La intención del Minis­terio de Justicia, enca­bezado por el ministro Julio Javier Ríos, de declarar emergencia penitenciaria en todo el país quedó solo en el intento. Luego de la masacre que se dio en la cárcel de San Pedro del Ycuamandyyú, que dejó como saldo 10 muertos y hechos violentos en otras cárceles del país, llevó al ministro Ríos a presentar un proyecto de declaración de “emergencia en los esta­blecimientos penitencia­rios en todo el territorio de la República”.

Antes del inicio de la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados de ayer, el minis­tro de Justicia se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, para hacer llegar el proyecto. El mismo fue presentado sobre tablas, por la líder de bancada de Colorado Añetete, la dipu­tada Jazmín Narváez.

Sin embargo, esta iniciativa fue bastante cuestionada por sus colegas y, finalmente, su estudio fue aplazado por siete días y será analizada el próximo martes 25 de junio en sesión extraordinaria. Pese a que los legisladores coincidieron en que existe una situación crítica en las diferentes penitenciarías del país, con elevada insegu­ridad, hacinamiento y un alto índice de reclusos sin conde­nas, cuestionaron los articu­lados del proyecto.

La aprobación de este docu­mento establece la participa­ción de las Fuerzas Militares y “un cheque en blanco” para el Gobierno por el periodo de un año, que dura la emergen­cia, según legisladores, prin­cipalmente de la oposición. En el artículo 4º del proyecto se establecen diversos fondos para construcción de estable­cimientos penitenciarios, sin embargo, no se establecen los topes para el financiamiento.

“Tenemos una Fuerza Armada que está práctica­mente al pedo y solo sirve para los desfiles; no tene­mos posibilidad de una gue­rra. Me gustaría que haya una Constituyente o refe­réndum para poder modi­ficar y que sean útiles las FFAA”, expresó el diputado Édgar Ortiz. “La idea es que los condenados vayan directo al Chaco, bien lejos, para descomprimir las cár­celes, que el Estado solo les provea carne y que los delincuentes produzcan sus alimentos, y que los 3.000 condenados salgan a arre­glar las rutas del Chaco”, agregó. “Actualmente las cárceles en las ciudades son un peligro”, afirmó Ortiz.

“Se necesitan más cárce­les a nivel país para dar un alivio a la situación de hacinamiento en la que se encuentran hoy los distintos penales. No solo las peni­tenciarías de máxima segu­ridad son necesarias, sino también espacios para la reinserción de reclusos a la sociedad”, expresó Basilio Núñez.

“De acuerdo a las estadísti­cas no se ha mejorado en este sentido. Al contrario, los ex reclusos vuelven a delinquir o cometer los mismos delitos, muestra que la reinserción no funciona en la actualidad. La grave situación penitencia­ria en el país se viene arras­trando desde hace mucho tiempo”, sostuvo Núñez.

“Con este tratamiento a las apuradas a tambor batiente, directamente nos confirma­mos que somos un país en emergencia, que somos un país que corre detrás de par­ches, detrás de soluciones al instante, de soluciones que parecen dar más réditos políticos de momento, pero no de soluciones de fondo a los problemas de fondo que requiere la ciudadanía”, manifestó Sebastián García. “El problema penitenciario es una cuestión más que se veía venir. Sabemos que el problema existe, pero espe­ramos que suceda la trage­dia y con el diario del lunes venimos a plantear una solución irresponsable; sin un análisis”, apuntó.

“Esta es la parte olvidada del sistema y lo más grave es que hay miles de inocen­tes entre esos 16 mil pre­sos en las penitenciarías. Se declara emergencia en todas las penitenciarías, inclusive a los centros edu­cativos de menores. No sé si se analizó la constituciona­lidad de este artículo (inter­vención de militares), ya que el artículo 173 de la Consti­tución Nacional establece las funciones claras de las Fuerzas Armadas. Esto debe ser derivado a las comisio­nes; no podemos resolver la desidia de 30 años del Gobierno en media mañana y asumir esta responsabili­dad, aprobando contrata­ciones directas”, comentó.