A semanas de las elecciones generales, el candidato a presidente de la República por el Partido Colorado, Santiago Peña, remarcó que más allá de los ideales que tenga para la instalación del próximo gobierno, apuntará a una transición constructiva para instalar las bases de un progreso continuo para la nación.

“Lo mío no es el cargo, es el ser­vicio, porque hago lo que hago por marcar un verdadero cambio en el país”, expresó en entrevista con el programa de C9N, emi­tido este domingo pasado.

“Quiero que el próximo gobierno tenga una identi­dad nacional y que el Estado responda a las necesidades más urgentes de la población, no podemos ser observadores desde las graderías, debemos ser protagonistas. Hoy en día, la mejor herramienta para conversar y apuntar a cam­bios nacionales es el Partido Colorado”, subrayó el presi­denciable.

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Aparte del necesario desa­rrollo a nivel país, el aspi­rante al Ejecutivo resaltó que actualmente lo más impor­tante es ganar y hacerlo con más del 50% de los votos. Esto para luego enfocarse en la construcción de un equi­librio dentro del Gobierno, apuntando a la participa­ción de políticos y técnicos, dejando de lado los dos extre­mos instalados en los últimos gobiernos.

“Quienes me conocen saben que hay dos cosas que no voy a delegar: las decisiones y la pluma”, afirmó Peña, asumiendo como únicamente suya la responsabilidad como futuro presidente de la República.FOTO:GENTILEZA

“Quienes me conocen saben que hay dos cosas que no voy a delegar: las decisiones y la pluma. La responsabilidad del presidente de la República será exclusivamente mía y eso no se negocia”, expresó tajante el presidenciable, en referencia a una autonomía administrativa cuando lle­gue a ocupar el Palacio de López.

Por otra parte, adelantó que su primer decreto será el de seleccionar a su ministro del Interior porque es fun­damental formar un gran equipo. No obstante, resaltó que su intención es comenzar a trabajar al día siguiente de ser electo como presidente de la República; como ejem­plo, comentó que empezará a tratar la ley del Presupuesto General de la Nación el 1 de mayo, buscando así una tran­sición que otorgue verdade­ros beneficios a la población.

EMPLEO: UNA OBSESIÓN

Recordando que el producto interno bruto (PIB) del país se encuentra alrededor de los US$ 40.000 millones, Peña señaló que los ingresos de la nación podrían mejorar si se apunta a formalizar aquellos que constituyen más de US$ 24.000 millones. “Quiero centrarme en formalizar la economía, que sea más fácil ser formal”, subrayó el pre­sidenciable, yendo a una de sus “obsesiones” estatales: la generación de empleo.

Resaltó que una revolución del empleo es su enfoque central dentro del próximo período de gobierno y por eso apuntará a la creación de 500 mil puestos de tra­bajo. De este modo, Peña reafirma que los próximos 5 años serán los de mayor cre­cimiento económico, porque todos los sectores tienen un suficiente potencial para el progreso del país.

“Veo oportunidad para gene­rar también la revolución en el sector de la vivienda, dando la oportunidad de permi­tir mayor ahorro y contar con más capital a través de créditos a largo plazo, para que los ciudadanos tengan su vivienda propia. Más de 100.000 ciudadanos podrán acceder a esto porque la car­tera inmobiliaria es una de las más seguras”, señaló.

EDUCACIÓN: DEUDA PENDIENTE

Resaltando que las vulnera­bilidades en el área educa­tiva constituyen una deuda aún pendiente en nuestro país, Peña aseveró que esta­mos mal en ese sector porque el modelo educativo inicial, en los años 90, buscaba que haya una mayor cobertura. Ahora el objetivo no se basa en la cantidad, sino la calidad.

“Necesitamos de un instituto de formación docente que apunte a la verdadera forma­ción de los educadores y así también maestros que abra­cen este rol de capacitación. Necesitamos de más profeso­res y trabajar sobre eso, prin­cipalmente en la educación inicial”, aseveró como prin­cipal acción.

Para llegar a ese logro, habló sobre la importancia de jerar­quizar a los docentes y los directivos; esto teniendo en cuenta, por ejemplo, que el salario mínimo de un docente no puede ser similar al de un albañil, sin desmeritar la labor de este último. “El compromiso es cumplir con el salario mínimo docente porque aún no llegamos a eso; necesitamos mejores docen­tes y para ello debemos remu­nerarlos mejor”, dijo.

SALUD: LA MODERNIZACIÓN ANHELADA

“Nuestro sistema de salud no está mal diseñado, pero se quedó atrasado en el tiempo y necesitamos moderni­zarlo”, explicó el candidato a presidente, detallando que el ministro de Salud lastimo­samente se encuentra en un conflicto de roles, teniendo en cuenta que debe controlarse a sí mismo y al mismo tiempo prestar la atención sanitaria requerida.

Sobre esto, el presidencia­ble indicó que el secreta­rio de Estado debe consti­tuirse únicamente como un órgano rector, no debe estar a cargo de prestar la salud, solo debe asegurar la cober­tura, sea el centro de salud público o privado. Esto por­que el Estado tiene la res­ponsabilidad de prestar esa atención sanitaria.

“Hay una serie de cambios que se van a dar, pero debe­mos determinar a dónde que­remos ir. El tema de la gra­tuidad en salud es un gran cuento, debemos apuntar a que en realidad haya más medicamentos en los hospi­tales. El gasto de bolsillo es lo que debemos eliminar”, afirmó.

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