Las autoridades acusan a periodista de difamación por un artículo escrito hace 7 años. Unos funcionarios del Buró Nacional de Investigación llegaron avanzada la tarde. Les dijeron a los periodistas de Rappler, un medio noticioso en línea que ha hecho críticas acérrimas al presidente Rodrigo Duterte, que dejaran de filmar mientras arrestaban a la jefa de la organización, Maria Ressa.

Una periodista veterana, Ressa está acusada de “ciberlibelo” en conexión con un artículo que publicó hace casi siete años. En él afirmaba que un hombre de negocios, Wilfredo Keng, cuyo carro usó un antiguo juez de la Suprema Corte para transportarse durante un proceso de juicio político, tenía vínculos con bandas de traficantes, tanto de narcóticos como de personas.

REVIVIR EL CASO

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Keng, quien niega los cargos, se defendió, al final. Hace un año presentó una denuncia en contra del autor del artículo, que ya no trabaja en Rappler, de Ressa y de otros seis empleados más del sitio web con base en la Ley de prevención del ciberdelito del 2012. El Buró Nacional de Investigación rechazó su denuncia. Después de todo, el artículo se había publicado antes de la promulgación de la ley.

Sin embargo, el mes pasado, el Departamento de Justicia decidió misteriosamente revivir el caso debido a que el artículo se actualizó en el 2014. El Sindicato Nacional de Periodistas denunció el “cargo desvergonzadamente manipulado” como un “acto de persecución de un gobierno proclive a la intimidación”.

Duterte ha declarado que los periodistas son “espías” e “hijos de puta”, y una vez dio a entender que la mayoría de los 185 reporteros que habían sido asesinados en Filipinas a lo largo de los últimos 30 años merecían morir.

“Si no haces nada malo, no te matarán”, dice. Ha criticado en particular la cobertura que Rappler ha realizado de su guerra contra el narcotráfico, en la que más de 20.000 personas han muerto en ejecuciones extrajudiciales, de acuerdo con políticos de la oposición.

NOTICIAS FALSAS

Se mofa del sitio web diciendo que es una fuente de “noticias falsas” y ha vetado a sus reporteros de eventos oficiales. Esta no es la primera vez que Rappler tiene problemas con la ley. Tanto el medio noticioso como la misma Ressa han sido acusados de fraude fiscal. De ser declarados culpables, ella podría pasar diez años tras las rejas y obligarían a Rappler a cerrar.

Los detractores de Duterte con frecuencia se hallan en problemas. Leila de Lima, una senadora que fue una de las personas que más criticaban la guerra contra el narcotráfico, fue arrestada hace dos años.

Sigue languideciendo en prisión en vista de que los fiscales la acusaron de extorsionar narcotraficantes cuando era ministra de justicia, un cargo que ella niega.

TERCER DETRACTOR

Maria Lourdes Sereno, una ex jueza que con frecuencia contradecía al presidente, en mayo fue cesada de su empleo debido a un tecnicismo, por medio de una votación. Un tercer detractor, el senador Antonio Trillanes, se escondió en su oficina varios días en septiembre después de que Duterte revocó una amnistía que se le había otorgado, por su participación en dos rebeliones militares. Finalmente fue arrestado y ahora espera su juicio.

La manera agresiva de hablar de Duterte y sus tácticas de dictador no han afectado en absoluto su popularidad; al contrario, parecen haberlo beneficiado. Una encuesta reciente indica que su aprobación es del 80%. Desde luego que también ayuda mucho intimidar a los críticos y asustar a la prensa.

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