Rodolfo Nin Novoa, actual ministro de Relaciones Exterio­res de la República Oriental del Uruguay, intendente de Cerro Largo por 10 años, en los años 84 y 89. Luego sena­dor, posteriormente vicepre­sidente, volvió a ser senador. Hoy, en su cargo de canciller uruguayo, conversó con La Nación sobre los temas de interés común entre nues­tros pueblos.

–¿Cuáles considera usted son los avances en la inte­gración Uruguay-Para­guay?

–En el terreno bilateral tene­mos muchas cosas juntos. Si uno se pone a repasar solo la geografía y piensa en la hidrovía, piensa en los depó­sitos francos que tiene Para­guay en Montevideo en Nueva Palmira, en la complementa­ción cultural y económica, en los planes de cooperación en muchas materias, sin lugar a dudas tenemos un futuro muy bueno.

Desde Uruguay no nos olvi­damos de dos cosas. Primero, que hemos cometido una gran injusticia contra Para­guay en la Guerra de la Tri­ple Alianza y fuimos llevados por los gobiernos de la época a una confrontación sin sen­tido, que no tenía nada que ver con nosotros. Segundo, tam­poco olvidamos que nuestro prócer Artigas tuvo su aco­gida aquí durante 30 años, por eso también tenemos una consideración especial para esta tierra que se comportó tan generosamente con José Gervasio Artigas.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

–¿Cuáles serían los pasos para fortalecer la coopera­ción en los rubros de exper­ticia uruguaya?

–Paraguay es un país con muchas facilidades como receptor y facilitador de negocios e inversiones. Uru­guay tiene una dinámica que se apoya en la actividad pri­vada; muchos de los empren­dimientos que hay aquí son de orden privado. Los inver­sores uruguayos ven eso, vie­nen y aprovechan las oportu­nidades.

Desde la cooperación, para aprovechar la experticia uru­guaya, la ganadería es una de ellas, aunque los producto­res paraguayos son muy efi­cientes, un instrumento que nos ha dado muchos benefi­cios es el Instituto Nacional de Carnes (Inac). Que, entre varias funciones, certifica la cuota Hilton, desarrolla exá­menes de mercado, realiza promociones de carne, aglu­tina a productores e indus­trias frigoríficas para inter­nacionalizarlos, dispone de “cajas negras” que contienen información sobre la trazabi­lidad de la carne con la histo­ria del ternero mediante un código QR con acceso inme­diato para los productores. Se catalogan establecimientos de carne orgánica, los méto­dos de transporte son certi­ficados con precintado con altos estándares sanitarios.

–¿Qué opina de una inte­gración eléctrica que per­mita la libre circulación de la energía eléctrica para­guaya en todo el Mercosur?

–A mí me gustaría escuchar la opinión del gobierno para­guayo. Si es una intención, un objetivo del gobierno para­guayo, sería muy interesante escucharlo y ver cuáles son los detalles que se pueden aportar para que puedan llegar a un entendimiento mayor sobre este tema.

Paraguay es un gran produc­tor de energía, el Uruguay es superavitario por su única matriz diversificada; hoy exportamos energía al Brasil. En este caso, no se paga peaje porque no hay intermediario.

Quizás el tema sería, o lo que Paraguay podría supo­ner, vender energía para un país pasando por otro, y que ese país por donde pasara cobrara los peajes. En fin, creo que es un tema para discutir, para analizar y para tratar de encontrar una solu­ción, que obviamente le sirva a todas las partes.

–¿Podría comentarnos acerca de los avances en las negociaciones del Merco­sur con China?

–Lo que no hay es un avance en el sentido más adecuado del término, pero sí hay inicios de conversación. Durante la presidencia pro tempore uruguaya realiza­mos la reunión con China Continental y el Mercosur. Hay dificultades expuestas, porque Paraguay no tiene relaciones con China Conti­nental, pero le vende muchos productos a esta. Un diálogo comercial no significa que tengamos que tener avances políticos para los países con los que no tenemos relacio­nes.

Sobre la negociación con China por separado, no vamos a negociar indivi­dualmente, vamos a nego­ciarlo con todo el Mercosur. No hay ninguna posibilidad de tener los éxitos que tuvi­mos con la Unión Europea si lo hubiésemos hecho por separado. Es lógico seguir apostando a una negocia­ción conjunta del Mercosur que sirve para disciplinar­nos y mejorar nuestras con­diciones de intercambio.

Somos proveedores de ali­mentos y estamos compi­tiendo con otros países que no pagan aranceles para ingresar sus alimentos a China. Tenemos una des­ventaja del 10% al 12% de arranque por los aranceles sumando el flete a China la diferencia puede ser sustan­cial en un mercado de 1.300 millones de habitantes.

–Sobre el acuerdo Mer­cosur-UE, ¿cuáles serían los escenarios futuros del acuerdo dadas las reaccio­nes opuestas?

–Son 800 millones de per­sonas, US$ 90 mil millones en intercambio, que corres­ponden al 20% del comercio mundial. El acuerdo tiene varios capítulos; el capítulo de comercio en Europa pasa solo por aprobación del Par­lamento Europeo; el capí­tulo político y de coopera­ción pasa por cada uno de los parlamentos de la Unión Europea. En el caso del Mer­cosur todo el acuerdo, los tres capítulos, pasan por los par­lamentos de cada país.

Hay un aditamento benefi­cioso, es el modo de entrada en vigencia del acuerdo, el día en que Europa apruebe este acuerdo, si Uruguay o Para­guay lo tiene aprobado, entra inmediatamente en vigencia. Con esto cargamos de prag­matismo las negociaciones, llegamos a esa solución.

Sobre el paquete cárnico hay muchas maneras de distri­buir, podría haber una coo­peración inversamente pro­porcional al tamaño de los países, como en el Focem, donde Uruguay y Paraguay aportan menos y reciben más beneficios. De igual manera, esto lo tenemos que discutir en el Mercosur. Paraguay y Uruguay deberían llevar una estrategia común.

–Sobre el Acuerdo Auto­motor Bilateral, teniendo en cuenta lo firmado entre Brasil y Uruguay (2015), ¿cuál es su consideración acerca del levantamiento de las preferencias aran­celarias a Paraguay?

–Sobre el acuerdo automotor, como fue el único excluido junto con el azúcar del Tra­tado Original del Mercosur, lo que hay que hacer es gestio­nar para incorporarlo al Mer­cosur. Hay que mercosurear el sector automotor y azuca­rero, para que entre nosotros no tengamos diferencias.

Esto para que la libre circula­ción de bienes y factores pro­ductivos vinculados al auto­motor se haga realidad, y que las cuotas y demás vayan des­apareciendo. Y que cada uno de los países se vaya especia­lizando en lo que mejor hace, integrándose a las cadenas de valor. Hay que integrar la construcción de automóviles, ya que algunos países se espe­cializan en tableros eléctri­cos, cubiertas, etc.

–¿Puede comentarnos acerca de la posición uru­guaya sobre Venezuela?

–Uruguay tiene una posición muy clara, abierta al diálogo y al entendimiento. Hay dos vías, o se sale de esta crisis muy grande negociando, mediando entre las partes en pugna, o se sale por una lucha armada. Esto en un país como Vene­zuela, donde hay un tercio de la población que es partida­ria del chavismo, que muchas veces está armada, puede des­embocar en un conflicto de dimensiones muy grandes que nadie quiere en América Latina. Paraguay entiende la postura uruguaya, entiende...

Ficha técnica

Nombre: Rodolfo Nin Novoa

Lugar de nacimiento: Mon­tevideo

Formación: Técnico agro­pecuario

Partido político: Frente Amplio

Trayectoria política:

Inicios en el Partido Blanco, intendente municipal del Cerro Largo en dos perío­dos 84’ y 89’. Fundador del Encuentro Progresista. En el 2004 elegido vicepresi­dente, con Tabaré Vázquez. En el 2010 electo senador. En el 2015 toma posesión como canciller.

Dejanos tu comentario