Washington, Estados Unidos | AFP, por Rob Lever.

La nueva salva de aranceles de Estados Unidos a productos chinos no parecen afectar mucho a Apple y otras tecnológicas, que sin embargo siguen expuestas a crecientes amenazas al recrudecer la guerra comercial entre las mayores economías mundiales.

Washington aplicará desde el lunes aranceles de importación de 10% a productos chinos por 200.000 millones de dólares pero no incluyó artículos como relojes inteligentes o aparatos operados vía Bluetooh lo cual dejó a cubierto a firmas como Apple o Fitbit.

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Pero debido a las esperadas represalias de China y con el presidente Donald Trump advirtiendo que puede imponer más aranceles a Pekín, el alivio puede no durar mucho, dicen analistas.

"Los fabricantes de artículos electrónicos tienen un alivio de corto plazo pero estamos ante un juego de ajedrez y no sabemos quien se descuidará primero", dijo Patrick Moorhead de la consultora Moor Insights & Strategy.

"Los dos países se dañarán significativamente", añadió.

Moorhead dijo que Apple resultaría especialmente perjudicada porque fabrica la mayoría de sus artículos en China y allí también tiene sólidas ventas.

"La mayoría de los ingresos y ganancias de Apple surgen del iPhone, que es fabricado casi exclusivamente en China", sostuvo.

La guerra comercial preocupa en Estados Unidos especialmente en los sectores de tecnología y artículos electrónicos justamente cuando se avecina la temporada de compras de fin de año que es clave para fabricantes y comerciantes.

Los aranceles "causarán daños duraderos a comunidades de todo el país", dijo Dean Garfield, presidente de una asociación empresarial estadounidense que incluye a Apple, Amazon y otras grandes tecnológicas.

"China debe cambiar pero esta no es la manera para obtener el necesario acceso al mercado chino. Muchos aranceles no solo castigan a consumidores, fabricantes y negocios de todo tipo en Estados Unidos. También disminuirán la oportunidad de negociar con los chinos y resolver asuntos comerciales", dijo.

La asociación de consumidores de tecnología (CTA), que representa a unas 2.000 pequeñas compañías del sector tecnológico, calificó de "mala política" la aplicación de aranceles aún cuando se hagan excepciones para algunos productos.

"Estamos especialmente preocupados por los aranceles de retaliación en circuitos impresos, routers y equipos de redes de internet", dijo el presidente de CTA, Gary Shapiro.

"Esto sofocará nuestro liderazgo en 5G (tecnología de redes inalámbricas), creará un impuesto en internet y generará incertidumbre en las empresas", dijo.

Llamado de Apple

Washington excluyó de aranceles a los relojes inteligentes y otros artículos conectados a la web, luego que Apple advirtiera de su negativo impacto.

"Los aranceles aumentarán el costo de nuestras operaciones en Estados Unidos, desviará nuestros recursos y dejarían a Apple en desventaja ante sus competidores", dijo la empresa en una nota enviada el 5 de setiembre a la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.

"Más ampliamente, los aranceles conducirán a elevar los precios al consumidor en EEUU, reducirán el crecimiento económico general de EEUU y tendrán otras consecuencias no deseadas. Como resultado, en definitiva los aranceles reducirán el beneficio económico que generamos para Estados Unidos", afirmó Apple.

Gene Munster, de la consultora Loup Ventures, dijo en una nota a sus clientes la semana pasada que Apple no saldría muy perjudicada por los aranceles.

Puso como ejemplo que gravámenes a relojes inteligentes o audífonos conectados, solo reducirán en 1% las ganancias anuales de Apple. Además predijo que las fricciones comerciales probablemente disminuirán.

"Creemos que en dos años esos aranceles se habrán ido", dijo.

No obstante apuntó que algunas tecnológicas “aplauden en secreto” la dura posición de Trump porque con el tiempo pueden corregir el desequilibrio en el comercio entre ambos países.

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