La empresa Casas Truck SA aparece en el puesto número 5 del ranking de los más grandes importadores de vehículos. Solo en el 2018 importó 9.114 vehículos usados (camiones y automóviles) por un monto de US$ 25 millones. Pese al volumen de importación, no aparece en el ranking de los principales aportantes al fisco del año 2016, 2017 ni 2018 y mucho menos como aportante al Instituto de Previsión Social (IPS), donde aparece con apenas dos empleados. Las facturas utilizadas para sus operaciones parecen una burda simulación.

  • POR JORGE TORRES ROMERO
  • Periodista

En abril de este año, publicaciones espe­cializadas en econo­mía dieron a conocer el ran­king de los 10 principales importadores de automóviles del Paraguay. En los primeros cuatro lugares saltaron pres­tigiosas y reconocidas empre­sas como Garden, Automotor, Toyotoshi y Diesa, pero en el puesto cinco saltó el nombre de la firma Casas Truck SA, que solo en el primer trimestre del 2019 ya había importado por valor de US$ 5 millones.

Casas Truck, que figura a nombre de Alberto Nico­lás Casasnovas Benítez y Roberto Casasnovas Delva­lle, cuenta con un precario local ubicado sobre la avenida Madame Lynch casi Juan de Salazar, en donde se exhiben apenas un camión de la marca Scania y otros camiones vie­jos, y prácticamente con poco movimiento de gente.

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El local de la empresa que importa vehículos usados por valor de US$ 25 millones al año presenta este panorama en su principal casa de ventas de vehículos.

Esta imagen de las condicio­nes del local no hubiese lla­mado la atención, si no se tra­tase de la principal empresa que figura en el número 1 de los importadores de vehí­culos usados del Paraguay. Según registro oficial, el año pasado, Casas Truck importó 9.114 vehículos por un valor exacto de US$ 24.661.348. Lo llamativo también es que pese a tener este movimiento anual en la importación de vehículos usados no figura en la nómina de los principa­les aportantes al Estado en materia de impuestos. Y a esto se suma, que según los regis­tros del Instituto de Previ­sión Social (IPS), Casas Truck apenas registra a dos emplea­dos, ya que había otros dos a quienes dieron de baja.

LAS MISTERIOSAS FACTURAS

Al observar muchas de las fac­turas utilizadas por la firma para justificar sus operacio­nes saltan algunas que son muy llamativas. Por ejem­plo, en una de ellas dice que la compra se hizo vía Rafi Tra­ding Cars de Hamburg-Ale­mania. El costo de un Sca­nia usado año 1998 es de US$ 1.000, al igual que un camión Mercedes-Benz, año 1995, a un costo de US$ 1.000.

COPIA DE UNA DE LAS FACTURAS DE IMPORTACIÓN: La empresa supuestamente es Orient de Hamburg-Alemania. Nótese que ni siquiera el nombre de la ciudad está bien escrito. La factura no tiene ni dirección ni número de teléfono. El documento se hizo en Alemania, pero está en español.

Otros importadores vincula­dos al mismo rubro sostienen que esos precios son impo­sibles e irrisorios, es más, la Dirección Nacional de Adua­nas cuenta con una resolución a través de la cual dispone los procedimientos operativos para las unidades técnicas de valoración intervinientes, a fin de examinar y comprobar datos para establecer el valor de transacción de autovehícu­los usados importados.

Es decir, la misma institución aduanera tiene una especie de catálogo de precios de los vehículos importados usa­dos y en ningún caso apare­cen esos montos que se regis­tran en las facturas utilizadas para justificar las operaciones de Casas Truck.

Otro detalle llamativo es que prácticamente todas las fac­turas tienen la misma matriz de impresión y solo se modifi­can los nombres de las empre­sas que venden y los montos. Tampoco estos documen­tos tienen datos precisos, no aparece en ningún lado como mínimo el número de teléfono o la dirección de las firmas que venden los vehículos.

OTRA FACTURA MISTERIOSA: Una empresa alemana Rafi Trading.... La dirección y otros datos están en alemán, pero la descripción está en español.

A esto se suma, que en una de las facturas dice Valencia-Es­paña, pero la dirección perte­nece a Miami, Estados Uni­dos. También, una misma factura está escrita en ale­mán, inglés y español. Sin ser un experto perito, a todas luces hay cuestiones que no cuadran en las confecciones de esos documentos.

ESQUEMA DE EVASIÓN

A juzgar por datos extre­madamente llamativos, es imposible imaginar que todas estas operaciones se estén registrando dentro del marco de la ley. Un impor­tador local que en prome­dio hoy está trayendo 200 camiones, los trae entre US$ 16 a US$ 20 mil, en ningún caso se dan los US$ 1.000 que hacen figurar. Este mismo importador que posee un enorme local tiene regis­trados casi 200 empleados en el IPS.

Todos estos elementos tam­bién indican que existe una abierta complicidad o una perfecta arquitectura para diseñar estas operaciones en la misma Dirección Nacio­nal de Aduanas, principal­mente los vistas y las empre­sas encargadas de realizar los despachos correspondientes.

ESTA ES UNA FACTURA ORIGINAL: Compra realizada desde una empresa en los Países Bajos, en donde se consigna toda la información del proveedor y todo el contenido de la factura está escrito en el idioma de origen.
Otra factura de Rafi Trading Cars”de Alemania, pero con otro logo. El resto del documento está escrito en español y se ven los montos de US$ 1.000 por un camión Scania y mismo monto por un camión Mercedes-Benz.

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