A medida que transcurre el tiempo, la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú gana más espacio como interés nacional. Si bien todo hasta el momento es calificado como opiniones y proyecciones sobre el posible escenario que podría presentarse en los próximos meses, lo concreto es que el tema se instala cada vez con más fuerza en el día a día de los paraguayos.

Muchos entendidos en la materia hablan sobre las opciones que tiene nuestro país para poder aprovechar esta revi­sión del Anexo C, que se dará en agosto del 2023 luego de 50 años, y la opción que suena con más fuerza es la de mante­ner la tarifa actual de la ener­gía para de esa manera poder recibir una inyección econó­mica anual cercana a los US$ 1.000 millones, que podrían ayudar a desarrollar proyec­tos en beneficio de la pobla­ción en general. No obstante, hay técnicos que aclaran que esa propuesta, que es la más beneficiosa para el Paraguay, no está contemplada en el Tra­tado de Itaipú, lo que obliga a acordar con el Brasil la revi­sión anticipada del Tratado antes de agosto del 2023.

Ante la importancia y dimen­sionando lo que representa la renegociación del Tratado de Itaipú para el país, La Nación viene publicando materia­les especiales desde el lunes, donde se detallan las visiones de técnicos y especialistas en el ámbito energético. Esto con el fin de poder ofrecer al lec­tor un detallado en general del panorama actual con respecto a todo lo que refiere a la nego­ciación que se aproxima.

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En esta cuarta presenta­ción, ofrecemos a los lecto­res una entrevista exclusiva con James Spalding, quien fue director paraguayo de la Itaipú Binacional durante la administración del presi­dente Horacio Cartes. En este material nos brinda su punto de vista sobre los avances, los planteamientos que son bene­ficiosos para el Paraguay y cómo manejaron esta cues­tión durante su mandato en la entidad binacional.

James Spalding señaló en ese sentido que desde hace tiempo, durante el mandato del ex presidente Horacio Car­tes, ya venían anunciando que se daría esta reducción de la deuda, que se dará en el 2022. Así como todo el calendario de deuda estaba coordinado para que culmine en el 2023, de tal modo que Itaipú esté sin deuda de la construcción, al momento que se deba realizar la renegociación del Anexo C, en agosto del 2023.

US$ 600 MILLONES

Spalding explicó que, como se ve, para este año, la reduc­ción del monto abonado por la Itaipú en concepto de amorti­zación de deuda es de aproxi­madamente US$ 600 millo­nes; es decir, de un poco más de US$ 2.050 millones del pre­supuesto, se reduciría a unos US$ 1.500 millones. Por ello, recordó que en el gobierno anterior ya consideraban oportuno adelantar las nego­ciaciones, más aún teniendo en cuenta que cualquier modi­ficación que se haga al Tratado de Itaipú o sus anexos, deberá ser aprobada por ambos con­gresos de los países asociados (Paraguay y Brasil).

“En su momento habíamos propuesto adelantar las nego­ciaciones de la revisión, para mucho antes del 2023. Incluso decíamos que setiembre del 2021 hubiera sido la fecha ideal para tener ya todo acordado, porque no debemos olvidar que cualquier modificación del tratado debe pasar por la revisión de ambos congresos”, explicó.

Al respecto, el ex director de la Itaipú recordó que en junio del 2009 hubo un acuerdo entre los entonces presidente Lula da Silva (Brasil) y Fernando Lugo (Paraguay), de modifi­car la fórmula de la cesión de energía, y eso el Congreso bra­sileño tardó dos años en apro­barlo. Mientras se esperaba la aprobación de una de las par­tes, porque el Congreso para­guayo ya había aprobado en noviembre del 2009, dejó de ingresar al Paraguay casi US$ 500 millones por la no aplica­ción de la nueva fórmula.

Ante esta experiencia es que el ex titular de Itaipú durante el gobierno ante­rior recordó que ya en la administración pasada eran de la teoría de comenzar a renegociar desde antes del 2023. No obstante, señaló que el gobierno actual envió vía Cancillería Nacional notas a su par brasileño, a fin de acordar una fecha para comenzar a renego­ciar el Anexo C, y hasta donde se conoce no se rea­lizó ninguna reunión sobre el tema. Si bien se instala­ron mesas técnicas, donde se comenzó a analizar en lo comercial, jurídico, econó­mico y financiero.

“Pero ya vemos que en el 2022, lamentablemente, se vieron situaciones extremas de no tener un acuerdo y, supues­tamente, para la reunión del Consejo, que quedó para fina­les de febrero, se estaría lle­gando a un acuerdo. Creo que unas semanas atrás, el direc­torio binacional acordó unas bases presupuestarias provi­sorias para poder cumplir con los gastos de enero y febrero del 2022″, acotó.

DIÁLOGO ABIERTO

Por otra parte, James Spalding aseveró que uno de los princi­pales puntos en que se debe mantener firme y que es conve­niente para el Paraguay es man­tener la tarifa actual, y crear ese fondo de desarrollo económico social. Al respecto, recordó que en el 2016 el Gobierno había publicado por primera vez en la historia una política energética que va hasta el año 2040; el pre­sidente Horacio Cartes había puesto en vigencia esa política energética nacional vía Decreto 6092 de octubre del 2016.

Mencionó que entre los obje­tivos a corto plazo, enten­diéndose ese tiempo como el 2023, se habló de la convenien­cia de crear ese fondo, a fin de que Itaipú, además de ser una hidroeléctrica, de producir energía con cantidad y calidad, pueda aportar a ambos países el desarrollo económico.

DIÁLOGO POSITIVO Y CONSTRUCTIVO

En cuanto al trabajo que Paraguay comenzó a realizar a través de las mesas de diálogo, Spalding indicó que hay que ver hasta dónde da apertura el socio, que es Brasil, porque cualquier modi­ficación debe ser por consenso, donde debe haber un diálogo positivo y constructivo, atendiendo las necesidades que pudieran tener ambas partes.

Al respecto, señaló que Paraguay presentó lo que es su postura res­pecto al 2022, que no solo se habla de temas relacionados al Anexo C, sino también de eventuales modificaciones al Tratado de Itaipú como la venta de energía a terceros países y otros temas relacionados.

“Pero lo que veo es que van pasando los meses, el Brasil va a entrar rápidamente en campaña política, que tiene este año, y ojalá la Can­cillería paraguaya pueda lograr despertar el interés y la apertura del lado brasileño para que esto se pueda realizar”, mencionó.

La reducción provisoria fue una decisión unilateral

Spalding espera que se pueda lograr un buen acuerdo en los próximos meses.

En lo que respecta a la pro­puesta del Brasil, que anun­ció la reducción provisoria de la tarifa de la energía eléc­trica, Spalding indicó que esta tarifa provisoria que estableció ANEEL (Agencia Nacional de Energía Eléctrica) del Brasil, fue una decisión propia, y a su consideración Itaipú Binacio­nal no debe manejarse con dos tarifas.

“Es una sola empresa, por más binacional que sea, Itaipú vende potencia, no vende ener­gía y lo que se tiene es 22,60 US$/kW-mes. Entiendo que esa postura fue ratificada por el director general paraguayo, y obviamente, esta situa­ción que realizó la ANEEL, de reducir unilateralmente la tarifa para las distribui­doras brasileñas, puede ser un nuevo punto de conflicto, debido a que si finalmente se aprueba mantener la tarifa, va a haber una brecha entre lo que se cobró y lo que tendrá que pagar durante el lapso de tiempo que aplicaron la tarifa de 18,95 US$/kW-mes”, indicó.

Finalmente señaló que espera mayor diálogo y comprensión por parte del Brasil y, en ese sentido, valoró la visita que rea­lizó el presidente Mario Abdo a su par Jair Bolsonaro, para que pueda entender lo que plantea Paraguay como un plantea­miento político. Asimismo, indicó que así como se logró un consenso entre los presi­dentes de Paraguay y Brasil en el 2009, y en épocas anteriores, se pueda lograr nuevamente un buen acuerdo en los próximos meses.

Lea mañana la entrevista con Pedro Ferreira, ex presidente de la Ande.

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