El empresario coreano de Ciudad del Este Yoon Chul Choi, alias Martín Choi, luego de estar envuelto en una trifulca con otro empresario, de nom­bre Seon Kyun Kim, frente a un templo evangélico de esa localidad, fue admitido como paciente “social” en el Hos­pital de la Fundación Tesãi a pesar de ser muy conocido en la zona por su poder adqui­sitivo.

El paciente, que sería amigo cercano de Pablino Cáceres, gerente ejecutivo de la fun­dación, fue exonerado para su internación. Además, el mismo, supuestamente, se presentaba como el finan­cista de la campaña presiden­cial de Colorado Añetete, por lo que mantendría una cer­canía bastante sólida con el poder de turno.

Martín Choi, en Tesãi.

La denuncia se dio a través de una cuenta de Facebook, en la que se dio a conocer que dentro del sistema de la fun­dación el paciente ingresó como “social”, rango que le exonera de varios de los gas­tos que implican la interna­ción de casos similares.

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El señor Juan Vázquez, en su cuenta, criticó el privile­gio otorgado por Cáceres, ya que otras personas de esca­sos recursos son excluidas del sistema de salud de la funda­ción. Cabe recordar que esta institución está solventada por la Itaipú Binacional, que destina montos millonarios para el cuidado de la salud de las personas con prioridad a personas de escasos recursos.

Choi, sin embargo, es cono­cido en la zona del este por contar con locales comer­ciales (shopping). Incluso afirmaba, luego de darse la gresca, que no temía a ser denunciado, ya que contaba con varios amigos políticos y que era “intocable” para las autoridades.

IMPUTACIÓN

La Fiscalía levantó una impu­tación en contra del empresa­rio Martín Choi luego de darse a conocer un video del circuito cerrado. Además, los testi­gos aseguraron que el señor Alfredo Kim (52), dueño del Shopping Bonita Kim y Sho­pping París, era provocado constantemente por Choi.

Al parecer, Choi apuntó con una pistola 9 mm a la cabeza de Kim, pero intervino un guar­dia de seguridad del lugar, quien también fue amena­zado. Luego Choi colocó de nuevo el arma en su cintura, momento en el que curiosos se lanzaron sobre el agresor. La Fiscalía ya intervino. Según se supo, todo estaría registrado en un circuito cerrado.

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