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Río de Janeiro

Son tan malhabladas como los cantantes masculinos, pero más atractivas para las mujeres.

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Carolina de Oliveira Lourenço escuchó por primera vez la palabra “feminismo” en el 2015 cuando la mencionaron unos amigos que iban a tomar un examen universitario de admisión en Brasil, en el que aparecía una pregunta al respecto. Tenía 22 años y era una estrella en ascenso en el mundo del funk “carioca”, música de baile sincopada y vibrante nacida en las favelas de Río de Janeiro.

Un año más tarde, MC Carol, como se le conoce, lanzó una canción llamada “100 por ciento feminista”. En la letra describe su dura infancia: “Tenía 5 años pero ya entendía / Que les pegan a las mujeres si no hacen la comida”, rapeaba.

Fue un éxito. Eso no detuvo los comentarios desagradables en las redes sociales acerca de su apariencia. “No solo es difícil ser una mujer que canta funk”, dice MC Carol, que se describe como una mujer negra y gorda. “Es difícil ser mujer, punto”.

El funk, que tiene sus raíces en el hip-hop estadounidense, es interpretado en su mayor parte por hombres. Sus detractores dicen que sus letras promueven la misoginia, la promiscuidad y los delitos. En el 2017, 20.000 brasileños firmaron una petición en la que hicieron un llamado al Congreso para que lo declarara como una violación a la salud pública, junto con los “bailes funk”, bailes masivos en los que se reproduce música a todo volumen. (La legislatura se rehusó).

MAESTRO DE CEREMONIAS”

Un blanco particular es el “funk proibidão” (funk tabú), en el que las letras explícitas ensalzan y lamentan la violencia. El “funk ostentação” (funk de ostentación), el cual celebra el dinero y la fama, es popular sobre todo en San Pablo.

La misión de MC Carol, y la de otras feministas “funkeiras”, no es hacer que el estilo sea menos grosero, sino aportar el punto de vista de las mujeres. MC (un título del hip-hop derivado de “maestro de ceremonias”) Carol comenzó cantando en un subgénero de “proibidão” que se trata del sexo.

Algunas canciones grabadas por mujeres son francamente feministas. En el video musical de “Não Sou Obrigada” (“No tengo por qué”), que aparece en la lista Global Viral 50 de Spotify, MC Pocahontas regaña a su novio drogadicto por mangonearla. En “Cai de Boca” (“Cae de boca”), un éxito de “putaria” del 2018, MC Rebecca canta sobre los hombres que les hacen sexo oral a las mujeres.

OPOSICIÓN A BOLSONARO

MC Rebecca, estilista y bailarina de samba proveniente de la favela Morro São João, dice que la canción es un llamado a favor de la liberación sexual en un mundo donde “las mujeres aún se consideran sumisas”.

Las artistas del funk y sus mensajes aportan vida nueva al subgénero “funk de conciencia”, dice Andressa Oliveira de Liga do Funk, un grupo en San Pablo que entrena a los artistas. Recibe parte de su energía de la oposición al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que tiene opiniones agresivamente conservadoras respecto de los temas sociales.

MC Rebecca, que salió del clóset como mujer bisexual en Twitter, en un video musical se envolvió en una bandera con los colores del arcoíris. Las mujeres la están escuchando. ONErpm, una empresa que representa a artistas en negociaciones con las plataformas digitales, revisó los datos de YouTube de alrededor de 130 canales de funk. Halló que las mujeres ahora conforman el 49,5 por ciento de la audiencia, un aumento respecto del 2014, cuando se trataba del 32 por ciento.

NO ES MÚSICA AMABLE

Las estrellas femeninas le están dando al funk brasileño un atractivo global. Larissa Machado, que se hace llamar Anitta, comenzó en un coro de iglesia, se hizo de un nombre en el entorno funk de Río y ahora tiene 37 millones de seguidores en Instagram, muchos de ellos en el extranjero. El video de “Vai Malandra”, que se filmó en una favela de Río, ha sido visto 352 millones de veces en YouTube. Anitta se rehusó a modificar digitalmente la celulitis de sus muslos, lo cual deleitó a las mujeres. “Vai Malandra” es la primera canción en portugués en llegar a la lista Global Top 50 de Spotify. Eso llevó a la cantante a una participación con Madonna.

Kamilla Fialho, cuya empresa publicitaria, K2L, ayudó a darle forma a la carrera de Anitta, compara su éxito con el de Beyoncé o Rihanna, que son políticamente activas y presumen su empoderamiento sexual. Su empresa ahora está entrenando a MC Rebecca proporcionándole clases de inglés, entre otras cosas. Fialho no está animando a la joven “funkeira” a que se aleje del tema del sexo. “Si quieres música amable, escucha música clásica”, dice.

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