CPU. Los analistas de Mercury Research estiman que, en el 2015, sus chips estaban en el 92,4% de las computadoras portátiles y de escritorio y tenían el 99,2% del mercado más lucrativo de los chips para servidores. Las cifras más recientes de Mercury colocan la cuota de AMD en 14,7% para computadoras portátiles y de escritorio. En materia de servidores, tienen una participación mucho más modesta, de 3,1%, pero aun así es cinco veces mayor de lo que era hace dos años.

Hay dos aspectos que explican el resurgimiento de la compañía. El primero es que ahora tienen un mejor producto. En el 2012, AMD recontrató a Jim Keller, un diseñador de chips muy apreciado que ha trabajado para Apple Inc. AMD tenía tiempo compitiendo en cuanto a precio, dado que sus chips eran más lentos que los de Intel, pero mucho más económicos. Los chips Zen de Keller, presentados en el 2017, siguen siendo económicos, pero ahora son igual de efectivos que los de Intel, o incluso más: el chip de gama alta para servidores de AMD, por ejemplo, es más veloz que su contraparte de Intel en muchas tareas, y cuesta la mitad. Los chips Zen han obtenido una serie de contratos con Microsoft Corp., Sony Corp. (para nuevas consolas de videojuegos), Google (para centros de datos) y Cray Inc. (para supercomputadoras), entre otros.

La segunda razón es que, al mismo tiempo que AMD ha mejorado, Intel ha tenido tropiezos. La compañía hace sus propios chips. Su último y más grande proceso de fabricación, que debió haber generado un amplio aumento del rendimiento, tiene años de retraso y ha obligado a la compañía a reciclar diseños existentes. AMD encarga la mayoría de su proceso de producción a Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., que ya se ha puesto al día con la tecnología de Intel.

¿Durará la buena fortuna de AMD? Intel, con el tiempo, les puso fin a conjuros competitivos similares durante el cambio de siglo y a mediados de la década del 2000. Lo está intentando nuevamente. En el 2018 contrató a Keller, que en ese entonces trabajaba en Tesla (había dejado AMD en el 2015). Tiene planes de lanzar un nuevo y avanzado proceso de fabricación en 2021. Un enfoque estratégico en los GPU podría forzar a AMD a tomar otra dirección.

Por ahora, el resurgimiento de AMD es una buena noticia para los consumidores, los departamentos de informática, las compañías de computación en la nube y para cualquiera que use software. Como cualquier buen monopolizador, Intel cobra un precio excesivo por sus productos, a menos que a AMD le esté yendo bien. Ciertamente, la nueva serie de chips para computadoras de escritorio de Intel, prevista para noviembre, será de las más económicas que habrá lanzado en años.

Dejanos tu comentario