En agosto pasado el Ministerio de Salud alertaba sobre la posibilidad de una nueva epidemia de dengue, pero de proporciones superiores a las registradas en los años anteriores. Mientras tanto, el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa) no tiene más que insecticidas vencidos en stock, para hacer frente en este momento.
La cartera sanitaria se basó para emitir la alerta en el comportamiento epidemiológico de los últimos seis años y considerando los serotipos circulantes.
Ahora bien, lo que el Senepa tiene en stock y en suficiencia es el insecticida malatión, que se utilizó en varios departamentos del país después de su fecha de vencimiento. Dan cuenta de ello planillas de movimiento semanal del Senepa que revelan que hasta el 2 de setiembre se tenían 12.806 litros de malatión y al 9 de setiembre 11.601 litros.
Recordemos que en diciembre del 2018 se recibieron de Brasil como donación 18 mil litros del insecticida. Resulta que este producto venció en agosto, según planillas oficiales a las que tuvo acceso este diario.
Los insecticidas estuvieron guardados en un depósito del Senepa por más de cuatro meses, sin uso, por el mal estado en que se encontraban. Para poder utilizarlo se tuvo que realizar todo un proceso de homogeneización y fraccionamiento, cuyo costo guardan en secreto en el Senepa pese a las insistentes consultas sobre el caso.
Confusas explicaciones
La titular del Senepa, María Teresa Barán, no pudo explicar porqué se utilizaron insecticidas con fecha de vencimiento de agosto en el mes de setiembre, como aparece en planillas oficiales.
Barán habló para una radio local pero no precisó qué otros insecticidas, además del malatión vencido, tienen en stock.
Dijo que el producto que llegó de Brasil (en diciembre del 2018) “se cortó o malogró”, pero que tras un procedimiento técnico se pudo reutilizar.
Solo en las dos últimas planillas correspondientes a la primera semana de setiembre aparece que se utilizaron 1.231 litros de malatión. Tampoco explican qué pasará con los 6 mil litros del insecticida vencido que todavía disponen. Los jefes y técnicos guardan severo silencio ante nuestras insistentes consultas.