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SHANGHÁI

El cuarto fabricante más grande de teléfonos inteligentes en el mundo podría lograr una valoración de 80.000 millones de dólares.

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En China, ninguna empresa había alcanzado los 1.000 millones de dólares en ingresos anuales de una forma tan veloz como lo hizo Xiaomi, al año siguiente del lanzamiento de su primer teléfono inteligente en el 2011. En un inicio, los medios chinos apodaron a Xiaomi la "Apple del este" (su traducción literal es "pequeño arroz"). Fue una exageración, incluso en épocas de bonanza. Sin embargo, dos años después, el fabricante de teléfonos accesibles se volvió la empresa emergente más valiosa del mundo, con un valor de 46.000 millones de dólares.

Los analistas calculan que ahora quiere recaudar hasta 10.000 millones de dólares en una oferta pública inicial (OPI) en la bolsa de valores de Hong Kong, la cual se anunció el 3 de mayo (en los documentos que presentó no se divulgó la valuación que busca ni un objetivo de recaudación de fondos). Ese incremento podría darle una valoración muy generosa de hasta 80.000 millones de dólares, no tan lejana de la capitalización bursátil de 91.000 millones de dólares de Baidu, el motor de búsquedas más grande de China y uno de los tres titanes tecnológicos que tiene el país: "BAT", al lado de Alibaba y Tencent.

Sin embargo, hace apenas 18 meses, esa discusión habría sido poco común. En el 2016, las ventas de Xiaomi cayeron de forma estrepitosa y pasó del primero al quinto lugar entre los fabricantes de teléfonos chinos. Lei Jun, su fundador, culpó a las congestionadas cadenas de suministro en una época de crecimiento rápido. Muchos pensaron que se había exigido de más, al lanzar dispositivos conectados a internet, desde ollas para cocinar arroz hasta drones, con el fin de crear un ecosistema de dispositivos que se pudieran controlar desde los teléfonos inteligentes. Las ventas de estos aparatos y los teléfonos de bajo precio, pero con altas especificaciones, de Xiaomi representaron el 91 por ciento de sus ingresos del año pasado (18.000 millones de dólares), pero solo obtuvieron ganancias diminutas de 8,8 por ciento, una pequeña fracción del 39 por ciento que Apple ganó con sus iPhone.

RECUPERACIÓN

Desde entonces, Xiaomi se ha recuperado de nuevo. En un evento que se llevó a cabo en marzo en Shanghái, donde se lanzó al mercado el teléfono MIX2S, Lei entró al escenario de un estadio lleno de Mi-Fans, como la empresa llama a sus seguidores, dando grandes zancadas con unos resplandecientes zapatos deportivos de color blanco. Sobre la tarima aseguró que su nuevo teléfono inteligente había "destrozado" al iPhoneX de Apple. Hubo mucho murmullo en la develación de la Mi Gaming Laptop, la cual permite que los usuarios hagan un pedido de comida a la mitad de un juego por medio de un botón programable.

Una Xiaomi renaciente apuesta a que sus Mi-Fans, a quienes ha recurrido en línea con frecuencia en busca de ideas y retroalimentación, sean leales, y que los "productos increíbles" a "precios honestos" animen a más personas a agotar sus teléfonos. La empresa asegura que 1,4 millones de usuarios ya poseen más de cinco de sus productos de hardware. Para el 2022, espera generar ingresos anuales de 10.000 millones de dólares en sus 1.000 tiendas físicas Mi, las cuales venden sus teléfonos, computadoras portátiles y algunos de sus 300 dispositivos de moda (los cuales son productos que han fabricado principalmente empresas emergentes en las que Xiaomi tiene una participación). El mes pasado, Lei anunció, para horror de algunos inversionistas potenciales, que buscaría mantener debajo del 5 por ciento los márgenes netos de ganancias totales de este hardware. Durante mucho tiempo, su estrategia ha sido ganar dinero en los servicios de internet atrayendo a los usuarios al universo de Xiaomi por medio de teléfonos con precios imposibles de vencer.

De hecho, la firma sí genera sus márgenes brutos de utilidades más importantes (60 por ciento) por medio de servicios y anuncios en las aplicaciones que desarrolla Xiaomi y que se precargan en su sistema operativo local MIUI, una versión modificada de Android. Por ejemplo, entre sus servicios se encuentran Mi Music para escuchar audio y su propia Mi App Store.

Entre el 2015 y el 2017, se duplicó el ingreso promedio por usuario de MIUI. Un banquero que ha ayudado a preparar su cotización en la bolsa considera que hay un gran potencial para ganar dinero en India, donde Xiaomi superó a Samsung a finales del año pasado como el fabricante de teléfonos inteligentes que ha tenido mejores ventas en el país, una de las principales razones de su recuperación. El año pasado, el 28 por ciento de las ventas de Xiaomi provino de los mercados extranjeros, una cifra superior al 6 por ciento del 2015. Es notable que en el primer trimestre del 2018 haya generado más de la mitad de sus ventas en el extranjero, con esto se encuentra entre las primeras firmas de China en lograrlo.

Abundan los posibles imprevistos. En India, durante los primeros tres meses de este año, Huawei, un rival chino, creció más rápido que Xiaomi. Neil Shah de Counterpoint Research, una firma con sede en Bombay, aseguró que en los mercados extranjeros, donde los servicios de Google no están bloqueados (a diferencia de China), Xiaomi tendrá dificultades para mantener su modelo de ganancias basado en servicios.

Lei había esperado que sus teléfonos llegaran a Estados Unidos este año pero, a medida que aumentan los problemas para sus pares chinos como Huawei y ZTE, "ahora es poco probable invertir recursos en un mercado tan complicado", comentó Shelly Jing de IDC, otra firma de investigación de mercado. En China, Xiaomi estará bajo presión para aumentar el precio –y calidad– promedio de sus teléfonos (en la actualidad cuestan 138 dólares), pues los compradores veteranos de teléfonos inteligentes están tentados a comprar los modelos de gama alta de sus rivales. El año pasado, si quitamos los cargos extraordinarios, el ingreso neto de Xiaomi fue la relativamente modesta cantidad de 700 millones de dólares.

Si los últimos estimados son correctos, esta flotación será la OPI más grande desde que en el 2014 Alibaba reunió 21.800 millones de dólares en Nueva York. Xiaomi está ansiosa por demostrar a los inversionistas que es una empresa de internet, y que por lo tanto merece valoraciones más altas de las que obtiene una simple firma de hardware.

Asegura que más de 100 millones de dispositivos se han conectado a su plataforma del "internet de las cosas". Su variedad de inversiones en más de 210 empresas le permitió tener el aire de una incubadora. Fu Sheng, quien fundó Cheetah Mobile, un fabricante líder de aplicaciones de servicios para teléfonos inteligentes, mencionó que BAT pronto se iba a convertir en "ATM". La M de Xiaomi remplazaría la B de Baidu.

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