Miguel Ángel Gaspar, ingeniero informá­tico, especialista en la protección de información e instructor civil en ciberde­fensa, se refirió al uso de las redes sociales y la política de privacidad ante el hecho de que Whatsapp quiere compartir más datos con Facebook, situa­ción que ocasionó la preocupa­ción de varios usuarios. Fue en el programa “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN.

-¿Las redes no son gratuitas, nos cobran nuestros datos?

-Algo que tratamos de hacer es que la gente entienda que no está bien llamarle redes sociales a las redes sociales, mensajeros a los mensajeros y juegos a los juegos, sobre todo en el entorno digital, porque en realidad son servicios y los servicios tienen que contra­tarse y pagarse y entre otras cosas para que entendamos la gravedad de esto, en nues­tro país la legislación dice que los menores de edad no pue­den contratar servicios; enton­ces, Twitter, Facebook, Insta­gram, Whatsapp, Telegram son servicios, los contratamos dando aceptar a esas cláusulas que aparecen y que nadie lee cuando descargamos la apli­cación y la pagamos con nues­tros datos a tal punto que en los últimos 10 años esta dicotomía de que nosotros éramos el pro­ducto ya cambió, y nosotros no somos el producto, somos la materia prima.

-¿Qué está pasando y qué debe saber la gente sobre lo que va a ocurrir a partir del 8 de febrero, ya que se dio un traslado de mucha gente de Whatsapp a Telegram?

-A partir del 8 de febrero, la gente que no acepta las cláu­sulas va a tener un período de inactividad de 120 días, esto es para nosotros y la India y des­pués de ese período Whatsapp procederá a la eliminación de la cuenta, esto puede pasar por­que nosotros, los países afec­tados, no tenemos una legisla­ción adecuada de protección de datos personales; le recuerdo que en la comunidad europea esto no pasa, el reglamento general de protección de datos personales defiende a las per­sonas, reconociendo la priva­cidad de la información como un derecho humano de cuarta generación; entonces, son las empresas que deben adecuarse a la ley para proteger los datos. Esto que está pasando ahora se avisó el pasado año en junio o julio del 2020.

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-¿Qué tenemos hoy de legis­lación en Paraguay respecto a estos temas puntuales y cuánto hay que avanzar?

-No tenemos una ley de pro­tección de datos personales, eso es grave. Hace 3 años esta­mos peleando con una desde el Congreso con la sociedad civil, las leyes individuales que pue­dan haber, más la que se pro­mulgó el pasado año que es la Ley de Protección de Datos Crediticios, son leyes insufi­cientes si no hay un ente con­tralor que verdaderamente haga su trabajo. Al día de hoy no tenemos un ente que fun­cione como el no molestar que impida que las empresas sigan haciendo spam y ofertas de créditos de electrodomésti­cos o lo que fuera sin decirles a las personas de dónde sacan sus datos, las pocas leyes que tenemos más el hábeas data, que es un recurso impor­tante reconocido en nuestra Constitución, hoy son pocas. (…) Tenemos que empezar a hablar de la soberanía digital, hoy más del 80% de los datos de los ciudadanos paraguayos está en manos de empresas y gobiernos extranjeros y eso no está bien, de eso tenemos que empezar a hablar.

-¿Cómo pueden hacer los usuarios para evitar expo­nerse tanto?

-Hay una percepción que nos han dado herramientas como Whatsapp, Facebook, es la percepción de la gratuidad y el bienestar por poder estar en un grupo al cual podemos per­tenecer sin mostrar a lo mejor toda nuestra realidad. (...) Cuando uno acepta las condi­ciones de servicios, piden como mínimo los siguientes datos, acceso a las cámaras, acceso a los micrófonos, acceso a la gale­ría de fotografías, a la galería de datos del dispositivo, a la lista de redes a las cuales se conecta el dispositivo, al historial de navegación web (...), pero eso es lo que le estamos cediendo a las redes sociales.

-¿Es alto el número de per­sonas que bajan las aplica­ciones sin que lean las cláu­sulas?

-El comunicado que hicimos en las redes, entre ellas el Twi­tter, en donde expliqué todo esto, había gente que me decía, “podés hacer un resumen, es muy largo”, y yo les decía que el resumen es la base y condicio­nes del servicio. Acá lo impor­tante no es solo los datos que capturan de nosotros, sino que hay dos integrantes más que determinan esto; el pri­mer integrante los metada­tos, que serían los datos de los datos; cuando yo tomo por ejemplo una fotografía y si yo no configuro correctamente mi teléfono, esa fotografía más allá de lo que la gente pueda ver de la fotografía, contiene una serie de datos como la hora en la que fue tomada, la fecha, el modelo exacto del dispositivo con que se tomó la fotografía, la georeferen­cia del lugar donde se tomó la fotografía y otra serie de datos. Y el otro integrante, los que recolectan, es que la cláusula del servicio queda perfecta­mente estipulado que estas plataformas harán lo que sea necesario dentro de las cláu­sulas legales para estimular el comercio, el marketing y el consumo de esa plataforma.

-¿Por qué no tenemos una legislación como la Unión Europea en Paraguay?

-La Unión Europea ya va por su segunda versión del regla­mento general de protección de datos. El pasado año en una escuela los padres y directores se pusieron de acuerdo para instalar cámaras con reco­nocimiento facial para facili­tar la asistencia de los chicos y que los padres puedan acom­pañar su educación, pero los multaron porque prevalece el derecho a la intimidad del niño y no tiene por qué insta­lar esas cámaras en el colegio. Aquí en la región, Argentina y Uruguay están peleando por una segunda versión; Chile, Brasil tienen su primera ver­sión, pero nosotros nos que­damos atrás.

-Si no te cobran plata, ¿cómo son los más ricos del mundo?

-Los datos valen, se demos­tró en un estudio el pasado año que un ciudadano interconectado vale entre 180 y 150 dóla­res solamente por estar inter­conectado; esto quiere decir que Juan Pue­blo, que está a lo mejor sem­brando man­dioca en Bahía Negra, solo por tener un teléfono conectado a What­sapp, mandar un mensaje o tener internet vale 180 dóla­res; entonces, Paraguay es un país con más de 2 mil millones de dólares si contamos datos interconectados, datos de salud, secretos médicos, mili­tares, industriales. Recorde­mos que en nuestro país tra­tamos Anexo C del Tratado de Itaipú en un mensaje de What­sapp.

-¿Qué opinión tenés al res­pecto sobre la suspensión de la cuenta de Twitter del presidente Donald Trump?

-Hay que entender que Face­book, Instagram y otros no son empresas de caridad, son empresas privadas; entonces, como empresas privadas está muy claro para ellos sobre las medidas que atentan contra la libertad. Lo que sí yo le critico a Facebook y Twitter es que, por ejemplo, si en Para­guay se abre Facebook y ponen la pala­bra troce y una ciudad cualquiera van a encontrar grupos que gene­ran irresponsables, en donde los administradores reciben mensajes y los publican sin fil­tros, afectando la vida de per­sonas inocentes, sobre todo niños y colegiantes.

-Las redes no son medios de comunicación, pero fun­cionan así. Cuando se les reclama sobre un tema con­troversial ellos dicen que no tienen una responsabilidad ya que no son medios.

La tecnología hoy es política y la tecnología sigue influyendo en los gobiernos para que se adopte su esquema de tecno­logía, voy a poner el ejemplo de Huawei que ya fue echado de varios países por el tema del 5G, menos en nuestro país, pongo el ejemplo de Tik Tok, Telegram, que siendo rusos ya fueron echados de Rusia por no estar de acuerdo con el gobierno; entonces, la tecnología es política y hoy la información tiene otras caras como la desinformación y la contrainformación y la gente no está capacitada para entender cómo funciona.

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